«Atalanta, querida… Nuestro noviazgo ya ha durado demasiado. Es hora de que vengas conmigo».
Las Guerras Troyanas (The Troyjan War) es una historia de la serie The Incredible Hulk desarrollada en cuatro números escritos por Peter David, dibujados por un inmenso e inspirado Gary Frank, con las elegantes y eficaces tintas de Cam Smith.
Se trata de una saga completa que narra el secuestro de Atalanta, miembro de la sociedad secreta El Panteón, llevado a cabo por Trauma y sus soldados troyanos ya que este príncipe alienígena tiene la intención de casarse con ella. Además. asistimos a su posterior intento de rescate por parte de Hulk y sus aliados del Panteón, con la ayuda de Estela Plateada y la colaboración especial de los Saqueadores Estelares.
La acción transcurre entre los números USA 413 a 416, publicados de enero a mayo de 1994. Sin embargo, en España esta saga se recopiló por primera vez en 1995 en seis números bajo el título de Las Guerras Troyanas con el añadido de los números 406 a 412, 417, 418, con partes del 393 y el annual #20. Incluyendo la curiosa boda de Marlo Chandler y Rick Jones, por ejemplo.
Se trata de un momento cumbre en la colección The Incredible Hulk que reúne a su guionista más reconocido con un artista excepcional en el punto álgido de su carrera.
El paso de Peter Allen David (1956) como escritor y responsable de la colección The Incredible Hulk es una de las etapas más importantes de la serie, cualitativamente y cuantitativamente hablando. Su labor se inicia en el número 331 de mayo de 1987 y termina once años más tarde, en el 467 de agosto de 1998, tras la increíble cifra de 137 comic books escritos por él.
Desde el primer número que guioniza David tiene un plan, aprovechando que está libre de toda presión editorial por las bajas ventas de la colección. Al principio su esquema es modesto, pero a medida que se va afianzando en la serie por el incremento de las ventas – pero sobre todo por las buenas críticas – se va volviendo más ambicioso. Su enfoque pasa por que Bruce Banner, alias Hulk, sufre un grave trastorno de identidad disociativo provocado por los malos tratos sufridos en su infancia por parte de su padre. Este enfoque lo expone por primera vez el guionista Bill Mantlo – con la inestimable ayuda del dibujante Barry W. Smith – en el número 312 de octubre del 1985. David lo adopta durante su primera etapa en la serie y lo resuelve en el 377 de la colección cuando, con la ayuda de Doc Samson, reúne todas las encarnaciones de Bruce Banner/Hulk y las integra en un solo personaje, seguro de sí mismo, muy poderoso físicamente y de gran inteligencia. Así es el nuevo héroe de PAD, un titán que no huye, no tiene accesos de rabia y no se transforma en bestia sin control… en teoría.
Y entonces llega Gary Frank (1969) a la serie, concretamente en el número 403, cuando la colección está en todo lo alto, en boca de todos. Esta pareja artística realiza un par de historias absolutamente magníficas, muy de guionista. La primera trata sobre la recuperación de Marlo Chandler de su estado catatónico que se desarrolla en varios números, entre batallas y porrazos de Hulk junto a sus secuaces del Panteón. La segunda, una de mis preferidas, es un díptico titulado Jailhouse Rock, que narra el encierro – por turbias causas geoestratégicas, políticas y personales – de una agente de la CIA en una prisión secreta de alta seguridad norteamericana. Aquí David utiliza la fórmula del supergrupo que resuelve crímenes de estado y contra la humanidad, pasando por encima de los intereses estratégicos de países como Estados Unidos o Israel, adelantándose unos diez años a los famosos argumentos de Warren Ellis y Mark Millar en series como Stormwatch y su sucesora, The Authority.
Es entonces cuando David, aprovechando un cabo suelto en unos números más atrás, decide dar su particular versión del secuestro de Helena y la posterior Guerra de Troya, esto sí, sin poner ningún caballo de madera por en medio.
La saga troyana está dividida en cuatro partes, el secuestro ocupa el primer comic book. Aquí vemos que como consecuencia del rapto troyano y como Hulk empieza a descontrolarse y da rienda suelta a su ira. La segunda parte narra el primer encuentro del escuadrón de rescate con Trauma y la separación de Hulk de su comando. Aparece Estela Plateada. El tercer capítulo narra la llegada de los dos grupos rescatadores al palacio de real de Armaggedón, líder de los troyanos en calidad de prisioneros y en la cuarta asistimos a la demoledora resolución final y a unos hilos secundarios que tendrán mucha importancia en un futuro no demasiado lejano.
La realización gráfica a cargo de Gary Frank aúna espectacularidad con claridad. Plenamente adaptado a la colección y con la ayuda a las tintas de Cam Smith, que parece haber nacido sólo para entintar los lápices del artista de Midnight Nation, el de Bristol – Frank – nos ofrece una brillante puesta en escena, tanto en las secuencias de lucha como en las más dialogadas. Su descripción de los personajes es extraordinaria regalándonos unos Saqueadores Estelares memorables y también una de las mejores encarnaciones de Estela Plateada que se conocen.
La narrativa es fluida, permitiéndose algunos golpes de efecto como la doble splash de presentación de la nave Argo IV, orgullo del Panteón, o las primeras páginas de presentación de cada número.
El entintado de Cam Smith es clásico, limpio y muy elegante, con profusión de detalles pero siempre al servicio de la historia, sin entorpecer la lectura. El coloreado de Glynis Oliver es efectivo, no demasiado brillante, pero sí muy funcional, destacando los pasajes donde los protagonistas luchan en el espacio o el diseño de color de los uniformes de los Saqueadores Estelares.
Tras el trágico final de esta saga todas las premoniciones aquí apuntadas; los oscuros tejemanejes de Agamenón el fundador de El Panteón y padre de muchos de los actuales componentes; las premoniciones de Delfos; la preocupación de Betty Banner y Doc Samson por la salud mental y emocional de Bruce-Hulk-Banner, los sospechosos movimientos de Aquiles… Todo parece indicar que se avecina una tormenta.
Las Guerras Troyanas supone la cúspide del mandato de Hulk en la organización conocida como El Panteón. Es la cima pero también es el principio del descenso. A raíz de las decisiones que toma en esta crisis su liderazgo empieza a ser cuestionado y – mucho más trascendente – se atisba que la unión de las tres partes de Hulk no ha traído la paz definitiva en el interior del coloso esmeralda. Con Las Guerras Troyanas, Peter David ha terminado el camino de construcción de su personaje más emblemático y ahora se dispone a emprender el camino de su destrucción…
Aunque solo sea por su paso por la colección The Incredible Hulk, Peter Allen David se merece un lugar preferente en el panteón de los grandes guionistas contemporáneos del cómic mainstream norteamericano. Pero PAD es mucho más que el guionista de Hulk, como podéis comprobar en las sucesivas entregas de esta semana especial que dedicamos a recordar su obra y su figura; David es un autor único e irrepetible.
Esperemos que las noticias de sus problemas de salud cambien pronto de signo para poder disfrutar muchos años más del talento y la personalidad de un escritor extraordinario, de una persona de gran imaginación, rebelde y con un sentido del humor inimitable.
Salut!
Más información aquí.