Edición original: Superman #654-658, 662-664, 667 y Annual 13 USA.
Edición nacional/ España: Mayo 2012.
Guión: Kurt Busiek.
Dibujo: Carlos Pacheco.
Entintado: Jesús Merino.
Color: Dave Stewart, Alex Sinclair, Lee Loghridge, Pete Pantazis.
Formato: Cartoné. 256 págs.
Precio: 24,95€.
¿Qué pasaría si la mayor amenaza para la humanidad fuese la presencia de Superman en la Tierra? ¿Sería Superman capaz de abandonar la Tierra para garantizar su futuro? Estas serán las cuestiones que Superman deberá responder en esta epopeya épica escrita por Kurt Busiek y fantásticamente dibujada por Carlos Pacheco.
En 2006, las colecciones del Hombre de Acero sufrieron una renovación importante con la incorporación de nuevos equipos creativos que incluían a Geoff Johns y Kurt Busiek en los guiones. Tras una saga escrita a cuatro manos por ambos guionistas, Busiek se quedó en solitario al frente de la serie Superman y contó con un nuevo dibujante estrella: Carlos Pacheco quien escogió trabajar con Busiek, con quien ya había trabajado en Avengers Forever (Marvel) y Arrowsmith (Image). Este dúo artístico decidió embarcar a Superman en una épica saga en la que la mayor amenaza para el futuro de la humanidad era el propio Superman y su injerencia en los asuntos de la Tierra.
La historia nos presenta a Arión de Atlantis, un mago inmortal que tiene una visión en la que la humanidad desaparece víctima de una terrible amenaza cuya existencia se debe a la continuada presencia de extraterrestres, y en especial de Superman, en la Tierra. Para evitar tal futuro, Arión viaja en el tiempo hasta Metropolis para advertir a Superman de dicho destino y le invita a abandonar la Tierra para que la humanidad pueda enfrentarse por si misma a las amenazas futuras, independientemente del sufrimiento que estas causen. Arión no se limita a advertir a Superman y le plantea un ultimátum, o abandona la Tierra para siempre o él mismo usará su magia para convertirlo en su esclavo y lo utilizará para acabar con todos los alienígenas que residan en la Tierra.
Uno de los elementos fundamentales en la mitología de Superman es su herencia alienígena y el grado de influencia que un ser con su poder pueda tener sobre el devenir de la humanidad. Este es un tema tratado en multitud de historias de Superman, con mayor o menor acierto, siendo la más reciente la vista en la película Hombre de Acero. En el caso de La Caida de Camelot el dilema no reside tanto en el hecho de aceptar su herencia kryptoniana o su herencia humana, sino al hecho de que seres ultrapoderosos como Superman se dediquen a salvar a la humanidad de sus enemigos impidiendo que ésta afronte sus propias batallas y evolucione hasta alcanzar un nivel que le permita garantizar su propia seguridad sin necesidad de elementos extraños que lo hagan por ella. Es una premisa interesante que lamentablemente Busiek no explora a fondo y que en última instancia queda reducida a un discurso sobre la voluntad de lucha y superación de los humanos. Paradójicamente, el guionista pone este discurso en boca de Superman, un alienígena que representa todo lo contrario aunque podría entenderse que es su herencia humana la que le hace adoptar esta posición.
Kurt Busiek es un buen guionista que sabe trabajar bien tanto elaborando tramas complejas como desarrollando personajes y algo de ambas cosas hay en esta extensa saga de 10 números. El problema de La Caída de Camelot es que la historia principal, la del enfrentamiento entre Superman y Arión se alarga excesivamente y se ve interrumpida por tramas secundarias que despistan de la historia principal. Episodios como el de los Nuevos Dioses o todo el subargumento dedicado al Sujeto 17, aportan poco al conflicto planteado por Arión ya que sólo sirven para ilustrar el efecto que los alienígenas tienen sobre la humanidad, algo que se podría haber hecho de forma menos forzada usando otros personajes como el Detective Marciano o los Green Laterns. Esto no quiere decir que el guión de Busiek no tenga grandes momentos, que los hay, como todo el segmento dedicado a describir el mundo apocalíptico que Arión quiere evitar, pero el conjunto resulta excesivamente alargado y la historia se hubiera beneficiado con un par de capítulos menos. En la edición española este hecho queda mitigado por haber sido recopilada en tomo, pero en la edición americana se notó más debido a cruces con otras series que alargaron la resolución de la historia hasta los 15 números.
Si el trabajo de Busiek tiene algún pero, el de Pacheco es impecable durante toda la saga. El gaditano realiza uno de los mejores trabajos de su carrera en una exhibición de talento y buen gusto. El Superman de Pacheco es elegante y majestuoso y destila poder en todas sus apariciones. El dibujante consigue trasmitir a la perfección la épica que impregna todo el relato, gracias a viñetas de gran impacto visual y composiciones de página que enfatizan el carácter heroico de los personajes. En este sentido, destacan los pasajes situados en ese futuro apocalíptico dominado por Khyber donde la crudeza del entorno y de los enfrentamientos sobrecogen más gracias al dibujo de Pacheco.
Habida cuenta del gran número de personajes y criaturas que aparecen a lo largo de los 10 números que componen la saga, hay que reconocer que Pacheco sale airoso representando a todos ellos, desde los componentes de la Liga de la Justicia, hasta los miembros de la JSA, pasando por lo Nuevos Dioses y una colección de monstruos de inspiración Lovecraftiana que aparecen a lo largo del relato, lo que demuestra que este dibujante, en plena forma, es un artista ideal para grandes eventos. A pesar de estos méritos, siento especial debilidad por las escenas más cotidianas que dibuja Pacheco, y su interpretaciones tanto de Lois Lane como de Lana Lang me parecen estupendas y me encanta ese plano de Superman y Lois bailando por los aires para celebrar su aniversario, lleno de elegancia y calidez.
Una parte fundamental del excelente resultado final del dibujo de Pacheco es el entintado de Jesús Merino, sin duda el mejor complemento para los lápices del gaditano. Con las tintas de Merino, el dibujo de Pacheco gana en nivel de detalle y en fluidez de trazo, sobre todo en las figuras humanas.
Estamos ante una buena historia de Superman cargada de épica y espectacularidad que resulta demasiado extensa para lo que al final acaba contando, pero que está perfectamente dibujada por un equipo artístico en estado de gracia que demuestra cómo debería ser un gran cómic de superhéroes del siglo XXI.
¿dónde está Lidl cuando se le necesita?
Esta etapa estuvo muy chula, se están portando a la hora de recuperar materiales los de ECC.
Historia muy recomendable. Lástima que no durara más la etpa Busiek-Pacheco…
Los tengo en grapa, si no compraría este tomo. A mí me gustaron mucho estos cómics, al menos.
Por cierto, esa historia previa escrita con Geoff Johns (Up, Up and away!) también estaba muy bien.
En general, ese periodo que va de desde 2006 hasta 2011 fue muy interesante. Una pena que algunos ciclos argumentales se sobreexplotaron (Nuevo Krypton).
Os recomiendo el Superman/Batman dibujado por Pacheco y guionizado por Jeph Loeb. Aquí Pacheco hace un trabajo alucinante al viajar por los lugares más reconditos del Universo DC y los personajes más inesperados. Además, Loeb estuvo muy inspirado para lo que venía haciendo en la colección unos número antes (siempre pensé que el guión era de Pacheco y no de Loeb).
Con respeto a La Caída de Camelot el guión de Busiek era bastanto aburrido y alargado pero, como habéis dicho, el dibujo de Pacheco era maravilloso.
Coincido con Raúl. Esa etapa, hasta el rollo de Nuevo Krypton, es muy disfrutable para cualquier seguidor de Superman. La historia de Brainiac está en mi top 10 particular de historias del personaje.
Y con Alejandro en que Pacheco estuvo especialmente inspirado en Lois, saliéndose del aburrido canon supermodel. Busiek no es santo de mi devoción, pero es muy cumplidor y la trama se deja leer con facilidad. También señalo que la leí del tirón (más o menos), porque no tengo paciencia para seguir las series mensualmente, así que no me molestaron tanto los cambios de ritmo.
«…sino al hecho de que seres ultrapoderosos como Superman se dediquen a salvar a la humanidad de sus enemigos impidiendo que ésta afronte sus propias batallas y evolucione hasta alcanzar un nivel que le permita garantizar su propia seguridad sin necesidad de elementos extraños que lo hagan por ella…»
Que curioso, en la recientemente cancelada serie animada de Young Justice Vándalo Salvaje, el líder de la Luz – el principal enemigo del grupo durante toda la serie- hace precisamente esa acusación a la Liga de la Justicia…
«Que curioso, en la recientemente cancelada serie animada de Young Justice Vándalo Salvaje, el líder de la Luz – el principal enemigo del grupo durante toda la serie- hace precisamente esa acusación a la Liga de la Justicia…»
Como dice el artículo, es un tema bastante clásico en Superman desde épocas muy tempranas (y del género de gente en mallas en general, pero con Superman creo que ya hablamos de recurrencia, o incluso de inherencia). A bote pronto se me ocurren «¿Debe existir un Superman?», pasando por la JLA de Morrison o su «All Star Superman», el «Kingdom Come» o incluso la peli del 78: «no debes inmiscuirte en la Historia de los hombres», le dice Jor-El. ¿Se os ocurre algún otro?
Comparto el sentir de la reseña con respecto a esta historia: se me hizo algo larga y farragosa, y el relleno del Sujeto 17 no ayudó. Con todo, es disfrutable. Sobre todo gracias a un Pacheco que, como siempre… ¡mola un montón!
«Esta etapa estuvo muy chula, se están portando a la hora de recuperar materiales los de ECC.»
Sé que es pedir la luna, pero si recuperan material pre-crisis/silveragero del personaje, hago una pirueta para atrás. Hay verdaderas joyas, y no solo desde el punto de vista nostálgico como se pueda pensar. «La chica del pasado de Superman», «La muerte de Superman» o la ya mencionada «¿Debe existir un Superman?» creo que sorprenderían a mucha gente por su calidad. Lo que no sé es si venderían un colín.
«Sé que es pedir la luna, pero si recuperan material pre-crisis/silverager del personaje, hago una pirueta para atrás. Hay verdaderas joyas, y no solo desde el punto de vista nostálgico como se pueda pensar. “La chica del pasado de Superman”, “La muerte de Superman” o la ya mencionada “¿Debe existir un Superman?” creo que sorprenderían a mucha gente por su calidad. Lo que no sé es si venderían un colín.»
Yo te acompaño en lo de la pirueta…pero me parece que va a ser que no