Los dioses, los hombres y los monstruos
En un mundo desolado, carente de vida, la Cosa del Pantano dirige como un padre a su grupo de congéneres, sin esperanza en el horizonte. Consciente de que permaneciendo estáticos no tienen salida posible, toman el camino al norte, donde conocerán una amenaza entre las sombras.
Estamos ante una obra que, en estilo, bebe mucho de una de las principales referencias de Ram V: Sandman. Tanto por el modo de disponer de la historia con un protagonista de poder ilimitado, rodeado de seres especiales que sirven como canalizador de la búsqueda de respuestas, como por el uso del monólogo interno y el entendimiento de la obra y sus personajes como instrumento para hablar de temas distintos y complejos.
Su autor desarrolla diálogos profundos, en muchos casos (conversaciones con Heather), de una belleza muy característica, usando metáforas que van desde lo evidente, rosas rojas,a lo abstracto, potenciando el elemento poético que ha de estar presente en todo cómic de la Cosa del Pantano.
La galería de secundarios marca el ritmo, ahondando en la soledad interior del protagonista, paradójicamente siempre en compañía. Heather, como segunda al mando, tiene un mayor desarrollo a lo largo de la obra, siendo además la que tiene más matices en su personalidad. Parece recta y se muestra como tal tanto en grupo como en las conversaciones individuales, pero también sabe ser violenta y primitiva en determinadas situaciones que marcan el devenir del resto. Del mismo modo, aunque por motivos radicalmente distintos, el papel de Indigo, asimilable a un viejo bardo o a un bufón que, pareciendo loco, tiene momentos de gran lucidez, resulta interesante y un añadido distinto para la narración.
En segundo lugar, es en el dibujo donde la miniserie adquiere una dimensión distinta y elevada. El estilo que Mike Perkins viene desarrollando en sus últimos trabajos como Lois Lane aporta un matiz único a la fantasía. Otorga un factor muy íntimo a las escenas donde prima el diálogo, con su particular modo de dibujar los rostros y dejar que, desde la oscuridad y la aparente falta de concreción de los rasgos, surjan los sentimientos y las emociones.
Por su parte, el color de June Chung es, de igual modo, sobresaliente. La melancolía del espacio se ve bien representada en su trabajo, con un cielo predominantemente oscuro, únicamente roto por la nieve, cubriendo la mayor parte de las viñetas. Es reseñable cuán asfixiante se va volviendo la acción a pesar de que la mayor parte del cómic suceda en lugares abiertos.
El problema del tebeo se encuentra en las limitaciones del propio Estado Futuro. Apenas dos números no llegan para desarrollar plenamente la totalidad de elementos planteados por sus autores. Esto es menos evidente en la primera grapa, por ser fundamentalmente de presentación, con acción más reducida, pero se potencia con el camino a la conclusión. A pesar de que el modo de resolverlo no sea insatisfactorio, sí que parece ligeramente atropellado, dejando la sensación de que podría haber ofrecido un resultado más completo de haber tenido más capítulos para ello.
Tanto Ram V como Mike Perkins continuarán con una nueva miniserie de diez números que, esperemos, continúe por esta línea, mezclando lo fantástico con lo mundano y lo irreal con lo real.
Para la historia correspondiente a la Liga de la Justicia Oscura, Ram V hace gala de un recurso habitual en sus trabajos como es añadir la forma de un cuento breve a la aventura. Con multiplicidad de narradores para situar el conflicto, de un modo tan hábil como particularmente complicado. La acción se va encadenando hasta llegar a un futuro no tan distante en el que los viejos héroes de las artes mágicas deambulan intentando resolver una situación que escapa a toda aquella a la que pudieron enfrentarse en su día. Es, en primer lugar, una de las cabeceras que mejor ha sabido potenciar las posibilidades de Estado Futuro, adaptando de un modo brillante la premisa a su propia idiosincrasia y personajes.
A diferencia de otras, para esta miniserie contamos con su autor habitual de la serie regular, con lo que no se comienza desde cero del todo. El entorno y contexto es distinto, por la propia concepción del evento, pero Ram V se apoya en lo construido a lo largo de los últimos meses como escritor del grupo. Principalmente a la hora de presentar a los personajes, con guiños a la colección, así como a la hora de optar por unos protagonistas claros (Zatanna y Bobo) como hilo conductor, dirigiendo la investigación y las revelaciones en torno al misterio de cuáles son las intenciones de Merlín, el villano, así como la explicación acerca del mismo.
En lo que respecta al dibujo, el estilo de Marcio Takara es distinto al de Mike Perkins, pero de igual modo acertado. Resuelve con gran oficio la incógnita principal de todo tebeo de la Liga de la Justicia Oscura: ¿Cómo captar la personalidad de cada personaje?.
En una cabecera como esta, con multitud de héroes/antihéroes de distintas características tanto físicas como de posición en el combate, se requiere de solvencia y talento para dar vigor a las escenas de enfrentamiento. Estas han de resultar imaginativas, con aspectos llamativos en su temática, la magia. Marcelo Maiolo, de igual manera, ofrece un gran trabajo con el color.
En conclusión, con Estado Futuro: Liga de la Justicia Oscura estamos ante un tomo notable, con dos historias muy atractivas que, además, plantean grandes interrogantes para el futuro, abriendo el camino para los próximos trabajos de Ram V como escritor en DC Comics.
Lo mejor
• El talento de Ram V para contar algo tan complejo en tan poco espacio.
• El dibujo excepcional de Mike Perkins.
Lo peor
• Las historias tienen un final algo atropellado, como consecuencia de las dimensiones que da Estado Futuro.
NOTABLE
Guion - 8
Dibujo - 8.5
Interés - 7
7.8
Una gran sorpresa dentro de las novedades de Estado Futuro
Pues bastante de acuerdo contigo, un tomo muy notable. Yo lo cogí por la Cosa del Pantano, y la Liga de la Justicia Oscura me gustó tanto o más. La historia de la Cosa del Pantano sí que se podría haber beneficiado de un poco más de espacio para respirar, pero es una lectura muy satisfactoria. La historia de la Liga no tiene ese problema, dejando una historia bastante cerrada y con el final más feliz posible para ese momento, y es en el presente donde tendrán la solución a sus cuitas (solución que no veré seguramente si ECC lo publica como complemento de la Liga de Bendis).Takara pilla bien el punto a los distintos personajes. En fin, que no sé si DC es consciente de lo que tiene en el catálogo, y ni siquiera ECC.
Saludos!
Saludos a ti, Drury Walker! Me encanta Ram V con estos personajes, tengo muchas ganas de ver por aqui esa Cosa del Pantano y su LJO me parece que esta salvando la grapa americana de la Liga de la Justicia.