Guión: Jonathan Hickman
Dibujo: Nick Dragotta
Edición España: Norma Editorial (2014)
Contiene: East of West Nº 1-5 USA (Image Comics, 2013)
Formato: Tomo rústica de 152 páginas
Precio: 17,00€
pero no te serviría de nada»
La efervescente e inquieta mente de Jonathan Hickman está acostumbrada a derrochar y plantear de forma abrumadora todo tipo de conceptos e ideas en cada una de las obras en las que trabaja. Un «malgasto» de talento y creatividad al que muy pocos autores podrían aspirar incluso a lo largo de toda una carrera dedicada al cómic. Este es el principal valor del cada vez más cotizado guionista y dibujante estadounidense, lo ha demostrado en sus mejores títulos por encargo para Marvel Comics, en su etapa en Los 4 Fantásticos o en Guerreros Secretos y S.H.I.E.L.D. pero más aún en sus proyectos más personales para Image Comics como Pax Romana, Red Wing y, sobre todo, la excelente Los Proyectos Manhattan. No obstante, el nombre de Jonathan Hickman también está ligado indisolublemente a una forma y un estilo determinado al que muchas veces se debe el contenido de sus obras, una postura capaz de deslumbrarnos con una artificiosa y prefabricada naturalidad en la que el diseño -no tanto su narrativa hermética y fantacientífica– toma gran relevancia en la manera de hacernos visualizar y presentarnos sus historias. Esta marca de fábrica podemos también atisbarla en su última obra, el atípico western de ciencia ficción Este del Oeste en el que colabora con el dibujante y compatriota suyo Nick Dragotta.
El universo de conspiraciones y personajes obsesivos de Jonathan Hickman se amplía con este relato distópico en el que conocemos una versión muy diferente del pasado de los Estados Unidos, ese encumbrado en el celuloide por algunos hombres duros de Hollywood como John Wayne, Gary Cooper o Robert Mitchum, mezclando elementos de ciencia ficción y fantasía para contarnos una fábula de alcance universal sobre la muerte, el destino y la fe. La premisa sigue las mismas desventuras de la Muerte, uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, un traidor y un renegado de la causa para la que nació -traernos el Fin del Mundo- embarcado ahora en una personal búsqueda llena de violencia, sangre y venganza. Pero hay muchas fuerzas confabulando en su contra, muchos intereses en conflicto y enemigos que no le pondrán las cosas fáciles a una Muerte con los rasgos y maneras de Clint Eastwood, la cara más reconocible del spaghetti western. «El Fin de los Tiempos resulta inminente», explica a propósito de su obra Jonathan Hickman con palabras propias de un loco profeta, «y todos nos odiamos demasiado para reunirnos y resolver nuestros problemas. […] Y luego, en la cara de toda esta desesperación y tristeza, de alguna manera todavía hay esperanza».
No hay que menospreciar el simbiótico ingenio de Jonathan Hickman para reformular y construir nuevas realidades y mundo paralelos. En la presente Este del Oeste, como en otras obras de su autoría, nos presenta una fascinante amalgama temática llena de elementos aparentemente inconexos, con personajes grandilocuentes y extremos y un planteamiento con una carga simbólica y «pseudomística» bastante destacada. El problema puede estribar para el lector en su necesidad de forzar la conexión, con las maneras de este autor en general, y con su propuesta en esta historia en concreto. Porque a la sencillez de su punto de partida -en un principio un simple relato de venganza con sus giros culebronescos para sorprender al personal- Este del Oeste se articula y juega a ser algo más que Jonathan Hickman, por supuesto, no tiene ninguna prisa ni interés en revelarnos o contarnos. Mientras tanto, y pese al derroche de originalidad, la forma se superpone al contenido, aunque una forma en un estado de salud increíble y apadrinada por el dibujo de un Nick Dragotta -dibujante con el que ya había colaborado Jonathan Hickman en Los 4 Fantásticos– visualmente impecable y al que le sienta estupendamente el color crepuscular de su compañero Frank Martin.
De alguna manera, Este del Oeste parece la respuesta del guionista estadounidense a la fiebre desatada en los últimos años por Juego de Tronos a tenor de la serie de televisión inspirada en los libros de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin, pero también una réplica a la aclamada Saga de Brian K. Vaughan y Fiona Staples. De esta manera, la historia se mueve en un término medio a estos referentes, con una nueva alternativa a la ciencia ficción -la cual parece vivir un gran momento en el mundo de la viñeta- cubierta de paramos y áridos desiertos tecnológicos frecuentados por extravagantes pistoleros, nativos y fuerzas desconocidas protagonistas de una epopeya condicionada por las luchas de poder políticas y por un atípico drama familiar centro de todas las tramas. La prosa de Jonathan Hickman sigue sus directrices habituales, con su tono pausado y su televisiva narrativa, una característica que puede dejar frío y descolocado en su primer encontronazo al lector. No obstante, si algo sabemos con la experiencia es que cuando se le suele dejar espacio y tiempo a este autor logra engatusarnos. Por lo tanto, mejor ser cautos y esperar algunos números más para hacer una mejor valoración de hacia dónde nos lleva este viaje al Este del Oeste avalado por este guía espiritual y ocasional guionista de cómics llamado Jonathan Hickman.
Ya tiene película y todo:
https://www.youtube.com/watch?v=JeP_pxYD8Vs
(Lo siento, no he podido evitarlo, pero es leer eso del «este del oeste» y pensar en este clásico.)
Eso sí que es un clasicazo Luis Javier y no lo de Hickman.
Si tuviera tiempo tendría que revisarme esos peliculones de Pajares y Esteso: Los bingueros, Los chulos, Los energéticos, Yo hice a Roque III, etc.
Que tiempos aquéllos!!! o qué viejo soy.
Lo esperaba con muchas (demasiadas) ganas y me gusto bastante, pero con esa sensación recurrente de contexto demasiado molón para la historia que acoge(aunque el ser serie abierta juegue a su favor). Sin embargo, ahora que ha pasado un tiempecito y puedo verlo con perspectiva(y debido a otras cosas que no vienen al caso) lo veo más interesante aún que al leerlo, con sus personajes grises, su juego de poder a múltiples bandas, y su aire mitad mistico mitad steampunk. Son cosas que me encantan y que con un desarrollo medio decente pueden convertir esta serie en una de mis favoritas. Perfecta hermana «seria» de los Proyectos Manhattan.
Lo peor que puede causarme un cómic es que me aburra con él y acabe mirando los dibujos pasando del guión.
Con Este del Oeste esto me ha pasado. Un cómic superficial, más preocupado por asombrar al lector con frases guays y profecías que en darte algo consistente. Más preocupado en la forma y la molonidad que en el fondo. Con más interés en su distopía chachiguay que en los protagonistas. Eso sí, Dragotta pletórico.
En mi opinión, un cómic prescindible, a no ser que seas muy muy amante del Hickman indie.
A mi también me aburrió, y mira que le di tres oportunidades, pero nada este comic no es para mi.
Lo mejor de Hickman a mi juicio es Paz romana aunque también me gustó Infinity, el resto…psshh
Hum. Buena reseña.
estaba dudando si pillarlo o no pero me parece que pasaré. Entre las reseñas-comentaríos que he leído, el precio de Norma que no ayuda a seguir series regulares y regularcilla es este caso y que Hickman me saca de quicio con sus páginas y páginas en blanco con un pequeño esquema…………
Que esas también me las cobran¡¡¡¡
Esta reseña me viene al pelo, puesto que justo esta mañana este tomo fue mi obra escogida para amenizar una travesia por barco rumbo a la isla vecina. Me quedé con ganas de comentar la obra donde fuera y justo me encuentro con una reseña en zn.
A mi este tomo me ha encantado. Hacía un par demeses que no me leía un comic que me dejara tan fascinado.
Viendo los comentarios, parece q soy yo la rara avis esta vez, pero es q me ha parecido un gran comic, con un guión destacable y un dibujo sobresaliente (cómo havevolucionado dragotta, está increible-)
Como no me gusta escribir por el movil, ya me extiendo cuando vuelva si el tema no esta muy muerto.
Tranquilo Khonshu, yo me lo leí hace tiempo y también me gusto. Es más, como ya he comentado me parecen desproporcionadas las críticas que se vienen leyendo desde hace meses a esta obra. Pero oye, cuestión de gustos. De momento el primer tomo me valió la pena (en inglés son diez euros lo que vale). El segundo me lo dejo para el veranito.
«…pero también una réplica a la aclamada Saga »
No me jodas.
Ey, es verdad, se me olvidó decirlo antes: Dragotta es LA HOSTIA. Ya me moló cuando lo descubrí y desde entonces cada vez le veo mejor, y aún creo que le falte bastante para tocar techo.
Sobre Hickman, igual es que estoy totalmente hickmanizado(lo estaba muuuuucho antes de leer algo suyo), pero de verdad que mientras que hay críticas hacia él que me parecen justas y merecidas(en aspectos que para mi suerte no doy demasiada importancia), hay otras que me parecen de universo paralelo, como esto de Espaidi:
«más preocupado por asombrar al lector con frases guays y profecías que en darte algo consistente»
Coño, que en poco más de 100 paginas te han presentado con bastante claridad un mundo con sus principales poderes, regiones, leyendas, tecnología y demás parafernalia(incluso ya choques ideológicos) y que además todo indica que va a crecer mucho más. Vale que quizás peque de molonismo prestencioso en algún momento, pero «consistencia» le sobra.
Y el mejor Hickman indi para mi gusto es como autor completo, en Nightly News y, sobre todo, Pax Romana. Al actual le faltan un par de gráficos(y no es broma, a East of West mismamente no le sentarían nada mal).
Repasemos la crítica, la ponderación de las nominaciones a los Eisner’14: Best Continuing Series vale un 67%, Best Writer un 60%, Best Penciller/Inker or Penciller/Inker Team y Best Coloring un 80%. Deseando ver como series no nominadas se merecen del 85% para arriba.
En cuanto a East of West en si, no os preocupéis en criticarla, la seguiré disfrutando por igual.
Bueno, que tampoco es para tanto, que aquí todo el mundo tiene sus gustos y Hickman es de esos autores que acumulan no pocos detractores.
Yo hay algunas cosas de la crítica con las que no estoy de acuerdo y algunas cosas más en los comentarios, pero tampoco merece la pena ahondar en ello.
Quizás solo destacaría que me da la impresión de que aquí no se está juzgando al tomo 1 de Este del Oeste, sino al propio Jonathan Hickman, achacándosele a estos comics algunos de sus tics en los que curiosamente esta vez no cae.
No es lo mismo la critica de un redactor a la de un aficionado. La primera se espera objetiva, la segunda se respetan todas, incluida la tuya @samanosuke