Edición original: East of West, Vol. 1: The Promise TP.
Edición nacional/ España: Norma Editorial (2014).
Guión: Jonathan Hickman.
Dibujo: Nick Dragotta.
Entintado: Frank Martin.
Color: Frank Martin.
Formato: Rústica.
Precio: 17 euros.
La historia de la expansión del oeste es una historia de heroísmo, épica, que opta un cariz casi mitológico para un país joven que necesitaba sustentarse en unas raíces culturales para lograr unos cimientos fuertes. Es la historia de la creación del nacimiento de los Estados Unidos de América. En realidad, no resulta tan admirable como puede parecer. Se ha construido sobre la sangre de una raza.
El periodo histórico ha influido en una cantidad incontable de obras, hasta tal punto de formar un propio género y, con él, vinieron infinidad de subgéneros y visiones de variopintos artistas acerca a esa, en principio, limitada ambientación. Sin embargo, atendiendo a la gran cantidad de mezclas que se han producido o elementos de western que se han tomado en obras que (en apariencia) poco tienen que ver, tiene un potencial que todavía hoy está por explorar. Aquellos artistas (o que ya se han acercado) que se acerquen al género es inevitable que evoquen a los colonos, criminales y aventureros avanzaban por las áridas, desérticas, hostiles e inagotables tierras en busca de riqueza.
Este del Oeste no es un título sencillo de definir. Tal vez, se pueda comparar por ser una revisión antagónica, pero respetuosa con el western. Estamos en un futuro alternativo (primera diferenciación genérica: aquí viajamos al futuro, en lugar del pasado) en el que los Estados nunca se terminaron de unir y se encuentran fragmentados en distintos pseudoreinos, cada uno con su propia cultura, y diferenciados estéticamente a punto de colisionar unos con otros, con sus propias subtramas, intereses y conspiraciones (ese elemento, me temo, que es deudor de Juego de Tronos), en un entorno similar a las Secret Wars, del mismo autor. Y eso que se toma de Juego de Tronos, ya que ambas incluyen amenaza externa a largo plazo, en este caso los cuatro jinetes del apocalipsis que vienen a acabar con el mundo de una vez por todas. Y a diferencia del género, en lugar de analizar un nacimiento de una civilización, aquí se ahonda en la defunción de la misma.
Y es que la serie nos hace preguntarnos si tenemos claras las lealtades de nuestros líderes. Es evidente la espiral en decadencia en la que estamos sumidos, pero ¿Y si estamos en ese punto por voluntad propia? ¿Y si los políticos de turno lo que buscan, en verdad, es la autodestrucción, la extinción, si con ello logran algo de poder y control durante el proceso? Resulta un símil bastante poderoso y directo el que emplea Hickman al hacer que sean los jinetes los que influyen, negocian e, incluso, nombran a aquellos que tienen control del futuro de muchas personas.
Por esa razón, no es de extrañar que el gran protagonista del primer tomo sea el mismísimo Muerte. Se busca en todo momento dar una imagen renovada y que se ajuste al mundo, ya que lleva viviendo ahí mucho más tiempo que sus compañeros jinetes, que logran tener una forma corpórea de prepúberes. En cuanto a la caracterización del personaje, visualmente recuerda a Carter Slade, el primer Ghost Rider, con ese traje impolutamente blanco y, en parte, al Santo de los Asesinos de Predicador, como esa fuerza de la naturaleza en forma pistolero imparable, alejado de la visión dulce e influyente de Gaiman. Pero Hickman también sabe darle algunas cualidades a su personaje que lo convierten en memorable por sí mismo, logra hacerlo único y lo suficientemente interesante como para desear compartir el viaje con él.
Hickman tiene una narración muy particular y, hasta cierto punto, exigente. Hickman tiene un cuidado a los detalles obsesiva, y absolutamente todo lo que plantea, por nimio que pueda parecer a priori, termina teniendo su raison d’être en algún momento u otro de la historia. Como si de un mago o trilero se tratase, sabe presentar todos los elementos con los que va a jugar, atrayendo tu atención, centrando la historia, a donde a él le interesa en cada momento.
Este primer arco, tan solo supone una presentación de muchísimas cosas que están por llegar. Hickman se dedica a sacar las piezas del puzle que irá montando (sin que nos demos cuenta) delante de nuestros ojos a lo largo de los siguientes tomos. Aún así, la historia de rescate y venganza de Muerte hace que tenga una unidad, a pesar de que no quede cerrada del todo.
Estructuralmente, tiene los dejes de Hickman, aunque logra dotar de unidad y de ritmo al tomo, cosa, que tal vez, se le podría achacar que carecían otros trabajos del mismo autor.
Nick Dragotta, dibujante principalmente conocido por sus obras con Marvel en títulos de culto como X-Statix, coincidió con Hickman en su legendaria etapa a cargo de Los 4 Fantásticos. Ambos vuelven a colaborar juntos y el dibujante no solo es el adecuado para la historia que se narra, si no que es un apoyo visual magnífico para esta obra. En cuanto composición de página y narrativa Dragotta opta por un clasicismo y poca experimentación, lo cual es lo idóneo para la obra que se trata. Dragotta tiene un estilo de líneas claras y limpias en la línea de los grandes clásicos del cómic western. El trazo para los personajes es caricaturesco, pero realista, sin llegar a lo cartoon. Y buena parte de la iconicidad de la obra se debe a una grandiosa labor de Dragotta en el diseño de los personajes, que lejos de ser genéricos, tienen una espectacularidad, son atractivos visualmente, pero además colaboran en la caracterización, su aspecto dice de quienes son todos y cada uno de los actores que forman parte de este reparto coral que esta obra.
Por su parte, Frank Martin, sí que experimenta más con una paleta de colores tremendamente variada y alejada de muchas convenciones. La atmosfera y el cielo tienen constantemente todos de polución, negros y rojizos (como si estuviese anocheciendo o amaneciendo constantemente). Además de dotar a los personajes colores de piel que, a priori, no le son propios, pero que logran hacerlo aún más atractivos. La labor de Martin contribuye inequívocamente a que la obra gane enteros en hacerla visualmente embaucadora, sin que se produzca en ningún momento nada que rompa con la sintonía con el dibujo.
La edición de Norma Editorial incluye unas minibiografías de Jonathan Hickman y de Nick Dragotta como único complemento.
Este del Oeste es una obra que nos ofrece el mejor y más depurado Hickman. Logra un perfecto equilibrio entre el ritmo y la presentación del mundo que ha creado. Sabe conjugar elementos genéricos de ciencia ficción, de dramas palaciegos y políticos de los sistemas feudales medievales (por muy maquillados de democracias que estén), y del western en una mezcla que, a pesar de serlo, tiene su propia entidad. Porque no importan los años que pasen y lo tocado que pueda parecer un género: siempre vuelve. Y si es con la fuerza arrasadora de una obra como la que posee Este del Oeste, bienvenido sea.
Edición original: East of West, Vol. 1: The Promise TP. Edición nacional/ España: Norma Editorial (2014). Guión: Jonathan Hickman. Dibujo: Nick Dragotta. Entintado: Frank Martin. Color: Frank Martin. Formato: Rústica. Precio: 17 euros. La historia de la expansión del oeste es una historia de heroísmo, épica, que opta…
Este del Oeste- Libro Uno
Este del Oeste- Libro Uno
2016-09-01
Pedro De Mercader
Guión - 9
Dibujo - 8.5
Interés - 8.8
Vosotros puntuáis: 7.42 ( 9 votos)