A lo largo de toda la historia del arte (y por ende de la humanidad), el concepto de la muerte ha despertado un interés único y difícil de definir que oscila entre el terror existencial y la fascinación absoluta. A pesar de tratarse de un tema ya explorado desde incontables perspectivas distintas, nunca desaparece el deseo de replantear todas sus bases en una eterna búsqueda de respuestas satisfactorias. Publicada por IDW Publishing bajo su sello Black Crown (y por Editorial Hidra en España), Eutanautas es una obra que se erige en torno a estas bases con guion de Tini Howard y dibujo de Nick Robles.
Thalia Rosewood es una joven que trabaja como recepcionista en una funeraria. Vive una vida en apariencia normal, con amigos y rutinas normales; pero en el fondo, un pensamiento la perturba incansablemente: nunca deja de pensar en la muerte. Es una idea que revolotea a su alrededor como una mariposa, un incómodo recordatorio que condiciona su vida. Hasta que un día está a punto de morir; llega a saborear de primera mano ese último plato al que siempre había hecho ascos. A partir de ese momento, su vida da un drástico giro que la conducirá por senderos cada vez más extraordinarios en los que, entre otras cosas, conocerá a los Eutanautas: un selecto grupo de psiconautas, gente trastornada y otros intrépidos exploradores dispuestos a descubrir lo que hay Más Allá.
Estamos ante un cómic indudablemente peculiar. Si la muerte es el gran misterio sobre el que gira el guion de Tini Howard, el guion de Tini Howard es el gran misterio sobre el que gira la mente del lector. La personalidad del mismo es, a la vez, su mayor ventaja y su mayor flaqueza. Scott Snyder señala en el artículo introductorio del tomo lo extraordinario de los conceptos aquí presentados por la guionista y el interés y potencial que guardan. Esta y las otras muchas características que destaca el responsable de Noches oscuras: Metal son sin duda reconocibles durante la lectura de Eutanautas, pero el caso es que los conceptos potentes no bastan para forjar una historia con maestría, sino que deben de ir acompañados de una estructura y un desarrollo en el momento a momento que les saquen el verdadero jugo. La tarea de un escritor no consiste en decir con melancolía frases como «el amor duele»; un escritor se encargará de mostrarle a sus lectores (o al menos debería) que eso es así, dejando que la propia historia hable por sí misma.
Así, Howard plantea montones de conceptos fantásticos y oníricos que llaman la atención, acompañados de diálogos fluidos y entretenidos, con personajes que reflejan un carácter peculiar, dotados de carisma y alejados de arquetipos sencillos de reconocer. Todo ello se ve salpimentado por un notable esfuerzo por mostrar continuos giros de guion, a cada cual más drástico, para que el lector nunca sepa qué esperar. Todo pinta estupendo sobre el papel, hasta que volvemos a eso de la estructura y el momento a momento, a la coherencia —no confundir con realismo— necesaria para respetar la suspensión de la incredulidad y mantener la verosimilitud emocional del lector.
Los conceptos fantásticos y oníricos acaban por perder mucha de su fuerza cuando la trama va avanzando sin profundizar más en ellos. Tienen potencial y constantemente vemos nuevas ideas, pero no se tratan con el suficiente detalle; por momentos es casi como si la propia guionista quisiera esquivarlos, como si no se viera capaz de adentrarse definitivamente en lo extraordinario de su imaginación y, en consecuencia, quedándose en mitad de una nada repleta de elementos inconexos. Este enfoque podría entenderse si, a cambio de la falta de detalle en los conceptos base, se profundizase en la perspectiva humanista dela obra, concediendo una mayor importancia a los personajes, sus relaciones y sus reacciones respecto a todo lo que les está ocurriendo. A veces los cimientos de un relato, por imponentes que sean, pueden limitarse a ser un pretexto interesante sobre los temas que de verdad se quieren tratar en él, como el funcionamiento de la sociedad, la importancia de las relaciones interpersonales o la naturaleza del ser humano; que la historia gire en torno a los personajes y no al revés. Lamentablemente, ese no es el caso esta ocasión. Los personajes, descuidados, giran en torno a la historia; y la historia, descuidada también, no es capaz de mantener el tipo en compensación.
El dibujo, por el contrario, es una completa delicia. Los aspectos en los que decepciona el guion contrastan con el intimidante desglose de imaginación, conocimiento del medio y maestría en la ejecución de Nick Robles. Estamos ante un espectáculo visual con composiciones de página muy poco ortodoxas y decenas de ideas visuales originales que aportan positivamente a la narrativa de forma sorprendente. Quizá a veces plantee imágenes demasiado simples o reconocibles para la complejidad de aquello que se intenta representar, pero en general es un disfrute para la vista en donde los planos, las poses, las expresiones, la caracterización, los escenarios, la acción y todos los demás aspectos rozan la excelencia en un apartado visual responsable de los mejores momentos de la lectura.
En conclusión, Eutanautas es un cómic muy irregular. Su guion flaquea en muchos sentidos, con conceptos desaprovechados, personajes difíciles de creer, una narrativa acelerada y confusa con saltos temporales y transiciones entre escenas muy pobremente ejecutados… y pese a todo, debo admitir que me lo he pasado bastante bien leyéndolo. Sí, la obra tiene muchos bajos, pero también unos altos capaces de entretener. Por mucho que sus ideas no estén especialmente bien ejecutadas, su base continúa siendo muy atractiva. Los personajes carecen del tiempo necesario para desarrollarse de forma coherente, pero los diálogos, aislados, son fluidos y entretenidos. A los giros de guion les falta impacto porque la historia no establece una conexión lo bastante fuerte con el lector, pero están ahí, son, una vez más, entretenidos. Todo ello, sumado a la breve extensión del tomo y al espectacular dibujo, provoca que al final se lea con facilidad. Personalmente, me ha parecido una lectura entretenida; con muchos problemas y difícilmente recomendable a no ser que te atraiga especialmente la temática, pero una lectura entretenida, al fin y al cabo y, quizá más importante aún, ya sea en el buen o en el mal sentido, una lectura diferente.
Eutanautas: Control en Tierra
Guion - 5
Dibujo - 8.5
Interés - 3
5.5
Onírica
Una gran historia con una pobre ejecución. El guion es original, pero acelerado y confuso, mientras que el dibujo supone todo un espectáculo visual y un desglose de imaginación. Aunque no es fácil recomendarla, puede resultar entretenida y curiosa si se busca una propuesta diferente.
Vaya, pues a mi este comic me encanto. LA historia me gusto mucho y el desarrollo creo que esta bieh hilado. aunque estoy de acuerdo en que podria ser mejor en algunos momentos. Yo le daia un 8.
En fin, lo dejo por aqui para compartir mi opinion mas que nada, no para criticar la reseña
¡Hola! Pues agradezco mucho tu comentario, especialmente porque creo que refleja algo importante de esta obra y es que genera opiniones muy dispares en función del lector. Yo ya digo que le veo sus más y sus menos, pero conozco a otra persona que casi que ni se lo terminó y ahora a ti que te gustó mucho. Recalco entonces que puede ser un cómic interesante al que acercarse si te llama la atención.
¡Gracias por tu aportación!