Edición original: Ex Machina #’s 1-5 USA (DC/ Wildstorm).
Edición nacional/ España: ECC ediciones.
Guión: Brian K Vaughan.
Dibujo: Tony Harris.
Entintado: Tom Feister.
Color: JO Mettler.
Formato: Rústica, 128 páginas.
Precio: 12,50 euros.
Todos tenemos alguna laguna en nuestro haber respecto a lecturas que se suponen básicas. Puedes llevar años como aficionado y estar al tanto de la actualidad, pero siempre hay alguna obra de las comúnmente dadas por sentadas que por lo que sea, no has tenido el momento de ponerte a disfrutar. Este redactor debe confesar con cierto sonrojo y sin ánimo de montar ningún escándalo (hay propósito de enmendarlo en cuanto sea posible) que todavía no ha finalizado con por ejemplo Hitman, Los Invisibles o Trasmetropolitan, y que aún no se ha puesto siquiera con Fabulas o, hasta ahora, con Ex Machina. La serie de Brian K. Vaughan y Tony Harris ya empieza a tener solera, se inició en 2004, finalizó hace casi 5 años, y ya ha sido editada un par de veces en España. Aprovechando que ECC ha decidido reeditarla en tomos mensuales, la ocasión la pintaban calva (no pun intended, mister Vaughan) para de una vez quitarse la espinita. Por tanto, esta reseña está hecha de una forma totalmente virgen: quien la escribe no sabe nada acerca de cómo se desarrollarán los hechos en la colección, ni si mejora o empeora. Para preservar esta encantadora ignorancia, que tal vez añada algún valor a esta visión no influenciada, se ha elegido prescindir de leer nada acerca de la obra, ni críticas ni mas información de la estrictamente necesaria para realizar la reseña, para así emular de la forma más fidedigna la experiencia de la lectura por primera vez que pueda tener quien la descubra hoy por hoy en las librerías. La intención es ir reseñando de igual modo todos los siguiente tomos de la serie hasta completar los diez que la componen, como si fuese un título nuevo del que nada sabemos, ya que efectivamente, quien está detrás de estas líneas solo conoce Ex Machina por su impresionante reputación, el premio Eisner que ganó en 2005 a mejor nueva serie, y por su meritorio equipo artístico. Recapitulemos: Tony Harris, el dibujante, acompañó a James Robinson en un nutrido recorrido de su Starman, definiendo una de las grandes virtudes de la serie, su tono visual. Y Brian K. Vaughan ha conseguido emocionar genuinamente a este lector en por lo menos dos ocasiones (en Los Leones de Bagdad y el tramo final de Y, el último hombre) y engancharle totalmente con la aplaudidísima Saga que realiza junto a Fiona Staples. Teniendo todo esto en cuenta, parece que el asunto tiene muy buena pinta, y que la lectura va a ser muy disfrutable.
Ex Machina nos cuenta la historia de Mitchell Hundred, un ficticio alcalde de Nueva York cuyo mandato tiene lugar en la época de publicación de la obra. A través de diversos flashbacks averiguamos además que de niño era un devorador voraz de tebeos de superhéroes criado por una madre hippy, que cuando creció se sacó el título de ingeniero, y que obtuvo superpoderes de una forma algo misteriosa, convirtiéndose en el único (que se sepa, digo yo) superhéroe de ése mundo. Bajo su identidad de La Gran Maquina (tomado el nombre de una cita de Thomas Jefferson, que definía así el conjunto de la sociedad), combatió a delincuentes de poca monta -y a una enigmática némesis llamada Jack Pherson del que poco se habla de momento- hasta que tuvo su máximo momento de gloria superheroica: el 11 de Septiembre de 2001 consiguió salvar una de las Torres gemelas del World Trade Center de Nueva York. Esa fue la última vez que vistió el traje, ya que decidió revelar su identidad, arreglar sus cuentas con la justicia por los cargos relacionados con su actividad de vigilante al margen de la ley, y presentarse como candidato independiente a la alcaldía de la ciudad que nunca duerme. En la actualidad, debe afrontar problemas políticos de distintas índoles y escalas en un clima de aquellos Estados Unidos post 11-S desde su posición dirigiendo el ayuntamiento. Y también se encontrará con algunos crímenes que parecen querer llamar la atención de su vieja identidad superheroica.
Vaughan imprime casi inmediatamente varias de sus características reconocibles habituales como escritor: en seguida le tenemos contándonos en boca de sus personajes alguno de sus factoides, anécdotas y curiosidades de mayor o menor interés. En este caso abre con uno sobre cómics y Fiorello Laguardia, mítico alcalde de Nueva York durante los años 30 y 40, así que no podría ser más adecuado. También sus diálogos se llenan, sino de opiniones, sí por lo menos de planteamientos de debates sobre cuestiones de cierto interés, como la valoración y el significado del arte moderno, los límites lógicos de cuestiones tan espinosas como el racismo, o qué noticias llaman o no la atención del público independientemente del auténtico valor de éstas.
Por otro lado, también vemos casi desde el principio cómo Ex Machina tiene una clara vocación de serie televisiva: es fácil imaginarse la adaptación y da del todo la impresión de que Vaughan la escribe pensando en términos más cercanos a ese medio que al noveno arte. Los flashbacks, la abundancia de secundarios que sabes que irán ganándose un sitio en tu mente y quizás incluso en tu corazón…todos son recursos que por supuesto que se usan abundantemente en el cómic, pero hay algo aquí que destila aroma televisivo por los cuatro costados, cosa que por otra parte no tiene porque ser mala en sí misma. Pero este enfoque, que probablemente fuese refrescante e innovador en su día juega un tanto en su propia contra en dos frentes: Para empezar ha hecho que la obra envejezca algo mal muy rápidamente. El truco nos parece hoy por hoy algo manido y burdo, aunque contextualicemos y de forma racional sepamos que cuando lo Vaughan lo llevó a cabo era novedoso. Y luego, de forma algo más problemática que lo anterior, cae en un molesto síndrome: Tras presentarnos la apasionante premisa argumental, nos encontramos con una historia (un segundo episodio, digamos) que parece ya de relleno. Las posibilidades que suscita la historia de los asesinatos de los conductores de las quitanieves en lugar de llevarnos a terrenos, digamos con más chicha, se diluyen un tanto dándonos una sorpresa algo anticlimática. Es cierto que era muy pronto para dar lugar a algo gordo y descartar así inevitablemente a secundarios a los que estamos empezando a conocer y de los que seguro que se va sacar más partido, pero se siente un poco una promesa incumplida, una pequeña decepción. Como suceden las cosas en la vida misma, probablemente alguno pueda argumentar. Pero a pesar de lo razonable de tal defensa, lo cierto es que se termina dando lugar a cierta ruptura del ritmo, y con ello tal vez del interés. Algo similar ya le pasó al escritor con la serie de televisión La Cúpula, de la que Vaughan era productor ejecutivo y guionista, que se perdió un tanto apartándose del enigma central y yendo por derroteros de menor interés en seguida. Esperemos que no ocurra lo mismo aquí. Ex Machina tuvo en su conjunto global bastante buena acogida, así que hay motivos para un fundado optimismo.
Esto no quiere decir en absoluto que la lectura de este tomo sea una decepción, nada más lejos de la realidad. Junto con el fantástico arte de Harris (hay muy poco más que añadir sobre él que no sean merecidos halagos, la verdad), Vaughan dispone un tapiz enormemente interesante con muchas posibilidades. Pero es cierto que no da la impresión de que estemos ante una bomba, y aunque la colección se gane que volvamos el mes que viene a sus páginas, será más por curiosidad que por la pasión que nos haya generado esta primera entrega. Habrá que ver, señores, y con ello ya les iremos contando.
Una de las series que más me decepcionó en su momento, con un inicio y un planteamiento prometedor se va desinflando conforme avanza, llegando a un final tan malo que a su lado el de 100 balas parece el de Watchmen. Para olvidar.
Ex Machina es mi serie favorita de Vaughan, por encima de su y, el último hombre y de su actual Saga. El dibujo es sensacional, y en los absolutes de Planeta lucía de maravilla, y la historia me encanta, creible en todo momento hasta llegar a un final con un tono gris, muy en la linea del final de y, el ultimo hombre. Para mi es un comic sobresaliente muy por encima de muchas propuestas actuales que sí se han llevado 8 ó 9, pero para gustos
Yo también soy de los que quedaron decepcionados con el final. Una pena.
Yo tengo ahora mismo una pagina colgada en mis aposentos. Con entintado de Jim Clark, me hubiera gustado que el entintado fuese del mismo Tony Harris pero no pudo ser, algun dia, tal vez.
http://www.comicartfans.com/gallerypiece.asp?piece=961327
Y a mi me gusto mas en la segunda lectura que en la primera.
Pues aquí otro que opina que la nota debería ser más elevada. Empecé con los dos primeros de ECC, pero luego conseguí el pack Absolute de Norma y una gozada. Me habían advertido por aquí que al final perdía, y bueno, algo sí que baja el nivel, ligeramente diría. Pero el final a mí no me decepcionó, no es un final feliz (sin ánimo de spoilear demasiado) pero ahí está la gracia, aparte, ya te lo advierte el propio protagonista al empezar la historia.
Por cierto, sr. Aguirre, se ha dejado la a de Vaughan en la reseña. Vaughn es el actor (Vince) o el director (Matthew)…
Anda, pues vaya fallo, Mímico. Procedo a corregirlo, lo he puesto mal en TODAS las ocasiones.
Lo que no voy a cambiar, lo siento, es mi valoración de éste tomo. Me ha gustado, me encantan los autores, pero suponía que lo grandioso de esta serie estaría mas adelante. Lo que he leído me ha parecido muy correcto y una propuesta interesante, pero nada mas, no veo que cristalice en obra maestra. No se, me habrá pillado con el día tonto, pero no me ha llegado.
Voy mas o menos por la mitad de la obra hace unos meses me pille los 6 primeros tomos en el Book Depository y la verdad es que no está nada mal, no todos tienen la misma intensidad pero desde luego el primero es buenísimo, y no creo que haya envejecido ya que los temas que tratan siguen muy de actualidad. No es que ahora no sea ya un tema novedoso el mezclar política y superheroes; sino que en aquella época tampoco. Pero me gusta el tono que utiliza Vaughan; los problemas a los que se enfrenta el protagonista son los habituales en política introduciendo algunos novedosos precisamente por su condición de antiguo superheroe; por eso quizá a algunos les parece que no pasan las suficientes cosas a diferencia de otros comics de Superheroes.
Voy a continuar hasta el final aunque han subido los precios en la página antes mencionada.
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Pues es una serie que no he leído pero que, al menos durante un tiempo, mucha gente la puso por las nubes. De todos modos, después de leer la reseña (y algunos comentarios) se me han quitado las prisas por leerla. Es decir, no dudo que sea una serie correcta, pero eso no es suficiente para ponerla en la lista de prioridades.
Por cierto, que esto de los finales decepcionantes es algo muy extendido en los cómics. A mi reconozco que incluso el final de Planetary me dejó un pelín desencantado. No digo que sea malo, pero quizás me había creado unas expectativas muy elevadas.
Por cierto, ¿me recomendáis algún cómic que tenga un finalazo que os haya gustado mucho? (sin spoilear, porfa) (y Watchmen no cuenta, que os veo venir) 😀
Ton-El, no he dicho que me parezca que le haya pasado el tiempo por los temas que toca, sino por el planteamiento de serie televisiva que me evocan los guiones, algo que en su momento seguro que fue novedoso y aplaudido, pero que hoy por hoy me tira un poco (repito: un poco) para atrás.
El tema político me parece muy interesante, esta claro que es una de las virtudes de la obra, y parece que lo superheroico es solo el gancho, cosa que para nada me parece mal.
«Por cierto, ¿me recomendáis algún cómic que tenga un finalazo que os haya gustado mucho? (sin spoilear, porfa) (y Watchmen no cuenta, que os veo venir) :D»
A mí el final de «Y», que han puesto a parir por aquí mismo, sin ir más lejos, me parece un finalazo.
Espero que no te refieras a mi, Khonshu. Me autocito :» Y Brian K. Vaughan ha conseguido emocionar genuinamente a este lector en por lo menos dos ocasiones (en Los Leones de Bagdad y el tramo final de Y, el último hombre) «
tenia la serie hasta el 34+ dos especiales en el disco duro,pero no tenia demasiada intención de echarles un vistazo hasta dentro de bastante tiempo.pero tras leer la reseña de Sergio,anoche me animé,y me leí dos arcos seguidos+el primer número del tercero.
coincido plenamente con Sergio en que su formato perfecto es el televisivo.es más tampoco plantearía un gran problema en cuanto al uso de efectos especiales,ya que de lo que he visto hasta ahora,tampoco hay secuencias especialmente espectaculares que supongan un problema en la traslación de un formato a otro.
el problema que le he encontrado es que es una serie «coitus interruptus».
hablaba ocioso, en otro hilo, sobre guionistas de «postureo»(refiriendose a morrison). y me temo que vaugham entraría en esta definición.larguisimos diálogos en clave de política norteamericana(que los yanquis leerán con una sonrisa de oreja a oreja,pero de los cuales, nosotros,pobres españolitos de a pie,apenas pillaremos referencias aisladas) y secuencias rácanas de acción que se despachan muchas veces de forma algo burda.
referencias políticas que,lejos de ser didácticas,resultan plomizas,pero que al guionista se la debe de poner dura a la hora de soltarlas. y,sí,claro que se lo que estaba «comprando»,pero en la serie de televisión «sleepy hollow,por ejemplo,se hacen referencias continuas sobre política norteamericana(sobre todo a thomas Jefferson,del que incluso esta previsto que aparezca en la serie en carne y hueso.entretenida serie,amigos,echenle un ojo.vale la pena) y dichas referencias no solapan a la acción. en EX-MAQUINA esta siempre queda supeditada al argumento político. y a mí no me mola.a mí digo,¿eh?.
que el rollo «el ala oeste de la casa blanca» te tira más.fenomeno.es una gran serie.pero que tengas en cuenta lo que te vas a encontrar cuando la pilles.mucho dialogo de sesgo político,y acción rácana.
y,a pesar de todo,me ha resultado interesante,fijate tú.
por cierto,los dos primeros arcos son muy parecidos en tono y estilo.el primero del tercer arco presenta a un villano muy interesante que parece mostrar un minimo giro.veremos.
y el arte de tony Harris no lo conocía.bueno,miento,ví unas páginas suyas,por primera vez,en el LIBRO DEL CEMENTERIO,y me parecieron unas páginas fabulosas.aquí esta maravilloso,sencillamente.eleva al máximo el interés de los guiones de vaugham,y es una importante razón para seguir la serie.deseando estoy meterle mano a su STARMAN,que tengo en la lista de pendientes.
cuando veo a kremlin(uno de mís personajes favoritos de lo visto hasta ahora) veo a Robert englund caracterizado.estoy seguro que molaria en la serie cuando la rueden.
porque esto caerá.tarde o temprano.es de cajón.
como he dicho anteriormente,solo he leído dos arcos,y un número del tercero,por lo que de aquí al final,lo mismo mí opinión varia(a favor o en contra)pero de lo visto hasta ahora estoy totalmente de acuerdo con la valoración del 6 y pico de Sergio.yo hubiese puesto un seis también,la verdad.
no epata,pero tampoco decepciona del todo.
p.d: un liberal,por mucho que vaugham quiera darle la vuelta al termino,no deja de ser un señor de derechas de los de toda la vida.
moderado,pero de derechas.
«Espero que no te refieras a mi, Khonshu. Me autocito :” Y Brian K. Vaughan ha conseguido emocionar genuinamente a este lector en por lo menos dos ocasiones (en Los Leones de Bagdad y el tramo final de Y, el último hombre) “»
Me refería al comentario de lacuevalamacaca, no a tu artículo, Sergio. Pero releyéndolo, veo que me hice una empanada mental. Varios hablaban mal del decepcionante final de ExMachina y lacuevalamacaca solo dijo que era gris, pero tampoco lo puso tan mal realmente.
Pero sí he visto en otros sitios criticar el final de «Y» y a mí es que me encanta. Creo que no es lo que el lector se espera y por eso descoloca a muchos.