Explorando Avengers Now!: All-New Captain America, Superior Iron Man y Captain America and the Mighty Avengers

Bienvenidos al mundo de Axis. El Universo Marvel ha cambiado y nunca volverá a ser igual. Los villanos son los héroes y los héroes son los villanos, y a algunos de los más veteranos hasta han cedido su manto. Una semana más y evento a cargo de Rick Remender da un nuevo paso, esta vez de la mano del relanzamiento de tres de las series insignias de la editorial, que ahora conviven en un mundo diferente. Las tres son bastante continuistas en su propuesta, al tiempo que las tres cambian su status quo.

Pese a que el nuevo Capitán América de Sam Wilson tiene una actitud muy distinta, Captain America de Rick Remender y Stuart Immonen es posiblemente la que menos relación tiene con los hechos sucedidos en el gran crossover editorial, limitándose a seguir las líneas maestras y personajes desarrollados por el guionista durante los últimos tiempos. A ella le dedicamos dos reseñas firmadas por dos redactores distintos. En paralelo corre Captain America & The Mighty Avengers, de Al Ewing y Luke Ross, que, aunque estrene líder, siguen siendo el equipo de Poderosos Vengadores callejeros y muy unidos que hemos llegado a amar. Y, por último pero no menos importante, tenemos a Superior Iron Man, que, además de mutar en su adjetivación cambia de ciudad, de motivación y, por supuesto, de autores, con Tom Taylor y Yildiray Çinar estrenándose en Marvel. Todos son ahora un poco menos heroicos, un pocos más desligados de la sociedad y de su rutina de salvar el mundo. ¿Qué tal les sientan los cambios?

 

Edición original: Marvel comics.
Guión: Al Ewing.
Dibujo: Luke Ross.
Entintado: Luke Ross.
Color: Rachelle Rosenberg.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99 $.

Valoración:

 

Nacidos en el evento Infinito, Poderosos Vengadores parecían a priori un plato poco apetecible, una serie con vocación de rutinaria y con poco que ofrecer aparte de la alineación con alta representatividad de minorías. Sin embargo el escritor Al Ewing fue poco a poco dando muestras de su talento consolidando la colección como una de las apuestas más refrescantes dentro de la franquicia vengadora. Un sleeper en toda regla, Poderosos Vengadores solo venía lastrada por el polémico dibujo de Greg Land, mientras sus aventuras nos presentaban una muy agradable caracterización, todo ello envuelto en unos dinámicos diálogos con un ingenioso sentido del humor.

Sin embargo, tras una saga tangencialmente relacionada con Pecado Original en la que el grupo parecía merecedor más bien del nombre Poderosos Defensores, éste segundo volumen (el primero con ese nombre, recordemos, fue aquel que inauguraron Brian Michael Bendis y Frank Cho con otra formación totalmente distinta tras Civil War) finalizó en su número 14.

En realidad esta cancelación no ha sido sino un relanzamiento que nos ofrece ahora un nuevo número uno y una pequeña alteración en el título: ahora son el Capitán América y los Poderosos Vengadores, aprovechando el tirón publicitario de que uno de sus miembros, Sam Wilson -anteriormente conocido como el Halcón– haya pasado a tener un papel central en el Universo Marvel al ser nombrado el sucesor de Steve Rogers como el patriótico supersoldado.

Este no es el único reclamo promocional que el título ofrece, ya que los cambios de status quo que se están produciendo en Axis son fundamentales para las tramas que ponen en marcha la nueva serie; en concreto cómo son afectados dos personajes fundamentales de la alienación de esta célula de los héroes más poderosos de la tierra. El propio Sam Wilson y Luke Cage.

El apartado gráfico es de alto nivel, con un dibujo de Luke Ross extremadamente correcto y embellecido por el color de Rachelle Rosenberg. Pero es Ewing quien, al igual que en la andadura anterior de la serie, despunta en las labores creativas.

Encontramos momentos muy bien resueltos, con ese toque de humor característico de Ewing, como la página en la que Spiderman intenta explicar a sus compañeros que no ha sido él sino el Doctor Octopus a quien han tenido como miembro del grupo. O el concerniente al villano Parnival Plunder, conocido como el Saqueador (si, el hermano de Ka-Zar), también afectado por Axis. Y también contaremos con un homenaje a una escena que hace años causó cierta polémica durante la andadura del añorado Mark Gruenwald en la colección del lanzaescudos.

Finalmente, veremos cómo todos estos cambios propiciados por Axis van a afectar al resto de componentes del grupo, abriéndose interesantes posibilidades para grandes historias. Sin duda, tenemos entre manos un prometedor comienzo.

Normalmente, los escritores suelen encontrar comprensiblemente engorrosos los grandes eventos que interrelacionan series y ponen patas arriba todo el universo ficticio en el que los personajes de sus series habitan. A menudo, la calidad se resiente, ya que de repente, hay que incorporar elementos o cambios de dirección totalmente ajenos a lo que el guionista tenía en mente, viéndose obligado a embutir de manera rápida todo esto por encima de los planes que tuviese hechos para la colección. Con el actual ritmo de aparición de eventos mas la habitual injerencia editorial, la labor se antoja desesperante y casi irrealizable, obligados a hacer encajes de bolillo casi de la noche a la mañana. Es parte de la industria y los aficionados hemos asistido ya en numerosas ocasiones a grandes o prometedoras etapas que terminan torciéndose por estos motivos, y casi hemos aprendido a aceptarlo.

Sin embargo Al Ewing y Mighty Avengers, (condicionada como hemos enumerado en momentos tan determinantes como su principio, fin y relanzamiento, por Infinito, Pecado Original y Axis respectivamente) nos demuestran una vez tras otra que SI se pueden hacer buenos comics, sin grandes pretensiones pero llenos de oficio, a pesar de estas circunstancias. Y a veces, incluso aprovechar éstos acontecimientos para incorporar elementos que no lastren sino que inyecten giros que bien tratados aumenten el interés de un tebeo ya interesante de por sí.

 

Edición original: Marvel comics.
Guión: Tom Taylor.
Dibujo: Yildiray Çinar.
Entintado: Yildiray Çinar.
Color: Guru eFx.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99 $.

Valoración:

 

Tony Stark, como el resto de héroes envueltos en Axis, se ha vuelto malvado. Ha utilizado el virus Extremis para hacer guapa a toda la ciudad de San Francisco, se pega fiestorros rodeado por mujeres, ha modificado su armadura para hacerla más sexy y alienígena y manda a su robot a hacer las misiones de perfil bajo (luchar contra La Abominación Adolescente, por ejemplo). Hasta aquí tampoco parece tan diferente al Iron Man de siempre, al menos a ese de los últimos años. Cual Otto Octavius, este Tony Stark es ahora Superior.

El número es rápido y va directo al grano. Este es Superior Iron Man. Ahora vive en San Francisco y página al página parece alejarse cautelosamente del heroísmo tradicional. Esa es la premisa, pero, pese a ser un primer número de lanzamiento, está también extremadamente ligado a lo sucedió en Axis, por lo que su propuesta se puede antojarse engorrosa y difícil de entender para los que hayan decidido mantenerse lejos de ese esperpento (o de su campaña de promoción llena de spoilers).

Y, aun así, la colección es ciertamente continuista respecto a la etapa de Kieron Gillen, así como a lo presentado durante el tie-in de Pecado Original. Tan continuista es que s bastante cristalina la identidad el misterioso personaje de la última viñeta. Y es que 2020 no está tan lejos. A medida que se acerca el final, por suerte, se lanzan varias condicionantes que cambian el tablero y lo hacen más apetecible cara al futuro.

El australiano Tom Taylor (sí, seguidores de The Unwritten), responsable de Star Wars, The Authority e Injustice: God Among Us, tiene una oportunidad de oro para enseñar su personalidad en el Universo Marvel, en el que se estrena con esta serie, uno de los buques del público generalista. Su perfil bajo, lejos de grandes anuncios como la gran esperanza de la editorial, puede ser una baza a su favor, pero vayamos número a número.

El dibujo de Yildiray Çinar, asimismo, mantiene la estela realista y descafeinada de los dibujantes de la era Gillen. No es brillante, pero tampoco mata. Está bien narrado, pero es aburrido. Sigue, por lo menos, la coherencia de sus predecesores y de todo el que ha venido tras Salvador Larroca.

Por suerte, el final de esta introducción deja atisbar un dominio de la situación por parte de Taylor bastante original. Lo mejor del cómic resulta ser un giro argumental relacionado con el consumismo digital –y varias críticas nada veladas a la sociedad moderna-, que consigue atraernos de vuelta al cómic, después un interludio con Daredevil que, al parecer, tenía que aparecer por el simple hecho de ser el otro héroe sanfraciscano. La lucha entre los héroes puede dar juego (pese a que no nos queramos creer los rumores sobre el cuernitos), pero son esos elementos los que puede hacer a la etapa interesante.

 

Edición original: Marvel comics.
Guión: Rick Remender.
Dibujo: Stuart Immonen.
Entintado: Wade Von Grawbadger.
Color: Marte Gracia y Eduardo Navarro.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3.99 $.

 

Empiezo esta reseña con una confesión: dejé de leer el Capitán América de Rick Remender a mitad del tercer arco argumental. Con esta confesión no solo me expongo a que mis jefes me expulsen de la sección de actualidad de Marvel, sino que también admito haber perdido el interés por la historia de Remender. Después de la excelente saga de la Dimensión Z la serie no volvió al mismo nivel. Con este nuevo relanzamiento le vuelvo a dar una oportunidad a Remender, y me alegra poder decir que ha superado mis expectativas. Steve Rogers puede tomarse unas buenas vacaciones. Sam Wilson lo tiene todo para molar.

Remender no se lo piensa mucho y llena este primer número con intensas escenas de acción acompañadas por la interacción entre Sam e Ian, el hijo de Rogers y compañero de aventuras del nuevo Capitán. La relación entre ambos promete ser lo mejor de la serie, gracias a un Ian celoso del bueno de Sam. Sam, por su parte, es un magnífico Capitán, un hombre que, al igual que Steve Rogers, nunca deja de luchar hasta al final por un mundo mejor. Remender también acierta al mostrar cómo Sam todavía está en fase de pruebas y aún comete errores. Verle crecer como el nuevo Capitán América va a ser interesante. En cuanto al resto de personajes, tampoco nos podemos quejar. De momento solo han aparecido agentes de Hydra y cierto villano al que vimos en la última película del Capitán América, pero todos resultan amenazadores por mucho que sepamos de antemano quién ganará. Y Remender ya tiene preparados varios villanos. Si la caracterización va estar siempre a este nivel, que se traiga a todos los que quiera.

Por muy buen trabajo que haga Remender, este cómic no sería el mismo sin Stuart Immonen. No creo que nadie se sorprenda al saber que el canadiense hace un trabajo estupendo. Sonará como una excusa para no escribir más líneas, pero nada de lo que uno pueda escribir hace justicia a su espectacular dibujo. Lean el cómic, caballeros, aunque solo sea por Immonen. ¿Y la trama? Brilla por su ausencia, pero no pasa nada. Las fenomenales escenas de acción, los diálogos y ese cliffhanger final son suficientes para enganchar a cualquier lector. Ahora si me disculpan, tengo ganas de leer el resto de números del volumen anterior. Y no solo para asegurar mi permanencia en Zona Negativa.

Valoración: Por Jose María Vicente.

Ya está aquí el nuevo Capitán América. Sam Wilson, antiguo sidekick de Steve Rogers y superhéroe por derecho propio desde los lejanos años setenta, ha dejado parcialmente de lado su identidad superheroica de Halcón para enfundarse el uniforme rojo blanco y azul, y ser el nuevo portador del escudo circular. Pero va a hacerlo bajo sus propias condiciones: puede haber cambiado su alias para honrar el legado del Capitán América, pero sigue conservando elementos característicos suyos como las alas que en su día Pantera Negra le fabricase y su animal familiar Ala Roja.

Aunque se agradece que se haya obrado de esta manera, recordándonos que Wilson es un hombre de carácter, que no siempre coincide con su mentor, que está lejos de ser un seguidor servil de éste y que parece lógico que quisiese preservar su propia identidad individual incluso bajo este papel de sustituto, lo cierto es que el diseño de su nuevo traje es horrible en dos de sus aspectos. La máscara, básicamente la tradicional del Halcón sobre la que se han puesto unas obviamente practicas pero feísimas gafas googles desentona con el resto del atavío. Además, si siempre dio la impresión de que esas por otro lado útiles alas debían ser enormemente incómodas y poco prácticas cuando no se está volando para un héroe de acción, el que ahora lleve el escudo evidencia aún más este hecho.

Pero en este primer número de su nueva colección, Stuart Immonen sale al rescate del aspecto visual del nuevo Capi, rediseñando ligeramente dichas gafas haciéndolas un poco más soportables, y plegando las alas en las escenas en las que no hay vuelo. Por supuesto, esta aportación, por bienvenida que sea, es la menor de las que el artista canadiense hace a éste cómic: en su línea habitual, el dibujo es grandioso. Las abundantes escenas de acción ( volveremos sobre eso dentro de un momento) están increíblemente bien plasmadas, dotando a este primer número de un gran ritmo visual.

Además el duelo personal con Batroc está bien coreografiado mas allá de toda medida, como si ante una versión actualizada de aquellas famosas páginas mudas que Jack Kirby realizase para el número 85 de Tales of Suspense nos encontrásemos. Este aspecto del cómic de superhéroes, básico para el género, lleva tiempo siendo descuidado, dejado de lado poco a poco y sutilmente. Casi nadie nos narra ya un combate de forma emocionante y dinámica como lo hacían Kirby, John Romita padre, Sal Buscema, John Byrne o Jim Starlin. No pedimos, claro, que asistamos a páginas y páginas de luchas sin sentido y se obvie la caracterización y las tramas sólidas, por supuesto. Pero un elemento tan quintaesencial de lo superheroico no debería ser ignorado. Immonen no lo hace y, lejos de calcar el lenguaje visual de los titanes citados, se deja influenciar por ellos para generar el suyo propio en apenas unas páginas. Las labores de Wade Von Grawbadger en las tintas, y las de Marte Gracia y Eduardo Navarro en el coloreado arrojan un resultado final ya rotundo e incontestable: All-New Captain America es un tebeo visualmente estupendo.

Pero ¿qué se nos cuenta en este primer número? ¿Está Rick Remender a la altura tras haber visto tambalearse a tan gran guionista en Axis? Pues lo cierto es que si: Remender cumple y sobradamente. Como adelantábamos, la historia es un trepidante relato de acción. Sam ataca una base de Hydra con Steve tratando de jugar el mismo papel con él que el anciano Bruce Wayne hacía con Terry McGinnis y poco más. Los aciertos de Remender se basan en dos cosas: Primero los pequeños detalles como la ingeniosa introducción de Ian Zola (el nuevo Nómada, sidekick de Sam), la comentada escena de lucha o el genial cliffhanger que nos deja sin respiración. Y por otro lado en el ritmo: si ya se comienza de forma trepidante, las escenas intercaladas de la infancia de Sam y sus textos de apoyo en primera persona sirven de freno para ir dosificando la acción, hasta que poco a poco estos recursos van desapareciendo gradualmente, llevándonos por una espiral de dinamismo a un trayecto final que no nos suelta hasta la impactante última página. Chapeau, Rick, así se hace un tebeo de acción.

Cabe destacar que resulta curioso que Remender no haya sacado partido de lo que nos ha contado en Axis y de la repercusión que el evento ha tenido sobre Sam. Da la impresión de que este número transcurra antes de la hipertrofiada historia del nuevo acontecimiento Marvel. Suponemos que ya tratará este aspecto (y el de dar más relieve a los motivos de Steve para la elección de nombrar a Sam su sucesor, asunto que quedó algo cojo en el anterior volumen) más adelante. De momento tenemos un maravilloso debut, un gran número uno para la que esperamos que termine siendo una gran etapa. Quien nos lo iba a decir.

Valoración: Por Sergio Aguirre.