Explorando Avengers Now! AXIS #1

 

Edición original: Marvel Comics.
Guión: Rick Remender.
Dibujo: Adam Kubert.
Entintado: Adam Kubert
Color: Laura Martin
Formato: Grapa, 40 páginas.
Precio: 4,99 $

 

House of M, Civil War, Annihilation, World War Hulk, Messiah CompleX, Secret Invasion, Ultimatum, Utopia, Asedio, Thanos Imperative, Shadowland, Chaos War, Miedo Encarnado, Cisma, Avengers vs X-Men, Age of Ultron, Cataclismo, Infinity, Original Sin, Death of Wolverine… y ahora… AXIS. O, mejor dicho, Avengers & X-Men: AXIS. El carrusel de eventos Marvel (no hablo ya de crossovers, pese a un par de menciones en los casos más significativos) nos ha traido a las puertas de una nueva gran saga por parte de la auto-denominada Casa de las Ideas. Desde hoy y hasta el próximo mes de Enero y durante diez números (y algunas miniseries adyacentes junto con tie-ins con las series más relacionadas), Rick Remender tiene la ocasión de dar el do de pecho en el que es su primer gran evento Marvel. Acompañado de una legión de dibujantes que incluye nombres como Jimmy Cheung, Adam Kubert o Leinil Francis Yu, los protagonistas en esta ocasión serán una vez más los villanos (como ya ocurriera en eventos pasados como Actos de Venganza o Asedio), aunque con un giro de tuerca.

Con la promesa de que lo que aquí suceda cambiará el Status quo de todo el Universo Marvel, cabe ya solo preguntarse: «¿y que tal está el tebeo en sí mismo?» Veamos si nuestros redactores nos pueden dar una respuesta a esa cuestión, por lo menos respecto a la primera entrega de la serie troncal del evento.

El gran evento Marvel de la temporada ha comenzado. Rick Remender se encargará de contarnos la lucha de los Vengadores y la Patrulla-X primero contra un Cráneo Rojo que ha alcanzado poderes titánicos y después contra lo más oscuro de sus propias psiques.

Axis empieza justo tras lo contado en Uncanny Avengers número 25, siendo su lectura prácticamente obligada a pesar del pequeño resumen que se nos hace en las primeras páginas. El gran final allí narrado desencadena los hechos para Picara, Kaos, La Bruja Escarlata y Magneto. Mientras, las consecuencias de lo sucedido se harán sentir en el resto de los miembros de los Vengadores, que se encuentran librando una batalla a medio mundo de distancia. Cabe resaltar que una vez más, Remender usa el recurso de presentar en acción a sus héroes luchando contra una amenaza algo patética que vencerán en dos mamporros y que viene a representar algún movimiento social antisistema, pogre, ecologista-o una mezcla de todo-, ridiculizándolo. Lo hizo con el Capitán Britania en Vengadores Secretos, con el Capitán América en su colección y consiguió reprimirse en Imposibles Vengadores. Aquí, la cabra tira al monte ideológico.

Pero si esta crítica en anteriores casos no mermaba la calidad objetiva de la obra, aquí Remender pincha como guionista. Es fácil establecer comparaciones con Jason Aaron en el reciente Original Sin: dos escritores muy interesantes de contrastada competencia que a la hora de meterse en la trampa de encargarse de un evento superheroico, no consiguen estar a la altura. Pero mientras Aaron mostró ese bajón transcurridos unos números, pareciendo al principio que la cosa podría ser interesante y digna, Remender empieza ya muy mermado. Todo parece ya de entrada una enorme batalla histriónica en la que apenas hay espacio para el desarrollo y la explicación. Parece que asistamos al apoteósico final de una historia, no al principio de la misma. Cada vez que un grupo superheroico hace su aparición en esta gran contienda, todos sus miembros hacen gala en sus diálogos de un inteligente y descarado sentido del humor Markmillaresco que lamentablemente usado a esta escala y con tanta repetición, consigue aburrir y romper la suspensión de la incredulidad. Poderosos conflictos entre personajes que Remender acaba de resolver en las páginas de su cabecera Vengadora vuelven a resurgir, y lo que en un pasado reciente resultaba interesante aquí termina siendo cansino. La gran amenaza, de tan grande que se quiere presentar, acaba pareciendo ridícula con esa adición de tamaño gigantesco, cuernos y tentáculos. Y la sorpresa final del número nos deja fríos de tan sacada de la manga y pueril. Tal vez lo único destacable sea la caracterización de los hermanos Summers y la reunión de Hombres-X como familia, no como trabajo.

Para terminar de descacharrar el episodio, Adam Kubert está irreconocible, y no en sentido figurado: hasta casi al final del número, en la ilustración de Alex y Scott juntos, apenas nada del apartado gráfico nos evoca realmente los trazos de este gran artista. Tal vez un rostro de Jan, otro de Wanda, otro de Steve…pero cada uno en una sola viñeta. Parece como si hubiese dibujado el episodio deprisa, muy deprisa. El reiterado uso de dobles páginas en la primera mitad del número, cuando se podrían haber usado simples perfectamente, tampoco es que ayude a hacer agradable la experiencia lectora.

Axis no ha empezado bien, no tanto por el interés de lo contado sino por la calidad en sí misma del tebeo. Sabemos del cariño de Remender por los denostados noventa, pero siempre había conseguido rendirles homenaje aportándoles giros, conflictos morales y desarrollos de personajes que los hacían muy disfrutables. Ahora en cambio, el arranque de este evento queda poco por encima de otros de aquella década como Avengers: The Crossing, Onslaught, Killer instinct, Extreme prejudice…

Valoración:

Ni Dinastía de M, ni Guerra Civil, ni Aniquilación. Axis se parece más a Inferno, Evolutionary War o Secret Wars 2, tanto por sus guiones como por sus dibujos, creados por dos creadores solventes en su hora más baja. Mucho se le pueden achacar al primer nuevo del «nuevo y esperado» crossover de Marvel, desde su concepto simplón a sus problemas de continuidad (Iron Man sigue con Los Vengadores, pese a lo contado por Jonathan Hickman), pero lo que no se le puede perdonar a Rick Remender y a Adam Kubert (en su peor Al Migrom y con excesivas splah-page) es que no tengan nada que contar ni decir. Una enorme vacía y aburrida nada que parece sacada de uno de esos cómics a la antigua usanza que, como quedaban páginas por rellenar, ponía a pelear a los héroes favoritos de los lectores.

Axis no convencerá a los lectores que vengan buscando algo más que algún tortazo. Aquellos que busquen a aquel Remender de X-Force o incluso Imposibles Vengadores casi intimista que sabía erigir una fuerte mitología para ahondar en los motivos tan personales. Pero tampoco convencerá a los nuevos lectores, que se encontrarán de bruces con una historia a medio camino que tiene hilos precisamente en sus dos series anteriores. No hay explicación alguna de donde ha salido ese enorme Craneo Rojo/Onslaught, ni las motivaciones a las que se enfrentan héroes y villanos. Ni siquiera el cliffhanger logra ser espectacular o hacer explotar Internet, algo que, sean estas sagas buenas o mejores, suele ser bastante sencillo de lograr. Esta vez resulta tan redundante y aburrido como el propio cómic, que no aporta ninguna motivación para mantenerte enganchado durante 48 páginas.

Y si los dibujos bien podrían venir de un crossover de los setenta u ochenta, los diálogos parecen sacados directamente de los noventa, escritos por Rob Liedfeld o Scott Lobdell. La Viuda Negra ve el reality de las Housewives, Hulk habla de su odio por las verduras y la Bestia tiene un nuevo grito de guerra: Rompamos algunos cráneos. Axis es a todos rasgos fallida. Todo en su conjunto está hecho con prisas, sin corazón ni alma. Lo peor es que no tiene ningún rasgo de que pueda ser salvada.

Valoración: