Edición original: Octubre 2013.
Guión: Jason Aaron.
Dibujo: Ed McGuinness.
Color: Marte Gracia.
Formato: comic-book.
Precio: $3,99.
“Mi nombre es Kurt Wagner y esta es la historia de cómo caí el cielo. Aunque supongo que si he de ser honesto, no me caí. Salté”
Aunque no se puede decir que sean pocas ya, o que la franquicia goce de pocos lanzamientos relacionados, no todos los días aparece una nueva colección de los X-men. Si además está escrita por alguien como Jason Aaron (Scalped, Thor: Dios del trueno, Lobezno y la Patrulla X) y dibujada por Ed McGuinness, resulta sorprendente que la expectación del aficionado no se centre en ninguno de estos aspectos, ni en los autores ni en la novedad. Pero claro, en este caso, el gancho, lo que se prometía y se ha llevado toda la atención es algo por lo que muchos fans llevaban clamando varios años: el regreso de uno de los personajes que más simpatías levanta entre los lectores, Rondador Nocturno.
Resulta aún más peculiar este hecho si consideramos que, en un universo ficticio en el que la muerte parece ser solo una puerta giratoria y en el que cuando se anuncia el fallecimiento de algún personaje, nos sonreímos pensando “a ver cuando tardan en resucitarlo”, muchos claman contra estos regresos que parecen restar verosimilitud y carga dramática a las historias que leemos.
No nos suele gustar que los muertos resuciten en los cómics, lo consideramos una tomadura de pelo. O eso decimos públicamente, porque si así es ¿por qué se empeñan las editoriales en darnos lo contrario? ¿No tendremos un deje hipócrita y a pesar de lo que declaramos, vamos masivamente a las tiendas cada vez que se anuncia un regreso de un personaje? Después de todo, si las ventas descendiesen de forma peligrosa con estas prácticas, parece lógico suponer que las editoriales (y los escritores que tienen contratados) evitasen estos giros argumentales.
Sí, efectivamente a Ed Brubaker le costó convencernos de que el regreso de Bucky era una buena idea y muchos solo le vimos perder credibilidad cuando nos trajo de vuelta al Capitán America, a pesar de que las ventas probablemente ni se inmutasen por ello. Ejemplos como este los hay a cientos.
Pero hay otros muertos que, sin embargo, reconcilian mejor nuestra parte crítica y nuestro lado compulsivo. Hay personajes cuyas muertes casi unánimemente no nos han gustado. Tal vez porque sentíamos cercanos al personaje y nos duele y le echamos de menos, o quizás porque la historia de su deceso nos hay parecido gratuita e innecesaria. A veces, incluso ambas cosas a la vez. Kurt Wagner, Rondador Nocturno, es uno de esos muertos.
Tal vez nos tengamos que remontar a otro hombre-X, Coloso, para encontrar una resurrección, llevada a cabo en este caso por Joss Whedon, que fuese tan unánimemente celebrada por la afición como en este caso. Y es que ambas muertes las sentimos en su momento más allá del evento en sí mismo, sino más bien como una ausencia a lo largo del tiempo. De esas que a veces olvidamos durante unos instantes para de repente darnos cuenta que el difunto ya no está. Y entonces nos sentimos golpeados por la idea de nuevo, de forma tal vez más seca, más dolorosa incluso. Como nos pasa más o menos con las ausencias reales.
A diferencia de estas últimas, en el cómic a veces podemos recuperar a la persona añorada, y, claro, cuando se dan las condiciones anteriores esto es motivo de alegría y celebración. Pero no deberíamos perder de vista que, ejecutada de forma burda, este regreso puede resultarnos banal o incluso horroroso, como el del doctor Frankenstein tras contemplar el despertar de su criatura.
Leyendo el primer número de Amazing X-men, para entrar ya en materia, parece que podemos estar tranquilos respecto a esta cuestión con Rondador Nocturno. Está en buenas manos con Aaron y McGuinness, tal y como lo estuvo Piotr Nikolievitch Rasputin en las de Whedon y Cassaday.
El guionista de Scalped lo tenía claro desde un principio, como ya ha declarado alguna vez: Kurt Wagner debía volver. El Rondador venido del mundo alternativo de La Era de Apocalipsis que vimos en Los imposibles X-Force del genial Rick Remender, no era suficiente para sustituirle. Cómo escribió mi compañero Eneko en este magnífico artículo, Rondador es el alma de la Patrulla-X, tal vez un poco cómo J’onn J’onnz, el Cazador De Marte, lo es en la Liga de la Justicia de la Distinguida Competencia. Y, como la experiencia nos viene demostrando, en los dos casos cuando ellos no están, los principios de ambas formaciones superheroicas se resienten y se adentran en oscuros laberintos morales que parecen desvirtuarlos. Aunque tal vez estas ausencias no sean la única causa, claro.
En cualquier caso, Jason Aaron fue plantando semillas para la resurrección de Kurt desde que se hizo cargo de la colección Lobezno y la Patrulla-X, solo que no sabíamos verlas: esos Bamfs que infestaban la Escuela Jean Grey estaban ahí por algo y serán la primera baldosa del camino que Rondador deberá recorrer para volver entre los vivos. Si, digo bien. Deberá recorrer. Porque el ansiado regreso no se produce todavía en estas páginas, sino que se inicia en ellas una saga de cinco episodios que acabará consumando dicho retorno, se supone. Y sin embargo, el bueno de Kurt aparece ya en el episodio, como las imágenes que acompañan este artículo delatan.
¿Se trata de un truco? ¿De imágenes del pasado de cuando Kurt vivía, tal vez? No exactamente. El comienzo de la estrategia usada por el escriba para traerlo de vuelta consiste en presentarnos a Rondador hace meses, fallecido y en su merecido descanso de la otra vida, cuando este paraíso es asaltado por Azazel, su demoníaco padre.
Este personaje creado por Chuck Austen no es que en general sea muy apreciado por los fans, como tampoco lo és el propio escritor. Azazel fue presentado en su día desvelando por fin el eterno enigma de con quién había tenido Raven Darkholme, Mística, al bebe que crecería para convertirse en Rondador. El interés del público por Azazel ha crecido últimamente por su aparición en la película X-men: Primera generación, pero en términos generales ha sido justo lo contrario que su hijo en varios aspectos: Primero, al revés que Kurt, era un personaje que los aficionados querían olvidar.
La historia escrita por Austen parecía absurda, más aún considerando que ignoraba el fondo esencial del personaje, su leit motiv. Rondador puede parecer un demonio con su terrorífico aspecto, pero es debajo de todo eso y sin ninguna duda para quien lo conozca, un ser humano. De los más humanos que pueblan los universos superheroicos, añadiría yo. Si efectivamente resulta ser medio demonio ¿no parecen tener un poquito mas de razón y estar algo justificados los actos de los personajes llenos de prejuicios que le perseguían en su primera aparición o el William Stryker de la esencial Dios ama, el hombre mata, cuando le señalaba con el dedo?
No, Austen no parecía comprender la esencia, el mensaje tras el personaje. O tal vez sólo quería tapar sus carencias como escritor siendo provocador, cosa que tampoco es que ahora nos venga a extrañar de él. Y aunque luego se quiso parchear la historia diciendo que en realidad Azazel era un mutante de tiempos bíblicos que fue tomado por un demonio, éste quedó un tanto aparcado.
Segundo, siendo Jason Aaron consciente de esta situación, y queriendo reinventar al personaje para dotarle de cierto interés, fue esta precisamente la dirección en la que decidió ir: en la de hacerle el opuesto de su hijo.
Así, si Kurt es un bondadoso acróbata al que siempre le han gustado la estética e imaginería de las películas de piratas, habiendo portado espadas de filibustero en más de una memorable ocasión, su padre sería presentado aquí como su némesis, su reflejo oscuro: Un pavoroso pirata demoníaco que se teletransporta luchando con sus espadas y que con su bajel, sus propios Bamfs rojos y su extravagante tripulación asalta las puertas del paraíso. Y como no podía ser de otra manera, allí se encontrará a su hijo dispuesto a defenderlas de cualquier medio posible, incluido empezar a mover piezas para meses después, llamar la atención de sus amigos del mundo de los vivos. Y así, el drama comienza.
Habrá que ver en un futuro, eso sí, cuales son las consecuencias de toda esta trama. La aparición del Cielo regularmente en comics Marvel puede ser tratada con una elegancia propia de la línea Vertigo siendo muy optimistas o puede que esto acabe siendo aquella otra vida a la que iba Son Goku cada tres Jueves. Eso por no hablar de cómo afrontarán los personajes lo que implique la resurrección de Kurt: El propio Jason Aaron escribió una emotiva historia de Lobezno en la que éste echaba de menos y decía adiós a su amigo muerto, y se mostraba cómo su influencia a lo largo de los años había hecho de Logan una mejor persona que decidía continuar ese camino para honrar la memoria de su compañero caído. Esta vuelta a la vida puede invalidar la relevancia de aquel memorable relato. Aunque preguntado, Aaron no parece haber olvidado tal historia y probablemente se guarde planes respecto a ella.
Por otra parte, el guionista tiene la sana intención de permanecer una larga etapa en esta colección y de hacer de ella un lugar donde plasmar el lado más aventurero, más superheroico de los X-men para así diferenciarla de Lobezno y la Patrulla-X, la otra que escribe y donde solemos presenciar regularmente la faceta de los personajes más de escuela, de profesores de jóvenes mutantes. Para ello cuenta con un colaborador de lujo: Un Ed McGuinness que parece haber virado ligeramente su estilo hacia el del por otra parte bastante similar, Nick Bradshaw. El acercamiento gráfico de McGuinness al del otro compañero de Jason Aaron en Lobezno y la Patrulla-X le ha sentado magníficamente. Aparte de haber progresado de ese ligero estatismo y esos errores de perspectiva y anatomía que lamentablemente a veces le lastraban, el resultado final es magnífico, sin fisuras, probablemente también debido al trabajo al entintado de su colaborador habitual Dexter Vines y al color de Marte Gracia.
Resulta realmente sorprendente darse cuenta de que McGuinness, con ese estilo que como el de Bradshaw, evoca en cierta medida al de Arthur Adams, nunca había dibujado una colección de La Patrulla-X. Solo se había encontrado con ellos en especiales, colaboraciones esporádicas y como personajes invitados en las series de las que se ha hecho cargo regularmente. Tenerle aquí remedia semejante despropósito (y, en mi modesta opinión, es un placer que sea sin su acompañante habitual en los guiones, Jeph Loeb), ya que cómo el propio Aaron comenta “Ed nació para dibujar una colección de los X-men como esta”
Sin olvidarnos del resto de los personajes, diremos que nos encontramos, aparte del resto de habituales de la Escuela Jean Grey como secundarios, con un grupo de Hombres X compuesto por Lobezno, Tormenta, Bestia, el Hombre de Hielo, Estrella del Norte y Estrella de fuego.
Sobre estas dos últimas estrellas, comentar que para Aaron, la del norte será la voz de la disensión con Logan, el jefe del grupo. Y que la segunda, la de fuego, está en el grupo dada la afición cuando era niño de Jason Aaron a los dibujos animados de Spiderman y sus Sorprendentes amigos, donde ella apareció por primera vez antes de saltar a los cómics.
Estrella de fuego, según la serie televisiva había sido educada junto al resto de la Patrulla-X, pero en los cómics nunca formó parte de ellos hasta ahora. Sin embargo sí ha sido miembro de Los Infernales de Emma Frost,de Los Nuevos Guerreros y nada menos que de Los Vengadores, cosa que llama la atención, dada la reacción que tiene al llegar a la Escuela Jean Grey, como de novata asombrada por todo, durante estas páginas.
Señalándole en una entrevista que ahora también tiene en el mismo grupo al Hombre de Hielo, el otro compañero ayudante de Spiderman en los mencionados dibujos animados, Aaron responde jocosamente “¡Exacto! ¡Qué casualidad!, ¿eh?” Esto y un par de escenas entre ambos personajes, confirman la impresión de que Aaron tiene planes para desarrollar su relación, inexistente hasta ahora fuera de la pequeña pantalla.
Poco más nos queda que añadir sobre el debut de esta colección, 24 páginas no dan para mucho. Para probar el agradable sabor que ha dejado en el paladar este número, para dejarnos con ganas de más y para darle la bienvenida a Kurt de nuevo, esta vez desde la portada alternativa que nos quedaba por mostraros, la especial protagonizada por el bocazas de Wade Winston Wilson.
Muy bien articulo
Dios cada vez odio mas el mainstream,eao de resucitar…
De todas formas,esto es serie regular o que es?
jorgenexo
ha comentado el 7 noviembre, 2013 a las 8:41h
– «Pero todo sea por tener a Kurt de vuelta»
Amen a eso…
y buen articulo Mr.Aguirre.
A ver si con esta serie vuelve un poco la sensación de maravilla de los primeros números de «Lobezno y la Patrulla X», serie que creo han matado a base de tanto crossover.
No puedo estar más de acuerdo tanto con TheBaldRocker como con Lemmytico.
Por cierto, el cambio de estilo de McGuinness (siempre me dan ganas de ir a una taberna irlandesa cada vez que oigo el apellido del dibujante) le viene genial. Que dure…
Aaron , Mcguiness, el regreso de Rondador, los adorables «bamfs» saltando y teleportándose por todos lados…………¡¡es imposible que esto no me guste!!!
En cuanto a lo del recursos de cielo, infierno y tal… en el caso de Rondador, un personaje al que, según han comentado por aquí, en sus inicios Cockrum quería darle muchos más aspectos demoniacos que el simplemente físico, no parece tan descabellado , y más teniendo en cuenta la familia (tanto la adoptiva como la carnal) que tiene.
Ya la patrulla X bajó al infierno una vez a rescatarle en un annual memorable. Sin cielo e infierno no hubiermos tenido ese annual, ni la Saga de Inferno, ni a Mephisto , ni a Belasco, ni al Motorista Fantasma, ni a buena parte de los personajes de Sandman, ni a Angela,..
A mi tambien me ha chocado siempre ver en los comics aspectos de mitologias varias como la cristiana , la nórdica, o la Greco-Romana,..( lo cual demuestra lo «raritos» que somos los aficcionados de este género, mutantes , tios que obtienen poderes por picaduras de arañas , o por explosiones de rayos Gamma sí, pero ¿Dioses? amos, hombre por favor) y prefiero interpretarlo como dimensiones , o seres con poderes (mutantes, o Eternos O Inhumanos , o extraterrestres, o cualquier tipo de ellos mezclados con humanos) que han ido visitando la tierra a lo largo de su historia provocando que los humanos, que son mucho de fabular, los adoren , y construyan sus propias historias , mitologías e interpretaciones sobre ellos.
Vamos, una teoría muy a lo J.J. Benitez o Jimenez Del Oso.
Pero oye, Jorgenexo, te comprendo , porque todos tenemos nuestras manias, en mi caso, lo que mi suspensión de la credulidad nunca ha podido tragar es a Tormenta: un mutante…..¿¿que domina el clima?? , se supone que las mutaciones son físicas, las de Rondador Nocturno, La Bestia, Angel o Lobezno son claramente físicas, Ciclope genera energía, pero la genera dentro de su cuerpo y a través de sus ojos, incluso el Hombre de Hielo ,es él el que se convierte en hielo, y es su cuerpo el que lo produce, pero Tormenta manipula algo externo a ella, debería ser una Diosa, como la consideraron los indígenas africanos que sabían más del tema que Len Wein, no una muti.
Ustedes ni se imaginan los dolores de cabeza que me cogí, a la salida del cine después de ver X-Men I, tratando de explicar a los que iban conmigo (que no habian leido un comic jamás los muy pringaos) porque lo de manipular el clima era algo que me parecia más irracional que lo de ser gris y peludo, o tener telepatía.
manolin ha comentado: incluso el Hombre de Hielo ,es él el que se convierte en hielo, y es su cuerpo el que lo produce, pero Tormenta manipula algo externo a ella
Te recuerdo que el Hombre de hielo también manipula algo externo a él. Además de la temperatura es capaz de controlar la humedad de lo que le rodea.
A lo mejor por eso le gusta tanto a las chicas (Trrrrrrrr….¡Chas!)
Ocioso: pues sí, a poco que profundizemos en el tema entrariamos en un debate muy «Sheldooncooperesco», así que mejor lo dejamos en que somos todos unos frikis y ya está.
Amén a todo lo dicho por Manolín. Los lectores somos raros.
Freak me Marvel!
No me gustó nada que mataran a Rondador, pero como ya sabíamos que iba a resucitar tampoco sufrí mucho, y es que lo que hace que no me funcione a mi eso de la suspensión de incredulidad es que los que quedan vivos sufran tanto, deberían pensar que antes o después todos vuelven.
Y lo que me gusta menos todavía es que haya una nueva colección X, habrá que ir buscando a cuál sustituye
Jorgenexo: joooorllll, te has explayado ¿eh?, no, la verdad es que está perfectamente explicado, me quito el sombrero, chapeau.
Por cierto, todas estas discusiones sobre los distintos grados de la suspensión de la credulidad me recuerda a una conversación que, sobre la primera película de Superman , tuvieron en Big Bang Sheldon Cooper y Penny:
S.C. : ¿sabes? en realidad en la primera película de Superman, la famosa escena en que Lois Lane cae al vacio y Superman la recoge en el aire tiene un fallo, no es posible..
Penny: claro, nadie puede volar
S.C. : no,no, imagina por un momento que sí puede..
y a partir de ahí una explicación física, totalmente científica , sobre porque no era posible que Superman pudiera alcanzar a Lois si esta había empezado a caer al vacio antes de que él empezara a volar trás ella. Vamos , una discusión sobre la cientificidad o no, de algo que de entrada no es cientificamente posible, pero que lo hacemos posible a través de la suspensión de la credulidad para llevar la discusión a otro nivel. Todos lo hemos hecho alguna vez.
Ruben Fleisher tuvo otra salida muy buena en una convención, cuando andaba presentando «Bienvenidos a Zombiland». Un talifan de los zombis le expuso muy sensatamente por qué era imposible que un muerto corriese, ya que el rigor mortis hacía inflexibles sus articulaciones y bla, bla, bla. A lo que Fleisher replicó, «no tío, lo que es imposible es que los muertos se levanten de sus tumbas» 😆
Yo es que después de leer lo expuesto por Mr.Manolín y Mr.Jorgenexo ya no se que más decir…sin palabras me quedao, oyes… procesándolo estoy aún y lo que me queda, con lo lento que soy…
Acabaré mi comment citando a Don Ocioso que es lo único que he pillao a la primera, llamadme de mente simple…
– «Te recuerdo que el Hombre de hielo también manipula algo externo a él. Además de la temperatura es capaz de controlar la humedad de lo que le rodea.
A lo mejor por eso le gusta tanto a las chicas (Trrrrrrrr….¡Chas!)»
Pos eso…
BAMF!
Un puñado de incisos:
1) En el universo Marvel si que hay varias «parcelas» del cielo como puede haberlo del infierno. En Thor, hemos visto a los muertos descansando en el Valhalla (a donde han ido Bill, Kelda o la nueva «novia» de Valquiria) o en el limbo (no confundir con el de Illyana) donde continúa guerreando Balder; a Ares y su hijo los vimos en los Campos Elíseos y -en Eternos- una especie de bar al que iban estos antes de integrarse con la eternidad (creo recordar que el camarero tenía la apariencia de Jack Kirby, pero no se si estoy mezclando con lo de Waid y Weiringo).
2) Si no recuerdo mal, el infierno al estilo Dante al que viajaban la Patrulla-X durante el cumpleaños de Rondador era una ilusión creada por las Szardos o algo por el estilo.
3) Esta visita de los X-Men al cielo ya ha merecido la pena solo por lo cabroncete que ha sido Aaron al repartir los personajes. ¿Nadie más ve una pulla al puritanismo yanqui que de entre todos los personajes «abducidos» (Bestia, Tormenta, El Hombre de Hielo, Estrella de Fuego, etc…) los que hayan acabado en el cielo sean Lobezno y Estrella del Norte?
El de la resurrección no es un recurso que me guste, pero como bien comenta el articulo:
«Pero hay otros muertos que, sin embargo, reconcilian mejor nuestra parte crítica y nuestro lado compulsivo. Hay personajes cuyas muertes casi unánimemente no nos han gustado. Tal vez porque sentíamos cercanos al personaje y nos duele y le echamos de menos, o quizás porque la historia de su deceso nos hay parecido gratuita e innecesaria. A veces, incluso ambas cosas a la vez. Kurt Wagner, Rondador Nocturno, es uno de esos muertos.»
En este caso la muerte fue muy gratuita.
Respecto a lo del cielo, posiblemente Rondador sea el único que tiene sentido que vaya al cielo Judeo-cristiano, pero supongo que como la mayoría de personajes son de origen occidental es lógico que vayan a ese cielo, si muere uno de los supers musulmanes ya veremos a donde van… con sus vírgenes y todo lo demás…
En cambio, cada infierno es particular, por que incluso desde la iglesia no se aclaran con cual es, desde la perspectiva de Dante con diversos niveles hasta el «alejamiento de Dios» hay demasiados niveles e interpretaciones intermedias.
¿soy el único al que el padre de Kurt le recueda a del Soul Calibur?
¡Hombre!, es que el Cielo judeocristiano es un lugar muy poco glamouroso. Si Rondador hubiera ido al Valhalla, a lo mejor no había problema de suspensión de incredulidad….
Amo a ve. Si tenemos un personaje católico y decidimos mandarle al cielo, pues lo más lógico es mandarle a un cielo católico (o parecido). Si el personaje fuese yo, me mandarían a un concierto de jam session de Jimi Hendrix y Thin Lizzy en el que el resto del público fuesen tías güenas (y complacientes), por ejemplo.
Otra cosa es que la manía de las resurrecciones en general no mole nada.
Tronak el Karbaro
ha comentado el 7 noviembre, 2013 a las 12:56h
– «»Si el personaje fuese yo, me mandarían a un concierto de jam session de Jimi Hendrix y Thin Lizzy en el que el resto del público fuesen tías güenas (y complacientes), por ejemplo»
AMEN A ESO!!!
+ 2 (con su permiso Mr.Tronak, por supuesto)
Este post cada vez me está dejando más alucinao 😉
¡¡¡Vaya suerte que tengo!!! Dos entradas seguidas en las hablo de cómics en los que se tocan aspectos religiosos, los cuales a su vez le tocan los mismísimos a Jorgenexo 🙂
Hablando en serio, comparto los puntos de vista de Jorgenexo a nivel vital y convicciones…pero no lo extiendo a los cómics. Si debo aceptar a por ejemplo, Dioses Asgardianos y Grecoromanos como parte de una ficción…bueno, tampoco tengo problema para considerar ficción temas y tópicos de otras religiones con mas presencia en el mundo real.
Entiendo que no es lo mismo, que se puede considerar propaganda de fondo a favor de estas fés con importantes presencias en nuestro entorno y con las que se puede no estar de acuerdo.
Pero hay muchos otros aspectos en los cómics que me gustan y leo de los que se podría decir lo mismo, con cuya tesis disiento profundamente (imperialismo, vigilantismo, la existencia de castas de personas de algún modo superiores, resolución de posturas morales mediante la violencia…) y que decido aceptar en aras de disfrutar de la ficción.
Reconozco además, que la visión algo irreverente de modos distintos según el tipo de obra (no es lo mismo la irreverencia de Alan Moore, que la de Garth Ennis, o este mismo Jason Aaron)que suele haber de estos reinos espirituales es algo a lo que me suelo agarrar para satisfacer al ateo que hay en mí:). Y para pensar que no se trata de tal propaganda, sino de una licencia que suelen tomarse autores que sospecho que comparten conmigo y con Jorgenexo esa visión del mundo.
No pretendo levantar ningún tipo de polémica, muchas gracias a todos por los comentarios.
En mis tiempos el cielo era que te tuvieran toda la eternidad tocando la lira sentado en una nube vestido de griego. Un coñazo, vamos.
El de Rondador es una isla flotante a lo Avatar, no te obligan a tocar nada, y puedes ir vestido de calle. Es una mejora, pero sigue siendo muy aburrido. Que se lo digan a Kurt.
15.daniel gavilan.
3)»esta visita de los x-men al cielo ya ha merecido la pena solo por lo cabroncete que ha sido aaron al repartir los personajes.¿nadie mas ve una pulla al puritanismo yanki que,de entre todos los personajes «abducidos»(bestia,tormenta,el hombre de hielo,estrella de fuego,etc…)los que hayan acabado en el cielo sean lobezno y estrella del norte?.»
me da que aaron esta mas cerca de las creencias de lee weeks;catolico practicante(y militante),que de un autor critico con los fanaticos del «cinturon de la iglesia»,que tanto abundan en los states.no tiro asi de memoria,pero creo haber visto algunos detalles en algunos de sus guiones que apuntan mas a un tipo de fuertes creencias religiosas, que a lo contrario.
lo mismo alguien tiene mas datos.
«Anda 1º dejad a los muertos en paz 2º y a los vivos dejadlos vivir, coño, así no tenéis que volver a buscar excusas peregrinas para sacarlos en un tebeo.
Harto, me tienen.»
Ojalá lo hiciesen. Ojalá entendieran de una puta vez que de tanto usar ese recurso ha perdido toda la fuerza. Ojalá la muerte de un personaje volviese a ser algo traumático. Ojalá intentasen hacer buenas historias sin pretender que cada saga o aventura tenga que ser la más dramática de la historia.
Pues a mi no me parece mal que se usen distintos cielos o distintos infiernos para los personajes. Para un personaje de comic, la muerte es solo otra prueba a superar (Como bien dice Estrella Rota en uno de los números de X-factor)
Yo mejor, que traerlos, lo suyo es que no los maten, que los retiren a recuperarse de sus heridas o a descansar o a lo que sea y así te ahorras dar luego explicaciones chorras para el regreso.
De todas formas el dramatismo de las muertes de superhéroes ya se ha perdido.
Ah y apúntenme al cielo de Tronak.
me da que aaron esta mas cerca de las creencias de lee weeks;catolico practicante(y militante),que de un autor critico con los fanaticos del “cinturon de la iglesia”,que tanto abundan en los states.no tiro asi de memoria,pero creo haber visto algunos detalles en algunos de sus guiones que apuntan mas a un tipo de fuertes creencias religiosas, que a lo contrario.
¿El mismo tío que escribió el Motorista Fantasma, El Cielo en Llamas, que planta el barco pirata de los playmobil sobrevolando el cielo como si fuera una partida de Super Mario o cuyos personajes viven en un constante estado de celo? No lo tengo muy claro, pero si es el caso ójala hubiera más católicos practicantes (y militantes) de su mismo palo
Con la pinta que lleva, si me decís que Aaron es hamish me lo creo.
Según lo dicho en una entrevista ( http://comicsalliance.com/war-rocket-ajax-138-jason-aaron-interview-thor/ ) hace tiempo que Aaron dejó atrás las creencias religiosas que le enseñaron de pequeño.
¿El levita http://es.wikipedia.org/wiki/Aar%C3%B3n_(nombre)?
Coincido plenamente con Jorgenexo. Odio profundamente que los personajes mueran, vayan al cielo y resuciten. Es más, detesto que mueran y resuciten.
Dónde han quedado esos tiempos en los que uno moría cayendo por un acantialado, reaparecía como una silueta en la portada con el héroe exclamando: «¡Tú! ¡Es imposible, estás muerto!» y luego se explicaba que realmente el susodicho no había muerto, sino que había escapado in extremis de la forma más chorra?
Odio el cielo DC con Barry Allen correteando entre pastos y ángeles en la Liga de la Justicia. Prefería con mucho esa Marvel de antaño en la que una figura divina superior apenas se mencionaba y los demonios estaban más emparentados con asgardianos y dioses de cultos muertos que con el cristianismo.
Igual en Marvel lo hacían para evitar la cenbsura, pero lo cierto es que lograban que su mundo fuera más abierto a lectores de todo tipo de creencias.
El Motorista Fantasma, por ejemplo, es un personaje al que han jodido a base de bien con cielos y ángeles caídos. Cuando mejor funcionaba el personjae era cuando era un superhéroe sobrenatural, no un remedo de Vértigo.