Explorando Marvel Now! Hunger Vol I, #1

 

Cómic: Hunger Vol I, #1.
Edición original: Marvel Comics.
Guión: Joshua Hale Fialkov.
Dibujo: Leonard Kirk.
Color: Jesus Arbutov.
Formato: Comic-book.
Precio: $3.99.

Valoración:

 

No eramos pocos los que teníamos curiosidad por descubrir que nos iba ofrecer Joshua Hale Fialkov como guionista de Marvel Comcs después de disfrutar de trabajos como I, Vampire y Tumor. Su primera colaboración con la editorial de Stan Lee fue en la miniserie Alpha: Big Time, un trabajo menor pero bastante simpático en el que supo sacar partido a esta revisión del mito de Spider-Man por medio del contraste con el original.

Pero la verdadera prueba de fuego de Fialkov llegaría al convertirse en el nuevo guionista de Ultimate Comics Ultimates, irrumpiendo con ganas de poner patas arriba el que título que Millar y Hitch convirtieron en la joya de la corona. Tras demasiados años viviendo de las rentas, la versión definitiva de los Vengadores únicamente disfrutó de un breve respiro con la llegada de Hickman, solo para caer de nuevo en la intrascendencia cuando éste cambió de universo dejando al pobre Humphries con todo el percal.

Con la serie dando sus últimos coletazos en la línea de riesgo de la tabla de ventas, la llegada de Fialkov invitaba a pensar que la colección volvería a vivir tiempos mejores con una saga que enfrentaría a los Ultimates con una coalición de cuatro héroes caidos en desgracia que habían terminado convirtiéndose en sus peores enemigos. Bajo el título de Ultimate Disassembled, la saga todavía en curso puso las apuestas muy altas solo para terminar siendo mucho ruido y pocas nueces. O al menos en parte, porque -a pesar de forzada búsqueda de gravedad por medio de muertes y destrucción a gran escala- daba la impresión de que el guionista se estaba dedicando a recoger las copas e invitar amablemente a los últimos asistentes a salir por la puerta mientras preparaba el local para el últim show antes del cierre por liquidación.

Con un transfondo sospechosamente afín a las tramas que Jonathan Hickman está desarrollando en Vengadores, tras Ultimate Disassembled a Fialkov le tocaría hacerse cargo de una miniserie guardada bajo celoso secretismo hasta la conclusión de La Era de Ultron. Hunger es el segundo cruce entre el Ultimate y el universo tradicional tras Spider-Men, además del preludio al evento que promete sacudir los pilares de la longeva línea, marcando un antes y ¿después? en su trayectoria editorial.

Si alguno os estáis preguntando la necesidad de hablar de la anterior historia de Fialkov pare reseñar el primer número de Hunger, digamos que es oportuno por una serie de razones. La primera, que sin estar argumentalmente conectadas, ambas tienen objetivos similares. La segunda, la inevitable comparación al correr Ultimate Disassembled y Hunger a cargo del mismo autor y contar con enfoques afines. Y la tercera y última, que ya que en su momento no hablamos de la última saga de Ultimate Comics Ultimates, aprovechamos la ocasión para hablar de los dos arcos argumentales firmados por Fialkov para la línea.

De la misma forma que Ultimate Disassembled le está sirviendo al guionista de Yo, Vampiro para descomponer la estructura de los Ultimates con una suerte de “Ultimatum” que bebe de las sagas del Zodíaco, los Amos del Mal o Actos de Venganza, Hunger parece querer hacer lo propio con el aspecto cósmico del universo Ultimate mediante la introducción de un elemento exógeno introducido desde el universo 616. A causa del rocambolesco plan espaciotemporal trazado por los Vengadores para derrotar a Ultron, las barreras del multiverso se están viniendo abajo, permitiendo que Galactus el devorador acceda a él como el tocinete que se encuentra una pastelería descuidada.

Con una guerra entre los Kree y los Chitauri que apela a la famosa saga de Roy Thomas de por medio, el protagonista de la historia es el joven Rick Jones, quien desde su transformación en Nova ha estado viajando por el cosmos como heraldo de El Vigilante. El contar con la mirada de un personaje joven e inexperto como punto de vista de la historia, elude que el guionista nos vuelva a hacer pasar por el mal trago de ver a las supuestas mentes privilegiadas del universo ultimate soltar frases como “Lo siento en las moléculas”, lo cual supone una importante mejora respecto a la saga anterior.

Sin embargo, continúa esa sensación de que esto es Ultimate porque lo pone en el título -en este caso ni eso- y porque las versiones de los personajes son las de esta línea, dejando atrás esa sensación de novedad y asombro que -al menos para el que aquí suscribe- deberían caracterizar a la línea. Cuando se creó originalmente, Ultimate nació para ser una actualización del universo Marvel, reinventando sus grandes mitos desde el prisma del siglo XXI. Así lo hicieron gente como Bendis y Millar, y por eso transmitía esa frescura que lo hizo funcionar. Sin embargo, hay otros guionistas que no lo han entendido de esta manera (escribiéndolo como si fuera una prolongación de la Marvel de toda la vida, cambiando un par de cosas aquí y allá, pero con el mismo hábito y familiaridad que quien aborda conceptos con cincuenta años de Historia).

En esta lista podríamos incluira Brian K. Vaughan, Robert Kirkman y -ahora también- Joshua Hale Fialkov, quien se aproxima a los Kree y Chitauri como si fuera algo cotidiano que acabara de escaparse de una de las sagas de Aniquilación, y no como las razas alienígenas prácticamente desconocidas que teníamos en Ultimate. Disimulado gracias a un mayor atino a los diálogos -aquí no tenemos que padecer a sus versiones de Hulk y Reed Richard-, la mayor virtud de la mini-serie se encuentra en un impresionante Leonard Kirk con el don de la alquimia en sus lápices.

Directamente llegado de X-Factor, el dibujante de The Freshmen tiene el don de convertir el metal en oro, y gracias al color de Jesus Aburtov solo consigue brillar todavía demás. Por lo demás, el primer número de Hunger nos vende la miniserie como una obra cuya prentensión de trascendencia oculta su propia intrascendencia. Si esto no terminase con Galactus llegando a la Tierra después de darle un meneo a los personajes cósmicos del universo Ultimate y “continuará” bien gordo que nos emplace a que lo verdaderamente importante sucederá en la saga de Brian Michael Bendis y Mark Bagley me sorprendería bastante.

Teniendo como principales hallazgos los acontecimientos que tienen lugar en torno a dos personajes -y que podrían ser un preludio de lo que veremos en el más que plausible cruce a gran escala entre Ultimate y 616-, Hunger es fundamentalmente una miniserie de transición firmada con oficio pero sin demasiados alardes, y que interesará fundamentalmente a los seguidores de la versión siglo XXI del universo Marvel que teman por el destino de la línea, los que quedasen intrigados con aquel epílogo de la Era de Ultron o con los amantes de las teorías conspirativas que estén siguiendo las pistas del gran plan que parece estar trazando la editorial con su universo. La llegada de Galactus al universo Ultimate solo es el preludio de algo gordo todavía por llegar. Algo gordo que su preludio no parece creerse del todo, viéndose aquejado por la falta de fuelle que están mostrando varias de las colecciones presentadas en la Fase 2 de Marvel Now!.