Desde que Jonathan Hickman irrumpiera en Marvel en 2009 apadrinado por su amigo Brian Michael Bendis en un escenario post-Secret Invasion, el guionista de Manhattan Projects o East of West ha trabajado principalmente en cinco grandes series regulares: Secret Warriors, Fantastic Four (y FF), Ultimate Comics: Ultimates y la dupla Avengers/New Avengers. En todos estos proyectos, el guionista ha demostrado una capacidad asombrosa para conseguir permanecer ajeno a los grandes eventos de turno de la editorial. Teniendo en cuenta que el mercado del cómic parece moverse en círculos y que los grandes eventos semestrales traen consigo inevitables tie-ins de la plana mayor del catálogo editorial, con el consiguiente cabreo y/o aumento de ventas, este aislamiento editorial por el que tanto ha luchado (y del que presume orgullosamente en muchas entrevistas) es bastante reseñable. El arquitecto Marvel ha conseguido que todas sus series durante estos cinco años puedan leerse independientemente de lo que ocurra en otros rincones del Universo Marvel y, lo que es más importante, sin tener que comprar (y por tanto pagar) otras entregas no deseadas. A raiz de esto y exceptuando su participación, más testimonial que esencial, en dos de las doce entregas de Vengadores vs Patrulla-X, hasta ahora no teníamos una referencia con la que medir a Jonathan Hickman en un gran evento Marvel. ¿Cuál sería su rendimiento? ¿Le iba a poder la presión? ¿Asombraría o defraudaría? Todos estos interrogantes, y muchos más, estaban en el aire. Y entonces… entonces llegó Thanos.
Durante cuatro meses y dieciséis números repartidos en tres colecciones (Infinity, Avengers y New Avengers), Hickman ha construido la última gran saga de La Casa de las Ideas, tomando el testigo de la descafeinada Age of Ultron y en vísperas del siguiente gran evento marvelita, que correrá por cuenta de Jason Aaron y Mike Deodato. Las expectativas eran muy elevadas, ya que el carisma y la categoría del villano principal elegido para esta macro-saga prometían emociones fuertes, pero… ¿Sería capaz Jonathan Hickman de cumplir su misión? Durante las siguientes líneas la redacción de Zona Negativa analiza el evento más esperado de Marvel en 2013.
Las piezas sobre el tablero
Sin duda, Jonathan Hickman escribe con mucha planificación. Desde que, aprovechando el relanzamiento Marvel NOW!, fue puesto al frente de dos de las colecciones de los Vengadores, ha estado tejiendo un tapiz de historias cuyos elementos tenían pinta de llevarnos a historias mayores y, finalmente, aunque sin resolver todos, muchos confluyen en este gran evento.
Así, es complicado leer Infinity sin haber seguido sus etapas en Vengadores y Nuevos Vengadores, colecciones en las que ha ido presentando muchas de las ideas que son clave para la saga y que por fin explotan en sus páginas. Démosles, por tanto, un pequeño repaso.
En Vengadores, la serie que comenzó dibujando Jerome Opeña, ya nos presentó en su primer episodio (que, por cierto, calcaba la estructura del historico Giant Size X-men nº1: el grupo habitual va a luchar contra un peligro, queda capturado y el líder escapa para formar un nuevo equipo) a tres seres de gran importancia para este evento: Ex Nihilo, Abyss y un Aleph. Estos personajes, nos contaba Hickman, eran creaciones de una antigua raza alienígena (de hecho supuestamente la primera especie del universo) de la que hasta ahora no habíamos oído hablar llamada los Constructores.
El objetivo que estos antiguos seres asignaron a los robóticos y poderosos Aleph era localizar mundos dignos de albergar vida, siendo el de Ex Nihilo crear dicha vida, y el de Abyss incorporar la muerte como parte del ciclo natural.
Los Vengadores se encuentran con ellos en Marte, lanzando bombas de terraformación sobre la tierra, cambiando así profundamente el paisaje, fauna y flora de varias extensas zonas de nuestro planeta. Y los héroes más poderosos de la tierra necesitaran el aporte de sus nuevos miembros para conseguir destruir al Aleph (lo cual efectúa uno de estos recién llegados, la nueva avatar del Capitán Universo, personificación del cosmos mismo, a cuya figura rendían antaño culto los Constructores) y llegar a una paz tácita con los restantes, Ex Nihilo y Abyss.
En posteriores episodios, IMA se hace, a pesar de los esfuerzos de Los Vengadores, con un capullo orgánico en una de las zonas terraformadas por las creaciones de los Constructores. Bajo la custodia de la organización criminal científica, el capullo se abrirá y lanzará una señal a través de todo el cosmos que resulta captada por los Constructores. Estos, en la otra punta del universo, se ponen en marcha hacia la Tierra y atacan con su ejército de imparables Aleph a los diversos imperios galácticos que encuentran a su paso, devastándolos.
Paralelamente, en la colección Nuevos Vengadores, Hickman nos relató como T’Challa, la Pantera negra, descubre una amenaza de tales dimensiones que le obliga a convocar a aquellos que una vez rechazó: la cábala de superhumanos formada por Namor, Rayo Negro, Reed Richards, el Doctor Extraño y Iron Man conocida como los Illuminati. Todos estos personajes, más La Bestia (en sustitución este del fallecido Charles Xavier como representante de los mutantes) y el Capitán América, se unirán para rechazar un cataclismo de proporciones cósmicas: Los Universos paralelos están chocando entre sí, y el punto de colisión es precisamente nuestro planeta, la Tierra.
La solución que lleva dando tiempo la capturada Black Swan al problema es expeditiva: destruye un planeta Tierra en un universo, eliminando así el punto de choque, y salta al siguiente para hacer lo mismo y evitar que el multiverso se colapse cada vez que una crisis se avecine.
Y aunque este grupo de conspiradores Vengadores consigue finalmente evitar la amenaza, ésta en realidad solo queda aplazada, como Black Swan les recuerda. Y con un alto precio: para empezar el Guantelete del infinito es destruido, excepto la gema del alma, la cual queda perdida. Además, la moralidad de los héroes queda comprometida, pues deben verse en la situación de preparase por si deben destruir otras tierras paralelas habitadas en otros universos para salvar la suya, construyendo bombas de antimateria y almacenándolas en Wakanda para tal efecto. Y, a consecuencia de esto, le hacen un Zatanna al Capitán América, borrándole la memoria cuando éste se opone a que se considere siquiera tal terrible decisión.
Los acontecimientos se suceden durante la serie, iniciándose hostilidades entre la Wakanda de Pantera Negra y la Atlantis de Namor y finalmente declarándose la guerra. Además somos testigos de cómo Rayo Negro, señor de los Inhumanos le encarga a su hermano Maximus la construcción de un misterioso dispositivo, obedeciendo a un oscuro plan. Y para finalizar, Uatu el Vigilante y Tony Stark, volviendo éste de su periplo espacial con los Guardianes de la Galaxia, encuentran el cadáver de nada menos que el Tribunal Viviente, otra personificación del cosmos, supuestamente el ser más poderoso del universo.
Con todos estos elementos dispuestos sobre el tablero, como decíamos, solo faltaba que Thanos volviese a mostrar su rostro para que la debacle se desencadenase.
El pasado de un Titan loco.
Dada la popularidad ganada por Thanos gracias a su breve aparición en la película de Los Vengadores, parecía lógico que Marvel aprovechase este tirón para hacerle asomar la cabeza de nuevo en su universo comiquero. Sin duda, el amante de la muerte tendrá un papel destacado en el futuro cinematográfico de Marvel, y para sus ejecutivos eso implica que su protagonismo debe aumentar paralelamente en las viñetas. De hecho, da la impresión leyendo la saga, de que, aunque correctamente usado, su inclusión en Infinity haya sido una imposición editorial a Hickman, que ya tenía bastantes frentes abiertos para este evento, como ya hemos comentado.
En cualquier caso, también apareció una miniserie (aquí agrupada en un tomo) que nos relató su pasado, desde su infancia al genocidio de su propio pueblo y de la que podéis leer reseñas más detalladas cortesía de Alejandro Ugartondo y Pedro Monje.
De nuevo, pesa aquí la naturaleza de encargo de este proyecto sobre el trabajo del brillante guionista Jason Aaron, cuyo resultado no pasa de la calificación de correcto aunque rutinario. Sin embargo, podemos encontrar interés en los dibujos de Simone Bianchi (coloreados por el espectacular Ive Svorcina), y en el relato del pasado de Thanos, totalmente innecesario para cualquier lector habitual, pero muy útil para los recién llegados.
Y, sobre todo, para el evento que nos incumbe, nos resultará clave la inclusión de un detalle que nunca se nos había contado: Thanos, durante todos esos años formativos de periplo galáctico, engendró multitud de hijos a lo largo y ancho de las estrellas. Y su amada, la personificación de la Muerte, le exige que acabe con todos ellos como muestra de devoción.
La saga despega.
Y así, con todas estas consideraciones previas, comienza el evento. En el primer número de la miniserie central somos testigos de cómo los adeptos de Thanos han estado recorriendo el universo, exigiendo a diversas civilizaciones un terrible tributo a cambio de la supervivencia: las cabezas de sus niños. Tal atrocidad obedece a una misteriosa búsqueda que el titán loco ha ordenado a sus hombres y de la que ominosamente dice “Queda uno”.
En esta investigación, uno de estos secuaces, que ha llegado a la tierra, consigue acceder a los recuerdos del monarca de los Inhumanos Rayo Negro. De esa manera averigua, no solo que Rayo Negro posee una desconocida información muy valiosa, sino también el secreto de la destrucción de las gemas del Infinito a excepción de la del alma. El rey de Attitlan se da cuenta de tal intrusión y consigue repeler al acólito, pero no logra impedir que éste escape con una idea equivocada, fruto de la interrupción de la sonda mental: Los Nuevos Vengadores, Los Illuminati, conocen la localización de dicha gema.
Además, vemos cómo los Vengadores descubren la amenaza de los Constructores: Skrulls que se han desplazado a la tierra huyendo, la caída en coma de la Capitán Universo, imágenes de los imperios galácticos siendo atacados obtenidas por SWORD…todos esos presagios hacen que el Capitán América organice un nutrido equipo al que incorpora a Ex Nihilo y Abyss (que no dan crédito ante tal destructivo comportamiento de sus creadores) para viajar al espacio profundo y hacer frente al descomunal enemigo.
Es en este punto en el que la historia se divide en dos frentes para confluir de nuevo solo hacia el final: Por un lado la guerra galáctica, en la que se centrará la colección Vengadores y por otro, las diversas pero trascendentales subtramas que se desarrollan en la Tierra, de las que la serie Nuevos Vengadores se encargará. La miniserie con el nombre del evento saltará de unas ramificaciones a otras, haciendo avanzar la trama general, siendo necesaria la lectura de las tres colecciones de forma ordenada para la comprensión completa de la saga. Los tie-in nos detallarán las repercusiones de tal relato en el resto del universo Marvel, pero aunque haya alguno que cuente hechos que tendrán reflejo en el evento principal, no serán imprescindibles para entender Infinity.
El frente galáctico.
Respecto a la parte digamos espacial de la historia, la dimensión de la misma resulta apabullante. Grandes imperios como los Kree, Shi’ar, Skrull, Spartax o el de Annihilus se ven incapaces, incluso aunando esfuerzos, de repeler las hordas de Alephs de los Constructores. Los Vengadores acuden en su auxilio, y se combinan escenas de toma de decisiones tácticas en puentes de mando con viñetas en las que se resumen cruentas batallas donde las destrucciones de flotas estelares, estaciones espaciales gigantescas y planetas enteros se dan de vez en cuando.
Todo es de escala colosal en esta parte del relato, y a veces eso no juega a su favor, al pasarse de puntillas por actos de una magnitud tal, que requerirían más tiempo y atención para ser digeridos. Tampoco resulta muy convincente que las estrategias del Capitán América sean mejores que las de los militares de vastísimos imperios galácticos, por mucho que él sea uno de los protagonistas y un experimentado líder táctico veterano de la segunda guerra mundial.
Eso por no hablar de que no queda muy identificada la escala de poder de los diversos personajes: llama la atención en ocasiones que Shang-Chi o el Halcón estén metidos en el mismo frente que Thor, Hiperion o Gladiator. Y como veremos, este pequeño desatino respecto a qué es razonable que pueda afrontar cada personaje, se repetirá alguna vez más antes de que termine el evento.
Con todo, hay momentos realmente memorables. El giro en la guerra que nuestros héroes están perdiendo a pesar de sus esfuerzos se produce cuando Thor es mandado a negociar las condiciones de la rendición y asistimos a una escena verdaderamente grandiosa, de esas que si Mark Millar hubiese escrito el tebeo, sin duda nos hubiese publicitado como “la secuencia más épica jamás narrada en un cómic”.
Y a partir de ahí el evento va rodado en términos de avance hacia la victoria de los protagonistas. El triunfo ante los Constructores (¿alguien lo dudaba?) de los Vengadores y sus aliados va acompañado de la gratitud por parte de los pueblos de éstos hacia los Héroes más poderosos de la tierra, que asisten a cómo sus figuras alcanzan la categoría de mitos liberadores por toda la galaxia. También se nos cuenta, un poco de pasada (se desarrollará algo mas en otra parte, como veremos), cual es la razón de los Constructores para iniciar tal guerra y buscar la destrucción de nuestro planeta, y Hickman demuestra que tenía bien hilada esta respuesta con las otras partes de la historia que se desarrollan en la Tierra y que había planteado antes del evento. Además, los Vengadores recibirán el apoyo de los poderes galácticos que acaban de salvar para, sin descanso, dirigirse a otra urgente misión: Liberar a la Tierra del yugo de Thanos, que ha aprovechado la ausencia de sus más poderosos héroes para tomarla.
Y es que mientras todo esto sucedía, en el otro frente del que hablábamos, en nuestro propio planeta, las cosas han estado cualquier cosa menos calmadas.
Campo de batalla: La Tierra.
Y es que el título de la ciencióloga novela de Ronald L. Hubbard le viene al pelo a la parte de Infinity que se desarrolla aquí en casa. Al desplazarse el grueso de Los Vengadores al espacio para librar la contienda con los Constructores, Thanos y sus huestes deciden que es el momento idóneo para desembarcar en ella, invadirla y culminar sus dos búsquedas.
Así, ocupan la base orbital de SWORD y atacan, que veamos, New York, la escuela Jean Grey, Wakanda y Atlantis. Y si la gran manzana es defendida por Iron man, Mister Fantástico y el resto de héroes en sus propios tie-ins, la escuela para mutantes por Lobezno y sus X-men, y Wakanda por las Panteras negras, la nación de Namor no puede ofrecer ninguna resistencia al estar recién devastada por la guerra con la patria de T’Challa. Medianoche Próxima, la comandante de las tropas de Thanos en ese frente, le ofrece al Hombre Submarino una elección: el exterminio de su pueblo, victima fácil dadas las circunstancias, o la información del paradero de la gema alma.
Analicemos esta situación un momento, ya que dará lugar a otro de los giros más interesantes de la trama: Thanos cree que Namor, como miembro de la sociedad secreta de los Nuevos Vengadores, conoce la localización de la susodicha gema, con la que el amante de la muerte tiene ya un historial pasado. Sin embargo esto no es así, el objeto ha desaparecido. El monarca de Atlantis es orgulloso y testarudo, muy contrario a reconocer cualquier derrota y a doblar la rodilla ante ningún tirano. Sin embargo le hacen esa propuesta en las ruinas de la capital de su reino subacuático, sosteniendo en los brazos cadáveres de su gente caída en la contienda con el país de su compañero de grupo,la Pantera negra. Namor piensa un momento… y se rinde ante los alienígenas invasores.
De ese modo, salva de la extinción a su maltrecho pueblo, aunque al precio de una humillante rendición. Y si bien podemos pensar que su legendario orgullo quedará herido ante un acto tan impropio viniendo de él, lo cierto es que obtendrá de esta derrota una pequeña victoria que hará honor a su título de El Hijo Vengador: Le dirá a Medianoche Próxima que la gema está en Wakanda.
Inmediatamente las tropas de Thanos se concentran en atacar el reino africano que tanto dolor ha causado a la nación atlante, y que había rechazado la primera oleada invasora. Ahora pasa a ser un objetivo prioritario merced a la maquiavélica mentira de Namor.
Por supuesto, allí no se halla la gema, pero sí las bombas de antimateria que los Nuevos Vengadores habían construido por si consideraban necesario destruir planetas Tierra de universos paralelos para evitar un mayor cataclismo universal. Thanos obtiene un premio a cambio de otro, mientras las puñaladas entre miembros de los antiguos Illuminati y las consecuencias de sus racionales pero cuestionables decisiones se suceden.
Mientras tanto, el Titán loco ha hecho llegar a Rayo Negro, el señor del pueblo de los Inhumanos el mismo ultimatum que lanzaba a otras civilizaciones alienígenas: las vidas de sus jóvenes o serán aplastados por su ira.
El propósito de Thanos tras este proceder digno de Herodes y la invasión a la Tierra queda revelado poco después: Está buscando eliminar a su último hijo, al cual concibió con una mujer de la raza de Attitlan. Por tanto, el muchacho, del cual averiguamos que su nombre es Thane, vive escondido, sin haber sido expuesto todavía a las nieblas terrígenas en el ritual que su gente practica otorgando a los jóvenes en su tránsito a la madurez un aspecto y poderes que les aleja de la humanidad. Thane, de aspecto totalmente humano, lleva una pacífica vida dedicándose a ser curandero, nada más alejado de su herencia paterna.
Ante la terrible exigencia de tributo por parte de Thanos, Rayo Negro pone en marcha su misterioso plan. Se encuentra ante una situación tan difícil como la de Namor, la destrucción de su gente o ceder ante el tirano. La solución tendrá, de nuevo, consecuencias trascendentales y de enormes proporciones, dado lo desesperado de la postura de un monarca que afronta la muy seria posibilidad del fin de la gente que puebla su reino.Así, cuando Thanos llega a una Attitlan desierta a recibir la respuesta de Rayo Negro, éste pronuncia su decisión: “No”.
Con una devastadora palabra, se inicia una batalla entre ambos poderosísimos contendientes en una Attitlan que queda destruida hasta sus cimientos, como había previsto su monarca cuando dio la orden de que sus pobladores la abandonaran y se dispersaran por la Tierra.
No solo eso, sino que la máquina de Maximus es activada y las nieblas terrígenas son liberadas por todo el planeta, haciendo que todo ser humano cuyos ancestros en algún momento de la historia se cruzasen con un Inhumano quede transformado en uno de ellos, asegurándose así que su especie perviva.
Entre estos, Thane queda transfigurado también, y la herencia genética que las nieblas terrígenas han revelado ha resultado ser terrible, como no podía ser de otra manera dada la identidad de su progenitor. No solo su aspecto es similar a una versión juvenil de Thanos, además se ha convertido en una fuente de mortandad, aniquilando a todos sus seres queridos de forma involuntaria en ese mismo instante.
Poco después, es capturado por uno de los miembros de la Orden Negra de Thanos, Las Fauces Negras (que parece tener misteriosos planes para Thane al margen de los de su señor) y llevado ante el tirano de Titan en Wakanda, donde ya ha tomado posesión del arsenal destructor de mundos.
Para rematar el apocalíptico escenario, los Nuevos Vengadores se encuentran en esos momentos con una nueva crisis dimensional. De nuevo, los universos paralelos van a chocar en la Tierra y el grupo se encontrará con Constructores de ese otro plano que se aproxima en colisión y que les explicarán más detalladamente el motivo, muy consecuente con lo mostrado, por el que los miembros de su raza de nuestro Universo desean destruir la Tierra.
Con todo esto en marcha, la recta final de Infinity con Los Vengadores retornando del espacio, ayudados por los ejércitos de las civilizaciones galácticas a las que han ayudado, resulta como un vendaval arrasador. Primero la propia patria de Thanos, la luna de Saturno llamada Titán, y después la Tierra, acogerán los esfuerzos de un impresionante despliegue de poder dedicado a liberar los puestos del villano y frustrar sus destructivos planes. Personajes como Starbrand, Maximus o el propio Thane serán fundamentales en la resolución del final de la escalada contra Thanos y sus huestes.
Por poner pegas, de nuevo Hickman no parece tener clara la escala de poder de los personajes con los que juega, dándose alguna situación inverosímil hacia la recta final: no tiene ningún sentido que durante la liberación del Pico, la estación orbital de SWORD, los esfuerzos combinados de pesos pesados como Annihilus, Gladiador, Ronan y el Superskrull apenas consigan vencer a un oponente que ha sido derrotado anteriormente por nada menos que la Pantera negra, por mucho que este personaje sea notable.
Pero a pesar de esto, el frente terrestre de esta saga se caracteriza por ser consecuente con los múltiples elementos mostrados durante toda la etapa de Hickman en Nuevos Vengadores y de hacerlos avanzar. El relato está construido apoyándose en la confluencia de dichos elementos, en su interacción con la añadida trama de Thanos y en hechos y giros que son consecuencias unos de otros. La idiosincrasia de sus personajes, los cuales tienen casi todos cierta relevancia, está más cuidada que en la parte espacial, donde la mayoría parecen simples extras a excepción del bueno de Thor, que es el que más favorecido resulta allí en este aspecto.
La lectura de Infinity, a pesar de los detalles mencionados y de la necesidad de realizar un esfuerzo lector por seguir todas hiladas líneas (o tal vez precisamente por ello), nos deja sobre todo en este frente que se desarrolla en nuestro planeta, un buen sabor de boca.
Además, las futuras consecuencias del enorme impacto del evento sobre gran parte del Universo Marvel serán tremendas: los actos que pondrá en marcha un ninguneado durante la saga Doctor Extraño para afrontar la profunda crisis que experimenta, la confirmación de que los males que han enfrentado los Nuevos Vengadores no han sido sino la punta del iceberg, las consecuencias de lo relatado en las naciones Inhumana, Atlante y Wakandana, así como en sus respectivos soberanos…. Las frases “Es un mundo de Vengadores” y “Todo muere” han sonado repetidas veces a lo largo de Infinity y parece que pronto empezaremos a ver cuáles son sus implicaciones.
La Orden Negra de Thanos
La Orden Negra (o los Matanza Obsidiana) es el nombre que recibe el grupo de acólitos alienígenas reclutados por Thanos para llevar la destrucción a distintos mundos. Los cinco acompañantes del amante de la Muerte lo siguen hasta la Tierra para multiplicarse por diferentes posiciones, encontrar las gemas del infinito y dar con el paradero de un misterioso secreto añorado por Thanos y salvaguardado por los Inhumanos. Después del primer número de Infinity, el equipo hace sus presentaciones individuales en Nuevos Vengadores, donde cada uno se divide en sendos lugares icónicos del Universo Marvel. Algunos acabarán encontrándose con la dama de la parca, sin pena ni gloria ni verdadero protagonismo durante el transcurso del evento, pero otros parecen que pasarán a tener un papel prominente en el futuro del Marvel cósmico. ¿Quiénes son los elegidos?
Corvus Glaive. Diseñado por Jim Cheung para la previa de Infinity (del Día del Cómic Gratis), el primer y más cercano acólito de Thanos ha tenido una posición en la sombra durante el evento (tanto en la serie madre como en Nuevos Vengadores y Nova), dando consejos y desplegando el resto de la Orden Negra. Su primera parada fue la escuela para Jóvenes Talentos Jean Grey, pero al darse cuenta que allí no encontraría lo que buscaba, no dudó en partir de inmediato. Creado para ser la contraposición visual del hermano de Eros, es ágil, fuerte y veloz, aunque su verdadero poder se encuentra en la guja, arma que de ser destruida acabará con su inmortalidad.
Según Hickman: “Glaive es el primero de los cinco, el favorito de Thanos. Cruel, arrogante y el más leal de la Orden Negra. Un guerrero que traicionó a su pueblo y vendió el alma a Thanos para lograr otro tipo de gloria”.
Medianoche Próxima. Luchadora salvaje y portadora de una lanza (del mismo metal que su brazo izquierdo) que se transforma en tres halos de luces negras letales, la salvaje combatiente hace su entrada triunfal en los pasillos de una Atlantis destruida. Pese a ser conocida por sus habilidades de combate, que la acabarán poniendo en el epicentro de la batalla de Nueva York contra los Poderosos Vengadores de Luke Cage , su victoria comienza de la mano de un acuerdo diplomático con Namor. El Rey de Atlantis pide sangre Wakandiana. Fue el propio Hickman quien diseñó a la cruenta princesa guerrera, “después de once horas” trabajando en los conceptos del resto de sus compañeros. Su rebelde hija Kaldera será enviada a cazar al Nova Sam Alexander, con cuyo ejército Thanos tiene alguna cuenta pendiente.
Según Hickman: “Es la más cruel de los generales de Thanos, la mismísima definición de depredadora y la mejor guerrera del ejército”.
Enano Negro (Black Dwarf). Pese a ser el mastodonte del grupo (aunque su nombre diga lo contrario), su primer combate en tierra no le sale del todo bien. Tras una derrota en Wakanda, a esta creación de Jerome Opeña, que no es malo ni siniestro como sus compañeros, le espera una reprimenda de un Thanos nada contento con los resultados. El gigante naranja se deja ver en la serie principal de Los Vengadores, donde se queda protegiendo El Pico de SWORD, como reprimenda por su temprana derrota.
Según Hickman: “Comparado con el resto de la Orden Negra, Enano Rojo parece casi normal. Pese a que muestra felicidad y alegría, en realidad este nihilista celestial no se preocupa tanto de la meta de Thanos como al resto de la Orden”.
Supergiganta (Supergiant). La villana diseñada también por Opeña, que debe su nombre a una estrella colosal, es la psicótica del grupo. La vemos por primera vez en el frustrado desembarco en La Escuela Jean Grey para Jóvenes Mutantes. Pese a pasearse por la batalla neoyorquina, donde se topa con los Thunderbolts y la confusa mente de Samuel Sterns, su rol más prominente en el devenir de los sucesos queda en Attilan donde activará algo escondido en la mente de Rayo Negro.
Según Hickman: “Su historia es desconocida. Es una parásito telépata de mente inestable que busca el intelecto y los devora. Le atrae la inteligencia. Lo que ella sabe, Thanos también”.
Las Fauces Negras (Ebony Maw). Pensador y controlador nato –todo lo que siempre ha faltado al hijo loco de Titán-, el principal objetivo de Ebony es el Dr. Extraño, al que visita en su Sanctum Sactorum. Bajo las órdenes de esta serpiente viperina, Stephen Extraño hará la vida complicada tanto a los Illuminati como a los recién formados Poderosos Vengadores de las calles de Nueva York. Su pasión por las criaturas de Lovecraft nos llevará a recordar Watchmen. Aparentemente no tiene ningún poder, pero, como ocurre con el resto de sus cualidades, esto bien podría ser otra mentira. Su intelecto será clave para todas las misiones, y su talento para manejar a todos a su antojo le llevará mucho más allá de seguir a pies juntillas los pasos de su líder.
Según Hickman: “Ebony Maw es agudo como un cuchillo, pero no un luchador. La lengua viperina que derrocha malicia y maldad allá donde va. Aparentemente puede que sea el más débil de los integrantes de la Orden Negra, pero en realidad es el más peligroso de todos ellos.”
Guía de lectura
La propia naturaleza del evento, en la que Jonathan Hickman entrelaza varios argumentos y subargumentos entre sus tres series, obliga a un seguimiento mínimo en orden cronológico de las aventuras para no perderse. Si bien la pregunta «¿Puede seguir Infinity leyendo solo la serie principal?» es un tanto difícil de responder (al fin y al cabo la respuesta más práctica es «sí») no está de más incluir dicho orden de lectura para que aquel lector que quiera acercarse al evento con toda la información en la mano no se pierda. Así pues, y recurriendo al no menos clásico esquema made in Hickman incluido en la edición americana, el orden de lectura de la serie sería el siguiente:
Para todos aquellos lectores que sigan la lectura del evento en su edición española (la cual este mes atraviesa su ecuador), podrán hacerse con toda la lectura en doce cómics (al contrario que los dieciseis de la versión USA) por menos de 30€. La equivalencia sería la siguiente:
- Infinity #1 USA – Infinito 1 (3,9€) – Noviembre’13
- New Avengers #9 USA – Nuevos Vengadores v2 33 (1,95€) – Noviembre’13
- Avengers #16-18 USA – Avengers v4 34 (3,9€) – Noviembre’13 (*16-17 previa Infinity)
- Infinity #2-3 USA – Infinito 2 (3,7€) – Diciembre’13
- New Avengers #10 USA – Nuevos Vengadores v2 34 (1,95€) – Diciembre’13
- Avengers #19-20 USA – Avengers v4 35 (3,5€) – Diciembre’13
- Infinity #4-5 USA – Infinito 3 (3,95€) – Enero’14
- New Avengers #11 USA – Nuevos Vengadores v2 35 (1,95€) – Enero’14
- Avengers #21-22 USA – Avengers v4 36 (3,5€) – Enero’14
- Infinity #4-5 USA – Infinito 4 (0,00€) – Febrero’14
- New Avengers #12 USA – Nuevos Vengadores v2 36 (0,00€) – Febrero’14
- Avengers #23 USA – Avengers v4 37 (0,00€) – Febrero’14
Los dibujantes
Es indudable que al mando de este mega-evento se encuentra la planeadora mente de Jonathan Hickman, pero, junto a él, también han permanecido un grupo de duchos dibujantes, primeras espadas de la Casa de las Ideas. Dada la extensión del título principal (dibujada a seis manos), y la separación en capítulos a lo largo de las tres cabeceras, cinco han sido los artistas que han cedido su lápiz a Infinity. Un ecléctico quinteto que pese a que no mantenga una verdadera coherencia artística ha podido aprovechar al máximo sus cualidades, de la mano de diseños propios y un viaje por las estrellas donde encontrarse con todo tipo de razas, especies y planetas. Éstos son los internacionales nombres que han hecho palpable el crossover de Marvel:
Jim Cheung (Reino Unido, 1972). Pese a que empezara su andadura en Marvel a principios de los 90, dibujando X-Force, Maverick y Iron Man, su estilo había dado un giro de 180 grados cuando regresó de manera triunfal a la Casa de las Ideas con el lanzamiento de Jóvenes Vengadores, en 2005. Además de encargarse de numerosas portadas, como las de Guerreros Secretos para Hickman, en la editorial tomó las riendas de Nuevos Vengadores: Illuminati, y la continuación de la serie de Allan Heinberg, Vengadores: La cruzada de los niños. Durante su tiempo fuera de Marvel, mejoró su estilo en la fantástica Scion de Crossgen, donde permaneció casi cuatro años.
Jerome Opeña. El dibujante filipino que nos dejo boquiabiertos en la ya clásica etapa de Imposibles X-Force junto a Rick Remender, ocupa ahora la primera línea de Marvel tras acompañar a Hickman en el primer arco de tres números de sus Avengers. Su proyecto de escalas más amplia hasta la fecha le ha dado, además, la oportunidad de diseñar muchos de los flamantes personajes introducidos durante la saga. Antes, a las órdenes de Remender, ya había trabajado en historias cortas de Lobezno y Deadpool, así como en un arco de Punisher o Fear Agent y Strange Girl de Image. También en Marvel, creó Vengeance of the Moon Knight con Gregg Hurwitz, mientras que en el panorama independiente ha dibujado historias para Star Wars y Métal Hurlant.
Dustin Weaver (San Diego, 1978). Muchos descubrimos a este detallista dibujante gracias al S.H.I.E.L.D. que compartiera con Jonathan Hickman (donde el guionista ya trazó algunas de las tramas que hoy desarrolla). Allí tuvo la oportunidad de dibujar a Da Vinci, Newton o Nostradamus. En su década de carrera, Weaver, sin embargo, ha hecho casi de todo, desde encargarse de Star Wars: Caballeros de la Antigua República hasta adaptar a cómic King Kong de Peter Jackson, pasando por Gen 13, Street Fighter y escribir las Tortugas Ninja. Su primera lectura fue el primer encuentro de la Patrulla X con los Shi’ar, por lo que no resulta extraña su pasión por las épicas espaciales, que tuviera la oportunidad de dibujar en X-men: Kingbreaker, su primer encargo para Marvel. Desde entonces, además de algún números unitario, se ha hecho cargo de X-men: Legado , Nación X y las portadas de Astonishing X-men, donde tuvo la oportunidad de dibujar la primera boda gay del universo. La puerta al universo mayor le se abrió, no obstante, de la mano de los interiores de Avengers #7. Ahora que Infinity -donde incluso ha tenido que entintar a Opeña- ha llegado a su fin, quizás sea un buen momento para tratar de terminar SHIELD, cuyo quinto número está acabado, con el sexto en manos de Hickman.
Leinil Francis Yu. El otro artista filipino del equipo, encargado de Avengers, tampoco necesita demasiada presentación para los lectores habituales de Marvel. Veterano de los mega-eventos gracias a Invasión Secreta (donde ya tuvo la oportunidad de dibujar Skrulls, tras una etapa en New Avengers junto a Brian Bendis), este Yu ‘moderno’, con marcados rasgos personales y afición por el trazo marcado de las sombras con lápiz, reapareció por Marvel con Ultimate Lobezno vs. Hulk de Damon Lindelof, para empezar desde allí su expansión por todo tipo de cabeceras. Antes había trabajado en una larga etapa en Lobezno y en X-men, a finales de los 90, Superman: Birthright de Mark Waid, Silent Dragon de Andy Diggle y en la película de Serenity, que diseñó. Desde su segundo desembarco en Marvel, ha tenido la oportunidad de dibujar algunas de las principales colecciones de los dos universos e incluso crear un par de series propias junto a Mark Millar, bajo la protección del sello independiente Icon, Superior y Supercrooks.
Mike Deodato (Campina Grande, Brazil, 1963). El autor que se ha encargado de narrar la historia de los Illumnati en Nuevos Vengadores es otros de las dibujantes estrellas para todo de Marvel. El artista fotorrealista, que se forjó su nombre en Wonder Woman, dejó su huella en los Thunderbolts de Warren Ellis (a la que siguieron Los Vengadores Oscuros) y en las diversas series Vengadores con Brian Michael Bendis. Además, ha contado con varias, y muy distintas, etapas en Spider-Man, una con su estilo copia de Jim Lee y otra con su más moderno dibujo estrenado en El Increíble Hulk de Bruce Jones.
Tie-ins infinitos
Infinity no ha sido un evento editorial al uso, dado que su línea argumental maestra saltaba de la serie principal a las dos principales series vengativas, todas en manos de Jonathan Hickman. Sin embargo, junto al trío de colecciones, Infinito ha contado también con la obligada ración de tie-ins, así como un par de mini-series propias. Ninguna de ellas han sido claves para el transcurso de la trama principal, pero, como de costumbre, daban una mayor envergadura a los eventos allí contados. Una mirada a la destrucción de la Tierra y sobre cómo el desembarco de la Orden de Thanos habían afectado a los que se habían quedado atrás.
Heist. Más cercana a la hilarante Superior Foes of Spider-Man que a un tie-in de Infinity al uso, esta mini-serie reúne a algunos de los más enemigos (y un tanto desfasados) enemigos de Iron Man, que aprovechan el tener a los héroes entretenidos en sus asuntos pata atacar la Torre Stark, sede de Los Vengadores. Frank Tieri (siempre llamado para cubrir huecos como éste) nos sumerge en la psique de villanos largo tiempo en la segunda plana como Ventisca (en un cambio de status quo de lo más sorprendente), Torbellino, Spymaster, el Hombre de Titanio, Unicornio y la Firebrand femenina, con mucho humor, giros inesperados y una trama al más puro Ocean’s Eleven. Una perspectiva desde fuera del mega-evento, a través de cada uno de sus capítulos, a lo Marvels o Alias, salvando las distancias.
The Hunt. La Caza aprovecha la ausencia de los héroes de una manera muy distinta. Matt Kindt se adentra en el inmenso mundo de los jóvenes héroes de Marvel para organizar un nuevo Contest of Champions pacífico (lejos del Avengers Arena) en el que los diversos colegios de super-héroes se reúnen en una batalla campal, con Hank Pym, Meggan, Lobezno y Hulka como maestros de ceremonias. La creciente invasión, a la que da comienzo la destrucción de Atlantis, pone en jaque sus planes. La historia ocurre en los primeros días del ataque, sobre todo centrándose en la guerra entre el país de Namor y Wakanda (que no sabíamos que contaban con escuelas propias), desarrollado en Nuevos Vengadores. Las aventuras de las partidas de los niños continuarán tras la saga en Inhumanity, con la mini-serie The Awakening donde los chavales descubrirán algunos flamantes Inhumanos.
Mientras tanto en la Tierra…Batalla neoyorquina. Mientras que la plana mayoría de Los Vengadores se desplaza a las estrellas para acabar con los Constructores, la Tierra se queda casi sin defensas a merced de Thanos. Y uno de los focos principales del ataque del hijo loco de Titán es, por supuesto, Nueva York, a donde envía a algunos de los principales discípulos de la Orden Negra.
En el Harlem español, los héroes dejados atrás consiguen formar un ecléctico grupo para combatir a Medianoche Próxima. Luke Cage, Monica Rambeau y Spider-Man (cuya perspectiva tenemos en su Team-Up particular) reúnen a un equipo interracial para formar a los nuevos Poderosos Vengadores. Lo que comienza siendo una batalla campal, con el apoyo de emigrantes españoles que gritan aquello de «Fascistas! No pasarán!» (en español, el original), acaba siendo una guerra contra una especie de cthulhu invocado por un poseído Dr. Extraño. Incluso El Vigilante acaba tomando partido al reclutar para la guerra a Blue Marvel. También en las calles, buscando a una familia de la Mafia, los Thunderbolts comienzan a contemplar la invasión, cuando Supergiganta comienza a sentirse atraída por el poder de Samuel Sterns a.k.a. El Líder.
Proxima Midnight envía también a su hija Kaldera para ocuparse de Nova, a quien, pese a que no sea Richard Ryder, Thanos tiene un poco de inquina. Tras contemplar la idea de unirse a los antiguos compañeros del fallecido Nova, que acabó sus días en el cancerverso junto al aparentemente perecido Thanos, Sam Alexander compitiendo con esta joven tramposa y manipuladora, poco antes que las hordas comiencen a expandirse por el globo.
Perspectivas enfrentadas. Tanto en Avengers Assemble! como Captain Marvel, Kelly Sue DeConnick ha decidido utilizar el argumento espacial de Los Vengadores para narrar la perspectiva de dos de las miembros del grupo a las que viene utilizando en su cabecera. Si en la colección principal, Hickman peca de olvidarse de los personajes individuales, en pos de centrarse en la trama que lleva a los Vengadores hasta los confines del espacio, la escritora decide explorar la psique de Spider-Woman y Carol Danvers en unos números que aportan el alma a este cataclismo universal. Este cruce explora la amistad entre las dos veteranas de guerra, dibujando además un enfoque que pocas veces vemos en los épicos Vengadores de la serie madre. La Capitana Marvel recupera su carácter cósmico, mientras que Jessica Drew debe enfrentarse a su pasado, de la mano de la inesperada alianza con los Skrull. Complementos ideales a la grandeza de los tres frentes principales.
La semilla Inhumana. Cuando Rayo Negro y Maximus dejan libres las nieblas terrígenas, y se destapa el secreto mejor guardado de su estirpe, los inhumanos dormidos comienzan a aparecer por todo el mundo dentro de unos gigantescos capullos. Esta es la propuesta que explorará la próxima Inhumanity, pero desde que eso se descubriera en el ecuador de la saga, los tie-ins comenzaron a dejar la invasión atrás -con Thanos retirado a Attilan- para observar las primeras consecuencias de los nuevos poderosos.
En Guardianes de la Galaxia, seremos testigos de los esfuerzos para liberar la base orbital de SWORD llamada El Pico del grupo liderado por Starlord.
En su último número Infinito en Vengadores ¡Reuníos!, Sue DeConnick toma prestados a Los Imposibles Vengadores de Rick Remender para enfrentarlos a algunos de los humanos corrientes que se han dado de bruces con unos superpoderes que no habían pedido. En pleno combate neoyorquino con algunos de los Perros de Combate de Thanos, las Defensoras aprovechan una de estas inhumanas salidas del capullo para sumar un nuevo miembro a sus filas, la bailarina Ren. El decisivo evento no crea pocos problemas tampoco a SHIELD, quienes, desde las páginas de Secret Avengers, combate a las hordas y algunos nada amigables poderosos con otra nuevo miembro electrizante, llamada Sarah Garza.
Ante tal maremagnum, los derivados del evento son, en consecuencia, mucho más difíciles de seguir, y ni siquiera necesarios en la mayoría de los casos. Pero, el valiente que se atreva a hacer el dispendio consecuente, a continuación tendrá el orden cronológico que nos hemos atrevido a diseñar. Nos atenemos, sin embargo, a que muchas de las tramas no tienen verdadera relación entre ellas, por lo que el orden sigue, en ocasiones, una razón de publicación, acompañado por detalles puntuales mencionados aquí y allí. En todo caso, incluimos también la información de publicación de Panini (en los casos que exista) y el orden que siguen al mezclarse con las tres cabeceras principales.
- Nova #8 USA
- Thunderbolts #14 USA
- Nova #9 USA
- Avengers #18 USA
- Avengers Assemble #18 y Captain Marvel #15 USA – Vengadores ¡Reuníos! 15 (3,25€) – Noviembre’13
- Infinity: The Hunt #1 USA
- New Avengers #8 USA
- Thunderbolts #15 USA
- Mighty Avengers #1 USA – Poderosos Vengadores v2 1 (1,95€) – Diciembre’13
- Infinity: The Hunt #2 USA
- Mighty Avengers #2 USA – Poderosos Vengadores v2 2 (1,95€) – Enero’14
- New Avengers #9 USA
- Infinity: The Hunt #3-4 USA
- Mighty Avengers #3 USA – Poderosos Vengadores v2 3 (1,95€) – Febrero’14
- Avengers #19 USA
- Thunderbolts #16 USA
- New Avengers #10 USA
- Avengers Assemble #19 y Captain Marvel #16 USA – Vengadores ¡Reuníos! 16 (3,25€) – Diciembre’13
- Infinity: Heist #1 USA
- Thunderbolts #17 USA
- Avengers #20 USA
- Thunderbolts #18 USA
- Avengers #21 USA
- New Avengers #11 USA
- Infinity: Heist #2 USA
- Superior Spider-Man Team-Up #3-4 USA – Spiderman Superior 88 (6,95€) – Febrero’14
- Fearless Defenders #10 USA
- Avengers Assemble #20 y Captain Marvel #17 USA – Vengadores ¡Reuníos! 17 (3,25€) – Enero’14
- Infinity: Heist #3-4 USA
- Secret Avengers #10-11 USA – Vengadores Secretos 36 y 37 (1,95€) – Enero y Febrero’14
- Avengers #22 USA
- Guardians of the Galaxy #8 USA – Guardianes de la Galaxia 8 (1,95€) – Enero’14
- Avengers #23 USA
- Guardians of the Galaxy #9 USA – Guardianes de la Galaxia 9 (1,95€) – Febrero’14
- New Avengers #12 USA
- Wolverine & The X-men Annual #1 USA
Infinity #1
Infinity #2
Infinity #3
Infinity #4
Infinity #5
Infinity #6
Un futuro inhumano y global
Infinity ha terminado. Pero en el gran argumento río ad infinitum de Jonathan Hickman, y por lo tanto en la paleta actual de Marvel, nada acaba realmente. Todo forma parte de un basto ciclo argumental salido de la mente del gran arquitecto de Los Vengadores. Empujados por las semillas inhumanas, Inhumanity, capitaneada por la pluma de Matt Fraction, acaba de dar comienzo, sin estar, no obstante, exenta de problemas. Las series de Los Vengadores, por su parte, aterrizarán durante los próximos meses en All-New Marvel Now!, de la mano de una serie de conceptos que vienen siendo esgrimidos desde sus primeros ejemplares. La Tierra de los Vengadores, la colisión de Tierras paralelas y el origen de los constructores siguen siendo frentes abiertos en las páginas vengativas, a través de un grupo de series que se multiplican como la pólvora. El último número de Infinito, además, nos deja una colección de epílogos que dibujan un nuevo mapa de las estrellas, donde los grandes imperios estelares vuelven a descansar en sus tronos para prepararse para la próxima guerra. Seguro que tampoco tardamos demasiado en ver de nuevo a muchos de estos líderes de nuevo en acción, en el rincón menos esperado.
All-New Marvel Now! y más allá
A principios del 2014, la práctica totalidad de títulos Marvel se renumerarán como parte de All-New Marvel Now!, y, entre tanto, comenzarán números uno directamente nacidos en las páginas de Infinito, que seguirán desarrollando lo que Hickman viene queriendo contar desde casi tiempos inmemoriales.
Una de las que más obviamente beberán de estas tramas es Avengers World, flamante cabecera donde Hickman, junto a Nick Spencer y Stefano Caselli, lanzará a su gigantesco equipo a la conquista del mundo. Las historias que estamos acostumbrados a leer por fin alcanzan el resto de continentes, con IMA muy presente en las tramas de los primeros arcos (como viene siendo habitual en el pasado cercano de ambos escritores). En Avengers, por su parte, el equipo deberá hacer frente a un planeta que amenaza con llevarse la Tierra por delante. En New Avengers, pese a que los Illuminati no volverán a ser los mismos, especialmente el corrupto Dr. Extraño, el exiliado Pantera Negra (acompañado de Namor) y el desaparecido Rayo Negro. Juntos formarán una nueva orden que trate de combatir la inminente destrucción de todo, prevista por Cisne Negro.
Por supuesto, la otra serie de las encuadradas en el relanzamiento directamente afectada con Infinity se llama Inhuman, colección de Matt Fraction y Joe Madueira y que nos adentra directamente en Inhumanity, crossover global que hereda este mundo plagado de poderes. Inhuman, que se acaba de retrasar de enero a abril, será la visión a pie de calle de los recientemente descubiertos Inhumanos. Historias personales de varios de los flamantes inhumanos y la importancia de su estirpe en la escala global, al tiempo que la casa real liderada por Medusa se enfrenta a un nuevo status quo, que será tratada en diversos tie-in y one-shots.
Inhumanity
La Tierra ha dado por muertos a Maximus y Rayo Negro (a quien Hickman lleva escribiendo desde 4F), pero los hermanos simplemente han tramado un plan con el que se extiende una era global para los Inhumanos. Los capullos con semillas inhumanas han comenzado a multiplicarse por el globo, y ya han dejado verse por distintos tie-ins: Vengadores Reuníos, Fearless Defenders, Vengadores Secretos… pero la pandemia inhumana, reflejo de lo que se narrara en el futuro alternativo Tierra X, seguirá dejándose notar durante los próximos meses. Mientras que la ya mencionada Inhuman tratará de los problemas más mundanos, los one-shot Inhumanity e Inhumanity: Medusa, ambos guionizados por Fraction, tratarán con las consecuencias del evento para la familia real, centrando su mirada en la regente y Karnak. La mini Inhumanity: The Awakening, a su vez, seguirá las consecuencias de The Hunt, para los jóvenes caracteres que conviven en el Universo.
Inhumanity, no obstante, es uno de estos eventos bisagra que Marvel lanza entre crossovers veraniegos, para dibujar el panorama general del mundo. Sin centrarse únicamente en un suceso, y poniendo el foco en sendos lugares.
Una nueva estructura universal
Controlado por Las Fauces Negras (Ebony Maw), Thane ha desaparecido en el infinito, pero es indudable que volveremos a ver a esta mal avenida parejas . Thanos ha sido momificado por su hijo y desprendido de su amante Muerte, para ser colocado en las estanterías de la guarida de los Illuminati. Aunque, si pudo escapar del cancerverso, no dudamos que dará más dolores de cabeza a la Tierra. Antes, probablemente se mantenga en este estado durante una larga temporada.
Y, mientras tanto, los imperios vuelven a erigirse… En Chandilar, mundo-trono Shi’ar, Gladiador promete volver a agrandar la Guardia Imperial. En Hala, la Inteligencia Suprema creada por el propio Hickman durante su etapa en los Cuatro Fantásticos vuelve a abrir las puertas a Ronan al imperio Kree. Tras pensarse acabados para siempre, en Tarnax II los Skrulls resurgen, coronando al Super-Skrull Kl’rt, redescubierto como un bondadoso luchador y guerrero capaz de llevar a la victoria a una raza moribunda tras múltiples derrotas. Después de tratar de conquistar el Universo y resurgir desde las cenizas, Annihilus recupera su grandeza al librarse de la Zona Negativa y convertir el planeta Praxis 2 en la capital de su raza. Con las posiciones claras, no creemos que se mantengan en silencio durante demasiado tiempo. Mientras tanto, el universo moribundo sigue acercándose a su final… Infinity solo ha sido una piedra en el zapato. Juegos de niños. Todo Muere. Nosotros estaremos aquí para verlo.
Tiempo de opinión
Como en otros tradicionales eventos Marvel, acudimos al consejo de espertos para analizar desde un punto de vista subjetivo que les ha parecido la obra. En esta ocasión contamos con dos firmas invitadas que aportarán su granito de arena. Opiniones para todos los gustos. Pasen y vean.
Sergio Aguirre: Sin duda, el veredicto es que nos encontramos ante uno de los mejores eventos de Marvel en su historia reciente. El relato es enrevesado en el sentido de que hay que mantener atención para seguirlo e ir construyendo la historia en la cabeza a medida que se van sucediendo episodios, pero está francamente bien hilado y los hechos se apoyan los unos en los otros a medida que se van produciendo. El sobrio y solemne, a veces incluso frío, estilo usado por Hickman encaja bien con lo relatado, y el trabajo a los lápices de Jerome Opeña y Jim Cheung es formidable.
Mas reservas tengo con el de Leinil Yu, (de narrativa demasiado confusa en un evento que necesita claridad por las dimensiones y lo hilvanado de la trama), y el de Dustin Weaver, que no parece a la altura de su magnífica anterior colaboración con Hickman en SHIELD. Además, por seguir con las pegas, como ya hemos comentado a Hickman se le escapa el control de las capacidades de sus personajes: no solo coloca a varios en contiendas que, dado el nivel de las apuestas nos resulta verosímil que sean competentes, sino que al principio nos muestra amenazas que se suponen abrumadoramente imparables y que luego son vencidas de forma rápida para hacer avanzar la historia sin mayor explicación.
La parte que sucede en la Tierra, con sus abundantes giros y mayor definición de los personajes, resulta de bastante mas interés que el conflicto galáctico, el cual a pesar de un buen manejo de la épica, resulta algo desigual, a veces caracterizando, a veces no, a veces mostrándonos las trágicas consecuencias de la contienda en la gente de a pie, a veces yendo con presteza a resaltarnos a grandes rasgos como avanza la guerra.
Con todo, como he comenzado diciendo, Infinity resulta muy disfrutable a pesar de estos visibles peros. Muchos de estos mismos se han dado en historias clásicas que sin embargo atesoramos en la memoria como magníficas dentro del género. Y si sus valores artísticos netos salen bien parados en un balance global, además por trascendencia en el futuro del ficticio cosmos Marvel (especialmente si a Hickman le dejan hacer), y por comparativa con otras sagas de este tipo (si, te miro a ti, Era de Ultron) la verdad es que el resultado es francamente positivo.
Pedro Monje: La parcela galáctica de Marvel siempre ha contado con grandes sagas a lo largo de los cincuenta años de historia de La Casa de las Ideas, generalmente de la mano de Jack Kirby, Jim Starlin y más reciente Dan Abnett y Andy Lanning (además del injustamente no-olvidado-pero-si-obviado Keith Giffen). Con esta saga Jonathan Hickman escribe su nombre con letras de oro en esa breve pero ilustre lista de predicadores cósmicos.
Hickman ha concluido su primer gran evento Marvel por todo lo alto. Cocinado a fuego lento desde las páginas de Avengers y New Avengers (y en menor medida en Thanos Rising), las aventuras vengativas a tres bandas han ocupado nuestra atención durante los últimos cuatro meses. La épica condensada y las grandes ideas a las que nos tiene acostumbrado el guionista no le ha impedido seguir ofreciéndonos repartidos momentos de lucimiento personal para todos y cada uno de los integrantes de la gran familia vengativa que maneja como un equilibrista consumado. Desde ese gran momento de Thor sacando a pasear el martillo en un viaje de ida y vuelta al sol como punto catárquico de la saga (que desde ya pasa a la historia de los grandes momentos de Marvel gracias en parte a la maestría que emana Jerome Opeña) hasta una gestión precisa de los villanos en la eterna frontera del bien y del mal como el bueno de Maximus, además de la nueva guarda pretoriana que gana en carisma con el paso de los números.
Y Thanos. Ay, Thanos. El Titan Loco siempre ve los planes frustrados a última hora, como mandan los cánones del cómic de superhéroes, pero su aventura (y la de su spin-off) en manos de Hickman está lejos de acabar como bien indican esas páginas finales (con un cierto componente de nostalgia). Sin embargo, eso ahora es lo de menos. Y es que tradicionalmente los eventos Marvel se analizaban y valoraban en gran medida por el entorno que dejaba a su conclusión y su prometedor nuevo escenario (sobre todo Bendis, experto en tapar sus defectos con espejismos futuros), pero aquí Hickman proporciona en una veintena de cómics la diversión, entretenimiento y contenido suficiente para un disfrute contenido que se vale por sí solo (sin necesidad de seguir ningún tie-in externo). Y con más enfrentamientos que muchos eventos Marvel pretéritos.
La saga tiene algún punto malo, no digo que no. Exceptuando el hecho de que ver a Leinil Yu dibujando skrulls trae malísimos recuerdos a la memoria, la inclusión de momentos importantes en Vengadores y reflejados tan solo de forma breve (pero épica a cargo de Opeña) en Infinity es el mayor “pero” que se le puede poner a la saga. Sea como fuere, el disfrute es notable y el listón está muy alto.
Daniel Gavilán: Fruto de la colisión de las tramas que ha estado desarrollando Vengadores y Nuevos Vengadores a lo largo del último año, Jonathan Hickman cierra el primer acto de su etapa de los héroes más poderosos de la Tierra y lo hace por todo lo alto. A medio camino entre la épica de Star Wars y la cerebralidad naval de Battlestar Galactica, Infinito se construye con el material del que están hechos los clásicos. Clásicos que van más allá de unas claras referncias a Siempre Vengadores u Operación Tormenta Galáctica, y se curte entre mapas topográficos amarillentos, sextantes y cartas desde el frente.
Infinito es Waterloo, Lepanto, Accio, Cannas, Salamina… Si Vengadores Vs Patrulla-X nos brindaba una colisión ideológica entre varios frentes, la Era de Ultron obligaba a buscar una victoria pírrica ante una fuerza imparable y La Batalla del Átomo la cara más egoista e inconsciente de los mutantes, Infinito es un un gran juego de estrategia bélico, en el que los Vengadores se convierten en un ejército frente a una invasión de más allá de las estrellas, y el cosmos Marvel en el escenario. Concebidos como una suerte de híbrido entre los Guardianes del Universo DC y los Arquitectos de Prometheus, los Constructores sirven de excusan para que Hickman fuerce a los grandes imperios cósmicos en la madre de todas las batallas espaciales.
La idea de que -en medio de este jaleo- Thanos y sus huestes jueguen el papel de invasores normandos de más allá del cinturón de asteroides resulta especialmente lúcida, incrementando la intensidad de una historia que se mueven entre dos frentes (buena muestras de que, en ocasiones, la contribución de un editor puede ser más beneficiosa que negativa).
El resultado es una saga hinchada de épica frente al fin del mundo en la que no dejan de alternarse momentos tan espectaculares como la invasión de los Constructores contra Galador, los diferentes frentes entre los que se debaten los Illuminati en la defensa de la Tierra, la contraofensiva en Hala o los Vengadores liderando la flota forjada en la unión de los imperios galácticos en dirección a su planeta. Batallas a lo largo de la geografía del universo Marvel, conspiraciones, secretos, traiciones… La visión de conjunto de Hickman y su facilidad para apelar a ideales más grandes que la vida misma benefician a una saga a la mejor tradicción de Aniquilación o Guerra de Reyes, con los principales jugadores del entramado cósmico luchando codo a codo junto a los Vengadores.
No es del todo redonda, pudiendo achacarse aspectos como un Yu ininteligible en las batallas de naves o que los que busquen un enfoque más cercano -en el que los personajes destaquen más que la historia- se encontrarán con un collage de viñetas en el que tan pronto vemos a Ojo de Halcón liderando a los centaurianos, como a Bala de Cañón y Pegadora entre naves enemigas.
Si lo que añoras es la épica en estado puro, Infinito es el sueño húmedo de todo fan de las grandes sagas cósmicas. Una gigantesca epopeya para deleite de los jugadores del Risk o Age of Empires, en la que vemos a los Vengadores ejerciendo su rol de protectores de la Tierra… y todo lo que hay más allá.
Joel Mercè (revista Dolmen, La Montaña de Tebeos): Debo confesar que no soy un gran fan de Jonathan Hickman. Me parece que sus historias, aunque tienen un agradable punto de imaginación, son demasiado alambicadas y confusas. Además, se leen mal mes a mes, en grapa, y parece que solo las entiendes y disfrutas si las lees del tirón. E insiste demasiado en alargar las historias para contar todo lo que tiene en la cabeza. Sin embargo, debo romper una lanza a favor de su trabajo en ‘Infinity’: hacía tiempo que Marvel no tenía un evento tan compacto y bien construido. Cierra de manera eficaz los argumentos que el propio Hickman ha desarrollado en ‘Avengers’ y, además, cuenta una segunda historia en torno a Thanos y a su misión en la Tierra sin complicar demasiado el otro hilo.
Y tiene también el acierto del ritmo de la narración: la historia empieza fuerte, se estanca a medida que se acerca al ecuador y, a partir de un determinado punto, avanza imparable y sin piedad. Pero precisamente si algo me chirría es ese punto de inflexión: los héroes, de estar arrinconados y con pocas esperanzas de triunfo, pasan a arrollar a su oponente y alzarse triunfantes. Todos sabemos que eso iba a pasar, es lo que siempre sucede en los tebeos de superhéroes, y un acto de heroísmo es lo que suele decantar la balanza en estas historias. Aún así, me da la sensación de que el vuelco es demasiado repentino. Pero es tan solo un matiz que no puede empañar una buena historia.
También se agradece el esfuerzo de contención: leyendo la serie principal del evento y las dos de Vengadores se entiende todo sin necesidad de leer nada más. Evidentemente, Marvel no ha escapado a la tentación de poner en portada de unos cuantos títulos más el epígrafe ‘Infinity’, pero los cruces son más prescindibles que nunca.
Una historia más que correcta, para ser un evento y para estar escrita por Hickman.
Zona Zhero: No nos engañemos. Después de tres años años de sagas insulsas (Miedo Encarnado), hechas deprisa y corriendo (Vengadores contra X-Men) o estiradas hasta la saciedad (Age of Ultron), los ánimos no estaban en auge, pese a que se nos anunciaba que Infinity estaría llevada a cabo por el gran Jonathan Hickman y su cohorte de dibujantes (Opeña, Deodato, Yu, Kubert y Cheung como estrella invitada.) de las series vengativas. Pero la vida enseña muchas cosas, y esta vez nos ha enseñado en confiar en Hickman. Porque viene haciéndolo bien desde hace mucho tiempo. Incluso esas cortinillas de las que a veces abusa (y que también usa en demasía en East of West) se llegan a convertir en un sello de identidad que consigue gustar al lector, como forma para cambiar de escenario.
Esto no es lo único que ha sorprendido a estos viejos lectores, no amigos, lo más interesante ha sido leer tie-ins que ayudan a enriquecer la historia y no a hacer un mero trámite, cómo tantísimas veces ha sucedido. Pero pongámonos en situación: La mejor macrosaga Marvel de los últimos años nos cuenta la historia de los constructores, que quieren destruir la vida en la Tierra (ironías de la vida) y los Avengers van al espacio a combatirlos. Aprovechándose de esto, Thanos traerá su ejército hasta la Tierra para buscar un supuesto tributo, el cual pide a los Inhumanos de Attilan en principio. La Tierra será defendida de las fuerzas de Thanos por los miembros de los llluminati. Éstos también buscan lo que Thanos, pero la carrera la gana el Titán. El final es algo predecible, pero se deja disfrutar igualmente, pues es de esos caminos de los cuales se saborea más el recorrido que el final; los Vengadores vuelven a casa, Thanos es derrotado y se deja entreabierta la puerta hacia Inhumanity.
Por cierto, el epílogo de la saga, ubicado en el New Avengers #12, insinúa que algo gordo se avecina. ¿Un apocalipsis marvelita en manos de Jonathan Hickman? ¿Crisis en Tierras 616 Infinitas? ¿Dan DiDio? Ay, Uatu, quién nos ha visto y quién nos ve…
En resumen, Hickman lo ha conseguido. Nos ha devuelto el interés por este tipo de sagas. Esperemos que la cosa no decaiga en los próximos años.
Encuesta de opinión
Como en la cobertura de todo gran evento Marvel que hacemos desde Zona Negativa, no queremos olvidarnos de incluir una encuesta con la que pulsar la recepción general y las primeras impresiones de los lectores. Así pues, ¿Qué os ha parecido Infinity, de Jonathan Hickman?
¿Qué os ha parecido Infinity, de Jonathan Hickman?
- Notable, un acontecimiento del que Jim Starlin estaría orgulloso (36%, 128 Votes)
- ¡Sobresaliente! El mejor evento Marvel en mucho tiempo (31%, 110 Votes)
- Bien, me ha gustado pero podía estar mejor (17%, 60 Votes)
- Regular, muchos aspectos por pulir (7%, 24 Votes)
- Desastre. ¡Quién tuviera a mano el guantelete del Infinito para cambiar algunas cosas... (6%, 20 Votes)
- Mal, no me ha gustado nada. Qué vuelva Bendis cuanto antes. (4%, 15 Votes)
Total Voters: 357
Aunque no dudo que será un artículo magnífico, solo he leído un poco por encima las opiniones(ya que lo leo a ritmo Panini), y me complace ver que la cosa va a ir por los derroteros que me gustaría que vaya. De momento solo puedo decir que me encanta el modo en el que están artículados los primeros números(espero que esa estructura episódica se mantenga), y que si bien esperaba algo más del primer número de la mini central(dado que ya ha habido tiempo más que suficiente para poner las piezas sobre el tablero. Aún así un gran comienzo con unos cuantos momentazos), los tie-ins de sus series vengativas han sido la hostia(incluido Yu, pequeña debilidad mía cuando no se le va la pinza). Espero cosas muy grandes de Nuevos Vengadores en particular.
Por cierto, me he dado cuenta de que curiosamnente no he leído nunca una serie de Hickman del tirón. A diferencia de la tónica general, es al guionista que más disfruto grapa a grapa.
Ya me pasaré en febrero para comentar más en detalle 😉
Yo me he leído el evento obviando todos los tie-in de la amenaza a la tierra salvo Guardianes de la Galaxia (más que nada porque no sigo ninguna serie de las que intervenían y no me atraía lo más mínimo el planteamiento) y tengo que decir que el evento, sin ser ninguna maravilla, supera con creces el nivel medio de Marvel de los últimos años. La historia es muy sencilla y la hemos visto trescientos mil millones de veces pero la forma que tiene Hickman de narrarlo, el cariño con el que trata a los personajes (sobretodo a los más secundarios o a creaciones propias) y el aumento de la velocidad (todo comienza muy lento hasta que el climax final todo parece a velocidad de la luz) hace que esa historia tan manida de invasión del universo tenga nuestro interés.
Decir también, como bien dice el artículo que Avengers y New Avengers son OBLIGATORIAS para seguir el evento. Yo incluso iría más alla y diría que los números anteriores de New Avengers (desde el inicio de Hickman) son también obligatorios porque aunque pasa de tangente por el evento de Infinito tienen un interés supremo y todo parece indicar por el final que tendrán mas trascendencia en el futuro.
«en vísperas del siguiente gran evento marvelita, que correrá por cuenta de Jason Aaron y Mike Deodato»
¿¿Ya hay otro evento preparado??
Leí el principio de la serie, me pareció tontilla y ahí lo dejé. Claro, que tampoco me gustaron tanto los primeros números vengativos del palizas del «Arquitecto», así que puede ser cosa mía. Igual en tomo tiene otra pinta.
hace mucho no disfrutaba tanto de un evento a nivel de las 2 editoriales «grandes». Leer 6 comics con pocos tie ins reales, es mejor. Hickman tiene mi visto bueno desde shield, no tenía mucha confianza, pero me ha dado una gran sorpresa con lo hecho. Todavía recuerdo el primer número de infinity, que era largo, pero en ningún momento me pareció tedioso. Ojala siga asi el rumbo de la editorial
Comparando con La era de Ultrón o La batalla del átomo es una mejora, lo cual no es muy difícil.
La historia es más simple que el mecanismo de un chupete pero presentado con mucho bombo y mucha grandilocuencia. Los personajes son perfectamente intercambables, además la serie central cuenta trozos de una historia que se tiene completar con los dos series vengativas porque si no no te enteras de nada. La historia galáctica se resuelve de manera bastante abrupta.
Ahora parece que una serie de 6 números no la puede dibujar un solo dibujante…, ¡¡pero si George Pérez se dibujó 12 de Crisis, y bastante más currado que este!!
Vamos que no me ha gustado mucho. Yo he votado regular, pero porque al menos es mejor que la media.
Yo por ahora la leo a ritmo de Panini así que no puedo opinar mucho pero me da la sensación de ser la típica historia de Hickman. Leyendo su Shield, Guerreros Secretos o Cuatro Fantásticos hay veces que me preguntaba «¿Como demonios ha llegado la historia hasta aquí?» Y es que le encanta hacer historias con montones de personajes y tramas que se entremezclan. Dejando a los personajes como algo secundario, de hecho a veces parece que sus historias solo tienen personajes secundarios. Lo que da lugar a comportamientos en los personajes que resultan extraños y situaciones forzadas. A eso sumale que suele cerrar muchas tramas de forma anticlimatica, eso si no las deja directamente abiertas.
Parece que ha gustado el evento, a ver si me pongo al día rápido con los vengatas de Hickman y lo puedo catar.
A mi me gusto, o sea fue lo que esperaba de Hickman, PERO… el final, es un tanto abrupto y también un poco Previsible.
Pero genial historia, y ese Thanos tambien me gustó, estuvo a la altura, como tambien el papel de Rayo negro y el Capi!
Yo leí que el próximo evento era Aaron Y Remender con John Romita Jr, el cual incluía a Magneto, los celestiales y apocalipsis, sólo digo que todos menos Romita jaaja
«Aaron y Remender»»Celestiales y Apocalipsis»
SHUT UP AND TAKE MY MONEY
Me quito el sombrero ante tal magno artículo pero que conste que aun no lo he leido entero ya que sigo el evento segun lo saca panini y prefiero evitar los spoilers pero me da que al final tendré que leerlo entero ;). De momento lo que llevo leido junto con los de los vengadores y nuevos vengadores me está molando bastante asique a ver como acaba todo esto.
Coincido punto por punto con el articulo excepto en una cosa; no es el mejor crossover de Marvel últimamente, es el mejor crssover de superhéroes en general en muchísimo tiempo. Después de la decepción que ha resultado la batalla del átomo, la tontada de la edad de ultron y lo mala que fue Trinity war, este me ha quitado el mal sabor de boca con creces.
Cierto que hay que leer todas las series vengadoras de Hickman para entenderlo todo, pero el tio lo hace tan bien y son tan entretenidas que eso mas que un problema es un punto a favor.
También es verdad que hay poco uso de personajes individuales, y muchas veces están ocupando viñeta, pero eso se compensa y de que manera, por la épica que destila cada pagina, la sensación de que estas viendo algo grande, no la típica amenaza irrelevante de cada mes. Cuando el capitán América dice «ahora, ganamos» sentí lo mismo que cuando el Gallactica dicen «Adama ha vuelto».
En el lado negativo, eL Yu, que me sigue haciendo daño a los ojos y aquí mas, y también un final un poco anticlimático, pero ese momento Thor-martillo lo compensa todo.
En resumen, estuve apunto de dejar la serie de vengadores porque Hickman me estaba aburriendo y no entendía nada, y no puedo alegrarme mas de haber aguantado hasta el final, un crossover mas que recomendable.
Antes de que se me olvide: enhorabuena por el artículo.
Y sobre el tema en sí; parece que las opiniones son positivas pero, aún así, mucho me va a tener que gustar este evento para que no me baje del barco. Porque a mí los vengatas de Hickman me aburren de mala manera. Que, oye, a lo mejor el problema soy yo, no lo sé; y que, seguro, que leídos de un tirón mejoran un güevo y parte del otro comparados con ir mes a mes, pero, mira… que no tengo tanta paciencia ahora mismo.
Por ejemplo; tanto en el artículo como en alguno de los comentarios se hace referencia a que en Infinity se deja de lado el desarrollo de personajes a favor de la trama y que eso hace que se pierda caracterización pero se gana en épica en estado puro. Yo creo que eso es aplicable no sólo al evento sino a las colecciones (al menos hasta dónde llevo leído) regulares. Y, hombre, a lo mejor es que mi definición de épica no es la misma que la vuestra (o que sea errónea) pero, para mí, para que exista épica tiene que importarme lo que les pase a los personajes. Si se limitan a soltarme cuatro gotas de caracterización, lo demás no me parecerá tan impactante. Será una ensalada de hostias grandiosa, vibrante, emocionante, electrizante… sí, lo que queráis. Pero épica… Sin drama o tragedia no hay épica sino grandilocuencia. (Y no diría que no esté exagerando pero, como ya digo, me aburro con esta etapa y me he llevado un chasco)
Respecto a esto que se comenta al final del artículo: «Por cierto, el epílogo de la saga, ubicado en el New Avengers #12, insinúa que algo gordo se avecina. ¿Un apocalipsis marvelita en manos de Jonathan Hickman? ¿Crisis en Tierras 616 Infinitas? ¿Dan DiDio? Ay, Uatu, quién nos ha visto y quién nos ve…»
Llevo temiendo algo así desde el final de la Era de Ultrón. Y como en Marvel les dé por hacer algo similar a los New 52 de DC mando a Marvel a tomar viento.
Y, para acabar;
a mí eso de que los principales imperios galácticos caigan rendidos de admiración a los pies de Los Vengadores y les proclamen libertadores del universo, lo de «mundo de Vengadores y tal… no hace sino alimentar aún más una sospecha paranoide que tengo desde el principio de esta etapa con lo de «tenemos que crecer», el aumento exagerado de miembros y la escalada en cuanto al poder de los nuevos miembros. Y la sospecha es la siguiente: Hickman va a ser quién convierta a Los Vengadores en esa fuerza autoritaria y totalitaria que Busiek nos presentó en Siempre Vengadores.
Sí, sí, reíros…
«ay,UATU ,quien nos ha visto y quien nos ve».
No me gustan estos constructores. Para mi «la» raza espacial de marvel son los Celestiales. Me imagino que no los habrán usado por ser demasiado «cripticos» y silenciosos. Supuestamente invencibles e indestructibles, ultimamente cualquier hijo de vecino puede matar uno… y eso de encontrar el cadáver del TV en la luna, es una soberana estupidez digna de las más absurdas y rebooteables tramas de DC.
Yo me adelanto a los hechos y digo que estoy de acuerdo con todo lo que Reve dirá de Infinity cuando postee (que ya lo vi comentando por alguna web gringa).
Ya que no intento convencer a nadie, simplemente diré que con este evento he disfrutado como nunca un comic superheróico. Si ya me encantaba Hickman en los FF, aquí mi amor por sus guiones is over 9000!!! Es que su trabajo planificado dede el minuto cero, meticuloso en cada detalle, calculado al milímetro, moviendo cada pieza del tablero donde necesita estar… me cautiva esa épica que destila su narración.
Me llamó la atención que en casi todas las reviews gringas que me encontré les «molestaba» que las dos tramas (batalla intergaláctica contra los Builders e invasión a la Tierra por Thanos) no se conectaran de alguna extraña manera (más orgánica según ellos) al final del evento… Pero es que ¿qué más lógico que un tirano aproveche de invadir cuando los héroes no están en casa? No necesitas mas conexión argumental que esa.
En fin, que le pongo un 11/10.
mucho me va a tener que gustar este evento para que no me baje del barco. Porque a mí los vengatas de Hickman me aburren de mala manera. Que, oye, a lo mejor el problema soy yo, no lo sé
No podría estar más de acuerdo. De hecho, yo me he bajado justo antes del inicio del crossover. Como dice Retran me parecen tanto Vengadores como Nuevos Vengadores dos series grandilocuentes pero taaaan vacias…
No estoy siguiendo las colecciones vengadoras de Hickman pero por otras cosas que le he leído, por lo que he hojeado, y por vuestros comentarios, intuyo que todo se ha ido de escala, o de madre, y es muy dificil que el lector se sienta implicado. Cuando todo es enorme, nada es enorme porque nada destaca.
«Hickman va a ser quién convierta a Los Vengadores en esa fuerza autoritaria y totalitaria que Busiek nos presentó en Siempre Vengadores.»
Joder, si eso es así seria genial, un ejercicio de continuidad en el Universo Marvel como pocas veces se ha visto.
Igualito que en la competencia, vamos.
Lo de los niveles de poder lo dije desde el momento en el que Shang Chi derrotó de un golpe a un Aleph que sin embargo no se había despeinado para vencer a Thor, Hulk e Iron Man.
Pero una cosa es cierta suspensión de la credibilidad sobre lo que puede y no puede cada personaje, y otra muy distinta cargarse la lógica y coherencia interna de tu propio relato. Que presentes una super amenaza que ha derrotado a tres de los más poderosos, y luego Shang Chi lo venza de un golpe es algo de esas cosas.
Y vale, Ojo de Halcón derrota al Coleccionista en la Saga de Korvac, pero lo hace empleando el coco, no de una hostia. Eso me lo llego a creer, aunque tenga que suspender la credibilidad sobre otras cosas (por ejemplo que OH corra más que los cachivaches tecnológicos que le envía el Coleccionista). No sé si me explico.
Tampoco creo que el relato se encamine a Siempre Vengadores, entre otras cosas porque aquella se situaba en un futuro distante. Y porque el tono que está dando Hickman es épico y heroico, que es de lo que más me está gustando de su irregular etapa.
Es «suspensión de la incredulidad». Como su propio nombre indica es cuando el lector/espectador pone en suspenso su capacidad de no creerse algo que es ilógico o absurdo.
Por ejemplo: En la jungla de Cristal 2 es absurdo que a John Mclane le vuelva a pasar lo mismo en dos navidades seguidas, así que el guionista hace un chiste en plan «no me puedo creer que me esté pasando esto otra vez», asumiendo lo imposible de la situación para forzar la suspención de la incredulidad del espectador y éste acepte de buen gradon lo que está viendo.
O al menos así me lo explicaron amí. El que quiera una explicación más detallada que la googlee.
¿Es suspensión de la incredulidad no? o sea, suspendes el mecanismo que te hace no creerte según que cosas. Si suspendes la credulidad solo te queda incredulidad y entonces no te crees nada de nada.
P.D: Desde hace unos días la pagina me sale sin formato en el móvil y es un coñazo ¿le pasa a mas gente o es cosa de mi móvil?
Bueno, pues decidlo como queráis pero no mola que Shang Chi sea más fuerte que Hulk 😆 Pejigueros sois, leñe 😆
Se supone que Shang Chi golpea en el punto débil exacto del Aleph. Para eso es el mejor artista marcial del universo Marvel. Además, en otro número te explican que Tony Stark le inventó unas manoplas para dar superhostias.
¡Anda ya!
No puedo menos que coincidir con Retran y Phantomas, estos Vengadores me parecen un rollo: todo grandeza de cartón piedra. Y creo que Ocioso también acierta en su sensación.
Pues sí, lo que también decía Jorge mas arriba, tanta grandilocuencia hace que nos distanciemos de lo que se nos cuenta, y eso, en un género que solo se entiende si va dirigido al estómago del lector, es pecado mortal.
Khonshu ha comentado: Se supone que Shang Chi golpea en el punto débil exacto del Aleph
Pero eso ya se lo tiene pedido Karnak.
Cada superheroe tiene que tener superpoderes específicos porque si hay varios intercambiables se pierde la gracia. Son personajes únicos, no soldados.
Está establecido que Shang-Chi es el que mejor domina el conjunto de todas las artes marciales. El resto quedan por debajo, pero para igualar las cosas cada uno tiene su pijadita extra: Karnak es capaz de «ver» los puntos débiles, a Iron Fist se le enciende un puño para dar hostias como panes, los Hijos del tigre eran tres…y otros personajes que se supone que dominan estas técnicas en realidad están muy por debajo pero complementan con dotes estratégicas, como les pasa al Capi o Batman.
Lo que está claro es que a los que no nos ha gustado perdemos por goleada en la votación.
A ver, si nos vamos a quejar al menos que sea con datos correctos, que el Aleph de Marte sólo se cargó al Capi, contra Thor Abyss le envió a Hulk, y a Iron Man me falla la memoria pero me parece que fue el Ex Nihilo.
Reconozco que no tengo ni idea de quien es Aleph ni por qué su mamá le puso un nombre tan raro.
Pues mira que los progenitores de Ex Nihilo… con ese nombre como no acabe siendo el bajo de un grupo de death metal escandinavo no sé….
Acabo de fijarme en la foto de Deodato que aparece hacia la mitad de artículo. Hasta ahora no sabía que pinta tenía. Que señor mas raro ¿no? Con una calva tan redonda y tan brillante, esas cejas gordotas perfectamente perfiladas, y esa sonrisa tan abierta…no sé. Metrosexual, gayer, o venía de una sesión maratoniana en Corporación dermoestética.
Yo alucino con Cheung y Yu. Con la de años que llevan en la profesión y tienen pinta de chavales. Claro que son orientales y es más difícil hacerse una idea. Se tiran toda la vida con el mismo aspecto, como si el tiempo no pasara por ellos hasta que un buen día son vejetes y se les vienen todos los años encima de golpe.
¡Retran ha planteado un tema que me come la cabeza desde hace muchos años!
A ver, tenemos la chinita que va enseñando las bragas vestida de colegiala, y tenemos la viejuna ajada y jorobada que te mete prisa para que acabes de comer en el restaurante.
¿Donde están las de enmedio?
Tengo la teoría de que se mantienen con apariencia de preadolescentes hasta una edad relativamente avanzada, y un buen día ¡Pop! se levantan de la cama con el aspecto de Linda Hunt.
«¡Anda ya!»
Es que ahí Hickman no aplicó bien el truquito de la «suspensión de incredulidad». Tenía que haber añadido una viñeta donde saliera Thor diciendo:
– A fe mía, amigo Shang Chi, que no esperaba que tus puños vrencieran al enemigo que ni Mjolnir logró derribar
Y el chino le responde una chorrada en plan zen:
– Incluso la más grande de las montañas puede caer con solo desplazar una piedra
Tatatachan… y entonces todos nos tragamos la chorrada, nos flipamos con lo guay que es Shang Chi y no estamos teniendo esta discusión tan friki.
«Está establecido que Shang-Chi es el que mejor domina el conjunto de todas las artes marciales. El resto quedan por debajo»
No, si a mí ver a Shang Chi de vengador me mata el alma, pero digo yo que es la forma de justificar la chorrada. A veces las artes marciales son un cajón desastre que hace que uno sea invencible o un panoli. Aún recuerdo cómo a Lobezno el Shang Chi le duró media página en los x-men de Lodbell/Pacheco. Y sin garras, le hizo una mierda de barrido y pal suelo.
«Acabo de fijarme en la foto de Deodato que aparece hacia la mitad de artículo. Hasta ahora no sabía que pinta tenía. Que señor mas raro ¿no?»
Y no te resulta más inquietante que todos tengan foto y datos biográficos excepto Jerome opeña? Podían habernos puesto otra foto de Leinil Francis Yu diciendo que era él y no nos habríamos dado ni cuenta (creo que eso ha sido un 6,5 en el racistómetro).
«A ver, tenemos la chinita que va enseñando las bragas vestida de colegiala, y tenemos la viejuna ajada y jorobada que te mete prisa para que acabes de comer en el restaurante.
¿Donde están las de enmedio?»
Pues es exactamente lo que decís. Se conservan bien.
Kelly Hu tiene 45 años y la ves en Arrow y aparenta 10 años menos. Y la china de Shield tiene 50 tacos y aparenta unos 40. Los chinos siempre lucen 10 años más jóvenes y son capaces de desmontar robots a cachetones, son las ventajas de alimentarse con soja desde chiquititos.
Thanos es un ligón que fertiliza a toda fémina que se le ponga a tiro; de repente, tiene unos lugartenientes; las gemas del infinito destruidas; representaciones del universo muertos y ya está; crisis en tierras marvelitas… Ains.
Esto es rizar mucho…
A mí los Hickmanvengers no me están gustando del todo, pero por lo que llevo leído me da la impresión de que me van a acabar gustando muchísimo.
El arranque fue toda una declaración de intenciones y desde entonces solo se ha dedicado a colocar las fichas del juego. la partida no ha empezado todavía, pero pinta que va a ser larga.
El problema, que no se si por falta de tiempo o dejadez le ha quedado todo un poco difuso. Tener que recurrir al matado de Spencer como apoyo me pareció síntoma de que el guionista no estaba del todo centrado en el proyecto.
Ahora, con Infinito parece que la cosa arranca de veras y yo al menos espero una gran etapa de Vengadores.
Tanto Guerreros Secretos como FF me parecen grandísimas series, espero que aquí no defraude.
Y si con avengers tengo alguna duda, con New Avengers ya te digo que ni una. Con los Illuminati se está marcando unos números impresionantes.
«Es que ahí Hickman no aplicó bien el truquito de la “suspensión de incredulidad”. Tenía que haber añadido una viñeta donde saliera Thor diciendo:
– A fe mía, amigo Shang Chi, que no esperaba que tus puños vrencieran al enemigo que ni Mjolnir logró derribar
Y el chino le responde una chorrada en plan zen:
– Incluso la más grande de las montañas puede caer con solo desplazar una piedra
Tatatachan… y entonces todos nos tragamos la chorrada, nos flipamos con lo guay que es Shang Chi y no estamos teniendo esta discusión tan friki.»
¿Ves? Así te lo compro. Respecto a lo de que Aleph no venció solo a los tres super poderosos, evidentemente estaba simplificando. A lo que me refiero es que llega un equipo vengador con tres de los grandes poderes del universo, dos mentes estratégicas de alto nivel y… Bueno, y con Ojo de Halcón y la Viuda Negra, que quieras que no algo aportan. Todos ellos veteranos en mil batallas más grandes que la vida. Y llegan los tres coleguis y los vencen sin despeinarse.
Luego llega el equipo suplente, en el que sólo Hyperion o la Capitana Universo son amenazas poderosas y derrotan a los mismos tres con una facilidad que te quedas un poco perplejo. Para mi gusto, esto es ser poco coherente en el relato.
Y es que a mi me parece que el gran fallo de Hickman es que no sabe narrar escenas de acción. Lo noté desde Guerreros Secretos.
«Tener que recurrir al matado de Spencer como apoyo me pareció síntoma de que el guionista no estaba del todo centrado en el proyecto.»
A mi es que Hickman me da la sensación de que a veces se le ocurre algo muy brillante (o que él cree que es muy brillante) y se pone con ello. Pero al rato se le ocurre otra, se ilusiona más y se pone con ella, medio abandonando la anterior. Y así sucesivamente. Tengo la impresión que es lo que le sucedió con lo de SHIELD.
A mi gusto, un evento bastante vacío. Todo épica y todo más grande que la vida, pero los personajes están desdibujados, están por estar. Y esto ya lo note en sus Avengers/New, están bien (avengers menos, leí los tres primeros números americanos seguidos y si bien mejora todo, me siguen pareciendo fríos y vacíos, con personajes desdibujados).
I’m back, bitches. Termine de leerlo ayer y, como esperaba, me ha parecido el mejor evento desde que empezaron con Desunidos. Explicaría en detalle por qué, pero me temo que he quedado retratado en esta frase de Daniel: » Una gigantesca epopeya para deleite de los jugadores del Risk» 😉 .
Personalmente, la he leído como una serie de 16 números sin discernir entre Infinito, Vengadores y Nuevos Vengadores, y dudo bastante que no hacerlo así resulte del todo satisfactorio. Ambas partes me han parecido bastante compensadas y consecuentes. La pega del baremo de poder no me parece importante en esta saga en concreto, más me chirría lo del Capi dándoles lecciones de estrategia a Gladiador o Ronan, pero en fin, es el Capi, un deus ex machina andante(en lo que reside buena parte de su encanto), así que compro, y que duda cabe que el resultado, tanto los «mundos de Vengadores» como en general el statu quo de los imperios galácticos(desde Spartoi a Annihilus y su ola, pasando por el nuevo rol del SuperSkrull, del cuál me alegro porque el tipo me molo mil en su mini de Aniquilación, de la que aquí hereda el enfoque) y su nueva relación con la Tierra no posrían resultarme más interesantes.
Sobre la parte terrestre…es bastante evidente que Thanos está puesto ahí porque sí, no aporta a, o es consecuencia de la trama que Hickman venía desarrollándose. Lo cuál no hace sino acentuar el buen uso que hace de él y su Orden Negra para abrir nuevos frentes, tal como el Inhumano, del que quizá esperaba más putoamismo de Rayo Negro(dado los paralelismos obvios con Tierra-X), pero me lo he encntrado con bastante agrado en el listo del grupo, Máximus. También esperaba un poco de Cisne Negro, que es mi favorita de los nuevos personajes de Hickman, pero no era importante para la historia y habría aportado poco. Me sorprendió gratamente la parte relativa a Thane, que pintaba a chorrada a priori, pero que ha usado muy bien. Y, aquí también, el statu quo, con los reyes caídos, el Doctor cabreado, y la galería de prisioneros de los Illuminati me mola mil.
Vamos, que ha gustado mucho, y mucho más me gusta la pinta de lo que está por venir.
P.D: Mi top 5 momentos de Infinito. 😉 :
5-Los putos amos galácticos dándose de hostias con Enano Negro en el Pico por defender la Tierra.
4-La liberación de Hala por parte del «negociador» Thor.
3-El «NOOOO» de Rayo Negro a Thanos.
2-La rendición de Namor ante Medianoche Próxima, y su mentira a esta.
1-Máximus arrebatándole el control de la bomba de antimateria a Supergiganta, su conversación breve pero épica con esta, y la activación de la susodicha bomba, cargándose a la tipa y salvando al mundo por el camino.