Edición original: Marvel Comics – 1984, 1985
Edición España: Comics Forum – 1985
Guión: Tom DeFalco
Dibujo: Herb Trimpes, Barry Windsor-Smith
Entintado: Barry Windsor-Smith
Color: Barry Windsor-Smith
Portada: Barry Windsor-Smith
Precio: 275 páginas (tomo en tapa blanda de 96 páginas)
Hay días en los que a uno le apetece echar una mirada nostálgica al ayer y recuperar alguna de la sensaciones que experimentó cuando todo era nuevo y los tebeos constituían un mundo por descubrir de personajes, autores, historias y formatos. Ahora que cada vez contemplo con más hastío el panorama de los cómic de superhéroes de las principales editoriales estadounidenses, descubro o redescubro relatos del pasado en las que encuentro detalles que están desaparecidos en las etapas actuales. La existencia de una vida civil (reducida en estos tiempos a Spider-Man, porque Peter Parker es mucho Peter Parker), la evolución de los personajes (actualmente fosilizados y supeditados a sus versiones cinematográficas) y, sobre todo, la sensación de que aquello iba a alguna parte (cuando a día de hoy ese lugar no es otra cosa que el siguiente evento). También es cierto que la nostalgia puede ser muy mala consejera y que a veces (no pocas) es mejor conservar el cariñoso recuerdo de días más indecentes… perdón, inocentes y no volver a revisitar ciertos lugares más que en el recuerdo. Hoy he querido hacer un ejercicio retrospectivo y repasar la serie limitada del Hombre Máquina, ahora que se cumplen treinta años de su publicación en Estados Unidos, para comprobar qué tal ha envejecido y ver si cualquier tiempo pasado fue mejor o simplemente anterior.
La serie limitada en cuestión presenta un futuro relativamente cercano (para el año en que fue publicada, el orwelliano 1984) en el que se plantea el destino de un personaje poco explorado de la casa de las ideas. El Hombre Máquina fue un personaje creado por Jack Kirby durante su segunda época en Marvel y, al igual que los Eternos, era un personaje que, en principio, no estaba llamado a formar parte del universo principal. Así como Ikaris y compañía eran la versión que el rey quiso contar de las dislocadas teorías del magufo Danicken, este ser mecánico provenía de 2001 y acabó dando con sus metálicos huesos en la continuidad oficial. Una aparición contra la Masa por allí y una serie de poca trayectoria por allá, fueron las bases sobre las que el último guionista de esta última, Tom DeFalco, trabajó para contar una historia en la que continuaba algunas líneas argumentales de ese fallido experimento.
La historia se presenta en las primeras décadas del S. XXI. Concretamente, es el año 2020 el que presenta una Nueva York decorada según los estándares del cyberpunk. Más allá de estéticas y colores –sobre los que volveré un poco más adelante- encontramos algunos aspectos que resultarían ser un tanto proféticos. El poder público está virtualmente desaparecido y muchos servicios públicos (entre ellos, la policía) están bajo el control de grandes consorcios empresariales. Uno de ellos, Baintronics, está dirigido con mano firme por Sunset Bain, una ingeniera habilidosa y ejecutiva agresiva que en el pasado había puesto sus ojos en las posibilidades tecnológicas que podían provenir de una meticulosa disección del Hombre Máquina. Suyo es el monopolio de la producción de robots, los cuales se han convertido en producto de consumo masivo. Sin embargo, hay un colectivo que intenta hacerle la pascua y vender sus propios seres mecánicos. Los saqueadores son jóvenes sin lugar en un sistema que desafían al poderío económico de Bain ejerciendo la piratería industrial. Un equipo compuesto por cuatro de estos encontrará en un contenedor abandonado, el cuerpo despiezado del Hombre Máquina. Una puesta a punto y un cambio en el color de la chapa arrojarán al antiguo X-51 a un mundo que ha recorrido cuatro décadas mientras él dormía los sueños eléctricos. Sus enemigos han escalado puestos en el ascenso al poder. Sus amigos están muertos o desaparecidos. Sus rescatadores no son más que chatarreros que venden y quizá se venden al mejor postor. ¿Cuál es su lugar en este mundo? ¿Lo tiene acaso o es sólo una anacrónica reliquia de otros tiempos?
Ya he tenido ocasión de comentar que uno de los atractivos que tienen estas aventuras ambientadas en el futuro es comprobar cómo veían sus autores el porvenir. A la hora de hacer ciencia-ficción de corte futurista, la máxima de que es el presente la base del mañana es algo literal. Cuando Tom DeFalco escribe esta miniserie, la informática está empezando a introducirse en los hogares; los videojuegos constituyen el nuevo y novedoso juguete para las nuevas generaciones; Ronald Reagan acaba de ganar las elecciones que le permiten mantenerse en la Presidencia de los Estados Unidos y continuar sus políticas económicas. Así las cosas, no es extraño que el futuro editor en jefe de Marvel pintara un escenario en el que las corporaciones detentan el poder y la tecnología ha invadido distintas áreas de la vida cotidiana. Los robots ocupan en la existencia de las personas un papel muy parecido al que imaginara Isaac Asimov en Yo, robot y los videojuegos se han convertido en una nueva droga. Como suele acontecer en estos casos, los autores aciertan en unas cosas al tiempo que fallan en otras. Si tenemos en cuenta el origen del Hombre Máquina, viene a la mente inevitablemente aquella frase que se expresó en el ya lejano 2001, que aludía a la ausencia de las mochilas-cohete de uso personal. La robótica no ha avanzado hasta convertir al androide en el moderno mayordomo y consecuentemente, no se ha generado ningún sentimiento anti-robot. Por otra parte, los videojuegos han evolucionado hasta convertirse en sector del entretenimiento que genera pingües beneficios y la informática ha terminado por copar los principales aspectos de la vida privada, aunque los salones recreativos (convertidos en la miniserie en psicodélicos fumaderos de opio digital) agonizan. La divergencia resulta todavía más patente cuando echamos una mirada a los diseños y dibujos ejecutados por el inimaginable tándem Herb Trimpes-Barry Windsor-Smith, que evoca más a la estética imperante en aquellos años ochenta que en estos años diez. Maquillajes, ropajes y complementos más propios de los días de gloria de la glorificada movida madrileña que del cada vez más cercano 2020. Ello no impide que, treinta años después, siga resultando magistral la forma en la que el ilustrador británico plasma la fusión entre carne y metal, borrando las fronteras entre el ser humano y el ser robótico. El Hombre Máquina es más Aaron Stack que nunca, en tanto que Sunset Bain y sus sicarios parecen carecer de alma.
La miniserie se ha reeditado repetidamente en Estados Unidos, en tanto que en España volvería a ser publicada en 1990 en dos volúmenes de la serie Prestigio. Considera la mejor de cuantas ha protagonizado el personaje, ha tenido una limitada influencia en el devenir de las producciones de la casa de las ideas. Quizá el principal aporte (y en todo caso el más duradero) haya sido Arno Stark, el Hombre de Hierro del año 2020. Este mercenario blindado ha visitado la línea temporal principal (de la mano de su creador literario) se ha medio redimido (gracias a Walter Simonson y Bob McLeod) y se ha pasado por los desbarajustes espacio-temporales que van desde Paraíso-X hasta Imposibles Vengadores. Seis años después de la publicación de la miniserie, un fanático de la continuidad como Roy Thomas se las arregló para dedicar un pasaje del evento anual de turno (en este caso, El Factor Terminus) para intentar acondicionar el relato futurista a los cambios posteriores. Tres años más y de nuevo DeFalco tendría un recuerdo para sus criaturas en la serie limitada Thor Corps. Durante su estancia al frente de las andanzas del Hombre de Hierro, Kurt Busiek retomó un aspecto de la miniserie que era la relación entre la despiadada Ms. Bain y la vengadora Yocasta… El Hombre Máquina tendría papeles destacados en obras tan dispares como Marvel Zombies, NextWAVE o la trilogía-X de Alex Ross, pero esta añeja serie limitada sigue siendo, pese al tiempo transcurrido, su aventura más notable. La causa principal de ello es la presencia de Barry Windsor-Smith como autor cuasi-completo (completo en el último capítulo) y su incomparable manera de ilustrador y narrar. Nunca tuvieron los bocetos de Trimpes mejor aspecto y nunca –hasta ahora- lo han tenido. Tampoco hay que desmerecer las labores de DeFalco, que anduvo aquí bastante fino y justificó su progresivo ascenso en labores tanto creativas como gestoras. Se trata, en conclusión, de una de estas ocasiones en las que todo parece encajar a la perfección.
Yo también me la leí en los prestigios. Es que no tenía ni idea de que hubiese salido antes en otro formato.
Y me encanta este tebeo, sobre todo a nivel gráfico. Es cierto que Trimpe nunca lució como aquí. Y BWS es mucho BWS.
Esto me lo compraba de cabeza si lo reeditaran.
Uno de mis tebeos favoritos ever. El último número, ya de Windsor-Smith como autor completo (pero completo, completo) me parece una obra maestra.
Jodo, la de años que hace que pillé todos los Extra Superhéroes a 75 pts cada uno en una liquidación de Simago. Y de paso arramblé con las novelas Gráficas Marvel a 175 pts. Madre mía, qué viejo soy, la de años que hace de eso.
Hablando de este genial cómic, decir que con 11 o 12 años que tenía cuando lo leí, el Iron Man del 2020 me flipaba muchísimo.
Yo no me loche leído nunca pero recuerdo como si fuera ayer mismo su portada en uno de los laterales del kiosko de mi pueblo. Y también recuerdo que no lo compre porque era muy caro para lo que gastaba yo en aquella epoca en tebeos.
A mí, este tebeo me impactó muchísimo cuando era un enano -el dibujo sobre todo, pero también el guion- no lo he vuelto a leer nunca, pero leyendo la reseña, pronto caerá relectura.
Qué ganazas me han entrado de leerlo. A ver si los de Panini se lo apuntan y lo reeditan.
Al Hombre Máquina lo conozco como secundario de varios comics, creo recordar haberlo visto en arcos clásicos de Los Vengadores y no sé si también en alguno de los 4F. Es un personaje un poco raro, pero de esos que caen bien.
Gracias por el artículo!!
Me uno al coro, esta noche cuando llegue a casa, me sacaré mi Extra de Superheroes, a ver que tal la relectura!!
Lo leí en los años 80.. creo que me lo dejó un amigo.. pero nunca más he vuelto a verlo.. No estaría mal una reedición en condiciones, si como decís en los USA lo han reeditado a menudo, no será difícil tener material en condiciones..
Una de esas obras maestras ‘desconocidas’ que todo amante del comic debería leer. Una delicia desde su primera frase hasta el última viñeta.
Y es que además de ese Barry Smith/Herb Trimbe (el Sr.Smith hace milagros) tenemos al que es en mi opinión uno de los guionistas más infravalorados del comic en las últimas décadas: el gran Tom de Falco. Cuantos buenos etapas en tantas colecciones y tan poco revonocimiento
Aquí otro que leyó los prestigios en su momento. También en los 80 y también prestado por un colega.
Una gran obra que, como bien decís, se merece ya una buena reedición en un solo tomo, por ejemplo.
Yo, desde luego, abría mi cartera por esto. Fijo que si.
Rockeros Saludos
Que gratos recuerdos me trae este cómic, de mis favoritos. Yo también tengo este Colección Extra Superhéroes en un estado no muy bueno y siempre he intentado conseguir la colección original, con esas portadas tan buenas, pero es casi imposible. Sin duda merece una reedición.
authority en #4: ‘la de años que hace que pillé todos los Extra Superhéroes a 75 pts cada uno en una liquidación de Simago’
joer, qué nido de ancianos!! (ojo, yo el primero)
Ya te digo «the drummer». En la tienda parece que me haya colado en un colegio cuando coincido con los críos que van a por manga. XD
Marcos Martín en #12: «siempre he intentado conseguir la colección original, con esas portadas tan buenas, pero es casi imposible»
Aquí los tiene, no como nuevos pero casi, espero haber sido de ayuda.
https://www.mycomicshop.com/search?TID=219391
Por cierto, que en USA la última reedición de este material de la que tengo noticia es en un tomo que recoge todas las apariciones del Iron Man 2020. Tiene el grosor adecuado para que Panini le ponga una tapa dura y nos lo presente como un nuevo rescate de material ochentero (y un poquito noventero), que es para lo que parece que dedican la colección Marvel Heroes desde hace un tiempo.
Gracias por el cable, Miki.
No se merecen. Gracias a vosotros por el tiempo que dedicais a este tema.
Si a alguien le interesa:
http://www.ebay.es/itm/EL-HOMBRE-MAQUINA-COMPLETA-2-TOMOS-BARRY-SMITH-/201172797153?pt=LH_DefaultDomain_186&hash=item2ed6d546e1
Jorgenexo, pues francamente, se me fue la perola con la «s». Una vez lo leí escrito de esa guisa y es como esas canciones que no te quitas del coco.