El universo Valiant tiene personajes para todos los gustos pero si algo caracteriza a la inmensa mayoría de ellos es su dudosa moralidad, los noventa fueron caldo de cultivo para los llamados “antihéroes” que no son otra cosa que personajes que pretenden hacer el bien de una manera alejada de lo tradicional tomando decisiones cuestionables como poco y la editorial está llena de ellos, no en vano es heredera de los personajes de su primera encarnación creados precisamente en esos años. Así tenemos a Ninjak, un espía mortal, X-O Manowar, un brutal soldado, Bloodshot, una máquina de matar, o los personajes de Harbinger como el megalómano Toyo Harada o el supuesto héroe drogodependiente Peter Stanchek entre muchos otros. Por eso Faith supone un soplo de aire fresco dentro de esta nueva Valiant, ella es una heroína en el sentido más clásico, en el sentido de personajes como Superman o Spiderman. Su intención es siempre hacer el bien sin anteponer su ego, cosa que sus compañeros la valoran con frases como “eres la mejor de nosotros”.
Cuando Joshua Dysart re-crea a este personaje para la nueva Valiant (recordemos que la original está creada por Jim Shooter y David Lapham) el autor juega un poco con los lectores al presentar una persona con sobrepeso y mucho amor por la fantasía. Primero la vemos sola, luego como es seducida por Internet por un chico guapete que resulta ser de la fundación Harbinger encabezada por Toyo Harada donde la convencen para someterse a un proceso que le puede dar poderes pero que mata a uno de cada cuatro, por último vemos al supuesto héroe de la serie ser él quien le da poderes sin saber si eso la puede matar, un conejillo de indias, un personaje figurante con todas las papeletas a morir o eso nos lleva a pensar nuestros prejuicios en base a los estereotipos del mundo del noveno arte, pero esa ingenua y solitaria chica resulta que baja del cielo para salvar a protagonista, nuestra cabeza explota y medio mundo se enamora de ella (bueno, vale, los lectores de Valiant no somos tantos pero el personaje es muy rompedor, permitidme la exageración).
Y es que mucho se ha hablado de la diversidad en los últimos años pero nos faltaba esto, que el personaje bandera, en sentido moral, de una editorial tenga sobrepeso es meterle una pizca más de realidad al mundo del cómic. Es lógico que en el ejercicio de la integración social se anteponga la de las clases tradicionalmente más desfavorecidas, las discriminadas por país, raza, genero, religión… pero es bueno recordar que los cánones de belleza no dejan de ser una forma de represión que mucha gente sufre en sus carnes y por ello aplaudo la decisión de la editorial, cosa que no soy el único visto que el clamor popular le ha llevado a tener una serie propia, primero limitada a cuatro números y luego una cabecera regular protagonizada por ella en solitario. Medusa Cómics ha tomado la vía de publicar la serie en grapa y sus primeros cuatro números son precisamente la serie limitada inicial de Faith que aquí reseñamos.
Se encargan de su serie Jody Houser a los guiones (Rogue One, Avengers: No more bullying) y Francis Portela al dibujo (Green Lantern, Black Panther) apoyado en algunas escenas por la ilustradora Marguerite Sauvage (DC Comics Bombshells, Civil War II: Choosing side) con un resultado muy bueno en todos los aspectos. Empezamos con que Faith Herbert, cuyo nombre de superheroína es Zephyr, decide separarse de sus compañeros de aventuras, los Renegados (Harbinger: Renegades), por primera vez desde que recibe sus poderes para afincarse en la ciudad de Los Angeles y tratar de encontrase a sí misma lo cual crea un buen punto para que el lector se atreva a empezar la colección sin miedo a perderse, no nos engañemos, Faith tiene mucha historia detrás sobretodo a nivel personal con amigos, ¿novio? y ex-novio que estarán en mayor o menor medida presentes en la colección pero con los resúmenes iniciales nos basta. También ayuda que los autores tampoco se complican con una historia enrevesada, el tema es simple y teniendo en cuenta como es el personaje toman la que a mi parecer es una buena decisión: beber de fuentes clásicas.
Unir a Faith con el mundo del periodismo es una clara referencia a los dos clásicos antes mencionados, su vuelo, sus poses y su bondad recuerdan más a Superman pero el enfoque es más similar al del primer Spiderman con un toque más modernizado claro está, sin embargo su actitud que derrocha positividad y esperanza recuerda en cierta manera a Flash. En su trabajo de escritora para una web se oculta bajo un nombre falso, una peluca y unas gafas para luego patrullar la ciudad como Zephyr aunque le cuesta encontrar grandes casos, sueña con salvar a alguien famoso y se queda en ayudar a unos cachorritos en un primer número que nos vale para conocer al personajes y sus poderes, no sin olvidarse de poner una pizca de misterio con unas personas que escapan de una instalación buscando refugio y que dará lugar a la parte de acción de este primer arco argumental.
El centro de todo es la vida y pensamientos de la propia Faith, realmente es lo más interesante para el lector, más allá que la simple acción logran entretenernos viendo como se relaciona con sus compañeros de trabajo o la conversación con su ex (Torque) pero lejos de perderse en esto y en una serie de historias sobre la forma en que camufla su identidad frente a sus allegados, Faith se labra rápidamente unos enemigos que la reconocen y en el tercer número van a por ella a la oficina.
Lo de la identidad “secreta” es uno de los puntos fuertes, los tres números que dura es un tema gracioso pero, lejos de delatarla, sus compañeros de trabajo deciden ocultarlo también, aunque la jefa se aprovecha un poco de la situación, no duda en ayudarla, ya no es el típico caso de persecución por contar la noticia y es que la humanidad de Faith es contagiosa. No ocurre lo mismo con la secta que experimenta con seres humanos, los controla mentalmente y que no deja de atacarla, al final si el bueno es muy bueno pues el malo deberá ser muy malo, al fin y al cabo esto es solo una serie limitada de presentación que trata de ser ágil y lo consigue.
Para el cuarto número se reservan la traca final, el gran enfrentamiento para el que Faith tendrá la ayuda de su amigo especial: Archer, de la serie Archer & Armstrong, que tiene experiencia en la lucha contra sectas. Con esto y que el jefe de la secta es de la Vid, unos alienígenas contra los que los héroes lucharon tiempo atrás, los autores consiguen que Faith siga integrada en el universo Valiant aun siendo una serie enfocada a explorar su vida y que se puede leer de forma autónoma. Quizás el punto flaco sea la falta de un villano potente pues el líder de la secta tiene poco diálogo y poco desarrollo en general pero tampoco es algo que importe demasiado dado el tono y la intención de la colección. Un mal menor para una serie limitada que sin duda deberán corregir si quieren seguir con ella mes a mes.
La batalla final apenas ocupa parte del cuarto número, se salda sin muertos, al estilo de Faith (pelea con ex-novio incluida), y con el camino abierto a nuevas relaciones amorosas y laborales. El final no hace más que dejarnos esa sensación de que lo que estamos leyendo es tan solo una introducción, una muy buena que nos hace querer leer más cómics de Faith. Si consiguen mantener este nivel la serie de Faith se pude poner por encima de la del grupo que la vio crecer.
Con respecto a la parte gráfica he de decir que, sin ser nada del otro mundo, sin tener dibujos espectaculares que llamen la atención a primera vista, la realidad es que el trabajo de Portela y de Sauvage gana mucho en las formas de los personajes lo cual es realmente importante si se pretende jugar con la forma física de la protagonista, pero sobretodo, lo que para mi es más importante, es que ambos son capaces de narrar muy bien los acontecimientos, guión y dibujo se funden perfectamente. El resultado es una obra muy entretenida, muy fácil de leer y que se puede recomendar sin miedo alguno como la mejor grapa de la editorial junto a la de X-O Manowar.
El universo Valiant tiene personajes para todos los gustos pero si algo caracteriza a la inmensa mayoría de ellos es su dudosa moralidad, los noventa fueron caldo de cultivo para los llamados “antihéroes” que no son otra cosa que personajes que pretenden hacer el bien de una manera alejada de…
Faith #1 al 4
Faith #1 al 4
2017-09-02
Igor Álvarez Muñiz
Guión - 9
Dibujo - 8.5
Interés - 9.5
90
9
Sobresaliente
Lo parecía al principio y lo demostró al final, la de Faith es una de las mejores series de la actualidad de Valiant y ella una heroína a tener en cuenta. Clásica pero diferente.
Vosotros puntuáis: 8.18 ( 7 votos)
No entiendo que presentar un superhéroe o superheroína cuya idiosincrasia principal es su sobrepeso sea una idea buena, o una forma de integración social o de combatir cánones estéticos represivos; el sobrepeso (u otras patologías relacionadas con el peso y la salud) no es una opción estética tan válida como otra cualquiera, como ser punk, gótico, etc.., ni de una orientación sexual, o pertenencia a un determinado grupo étnico o racial. Es el resultado de una nutrición desequilibrada y una falta de ejercicio físico. El sobrepeso simplemente no es bueno para la salud y a corto, medio y largo plazo tienen nefastas consecuencias (diabetes, colesterol, problemas cardíacos…). Punto.
Lo contrario sería como presentar a un Tony Stark que bebe como un cosaco, pero eh, es una forma de integrar al público lector que también le gusta el bebercio, para que no se sientan estigmatizados socialmente (pero sin mostrar las consecuencias reales del alcoholismo). Y lo mismo con el tabaco: antes en Marvel había personajes que fumaban, igual que había gente en el mundo real que fumaba, pero tras el «Edicto Quesada» se suprimió (ni siquiera los malos fumaban, acordaos de las viñetas del Cráneo Rojo Ultimate que Pacheco tuvo que retocar). Imaginaos que tras ese veto al tabaco, Valiant quisiese salirse del nuevo canon y dar representatividad a todos los lectores fumadores y publicase «Jodie», una miniserie protagonizada por una superheroína (de poderes random) cuya idiosincrasia principal es que se fuma un paquete en cada episodio. La serie podría ser buena o mala argumental y artísticamente, pero la intención presuntamente «pro diversidad» estaría totalmente equivocada. Claro que Jesse Custer fumaba y bebía, Logan fumaba y bebía, y también Jessica Jones… pero en ningún momento la idea subyacente en sus series era: «¿Veis? Hay héroes y heroínas que beben y fuman, son actitudes tan buenas como otra cualquiera, ¡es parte de la diversidad!»
Y que esa postura «integracionista» se dé precisamente de EEUU donde la tasa de sobrepeso llegó ya a 1/3 de la población es cuando menos chocante. https://elpais.com/sociedad/2013/06/19/actualidad/1371668898_105004.html
¿Han llegado ya a aceptarlo como normal y han acabado viendo a ese tercio como un nuevo target comercial?
A mí también me ha sorprendido que se presente semejante cosa como «diversidad» pero, como desconozco si hay declaraciones de los autores al respecto, lo que he hecho es mirarme antiguas portadas de la colección en la Valiant de los 90 (los tebeos ni los tengo ni los autores me llaman así que no tengo ninguno a mano) y parece que Dysart en este caso no innova ya que sí se puede ver una Faith con sobrepeso en ellas (no claramente en las primeras pero a partir de la portada del sexto número ya se nota ese sobrepeso y luego, con los dibujos de Sean Chen, se va acentuando).
https://www.mycomicshop.com/search?TID=133401
(Las portadas se pueden ampliar picando en ellas).
Respecto a la reseña, que a fin de cuentas es lo que me trae a leer zona negativa, me ha parecido una miniserie agradable y voy a seguir leyendo a partir de este punto, si bien yo no me entusiasmo tanto como el redactor de la misma. Me parece una serie sencillita y de fórmula con la que Jody Houser hace una toma de contacto que la sale bien sin grandes demostraciones de caracterización más allá de la propia Faith, con un buen uso del ritmo y de la continuidad pero sin hacer demasiado incapié en ella(no sea que nos perdamos). Aun así que no se me entienda mal, esto que deberían ser unos mínimos tampoco es lo que se ve todos los días y a mí, por ahora, me anima a seguir con la serie a ver si sólo es el principio de algo más grande.
Hola Miki, gracias a ti también, el tema de la diversidad lo trato en la respuesta a tierra616, eres bienvenido a opinar si estás deacuerdo con como lo planteo o no.
El tema de el sobrepeso de Faith en la vieja Valiant es muy confuso como tú dices pero a lo que me refería es por un lado a darle un papel importante a Faith y por otro como la presenta Dysart ya que juega un poco con el lector haciéndonos pensar que va a ser un personaje nada importante que va a morir en los primeros números para luego ser la que salva a Stanchek cuando lucha contra Harada, me parece una introducción magnífica para el personaje.
Respecto a la serie sí, yo estoy muy entusiasmado pero coincido contigo, para evaluarla bien necesitamos más números. Dentro de unos meses, si te acuerdas y me toca a mi publicar la reseña del siguiente arco, ya comentaremos la evolución.
Saludos.
Pues ni pa ti ni pa mí, pa ti la perra gorda pa mí la perra chica (Joaquín Luqui dixit).
He encontrado esta entrevista a Dysart de ComicsAlliance http://comicsalliance.com/harbinger-joshua-dysart-interview-zephyr-issue-2-preview/
en la que se ve que el personaje ya era obeso en los noventa y que aprovechándolo se decidió continuar con la caracterización, tanto física como de personalidad que tenía allí para reflejar el tema de la obesidad: «weight is a huge issue in [the United States]. We’re either dealing with horrible socialized body expectations for women that result in a culture of diet-over-nutritional eating, low-self esteem and eating disorders (…) or, on the opposite side of the issue, the rising American obesity figures that are taxing our national healthcare system and ballooning the cost of medical care for all Americans», si bien no en el sentido de diversidad que le está dando Marvel al término (en plan «vamos a meter un obeso porque es algo que nos falta para que no todo sean hombres blancos heterosexuales y así dar visibilidad a tal o cual») sino de una manera más anclada en lo que decía Tierra 616 (aunque debió quedarse por el camino ya que yo no recuerdo que hicieran más que darle unas pinceladas de caracterización al personaje hablando de cómo se metían con ella en el instituto por su forma física).
Gracias por la aportación y disculpa que haya tardado en contestar. Como dices ni pa ti ni pa mi, aunque yo las reseñas me las planteo desde el punto de vista de «yo» como sujeto más que lo que pretenden hacer desde la editorial, es decir, trato de valorar lo que a mi me parece el cómic desde mi punto de vista aunque siempre tratando de ofrecer información como complemento. Con ello pretendo dar una visión sincera como lector del cómic aunque ello trae consigo que la gente no esté de acuerdo con lo que digo, cosa que por otro lado si abre debates como este pues yo encantado.
Eso sí, visto lo visto, que lectores consolidados como tú o tierra616 no lo vean como algo bueno significa que se lo tienen que currar más si su intención es dar esa visión. Aun falta mucho trabajo y viendo que la evolución de Valiant está siendo muy positiva espero que lo hagan.
Saludos.
Buenas, lo primero gracias por leer y comentar.
He de decir que no coincidimos en algunos puntos. En principio no creo que la idiosincrasia de Faith sea el sobrepeso, creo que eso es lo primero que nos entra por los ojos debido a que vivimos en un mundo en el que los ideales de belleza están sobrevalorados. La característica principal del personaje es su bondad en un mundo donde los «héroes» matan y utilizan a la gente en su beneficio, así la han mostrado todos los guionistas que se han topado con ella. El único que habla del sobrepeso es Dysart y lo hace de forma muy breve en la colección de harbinger, el resto lo ponemos nosotros como lectores.
En cuanto al tema médico estoy al 100% contigo en lo que dices, la obesidad es un problema en tanto que acarrea muchas enfermedades, está científicamente probado e incluso yo mismo según voy avanzando en edad me lo aplico, en la medida de lo posible (reducir el consumo de alcohol, de carne, de comida basura en general…) pero es MI elección en función de MI forma de ver la vida por eso en el momento en que escribes «Punto» ya no estoy de acuerdo contigo. La visión que ofreces es la del punto de vista científico de la salud, pero hay otras formas de verlo, otros puntos de vista, y precisamente de eso va la diversidad. La diversidad no es aceptar a una persona porque profese otra religión, tenga una piel de otro color u órganos genitales diferentes, la diversidad es aceptar a la gente como es. Admitir que existe gente con obesidad e incorporar esto al mundo del arte en condiciones de igualdad es aceptar la diversidad del mundo. ¿Qué es malo para la salud? sí, pero hay gente en el mundo que, por motivos muy diversos, escoge un modo de vida no saludable frente a uno saludable, es una realidad que debemos aceptar de forma igualitaria. ¿Significa esto que debemos dejarlo y punto? No, como padres, como estado y desde los sistemas sanitario y educativo nuestro deber es informar y promover estilos de vida sanos pero que alguien no lo acepte no significa ni debe significar que sea menos persona, que sea inferior, ni que debamos menospreciarlo por ello. No darle representatividad en el mundo del arte por ello es menospreciarlo.
Me parece diverso que exista una representación de diferentes personas que toman diferentes decisiones sobre su vida dentro del mundo del cómic, la que tú ofreces es la visión científica, una visión que comparto pero que no deja de basarse en probabilidades. Lo increíble de todo esto es que el protagonista de Harbinger es un drogodependiente y sin embargo de la que hablamos es de la chica gordita (no solo nosotros sino el mundo del cómic en general). Así que sí, me reafirmo, meter un personaje como protagonista que no existe en el mundo del cómic pero que sí existe en la realidad hasta el punto de que, como tú bien dices, representa a un tercio de la población estadounidense es aceptar la diversidad de nuestro planeta.
Ahora voy al tema argumental, los mutantes de Marvel ¿a nadie le chirria que todos los personajes que ejercen un papel protagonista tengan cuerpos esculturales? Se supone que ser mutante o en este caso Psiot es un tema de «lotería» genética pero mira tú, Ciclope, Jean Grey, Ángel, Hombre de Hielo, Coloso, Pícara, Tormenta, Kitty Pride, Gambito, Bala de cañon, Mancha solar, Kaos, Polaris… todo cuerpazos, hasta los más monstruosos como Bestia o Rondador Nocturno, va a resultar que es una mutación secundaria o que lo visualmente bello nos atrae más, por encima de los diversos cuerpos que existen en el mundo real. Los diversos cuerpos, las diversas decisiones que tomamos sobre lo que hacemos con ellos, es decir, la diversidad.
Pero lo que dices sí que abre la puerta a una discusión muy interesante ¿la representación lleva a la normalización? y si es así ¿la normalización de la obesidad es positiva o puede tener un efecto negativo?. Veo que es un tema contra el que hay que luchar porque estamos de acuerdo en que es malo para la salud pero no se que efecto puede traer esta representatividad sobre la sociedad, por un lado pienso que nos sirve para aceptar a las personas independientemente de como sean, veo incluso que productos como este puede incluso subir la autoestima de las personas con problemas de sobrepeso y, dado que en muchos casos se sabe que hay una relación entre ambos puede llegar a que uno se plantee que es capaz de todo incluido el bajar de peso lo cual sería positivo. La otra opción es que la normalización lleve a alguien a pensar que tener sobrepeso no es malo, que lleve a confundir el que no es malo socialmente hablando con que no es malo médicamente hablando, lo cual acrecentaría el problema. Para este debate ya sí que no tengo respuesta pues carezco de datos de estudios sociológicos sobre el tema, pero es sin duda muy interesante.
Tierra616 gracias por abrir este debate.
Saludos.
De las 2 opciones que das en tu último párrafo, mi crítica va hacia que en Valiant hayan podido escoger precisamente la segunda, que vendría a ser esa de «todas las opciones de sexo, raza, religión y orientación sexual son iguales de buenas -ok-, incluso el cuidarse o no cuidarse -no ok-: y que todos tengan su superhéroe representativo como forma de validación». Al coincidir la reaparición de Faith con las políticas editoriales de diversidad que todos conocemos, yo entiendo que han aprovechado para parafrasear aquella frase de «Mutante, y orgulloso de ello», cambiando «mutante» por mujer, latina, asiático, LGTB, etc… pero que al intentar decir: «¿Sobrepeso?, sí, y orgullosa de ello», ahí han errado el tiro.
En cuanto a las anatomías superheróicas, bueno, se trata de personajes de acción que viven aventuras físicas, y ya que has mencionado a los mutantes de la Patrulla, aparte de que sean telépatas o lancen rayos por los ojos, como mínimo tienen que estar en buena forma física para entrenar en la Sala de Peligro, correr por los pasillos de las atracciones mortales de Arcade, perseguir a Sauron por la Tierra Salvaje entre la maleza, huir y esconderse de los Centinelas, etc… y todo ello sin pararse a mitad de carrera, llevarse la mano al costado de dolor e intentar recobrar el resuello. Igual que no los vemos cada vez que comen, duermen, van al baño o de compras, siempre he supuesto que esa elipsis narrativa se amplía a las sesiones rutinarias de gimnasio. Y en cuanto a Rondador y la Bestia, si ellos que son acróbatas natos no tienen cuerpos musculados, entonces no deberían tenerlos nadie; y Rondador, al menos antes de que Alan Davis lo dibujara como un Errol Flynn, tenía una apariencia que incluso a Kitty le daba un poco de miedo al principio.
Yo a lo que comentáis, añadiría que -mucho más que el entregarse al alcohol, el tabaco y otros vicios- el sobrepeso también tiene un factor fisiológico muy importante, y mientras entre los hombres es habitual ver complexiones diferentes (desde Lobezno o Dientes de Sable a Hank McCoy, Hercules o Thor) con las superheroinas pasa un poco como con las tallas de ropa, y a penas se sale del canon de playmate. Por lo demás, lo que comenta Tierra lo entendería si la serie hace exaltación de las costumbres que dan pie al sobrepeso. Si la chica no cae en la morbidez -que no es el caso- y lleva una vida sana similar a la de cualquier otro personaje, no creo que se caiga en ese factor nocivo que comentáis, y si en el acierto de dar una representación heterogénea de nuestro mundo
Daniel Gavilán ya ha contestado por mi (gracias), tierra616 disculpa la tardanza, respecto a los mutantes te compraría la idea si los mutantes llegasen flojetes al entrenamiento y con el tiempo cultivasen su cuerpo pero no, llegan con tipazos (como dice Daniel especialmente en el caso de las mujeres).
Saludos