Faithless, de Brian Azzarello y Maria Llovet

 

Edición original: Faithless 1-6.
Edición nacional/ España: Panini Cómics.
Guión: Brian Azzarello.
Dibujo: Maria Llovet.
Traducción: Raúl Sastre.
Formato: Tomo, 160 páginas.
Precio: 19 €.

 

Vamos con uno de los estrenos de este mes de diciembre, el más esperado para algunos (entre los que me incluyo) en un mes bastante interesante, con apuestas nuevas y fuertes, pero es que Maria Llovet es ya una fija en nuestra sección sobre indie, a la que adoramos sobremanera. De hecho hace un año que hablábamos de una de sus obras, la primera para Black Mask, There´s nothing there con Patrick Kindlon, y solo un mes que reseñamos Loud!, también para la misma editorial, pero realizada por ella como autora completa. En este caso nos vamos a otra editorial, Boom! Studios, para hablar de Faithless, un cómic que realizó en medio de los dos antes mencionados, aunque aquí en España los hemos visto en distinto orden. Esto no importa mucho, ya que son historias diferentes, que no tienen que ver entre ellas, aunque si las ponemos juntas y en orden vemos una evolución en el trazo de Llovet que culmina en Loud!.

Parece que en Boom! Studios le ha ido bien, a este primer volumen de Faithless le ha seguido un segundo (ya anunciado en España para marzo) y ahora publicará con ellos su próxima serie propia, Luna (como avanzábamos aquí). Pero cambiamos de editorial no solo en su edición estadounidense, en España pasamos de Norma, donde se suele publicar su obra, a Panini, que está haciendo una serie de movimientos editoriales interesantes en lo que respecta al indie norteamericano.

El dibujo de Llovet lo hemos calificado siempre como único y distinguible, con mucha personalidad y una narrativa que te mete hasta el fondo en la obra, en definitiva, de lo mejor que podemos encontrar en el mercado en la actualidad. Y eso que aquí no está sola, pero es algo que me maravilla de esta autora, da igual con quien se junte, siempre sabe hacer la historia suya hasta el punto de que sucede algo que no suele ser habitual, todas las obras que dibuja, sea con guiones suyos o de otros, siguen una misma línea, hay una similitud temática entre ellas, cuando esto es algo más común de los guionistas. Ya con Patrick Kindlon le pasaba, pero es que ahora le pasa hasta con un guionista famoso como es Brian Azzarello donde, menos por algún detallito que se ve en partes de los diálogos, más cercano al escritor, parece una obra de Maria Llovet en solitario.

Y, como digo, hablamos de Brian Azzarello, autor conocido y reconocido, con un buen puñado de obras a sus espaldas, como 100 Balas, Loveless o Moonshine en un estilo más personal, y habiendo guionizado a algunos de los superhéroes más importantes de la historia, ahí están Batman o Wonder Woman, hasta ha sido colaborador de Frank Miller en sus últimas andanzas por DC, sin embargo llega Maria Llovet y lo desencaja todo, moviéndolo a su terreno.

Faithless se define como un relato erótico sobre la fe, el sexo y el diablo, curioso porque inicialmente la idea de Azzarello era crear una serie para el sello juvenil de Boom!, pero la cosa evolucionó hacia otros lugares, lo que se agradece porque Faithless no es algo que se suela ver en el mundo del cómic. Es una obra sin tabús que explora, fundamentalmente, esas tres ideas bajo las que se define, pero también el ser en sí mismo, la mera existencia bajo la dualidad dolor/placer, físico y mental, que conlleva más cosas que dos sensaciones básicas.

Quizás la única pega que le pondría a esta serie es que nos avisa de lo que trata. Su título, sus portadas o la sinopsis ya nos dicen que habla de una chica y el demonio en clave de erotismo y terror, es una pena porque si no fuera así nos hubiese sorprendido ya que esta temática no es inmediata. La obra tiene una evolución muy buena, va acelerando capítulo a capítulo, de hecho el primer número es tranquilo, un “chica conoce a chica” en el que la belleza está en la narrativa visual y los diálogos mundanos, dejando el asunto de la magia para la imagen final. Y a partir de ahí vamos creciendo poco a poco

Se nota que Maria Llovet es amante del cine porque la obra recuerda mucho a diversas películas de terror, aunque aquí el erotismo está más presente y el sexo es continuo. Al principio parece que se exploran más las relaciones, cuando Faith, la protagonista, conoce a Poppy, una mujer de clase alta y apariencia normal, con un padre bastante terrorífico que el lector identifica rápidamente con algún tipo de demonio, lo cual hace que veamos su actitud extraña con un toque de humor ante situaciones como cuando Faith dice “Santo Dios” y él exclama preocupado “¿Dónde?”. Aún así la sensación de terror y preocupación de Faith está presente en cada página, se palpa la tensión y captamos sus sensaciones en todo momento, algo loable y que debería ser parte fundamental de toda obra de arte.

El juego de los personajes es muy sexual, pero no parece que esto sea la motivación principal de la serie. Hay una lucha constante entre el bien y el mal, “Los grises son para la gente gris”, que en este caso es más mental que física, que se basa en la exploración y en la incredulidad por parte de una persona que, paradógicamente, busca la existencia de la magia a la vez que la niega. Faith es, sin duda, un nombre muy bien escogido para la protagonista y que da mucho juego.

Faithless es una obra con muchas virtudes, entre ellas el ritmo, la aceleración que va teniendo la historia y la manera en que lleva al lector por este viaje fantástico y personal. Es una historia muy diferente a las que nos tiene acostumbrados Brian Azzarello y muy del estilo de Maria Llovet. Se podría decir que, en cierta manera tira de algún tópico de las historias de terror, pero también son detalles que vemos más en el cine, con un aire a películas como Pactar con el Diablo, que en el cómic, por lo que no deja de estar exenta de originalidad. Además hay escenas muy buenas de terror, cosa que no siempre se logra en este medio, potenciadas por un dibujo increíble que consigue dar auténtico miedo, la del semen te deja helado. Pero sobre todo es una historia muy bien tratada, con ideas interesantes que se desarrollan sobretodo en el último capitulo, cuando entra en juego la reflexión sobre el arte. Decir que tengo ganas de leer la continuación es quedarse corto.