Fallece Tim Sale, el dibujante de las luces y las sombras.

El pasado 14 de junio nos enterábamos del ingreso de Tim Sale por graves problemas de salud. Jim Lee se hacía eco de ello y manifestaba su preocupación en la red social, Twitter, en las que lamentaba tener que compartir tan triste noticia.

Hoy se ha confirmado el peor de los desenlaces y se ha comunicado el fallecimiento de unos de los dibujantes más influentes e importantes del cómic USA. Una perdida enorme la que nos depara este año, pues su trabajo y talento, inimitable, siempre ha gozado del favor de incontables seguidores. Su estilo, único, con trazos en el que los negros adquieren un especial protagonismo, su juego de luces y sombras, mezclado todo con rasgos pictóricos, hacían de todas sus obras algo especial.

Tim Sale nació en 1956 en el estado de Nueva York, en la ciudad de Ithaca, una pequeña ciudad de apenas 30.000 habitantes. Se dio a conocer al mundo en la década de los años 80 junto a Matt Wagner, en la serie de Grendel, aunque sus primeros trabajos fueron como entintador en la serie Myth Adventures. Fue en 1991 cuando el editor de DC, Elliot S. Maggin, lo contrató para la realización de la miniserie, Los Investigadores de los Desconocido, que lo emparejó, por primera vez, con el que iba a ser su pareja recurrente en el mundo del cómic, Jeph Loeb. El resultado de aquella primera toma de contacto fue una miniserie en la que ambos se sentían cómodos trabajando juntos, sin que esa buena colaboración se viera reflejada en el cómic.

No fue hasta el 1992, en la serie Leyendas de Batman, en la que distintos equipos creativos escribían y dibujaban arcos argumentales de cinco partes, que entraría en contacto con Batman. Para su historia contó con los guiones de James Robinson, bajo el título, Espadas, a al que seguiría una segunda, junto con Alan Grant, en la serie La Sombra del murciélago.

El profundo aspecto gráfico que supo imprimir al Caballero de la noche, lo llevó a colaborar con Jeph Loeb en una serie de especiales de Halloween, entre 1993 y 1995, conocidos hoy en día como Batman: Caballero Maldito. Fue el editor Archie Goodwin, el que viendo el éxito que tenían entre los aficionados estas incursiones en el universo de Batman, el que los empujó a lanzarse de lleno a trabajar en una maxiserie de 12 entregas, titulada, El Largo Halloween.

Esos años también trabajó para Image, en la serie Deathblow, sustituyendo a Jim Lee a los lápices en los números 3 al 14.

El Largo Halloween se trata de una obra profunda, en al que se desarrolla al detalle la relación entre Bruce Wayne, James Gordon y el fiscal del distrito, Harvey Dent, con Gotham asolada por un asesino, mientras los bajos fondos se precipitan a una guerra abierta. Los dos autores ya habían recibido por trabajos previos el premio Eisner y supieron adentrar a los lectores, de manera magistral, en el caso más difícil al que se había enfrentado Batman hasta entonces. Un Batman más terrenal que nunca, humano, acosado por los acontecimientos, que debe forjar alianzas si quiere salvar a Gotham de sus males.

Hubo más trabajos del tándem Jeph Loeb/Tim Sale y tras el éxito de esta maxiserie llegó Batman: Victoria Oscura, Catwoman: Cuando vas a Roma y Superman: Las Cuatro Estaciones, aunque no sería la última vez que dibujaría al Hombre de Acero, ya que junto a Darwyn Cooke, lanzaría al mercado la obra, Superman: Kryptonita. Todas ellas colaboraciones de excelente calidad en lo narrativo y el lo gráfico que consagró a Tim Sale como uno de los más grandes artistas de los años noventa y principios de los dos mil.

No tardaron, tanto Tim Sale como Jeph Loeb, en dar el salto a Marvel, para lanzar la miniserie Lobezno/Gamito: Victimas y de ahí firmar su trilogía de los colores, con Azul, dedicada a Spiderman, Amarillo, con Daredevil como protagonista y Gris, dedicada a la figura trágica de Hulk. Más tarde, años más tarde, llegaría un cuarto volumen, Blanco, dedicado al del Capitán América.

Una obra compacta la de Tim Sale, si se la compara con al de otros dibujantes, pero con gran impacto en critica y ventas. Su arte distinto e impactante, capaz de emocionar y de proyectar la más oscura de las atmosferas, le granjeó enorme fama entre los aficionados. Su perdida es una tragedia para todos. Su arte será eterno.