Ojalá te toque morir en tiempos interesantes
«Welcome to Nowhere»
Para que un primer número de una miniserie sea bien valorado, habitualmente cuenta con alguna sorpresa o muestra más de lo que se preveía, además de la calidad en la ejecución. En el caso de Falling in love on the path to Hell prácticamente no ofrece nada que no se sepa de antemano por los anuncios y la sinopsis, pero sin embargo podemos afirmar que es un muy buen cómic de inicio para la serie. Las novedades, sorpresas, giros narrativos y dramáticos llegarán desde el #2 en adelante, y el #1 que da comienzo a la historia nos deja deseosos de estar allí.
La premisa inicial, aunque ya la conocíamos, es interesante, atractiva y efectiva por sí sola: una samurai del Japón feudal y un pistolero del oeste de Estados Unidos mueren y se encuentran en un violento y curioso Purgatorio. Es evidente que hay mucho más por saber y conocer detrás de esta sinopsis, y en estas primeras páginas Gerry Duggan y Garry Brown solo nos presentan a ambos personajes en sus respectivos derroteros hacia la muerte y el sitio donde caen.
La introducción de MacRaith por un lado y Asami a continuación es la de dos historias paralelas destinadas a cruzarse, pero en el guión nos cuentan primero la de él y luego la de ella para luego dar pie al encuentro. Ambas son interesantes por sí mismas, en un punto para el guionista, y el cruce que se desarrollará lo hará aún más digno de seguir. No aborda demasiados detalles de sus trasfondos y no se esboza una explicación de cómo funciona la cosmogonía en este universo de ficción, pero está latente en el curso de su primer capítulo. En absoluto hay sitio para el amor en estas 40 páginas iniciales. No obstante, muy a su manera, es una primera secuencia de «chico conoce chica» y el amor está en el aire, por así decirlo.
Quien se luce en mayor medida sin dudas es el dibujante, logrando un excelente western seguido de una de samuráis también de muy buen nivel. Los puntos en común entre ambas secuencias están en la dinámica de la narrativa y en la representación cruda y frontal de la violencia. Otra continuidad en las dos partes del cómic está dada por el color, de Chris O’Halloran, quien mantiene una línea en todas las páginas con matices en las elecciones de paletas para cada escenario diferente. Es también indudable que Brown y O’Halloran son quienes enfrentarán un desafío mayor en las entregas por venir con lo que se vislumbra que traerán los guiones de Duggan.
Falling in love on the path to Hell, entonces, triunfa con sus propias armas en una época que ha estado marcada por los golpes de efectos y los spoilers que arruinan el disfrute de un cómic, serie o película. En el caso de este trabajo, la virtud está en la manera de hacer de sus autores y la sorpresa no es lo relevante sino el cómo están contando esta historia que parte de varios tópicos a la vez para reunirlos y llevarlos a un sitio nuevo donde la muerte no es el final sino el principio.
Lo mejor
• La calidad de la ejecución, en particular del dibujo de Garry Brown.
Lo peor
• Aunque es un número de extensión especial, algunas páginas más hubieran servido a un final aún más intrigante.
