Un análisis complicado
Quizás algún lector se estuviera preguntando cuándo íbamos a dar nuestra opinión acerca de Fallout 4. No es un análisis sencillo y he recapacitado mucho sobre lo que quería decir; por lo que perdonen, queridos lectores, por hacer de esta review un artículo algo más personal de lo que acostumbro. Lo firmaré y me reafirmaré en cada cosa que diga y si tienen opiniones diferentes, me encantará que las compartan conmigo. Porque, ay, queridos jugadores, Fallout 4 ha llegado y me ha dejado un poso de decepción. Tras unas treinta horas de juego, me lanzo al análisis de lo que ha sido el juego que más he esperado jamás. Vaya por delante esta disculpa: Fallout 4 no es un mal juego, y no lo considero en absoluto un mal juego. Pero una vez más…
…nos ha podido el hype
Es el mismo miedo que uno debe experimentar al entrar al cine y ver Star Wars Episodio VII: EL despertar de la Fuerza: por favor, por favor, no la caguéis, por favor que mole… Y la presión que ha tenido encima Bethesda durante los siete años transcurridos desde el último Fallout debe haber sido similar. Siete años es largo tiempo para un videojuego y el desarrollo de esta nueva entrega de la saga nos ha tenido en vilo durante demasiadas ferias, durante demasiadas ruedas de prensa y durante insufribles filtraciones y rumores varios. Tras todo esto, en el pasado E3 se anunciaba de forma oficial que Fallout 4 era una realidad y que no tendríamos que esperar demasiado para su lanzamiento: el 10 de Noviembre fue una fecha que gran parte del mundo gamer se apuntó en sus agendas. La guerra volvía al Yermo y los meses de agonía hasta ponernos de nuevo a los mandos de un superviviente de los conocidos refugios de Vault-Tec se vieron salpicados de videos, novedades, imágenes y extensas explicaciones sobre el nuevo sistema de Fallout 4. Pero desde el principio hubo algo que no nos gustó a los fans más acérrimos de la obra: la falta de karma capaba la libertad. Y es que una de las mejores cosas que podías hacer en Fallout 3 y Fallout New Vegas era elegir entre el bien o el mal. Empañando el lanzamiento con esta decisión, el día llegó. Y Fallout4 batió records de venta y la crítica especializada se lanzó a otorgarle notas sobresalientes y a postularlo para GOTY. Pero los usuarios tuvieron más cautela: las notas oficiales de Metacritic y las notas de los usuarios difieren en casi 5 puntos. ¿Qué estaba ocurriendo? Ah, jugadlo y lo veréis. Pero antes, repasemos un poco la trayectoria de esta maravillosa saga.
Un poco de historia: el Yermo tal y como lo conocemos
1997 nos trajo el estreno de Titanic y El quinto elemento; también fue el año en que se publicó la primera entrega de Harry Potter y el año en que aterrizó en Europa la Nintendo 64. Pero también es el año en que apareció Fallout. Los juegos de rol se quedaron en silencio entonces, para ver qué es lo que tenía que decir este sucesor espiritual de Wasteland. Acción, rol, una historia con trasfondo y ambientación inimitable, ¿qué más se puede pedir? Tras el éxito llegó una secuela algo menos brillante pero igualmente exitosa y algunos spin off con mayor o menor acierto (entre mis favoritos, Brotherhood of Steel). Y tras esto, el silencio. Y es que Bethesda había entrado en juego haciéndose con los derechos de la franquicia.
Y en 2008 apareció Fallout 3.
La revolución que supuso este aclamado juego que tuvo todos los premios habidos y por haber de la industria aún sorprende hoy día. Toda una generación, millones y millones de jugadores se rindieron ante él. Bethesda supo combinar la simpleza del combate shooter first person con la profundidad del rol y la narrativa, dando lugar a uno de los juegos más completos que podemos jugar; lleno además de secretos, de misione secundarias y lo más importante: la posibilidad real de ser bueno o malo. Todo esto le ha valido a Fallout 3 un lugar perenne en el hall de la fama de los videojuegos.
Tras el éxito, Obsidian Entertainment quedaba con la misión de realizar una nueva entrega en lo que Bethesda se concentraba en los desarrollos de Skyrim y Fallout 4. ¿El resultado? Fallout New Vegas, digno sucesor que funcionaba como un spin off y que llegó a rivalizar con el propio clásico.
La cuarta entrega y sus mecánicas
Podríamos hablar largo y tendido de las influencias de la saga Fallout, de sus easter eggs, de sus licencias y sus aciertos; de sus virtudes y defectos, pero convertiríamos esta review en una enciclopedia y lo que muchos lectores estarán deseando saber es: ¿merece la pena la cuarta entrega? Tras algo más de una treintena de horas me siento listo para dar un veredicto: sí, claro que merece la pena. Fallout 4 es un juego entretenido, con grandes ideas y mucha, mucha profundidad; pero si la pregunta es: ¿es Fallout 4 todo lo que esperábamos? Ahí ya tengo que disentir. A nivel argumental nos encontramos ante un punto de partida interesante: comenzamos en un vecindario americano antes de la guerra y nos convencen para reservar plaza en el Refugio 111, al que acudiremos a los pocos minutos porque se ha desatado el apocalipsis. Primera cosa que no me gustó: el poco tiempo que pasamos en el vecindario antes de la guerra. En ningún Fallout habíamos tenido ocasión de explorar un poco ese mundo distópico de la preguerra, un año 2077 influenciado por la cultura pop rock de los años 40-50 y centrado por completo en la energía nuclear. No podremos explorar ni hablar con nadie en este prólogo, tras lo cual entraremos en el refugio, seremos criogenizados y despertaremos 200 años después, en el conocido Yermo. El punto de partida será la supervivencia, pero los problemas no han hecho más que empezar.
Fallout 4 utiliza los mismos sistemas que Fallout 3 y New Vegas: el pipboy, similar sistema de menús, de VATS y de acción; los diálogos cambian un poco para limitar nuestras respuestas y desaparece por completo el sistema de karma. Sí, habéis leído bien: ya no podremos elegir ser malos, ahora tendremos que ser héroes a la fuerza. Además el sistema de críticos cambia para poder usarlo a nuestro antojo y las servoarmaduras, que tendrán un especial protagonismo en esta entrega, funcionarán con núcleos de fusión y no podremos llevarlas en el inventario, se tratarán pues de un sistema de mejora del que aprovecharnos para las misiones especialmente difíciles. Esto estaría genial y pondría un plus de supervivencia al juego si no encontráramos núcleos de fusión cada dos por tres; si la cantidad de armas y munición no fuera exagerada y los compañeros que llevamos (empezando por el simpático perro, Albóndiga) no nos pusieran las cosas realmente fáciles. Y eso es lo que más llama la atención de los cambios en la saga: hacen el juego mucho más fácil. Ya no supone un gran reto sobrevivir en el Yermo.
Gráficamente Fallout 4 no da la talla: los gráficos son realmente malos, muy parecidos a los de las anteriores entregas con mejoras en las texturas (¡estaría bueno!) y más profundidad de campo, pero se queda escueto en lo que a animaciones y deleite visual se refiere. A estas alturas es imperdonable para un juego de esta generación presentar unos gráficos como los de Fallout 4, a sabiendas de que otros juegos de mundo abierto más grandes, como The Witcher 3, presentan mucho mejor apartado gráfico. Además,
Construcción y mods, lo mejor
Claro, el hecho de que ahora tengamos la posibilidad de incluir y descargar mods para consolas, es decir, modificaciones de los usuarios, supone una gran ventaja. Y también un ahorro para Bethesda, pues ya se han lanzado muchos usuarios de PC a mejorar los gráficos del juego. ¿Por qué hacer mejores gráficos, debió pensar Bethesda, si los propios usuarios pueden (y seguro que quieren) mejorarlos gratis? Ahí está servida la trampa. Sin embargo, los mods en consola molan. Estamos deseando que lleguen. Lo que sí innova y de verdad es la construcción: ahora podremos construir fortalezas pieza a pieza, administrar nuestros recursos, nuestras defensas e incluso a nuestros colonos y hacernos señores y amos de una ciudad que tendrá cierta repercusión en el juego. ¿Os imagináis construir vuestra propia Megatón? Pues ahora es posible, y lo cierto es que el sistema de construcción y administración de recursos está muy bien trabajado y tenemos muchísima libertad. Resultará fácil perderse en la construcción y olvidarse de jugar al juego, pero eh, mola tener unos Sims a lo apocalíptico.
¿Y los vehículos?
Otra de las grandes decepciones que supone Fallout 4 es el no incluir vehículos. A estas alturas de la saga ya era hora de disponer de una moto aunque fuera para desplazarnos con rapidez por el mapa: si The Witcher 3 tiene un caballo, GTA V vehículos y hasta Assassin’s Creed Syndicate ha incluido los carros y el gancho, ¿por qué Bethesda no ha incluido ningún vehículo libremente manejable en la saga? La respuesta, una vez más, parece ser la pereza. Sin duda algo sencillo que podría haberle dado un plus al juego y que Bethesda no tuvo visión para incluir.
Agridulce vuelta al Yermo
Visto lo visto,
Valoración
Gráficos - 6
Jugabilidad - 7.5
Historia - 7
Sonido - 7.5
7
Valoración
Fallout 4 se queda muy lejos de lo prometido y ofrece un juego sin demasiados riesgos y conservador respecto a sus anteriores entregas.
Qué buen análisis. No es mi tipo de juego, pero se agradece un repaso tan esclarecedor y sucinto.
Yo lo flipé con Skyrim y me eché horas pa aburrir, no tanto con Fallout 3 pero este? Este me lo tengo que pillar junto con la PS4. Voy a ir escribiendo la carta a los Reyes Magos… 😛
Gracias por el análisis. Ahora mismo ando desconectado de los videojuegos, será bueno saber cuales tener como prioridades, y cuales tener… cuando me quede sin destacados que catar.
Y la guerra nunca cambia, pero la guerra lo cambia todo…
https://www.youtube.com/watch?v=eMyUYsJzvG0