Edición original: Dark Panda Corporation.
Edición nacional/ España: Ediciones La Cúpula.
Guión: Senno Knife.
Dibujo: Senno Knife.
Formato: 21,5 X 15 cm., rústica con solapas, 172 pp., b/n.
Precio: 9€.
El karma, según varias religiones dhármicas, es una energía trascendente que se deriva de los actos de las personas, para más tarde según qué actos se realicen, buenos o malos, recibir esa misma energía por parte del universo en una espiral infinita hasta la siguiente reencarnación. Falsas apariencias, de Senno Knife es un manga muy kármico. Vemos a las protagonistas, chicas dulces e inocentes, sufrir a manos de abusones o sociópatas, para más tarde ver a estos últimos llorar suplicando clemencia o ver sus cuerpos desmembrados en un festín de sangre y vísceras. El manga deja ese sabor de boca, ese halo de justicia instantánea donde la bondad parece ser el único camino sin castigo. Como dice Pessoa: “El bien, es un mal necesario” y hasta la justicia es injusta.
Niñas pez, trampantojos, espectros y adoradores del demonio
Falsas apariencias, es una recopilación de historias en las que elementos inquietantes se van deslizando dentro de la cotidianidad hasta desembocar en el terror más puro. El autor, juega con elementos típicos del terror, seres sobrenaturales, psicópatas, fantasmas… pero hay una historia, de las más frescas y originales, en las que el recurso para generar miedo es una simple proyección mental.
El primer relato de esta compilación, que da nombre al manga, trata sobre una joven que rescata del Museo de Historia Natural a unos peces provenientes de unas fosas abisales, que luego más tarde resultan ser extraterrestres anfibios. Estos seres quieren ser humanos, y para ello aplican la máxima de “eres lo que comes”. El segundo relato, llamado Dama negra- Dama roja, es algo más clásico en cuanto a la construcción del miedo se refiere. Unas colegialas deciden pasar sus vacaciones en una casa rural en mitad de la montaña, donde las atiende una mujer misteriosa que las avisa que no salgan de la habitación una vez sea de noche. Haciendo caso omiso, se desata la locura. El tercer relato, el más original y curioso es, El infierno del festival de la escuela, donde una chica con poderes psíquicos da una lección a unos alumnos que quieren sabotear el festival. Para ello, crea una alucinación proyectada en la que los saboteadores son perseguidos por perros gigantes y hombres con cuchillos que desmiembran sus cuerpos. El pabellón antiguo, es el penúltimo relato. El más típico y aburrido. Trata sobre apariciones de fantasmas y una maldición que nunca acaba y siempre está buscando nuevas victimas. Nada nuevo. El demonio de las navidades, es el relato más explicito, desde su portada donde sale la protagonista desnuda y crucificada, hasta las perversiones sexuales que la obligan a recibir o las sutiles referencias al satanismo. Trata sobre una pobre sirvienta y las diversas muertes gore de quienes se metían con ella, a través de los poderes sobrenaturales de un demonio transmutado en un muñeco.
La edición en España y su autor
Respecto a la edición, hay varios errores, podríamos decir. Uno, es que el manga viene encuadernado con las cubiertas en el sentido occidental, cuando la lectura del manga es en sentido oriental. Dos, y quizás esto sea algo más personal, es la sobreimpresión de la traducción sobre los caracteres japoneses. No soporto que destrocen una ilustración así, pudiendo poner un asterisco y traducirlo al margen. Tres, que la sinopsis solo sea de la primera historia, sin nombrar en ningún momento a las demás, lo que hace que parezca un tomo único.
De su autor, poco se sabe. Senno Knife debutó en el mundo del manga en 1981, con una historieta llamada Yukihime. Desde entonces ha cultivado gran variedad de géneros, desde el shonen hasta el shojo, aunque probablemente sea en el campo del terror donde encontremos sus trabajos más destacados. Ha trabajado, además, como ayudante de Leiji Matsumoto, y entre su prolífica producción cabe destacar títulos como Yoruhime (1982), Cinderella Doll (1987), Owma Ga Horror Show (1991), Sepia (1994), Eden (1994) o Meikyu Circus (2002). Se desconoce su nombre real y su historia más personal, pero sí sabemos qué hace cuando no encuentra la inspiración: “Cuando no se me ocurre ninguna historia, voy al parque a medianoche y empiezo a dar saltitos. Las sacudidas de los saltitos estimulan el cerebro, pero hay que tener cuidado con no dar demasiados porque a causa del exceso de adrenalina a veces veo cosas que no son reales”. Ojalá de saltitos por mucho tiempo y siga deleitando con sus historias de terror, que aunque no sean obras magnas, cumplen el objetivo de entretener. Miedos pasajeros para una historia pasajera, pero agradable de leer.
Guión - 6
Dibujo - 6.5
Interés - 7
6.5
Gustará a los amantes irredentos del manga de horror que buscan un escape momentáneo pero no una obra de peso.
Curiosa obra. Intentaré buscarla por algún lado, aunque imagino que no será fácil. Es una pena que La Cúpula ya no edite manga, porque aunque era escaso sí que tenía cosas interesantes: Tatsumi, Hino, Ito…