Pocas veces un título de una obra capta tanto mi atención, y al mismo tiempo condensa el sentido y devenir del protagonista como este
Ediciones La Cúpula edita por segunda ocasión una obra del hermano menor de Ethan Van Sciver (The Flash: Rebirth), siendo este
Con un humor corrosivo, Van Sciver se tira toda la obra fustigando al protagonista de la obra. Nos reímos de sus miserias; de su falta de conciencia y humildad; de su falta de tacto y talento. Fante Bukowski como personaje está muy bien definido, pero le falta algo para ser redondo, y por extensión que el cómic también lo sea. ¿Han probado ustedes alguna vez un plato que contiene ingredientes que de forma aislada son de su agrado, pero que al juntarlos al final falta algo para que el plato les convenza plenamente? Tal vez, en la cuestión culinaria sea una pizca de sal, pero en el caso que aquí nos atañe sería la humanidad; hilando más fino, la fatal de humanidad de Fante Bukowski. Van Sciver se ensaña tanto con él y nos lo presenta de una forma completamente negativa que me cuesta no solo empatizar con él, sino cogerle, aunque sea mínimamente, algo de cariño. Esto, por ejemplo, sí que lo conseguía Daniel Clowes con su Dan Pussey en ¡Pussey!, también publicado por Ediciones La Cúpula.
Otro de los problemas que tiene el cómic es su falta de consistencia narrativa. Sí que hay un hilo conductor, y la trama es clara y visible, pero ésta se entremezcla con episodios espontáneos que se insertan casi de forma aleatoria, rompiendo el ritmo narrativo. Esto de por sí no es algo negativo, pero no queda claro el tono de la obra: ¿es un cómic íntegro o una antología de historias cortas? En realidad, es una mezcla de las dos, y personalmente, creo que no funciona del todo bien. Esto es una sensación muy personal que, posiblemente, muchos de ustedes no compartan.
Eso sí, el humor negro de Van Sciver no tiene límites y nos hace pasar un rato muy divertido. El cómic se lee en un suspiro; la extensión es corta y el ritmo es alto, aunque tiene un final un tanto abrupto. En cuanto al dibujo, éste no es que sea espectacular o maravilloso. No lo es ni lo pretende, pero sí que me ha causado un gran impacto el uso del color. El acabado visual gracias al color es muy llamativo, lleno de texturas y matices que dotan al tebeo de una gran fuerza gráfica. Así pues, Van Sciver, gracias a esto, es capaz de vendernos su obra por los ojos.
En definitiva, la cruzada personal del autor contra estos tipejos que son la antítesis de lo que es él y que pululan el mundo de las artes en general, y el editorial, en particular, convence para que yo a ustedes les recomiende este cómic si es su estilo. No es una obra que recomendaría a todo el mundo, pero si son seguidores del cómic underground y/o alternativo; si son lectores de esos dos grandes escritores a los que da pie el título del tebeo y que su protagonista no hace nada más que mancillar su legado, y si le gustan las historias de perdedores que van cuesta abajo y sin frenos,
Guion - 6.5
Dibujo - 7
Interés - 9
7.5
Mordaz
Intersante propuesta de Noah Van Sciver que, pese a su juventud, lleva más de una década al piel del cañon. De este modo, esperemos que podamos ver su obra publicada con más frecuencia en las librerías de nuestro país.