Fear Agent, Volumen 1 (Reseña) y Entrevista a Rick Remender

 

Edición original: Fear Agent #1-15 USA.
Edición nacional/ España: Norma Editorial.
Guión: Rick Remender.
Dibujo: Tony Moore, Jerome Opeña.
Entintado:.
Color:.
Formato: Cartoné con sobrecubierta, 512 páginas.
Precio: 36,00€.

 

La primera constancia que tuve de Rick Remender fue hace más de diez años, en unas circunstancias muy diferentes a la del actual guionista estrella de Marvel Comics. Por aquel entonces, el autor de Portland era el encargado de entintar los lápices de su amigo Kieron Dwyer tanto durante el final de la memorable etapa de Kurt Busiek en Los Vengadores (con Kang como villano principal) como de la primera saga de Geoff Johns al frente de los Héroes Más Poderosos de la Tierra (en los números donde se plantaban semillas sobre el Zodiaco que nunca acabaron siendo resueltas). Estas páginas, además de una miniserie de Terminator, fueron su única incursión en el apartado de las tintas, siendo este unos inicios comiqueros cuanto menos peculiares para un Rick Remender que, sin saberlo, iría a acabar una década después precisamente al frente del grupo que le ayudó a entrar en el mundo del cómic. Y aunque esta fue su puerta de acceso, la obra por la que más brilló e hizo que todas las editoriales se lo rifaran fue Fear Agent.

Publicada entre 2007 y 2012, Fear Agent es una serie de treinta y dos números publicada en Image durante su primer año y en Dark Horse Comics hasta su conclusión. Esta creación de Rick Remender y Tony Moore (Walking Dead, Deadpool) era hasta ahora uno de los cómics independientes más esperados en nuestro país. Gracias a los esfuerzos de Norma Editorial, Fear Agent va a ser publicada integramente en dos tomos, habiéndose publicado en 2014 el primero de ellos con los quince primeros números de la serie (tres arcos argumentales, dos de Image y uno de Dark Horse) que incluyen también la colaboración de dibujantes como (¡atentos!) Jerome Opeña, Francesco Francavilla, Rafael Albuquerque o el mencionado Kieron Dwyer. El segundo de estos tomos es de publicación inminente y será una de las compras fijas durante el próximo Salón del Cómic de Barcelona. Siendo una de las novedades más esperadas del año, no queríamos faltar a la cita y reseñar este primer volumen de Fear Agent, contando para la ocasión con una entrevista con el propio Rick Remender en la que hablamos sobre lo que supone para él esta obra. Abrochaos el cinturón espacial que empieza la cuenta atrás para el lanzamiento. 3… 2… 1… ¡¡IGNICIÓN!!

La ciencia ficción de aventuras regresa a lo grande: Heath Huston no es más que un cateto de Texas, alcohólico, violento y malhablado. Bueno, y también un exterminador de plagas espacial. En sus viajes por el espacio a bordo de su nave con inteligencia artificial Annie, Huston se enfrentará a todo tipo de criaturas y ahogará sus penas en whisky intentando olvidar la devastadora guerra alienígena que desoló la Tierra y le hizo perder a su familia. Pero quizá haya una forma de cambiar el pasado y, por muy peligrosa que sea, no hay un Fear Agent con más cojones para llevarla a cabo que Heath Huston. Fear Agent posiblemente es la saga espacial con más acción, humor, celos, violencia, tacos y mala leche que jamás haya sido creada y por fin está disponible al completo en dos volúmenes integrales.

Pedro Monje: ¿Qué tiene para ti la ciencia ficción que hace que vuelvas sobre ella una y otra vez?

Rick Remender: Me gusta la ciencia ficción especulativa. He leído toneladas industriales de material futurista y encuentro muy fascinante el imaginarme cómo podría ser el futuro y qué dirección tendrá nuestra especie en esta pequeña mota de polvo en la que flotamos por el espacio.

P.M.: ¿Cuáles dirías que son tus influencias en este campo?

R.R.: Estoy muy influenciado por todo el material de EC, Wally Wood, Al Williamson y el dibujo de Frank Frazetta. Crecí en los setenta, así que es obvio que Star Trek y Star Wars también tuvieron un gran impacto en mí. Me gusta la gran aventura salteada con comentarios sociales y protagonizada por un personaje con muchos fallos, todo ello ambientado en un mundo sin ningún límite para la imaginación. Creo que es por ello por lo que tantos proyectos en los que he participado tienden a la ciencia ficción, ya sea en los casos de videojuegos como ‘Dead Space’ o ‘Bulletstorm’ o en cómics como ‘Fear Agent’, ‘Low’ o ‘Black Science’. En todos estos casos se permite incluir este tipo de mitología creible. Una especie de magia pero mucho más creible.

P.M.: ¿Cómo recuerdas los primeros meses de Fear Agent? Para tí, ¿cuáles son los mejores momentos de la serie (recuerda que aquí en España tan solo se ha publicado el primer volumen recopilatorio)?

R.R.: En 2004 yo había estado haciendo algunos dibujos y bocetos para varias series de ciencia ficción que me apetecía hacer, pero nada salió adelante. Una noche, estaba al teléfono con Tony Moore hablando de nuestro amor por los antiguos cómics de ciencia ficción de EC y de Frazetta en general. Esa misma noche acabamos decidiendo que ibamos a hacer una serie juntos. Pasamos los siguientes meses trabajando con los chicos de Image para sacar Fear Agent adelante. Fue una cuesta arriba constante ya que parecía que en 2005 nadie quería comprar una serie de ciencia ficción, por mucho que estuviera dibujada por Tony Moore o por Jerome Opeña. Pero seguimos intentándo y subir esa cuesta arriba. Así que por eso, para mí, el mejor momento de la serie fue llegar al final del arco argumental «Last Goodbye». NUnca hubiera pensado que habría sido posible llegar hasta ahí. Verlo publicado fue impresionante.

P.M.: Precisamente sobre ese tercer arco argumental te quería hacer una pregunta. ¿Qué te llevó a usar este arco como un flashback? ¿Tuvo que ver con el cambio de editorial? ¿Qué pensabas que iba a aportar a la serie y su percepción esta saga «un poco» más terrenal?

R.R.: Desde el principio planifiqué la vida y las aventuras de Heath. Y después le di vueltas a todo para que fuera una revelación lenta pero fundamental para el personaje. Y esta historia no cambió para nada cuando nos llevamos la serie a Dark Horse. Nos mantuvimos firmes con ello. Tony y yo queríamos que cada nuevo arco argumental tuviera un nuevo género añadido a la mezcla. Así que aquí añadimos el género de «guerra» y, en el siguiente, decidimos añadir el género «western», pero por lo demás todo es ciencia ficción.

P.M.: En caso de que hubiese una adaptación de Fear Agent, ¿cómo crees que sería más adecuado: en forma de serie de televisión o en forma de película?

R.R.: Yo me la imagino como una serie de televisión.

P.M.: No me gustaría dejar pasar esta oportunidad sin preguntar por tus compañeros dibujantes. ¿Qué aportaron Tony Moore y Jerome Opeña a Fear Agent? ¿Cómo era la colaboración?

R.R.: Son dos de mis mejores amigos en el negocio del cómic. esta serie hubiera sido un sinsentido sin dibujantes de su calibre. No hubiera funcionado tan bien porque la historia depende completamente del dibujo. Se dejaron la vida haciendo lo posible porque Heath pudiera seguir viviendo, aún y cuando el mundo no quería que él o que los cómics de ciencia ficción lo hicieran. Por supuesto, todo esto ha cambiado ahora. Pero claro, por aquel entonces no era así y entre nosotros nos manteíamos motivados para hacer que aquello cambiara y ofrecer una buena serie. Al final, podemos decir que hicimos Fear Agent para nosotros mismos. Ha sido un final bonito descubrir que hoy en día los lectores están descubriendo la serie y disfrutándolo.

Seamos sinceros. Fear Agent es un desfile continuo de acción, fanfarronadas, salidas ocurrentes, alienígenas salvajes, (¿anti-¿)héroes con complejo de vaquero y científicas sexys. Y eso solo en los dos primeros capítulos, porque el tsunami de conceptos y géneros que Remender introduce en sucesivos arcos argumentales no hace sino elevar al máximo el disfrute de la obra. Y siempre con un protagonista claro. La empatía que desde un primer momento el lector consigue con Heath Huston, protagonista de nuestra historia y todo un Han Solo de segunda fila (dicho en el mejor sentido de la comparación) está muy trabajada por Rick Remender, que introduce elementos antagonistas y amistosos sin cesar durante los primeros capítulos consiguiendo la sensación de que hayamos leído historias del protagonista desde tiempos inmemoriales. Lo desconocido se vuelve familiar a una velocidad vertiginosa sin descuidar todos los elementos sci-fi que precisa una historia como esta, desde trajes espaciales hasta alienígenas con tentáculos pasando por los habituales futuros apocalípticos consecuencia de guerras civiles o sustancias líquidas con alto grado de alcohol suspendidas por la ingravidez de turno.

Como advertíamos, este primer tomo de Norma Editorial (consejo: la portada interior y el lomo tras la solapa más anaranjada será mucho más interesante y resultona en vuestras baldas) contiene los tres primeros arcos argumentales de la serie. Los dos primeros se publicaron en Image Comics, tal y como nos ha contado Rick Remender con mucho esfuerzo y sufrimiento por parte de los autores. Se tratan de dos historias concatenadas que nos presentan el universo de ficción con el que se va a jugar a lo largo de la serie. El tercer arco argumental, y el primero publicado por Dark Horse, es un flashback completo en que se narran los orígenes de la revolución, la invasión dressita/teteldiana y se explica, por fin, por qué Heath es como es, añadiendo capas y capas de profundidad a un relato y a un protagonista que gana en carisma con cada viñeta.

El humor está muy presente en esta obra, muy por encima de otros productos firmados por el mismo guionista, quien suele aparcar esta faceta en sus trabajos más comerciales. Aunque claro, cuando cuentas como colaborador con Tony Moore, no queda otro remedio que imprimir a tus guiones de altas dosis de humor y primeros planos para lucimiento del co-creador de Walking Dead. Así pues, este exterminador intergaláctico, con doctorado en salir indemne de todas las situaciones en el último momento (salvo claro, cuando la palma a las primeras de turno…) como si de un cruce entre el Capitan Haddock y John McClane se tratase. A pesar de que el tono de las historias se oscurezca (como la piel de Iris West en la nueva serie de televisión de Flash) según avanza la serie (algo que se notará más en el momento de leer el segundo volumen), Remender mantiene el nivel de humor muchas veces en base a soliloquios o monólogos, desplegando todo su repertorio como guionista. Los diálogos y las frases ocurrentes son uno de los mejores apartados de esta obra.

Pero si hablamos de excelencia, tenemos que hacer referencia obligatoriamente al apartado gráfico. Hablamos de Tony Moore (Walking Dead, Deadpool) y Jerome Opeña (Uncanny X-Force, Avengers: Rage of Ultron). El primero, co-creador con pleno derecho de la serie. El segundo, sustituto del anterior en el segundo arco argumental pero alma máter de la serie con el mismo derecho. Incluso, aunque cuesta percibirlo, también se aprecia la mano de Cory Walker (Invencible) en algunos diseños. Cory iba a haber sido el sustituto de Tony Moore pero al final no pudo por otros compromisos. En cualquier caso, Tony Moore y Jerome Opeña son garantía de calidad más que suficiente. Aunque hablemos de la versión «2005/2006» de los dibujantes. La maduración posterior que han experimentado, sobre todo en el caso del extraordinario Opeña, les ha convertido en grandes artistas y dibujantes reclamo, pero ello no desmerece el trabajo que hicieron hace diez años. Mezclando registros de otros grandes como Wally Wood o Marc Buckingham y dando el do de pecho en los diseños de alienígenas, vehículos y mundos a partes iguales, ponen la guinda a un producto hecho desde el cariño y el amor por un género.

En definitiva, uno de los más interesantes de los últimos años ambientados en el género de la ciencia ficción (publicado mucho antes que cómics como Prophet, Los Guardianes de la Galaxia o Saga afianzaran la sci-fi en el mainstream USA) a cargo de autores de primera fila y reconocidos en toda la industria del tebeo. Una lectura divertida, compacta y directa que estamos seguros será de la delicia de más de un paladar poco acostumbrado a estos bocados. Altamente recomendado.