No cojas el maletín y corre
¿Qué es el miedo? ¿Hasta qué punto nos afecta en nuestras decisiones? ¿Cuánto nos condiciona en nuestro día a día? Las obras de terror juegan con enfrentarnos a situaciones generalmente irreales para causarnos esas sensación, como si la realidad no fuese bastante terrorífica de por sí, pero Fear Case no solo pretende darnos miedo sino que tiene la clara intención de reflexionar sobre ello, sobre cómo en ocasiones el temor a algo nos lleva a hacer cosas que en otras situaciones ni nos plantearíamos.
Todo comienza con un caso que nadie ha conseguido resolver, pero siempre hay una pareja del Servicio Secreto a la que se le asigna y se le da de plazo un año, más de eso les podría llevar a una obsesión insana. Dicha misión es encontrar un maletín misterioso, si es que existe, y resolver los asesinatos que giran en torno a él. Esta premisa, con un diseño en negro del tomo y esa portada que apenas se ve, resulta atractiva ya precisamente por generar intriga. Así Fear Case juega en dos ligas, la policiaca y la del terror. Y las dos se le dan muy bien.
Los autores no son nada extraños entre sí. Matt Kindt, conocido y reconocido guionista de grandes obras como BRZRKR, X-O Manowar, Ether o Cosmic Detective, une su camino una vez más con el dibujante Tyler Jenkins y la colorista Hilary Jenkins, con quien ya había realizado series como Grass King, para BOOM! Studios, Black Badge y Apache Delivery Service, en Dark Horse antes de esta Fear Case, y no les ha ido mal pues siguen repitiendo, actualmente están trabajando en Hairball para la misma editorial, y más de una vez tonteando con el terror, lo policiaco o ambas. Es cierto que por aquí solo hemos visto esta Fear Case, pero con el resultado que obtienen no estaría mal echar un vistazo al resto.
El dibujo precisamente es un tema clave en esta serie. Es sucio, con los fondos justos y muy desdibujado. Sus formas no son fáciles, su narrativa no es compleja, de hecho es simple, pero con el estilo que los Jenkins aportan a la obra es necesario un esfuerzo algo interpretativo por parte del lector. Sin embargo, una vez se traspasa la barrera del primer número, es difícil imaginar Fear Case con otro apartado gráfico. Todo va de la mano de tal manera que las sensaciones se multiplican gracias al estilo de Jenkins. Tiene escenas muy desagradables que no necesitan de una mayor claridad y este tono sucio hace que se represente mejor una idea tan difusa como es el miedo.
Trabajan bien juntos, se nota que hay buena unión entre los autores porque saben lucirse y dejar su propio espacio para crecer y que los personajes avancen. Todo ello hace que el cómic funcione y vaya mejorando según se pasan las páginas. Es un tipo de historia a la que hay que dejarle tiempo para conocer bien a los personajes, y eso que la presentación del primer capítulo es envidiable, consiguiendo una magnífica definición de personajes y entorno a base de conversaciones y situaciones bastante mundanas.
Con todo esto Fear Case tiene forma de historia policíaca, con sus secretos, sus giros y su resolución, todo con muchas bondades. Los autores consiguen definir a la pareja protagonista de una manera sublime, entrando y saliendo de arquetipos clásicos un poco a medio camino entre True Detective y Seven.
La supuesta maldición del maletín tiene unas reglas básicas, debes dárselo a quien más odies, si a los tres días no se lo has pasado a nadie llegará a quien más quieras, pero hagas lo que hagas nunca lo abras. ¿Son reales o es todo una invención para encubrir unos asesinatos? Mientras que Mitchum es del todo escéptico Winters tontea con la posibilidad de que sea real. El primero es un policía más apegado a métodos tradicionales, el segundo tiene la mente mucho más abierta, sin embargo sus discusiones siempre son constructivas. No hay conflicto entre ellos y mediante sus diálogos Kindt y Jenkins teorizan sobre cómo el miedo puede afectarnos.
Evidentemente el dilema moral sobre el maletín es constante, jugando con las preguntas típicas de ¿a quién se lo darías?, de ahí que todo funcione muy bien, hasta ponernos en un final bastante redondo. Pero también juega con la relación del miedo con muchos otros elementos más allá de la ética, desde sectas hasta conspiraciones, sin tener miedo de meterse de soslayo en la política.
El terror también es su punto fuerte. No está tan presente como la investigación policiaca, va uniéndose a la historia poco a poco, con escenas desagradables puntuales, pero se nota que los autores pretenden centrarse más en la reflexión que en realizar una obra de terror. De esta forma es probable que Fear Case satisfaga a los seguidores del terror, pero es más probable que su público esté más cercano al género de investigación. De todas formas se trata de una historia corta y bien contada a la que pocas pegas se le pueden sacar, más allá de que el dibujo no sea espectacular.
Lo mejor
• Los protagonistas y su relación.
• El final
Lo peor
• El apartado gráfico podría ser mejorable, aunque encaja con la historia.
Guión - 8.3
Dibujo - 6.8
Interés - 8.3
7.8
Kindt y Jenkins se meten en una obra que mezcla terror y policiaco de forma efectiva. Fear Case resulta entretenida y reflexiva a partes iguales, pero con más peso de la investigación y los personajes que del terror en sí.