Esta es la primera de una serie de entradas dedicadas a Fénix, de
La creación de Fénix
La historia de la publicación de Fénix es compleja. Los primeros intentos de Tezuka de introducir a la mítica ave en su obra fueron desafortunados y se encontraron con varios problemas editoriales que le impidieron desarrollar su idea según sus planes; aparecieron, antes de la versión definitiva, la que tenemos publicada en español, diferentes versiones en las que el autor fue probando suerte hasta alcanzar no solo un clímax narrativo y argumental sino el éxito que le permitiera continuar durante tantos años.
Es así que la primera aparición del mítico pájaro de fuego de Tezuka tiene lugar en 1954 en las páginas de la revista Manga Shônen en una historia que se aleja mucho tanto del tono como del estilo de la versión definitiva. Esta aparición nos cuenta una historia muy parecida a la de la primera saga del Fénix de 1967. Publicada justo después de uno de los grandes éxitos de Tezuka, Jungle Emperor (1950-54), también conocido como Kimba, el león blanco, en el Fénix de Manga Shônen nos encontramos en un Japón antiguo en el que un niño, Nagi Iza, va en busca de la mágica sangre del fénix (la cual, supuestamente, otorga la inmortalidad a aquel que la beba) para poder dársela a su padre enfermo y salvarle así la vida.
La historia no tuvo demasiado éxito y fue cancelada con apenas ocho capítulos; Tezuka la abandonó para no volver a retomarla… más o menos. El manga quedó inconcluso, pero la idea del fénix del permaneció en su cabeza: no solo le permitía adentrarse en la historia de Japón desde el más lejano de los principios hasta el más imaginario de los futuros, sino que podía de esta manera moverse por todos aquellos temas que su obra siempre trata: el respeto por la naturaleza, el ser humano, en sus puntos altos y bajos y, por encima de todo, el tema del que trata profundamente esta obra: la vida y la muerte, siendo esta última una celebración de la primera.
En 1956 Tezuka decide contar tres historias situadas en tres pueblos distintos: Egipto, Grecia y Roma. Estas nuevas apariciones del ave fénix tienen lugar en las páginas de la revista Shojo Club entre 1956 y 1957, y tal como cabe esperar del nombre de la revista, son romances al estilo La princesa caballero (1953-56), manga que Tezuka acababa de terminar de publicar. Estas historias serán comentadas en la entrega dedicada al último tomo, en el que están recopiladas los tres relatos.
Sin embargo, no es hasta 1967 que aparece en las páginas de la revista COM la versión definitiva de Fénix (1967-88), revista en la que se serializaron las siete primeras sagas entre 1967 y 1971: «Los albores de la tierra», «El Futuro», «La era Yamato», «El espacio», «El pájaro de fuego» y «El manto celestial». Poco después de la aparición de las primeras entregas de «Nostalgia» la revista lleva a cambio una reestructuración que se traduce en una nueva orientación comercial que termina con un cambio de nombre, COM Comics, y la cancelación de Fénix. Estos cambios no acaban por calar y, aunque se intenta una vuelta al original, tampoco triunfa.
En 1975 la editorial Asahi Sonorama funda la revista Gekkan Manga Shônen (nada que ver con la otra Manga Shonen), cuyo título principal sería Fénix, y en ella se publican las sagas «Nostalgia», «Caos» y «Vida». En 1986 se publica en la revista Yasei Jidai, una revista literaria perteneciente a la editorial Kadowawa Shoten, la ultima saga que Osamu Tezuka completaría antes de morir: «Sol».
Fénix, una obra maestra inconclusa
Fénix es sin duda la obra más ambiciosa de Tezuka. Compuesta de doce sagas y un intermedio, el objetivo del dibujante era abarcar en estas historias autoconclusivas relatos ficticios en torno a determinadas épocas pasadas de Japón y supuestos escenarios futuros. Con esta premisa, la historia se desarrolla con varios saltos temporales: la primera saga narra la historia de dos pueblos de finales del periodo Jōmon (1000 – 500 a. C.) mientras que el segundo tomo, «El Futuro», nos cuenta el final de la humanidad. Alternando el pasado con el futuro, la idea de Tezuka era ir contando historias que poco a poco se fueran aproximando al momento presente. Ciencia-ficción, ficción histórica, fantasía, acción, aventura, drama, narración épica, romance, filosofía: Tezuka fue ambicioso tanto en temas como en géneros y narrativa; no solo alcanzó a tocar todos los palos sino que los dominó con maestría y dotó a cada una de las páginas de una composición única y totalmente innovadora; la espectacularidad en esta obra es sumamente importante, y Fénix funciona tanto como una oda a la vida como retrato épico del pasado y el futuro. Desafortunadamente, el autor murió a causa de un cáncer en 1989 y la obra quedó inconclusa.
La edición de Planeta
Tal y como indica el epílogo del primer tomo de esta edición escrito por
Su principal preocupación era la sensación de velocidad, por lo que nunca se prestaba a utilizar tal cual las portadillas que, en la serialización de la revista, abrían cada capítulo. En su origen, solían figurar en la misma historia resúmenes de los capítulos anteriores o presentaciones de los personajes que en la edición en tomos se eliminaban sin miramientos para unir sin fisuras aparentes huecos entre capítulo y capítulo. De ahí que de casi todas las obras de este autor tengamos dos versiones distintas: la publicada en la revista de turno y la recopilada en tomos.
La edición de Planeta es exactamente igual a la japonesa más completa, en la que se incluye todo el material que Tezuka iba eliminando durante la elaboración de los tomos. Según comenta Mori con respecto a esta edición:
Esta “Edición original recuperada” representa la primera oportunidad desde la serialización en revista de Fénix de disfrutar de las laminas a color, las portadillas y, por supuesto, de una serie de contenidos únicos de esta primera versión de la obra.
La edición de Planeta respeta el tamaño original de la edición japonesa, que además está basado en el que fue publicada la obra en sus orígenes:
El primer volumen recopilatorio del material serializado en la COM causó una gran sorpresa debido a su gran tamaño, en formato revista-B5 (182 x 257 mm) […] Todo indica que Osamu Tezuka deseaba que los lectores leyeran Fénix en gran formato y se dice que, cuando Asahi Sonorama propuso editar la obra en formato shinshoban (105 x 173 mm), él se negó en redondo alegando que Fénix no era una historia que deba ser leída en formato pequeño.
Sagas de Fénix
Tomo 1: Los albores de la historia (1967).
Tomo 2: El futuro (1967-68).
Tomo 3: La era Yamato (1968-6) — El espacio (1969).
Tomo 4: El pájaro de fuego (1969-70).
Tomo 5: Resurrección (1970-71) — El manto celestial (1971).
Tomo 6: Nostalgia (1976-78).
Tomo 7: Caos 1ª parte (1978-80).
Tomo 8: Caos 2ª parte (1978-80).
Tomo 9: Vida (1980) — Seres extraños (1981).
Tomo 10: Sol 1ª parte (1986-88).
Tomo 11: Sol 2ª parte (1986-88).
Tomo 12: Egipto, Grecia y Roma (1956-57).
Webgrafía
Phoenix [Manga Shonen] (Manga): Tezuka in English.
Phoenix [Shojo Club] (Manga): Tezuka in English.
Phoenix (Manga): Tezuka in English.
Fénix (Nueva Edición): Listado Manga.
Conocía esta obra, aunque como me pasa con la mayor parte de Tezuka no tanto por el manga, sino por la película de animación, y la verdad es que es una pasada. Siempre me he preguntado si había algún tipo de conexión entre este Fénix y el de Claremont, porque sus aproximaciones tienen unos cuantos puntos en común
¡Interesante! Tengo que admitir que de superhéroes sé poco. ¿Hay alguna edición de es cómic disponible?
Hum, estas Planetadas me desquician un poco.
Tengo que investigar dónde lo dejó Planeta en la anterior edición y seguir desde ahí.
Porque este manga es imprescindible.
Estaría bien que en los siguientes capitulos se mencionase si estuvieron incluidos en la anterior edición o no, ya que fue un pequeño desproposito.
Pues la última saga que publicaron fue «Resurrección», que está incluida en el tomo 5 junto a «El manto celestial».
Ah, perfecto. O sea que para los que seguimos la anterior edición, debemos de pagar por algo que ya adquirimos anteriormente.
No sé ya ni por qué me sorprendo 🙂
Gracias por la info.
De los pocos comics que merece la pena pagar dos veces por tener completa la colección. Tezuka siempre magistral, pero aquí, más.
Tengo que admitir que me duele pagar cada tomo, sobre todo si tenemos en cuenta el precio y que Planeta comete algunos errores de edición que no tienen perdón. Pero al fin y al cabo me parece una obra imprescindible y no me perdonaría no tenerla en mi casa.
La verdad es que tiene muy buena pinta. Lástima que esté en sentido de lectura oriental, sino me lo compraba.