FICHA: ALLAN HEINBERG

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    Allan Heinberg

    Una de las fantasías más recurrentes entre los aficionados al mundo del cómic es la de ponerse en la piel del guionista o dibujante de su colección favorita. Al divagar sobre este extremo se plantean, de forma inevitable, preguntas del tipo: “¿Qué cambios introduciría?”, “¿cómo plasmaría gráfica o narrativamente dichos cambios?”, “¿qué se siente al hacerse cargo de personajes con los que, inevitablemente, existe una vinculación emocional?”.
    En la mayor parte de los casos, este tipo de especulaciones no pasan de ser un mero divertimento, disquisiciones objeto de conversaciones entre amigos, o simples sueños que difícilmente podrán verse cumplidos.

    No es el caso de Allan Heinberg, quien gracias a la madurez alcanzada en su carrera como guionista, sumado a su empeño, constancia, e indudable talento, ha visto cumplido un sueño de juventud compartido por miles de aficionados.
    Nacido en Nueva Orleáns (Louisiana, Estados Unidos) en 1967, pasó gran parte de su infancia en Tulsa, Oklahoma. Su primer contacto con el mundo de los cómics se produjo gracias a las adaptaciones televisivas de personajes tan populares como Batman, Spiderman, o El Increíble Hulk, pero fue a raíz del nº 212 de la colección Wonder Woman cuando realmente quedó atrapado por las aventuras épicas y fantásticas que se ocultaban entre las viñetas.

    Quiso el destino o el azar que desde su más tierna infancia su vida estuviera vinculada de una u otra forma al espectáculo y el entretenimiento. Dio sus primeros pasos en el mundo de la interpretación gracias a su participación en obras de teatro representadas a nivel regional, la grabación de anuncios, y la intervención en un noticiario infantil para la televisión. Durante su época universitaria continuó vinculado al teatro, interviniendo en diversas obras, y una vez finalizada su formación académica en la Universidad de Yale, se trasladó a Nueva York, donde escribió y actuó en montajes teatrales y musicales, tanto de circuitos alternativos como de Broadway.

    Pero a pesar de su interés por las artes escénicas, su futuro laboral parecía encaminarse por otros derroteros. A partir de 1994 se adentró en el competitivo mundo de la televisión, ejerciendo tareas de guionista, productor y consultor en series que alcanzarían un indudable éxito internacional, como Cinco en Familia, La Verdad al Desnudo, Las Chicas Gilmore, Sexo en Nueva York, o The O.C.
    Fue precisamente en los guiones de la popular producción ambientada en Newport Beach, Orange County, donde dejó patente su pasión por el noveno arte, poniendo en boca de Seth Cohen, uno de los carismáticos protagonistas de la serie, infinidad de ocurrentes comentarios alusivos a la industria del cómic americano. A raíz de la repercusión que adquirieron dichos comentarios entre el fandom, sumado a un importante componente de casualidad, comenzó a gestarse un curioso proceso de acercamiento a las grandes editoriales americanas, que terminó con Heinberg afrontando el reto de emprender una nueva aventura profesional. Joe Quesada, Editor Jefe de Marvel Comics, le ofreció crear un nuevo título para La Casa de las Ideas, formando equipo creativo con el excepcional dibujante Jim Cheung. El resultado final: Jóvenes Vengadores.

    El halo de misterio y secretismo que desde un primer momento rodeó a la colección despertó la curiosidad tanto de los aficionados como de los medios especializados, y lo cierto es que las expectativas estaban más que justificadas. Pronto cesaron las voces que insistían en comparar Jóvenes Vengadores con los Jóvenes Titanes de Geoff Johns y Mike McKone, valorándose en su justa medida el excepcional trabajo realizado por Heinberg y Cheung, quienes han sabido dotar al título de una voz propia y diferenciada.
    La clave de su éxito radica en haber sabido combinar un profundo amor y respeto al género superheróico, con planteamientos osados, valientes y novedosos. De esta forma, aporta su propia visión de la adolescencia, y aprovecha la ocasión para reflexionar acerca de cambios inherentes al desarrollo físico y emocional que rodean a este complicado periodo vital, centrado en la búsqueda de la propia identidad.
    Junto a un inspiradísimo Jim Cheung, ha logrado insuflar un necesario soplo de aire fresco y originalidad dentro del panorama editorial americano.

    A continuación, Heinberg escribiría junto a su amigo Geoff Johns (comparten con Jeph Loeb un estudio en Sherman Oaks, California) un arco argumental de la Liga de la Justicia Americana, titulado Crisis de Consciencia y comprendido entre los números 115 y 119 de su edición americana.
    En cuanto a su futuro más inmediato, además de continuar asumiendo mensualmente los guiones de Jóvenes Vengadores, recientemente se ha confirmado que se hará cargo del relanzamiento de Wonder Woman, contando con Terry Dodson en el apartado gráfico.

    Muchos somos los que nos congratulamos por la llegada de Heinberg al mundo del cómic, y pese a que en el horizonte planean multitud de proyectos, como una serie de animación de género superheróico para la Warner Brothers, el desarrollo de una serie televisiva para Touchstone y la cadena norteamericana ABC, o un guión cinematográfico, esperemos que en su apretada agenda siga teniendo tiempo para poder escribir cómics. Por muchos años.

    Ficha originalmente publicada en el Panini Comics News nº 17 (abril de 2006).

    Un saludo y hasta el sábado! (eso espero)

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    Jessica Jones
    28 mayo, 2006 12:56

    El futuro del comic esta en guionistas venidos de otros medios????
    La verdad que una de las razones por la que me atrajo la serie de jovenes vengadores, fue por este guionista, aunq no me guste OC, queria saber como se desenvolvia en el medio del comic.

    GHOST RIDER
    GHOST RIDER
    29 mayo, 2006 2:55

    Totalmente d acuerdo… vengan del medio k vengan…si son buenos… bienvenidos !!!… si no… escupiré sobre vuestra tumba !!!