A principios de marzo de 2020 se reseñó el especial de Flash que conmemoraba el llegar a la importante cifra de 750 entregas. Hoy toca recuperar las sensaciones de la primera lectura y trasladar a los lectores que se mueven a ritmo nacional lo que este especial les ofrece.
Hablemos de la edición para abrir boca y luego reflexionaremos sobre la importancia del personaje y el valor de este trabajo sobre su figura.
La edición de ECC se desvincula de la ofrecida por DC en USA en varios aspectos. El primero es que aquí se opta por la tapa dura. Lo segundo es que se ha sacado el final de la saga de la serie regular para ubicarlo en la grapa mensual del personaje (algo muy acertado, por otra parte) Lo tercero es que se ha llevado el epílogo relacionado con Flash Porvenir al último número de la miniserie en grapa y, por último, se han incluido una serie de textos hablando de cada uno de los Flash que han corrido en DC desde los tiempos de Jay Garrick.
Cambios que en lo que concierne a la no inclusión de ciertas historias, se muestran más que acertados, así como los textos, quedando solo en el aire si es de verdad necesario recurrir a la tapa dura.
Una de cal y una de arena.
Flash es un personaje fundamental dentro del Universo DC. Hace tiempo se realizó ya un acercamiento a su figura analizando su importancia al formar parte de importantes acontecimientos editoriales, implantar el concepto de legado, inaugurar la Edad de Plata y estar detrás del multiverso. Un palmarés que pocos personajes del noveno arte superheroico pueden igualar.
20 años separan a Flash de llegar a los mil números, por lo que nunca está de más celebrar las 750 entregas a través de una serie de historias que vienen a reflejar los aspectos más canónicos del personaje. Un personaje que comparte nombre de guerra, pero no portador, pues a lo largo de sus 80 años de vida editorial, varios son los que han vestido el traje, compartiendo habilidades.
El especial no solo se centra en la figura del velocista, ni en Jay, Barry, Wally o Bart, sino que también pone foco en los villanos que lo han acompañado a lo largo de los años y, como reza el dicho, son los que sirven para medir la talla del héroe. Villanos clásicos que han permitido a Flash poder desplegar todos sus atributos. Si Batman se mueve por la obsesión y la venganza, Superman por sus altruismo desmedido y Wonder Woman por su misión redentora, Flash se mueve por el deber, motivado por su faceta policial. Un deber que es exigente y que le ha costado mucho a lo largo de toda su carrera. Sacrificio, aceptación y perdida han acompañado a Flash durante años, pero nunca, y de eso este especial dan buena cuenta, ha dejado de proyectar infinita esperanza.
Este número puede ser etiquetado como intranscendental, y puede ser, sin embargo, esconde matices que lo convierten una elegante foto fija del héroe. Su segunda lectura me ha llevado a valorar (permitirme el hablar en primero persona un momento) cada una de las historias que aquí se recogen de forma más profunda. Las hay mejores, las hay peores, pero en todas hay una chispa, un poso básico, que concentra la esencia de su protagonista.
Flash es distinto a los héroes que lo rodean en la Liga. Su papel no está bajo los focos, sino detrás del telón, manejando todo el entramado que hace que el sistema pueda funcionar. Cada una de estas pequeñas historias mira de frente al personaje y al lector, sin alardes ni intenciones decimonónicas, pues no busca ser un trabajo especialmente lucido en cuanto a lo que se cuenta. El objetivo es distinto y es que satisfacer como obra, estando tantos profesionales implicados, es complicado. Y por ello es necesario acercase a este tomo como un aficionado a Flash, dispuesto a dejarse llevar y sentir el bálsamo que significa reencontrarse con la esencia que lo caracteriza.
La calidad gráfica de las historias alcanza el notable en cada una de ellas, ajustándose a tono y forma de cada historia. Lo que sí se añora es la intervención de algunos guionistas que marcaron fuertemente al personaje y que por muchas razones no han estado para conmemorar este especial. Puede ser frustrante, pero los caminos de la industria son inescrutables.
Un especial que cumple con su objetivo, que viene bien apoyado con textos adicionales, que goza de las buenas decisiones editoriales de prescindir de la historia de la serie regular y del epílogo de Flash Porvenir y que deja en el aire si la edición es la más adecuada. Queda abierto el debate.
Asume su legado.
Guion - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 9
8.2
Un trabajo que recopila toda la esencia del personaje y que mejora con las relectura. Una foto fija de todo cuanto representa Flash para DC y su particular universo de ficción.
Me encanta la portada de Nick Derington
Hubiera estado bueno que comentaran las historias del tomo en cuestión, ¿no? Digo…
Hola, Mateh. Sin duda tienes razón. Cometí un error y se me pasó poner le link de la primera reseña USA del especial donde se hablaba de las historias. Con este segundo texto he buscado centrar más la atención en la edición y en la sensaciones que ha despertado la segunda lectura del mimo. De ahí mi cambio en la nota.
Lo acabo de poner para complementar a este texto de forma que se tenga toda la información. Mil disculpas por ello.
Muchas gracias por tu aportación