Dolmen, 2017
Hay una frase en el lomo del tercer álbum de la colección
Ahí es nada. Pero por una vez, y sin que sirva de precedente, la autopromoción da en el clavo. Y es que en la frase entran en juego dos factores: estética e historia. Y seguramente la evolución artística que
Flash Gordon y Jungle Jim son dos series creadas y dibujadas por Alex Raymond para la compañía distribuidora King Features Syndicate. Su formato era exclusivamente en página dominical (sunday page) y cada plancha estaba estructurada de forma que Flash Gordon, como serie principal, ocupaba los dos tercios inferiores de la página y Jungle Jim, como serie secundaria (topper), el otro tercio. Las dos se estrenaron el 7 de enero de 1934 y su creador contó con la ayuda de
Dolmen está publicando por lo tanto, en su colección Sin Fronteras, la etapa inicial de la serie. La que comprende la totalidad de las páginas dominicales a color realizadas por Alex Raymond y Don Moore del 7 de enero de 1934 al 30 de abril de 1944. Está previsto que abarque cinco álbumes de los que ya han salido al mercado los tres primeros.
La edición es muy buena y permite descubrir las dos obras tal y como se publicaban en los periódicos norteamericanos de la época.
Flash Gordon es una serie de ciencia ficción en la que el protagonista del mismo nombre, un deportista norteamericano famoso, se ve involucrado junto a una joven llamada Dale Arden en el descabellado intento de un científico, Hans Zarkov, por evitar la colisión con la Tierra de un gigantesco meteorito llamado Mongo. El trio queda atrapado en este meteorito que está habitado por numerosas razas de humanos y especies semi-humanas y que está regido por un cruel dictador llamado Ming. La serie se centrará en los esfuerzos de Flash, Dale y Zarkov en derrocar a este dictador con la ayuda de numerosos grupos de insurgentes locales.
Por su parte Jungle Jim se centra en la figura del cazador de fieras Jim Bradley que realiza su actividad en la región del Extremo Oriente. Acompañado por un sirviente malayo llamado Kolu, Bradley – apodado Jungle Jim – acabará luchando contra piratas y secuestradores que alteran la paz de los ricos terratenientes coloniales de la zona. En estas luchas se ve involucrada cla aventurera Shangai Lil – pseudónimo de Lili DeVrille – que se enfrentará al protagonista para convertirse más tarde en una singular y nada convencional amiga/amante de personalidad independiente y comportamiento audaz.
Las dos series evolucionaron estéticamente al unísono incluso cuando, en un breve lapso de tiempo, de separaron en dos páginas y la topper experimentó incluso una leve pausa para que Raymond pudiera cumplir con las agobiantes fechas de entrega.
En el apartado narrativo, Raymond pertenece a la escuela del cómic realista que basa su trabajo en la figura humana. Su constante artística se centra en la fluidez del movimiento, la elegancia de las figuras y el equilibrio de la composición. De inspiración neoclásica, su estilo evoluciona en cuanto al entintado de un barroquismo elegante a un clasicismo esencial que potencia el virtuosismo del trazo de pincel y plumilla. La narrativa viene impuesta – en su etapa de esplendor – por la ausencia de globos de diálogo y por la obsesión en capturar el momento esencial en detrimento de las viñetas de transición. Cada página entregada el domingo por Raymond es un espectáculo magnífico y grandioso.
Alexander Gillespie Raymond (1909-1956) empezó su carrera como dibujante sin acreditar en las series de prensa Tillie the toiler de Russ Westover y Tim’s Tyler Luck de Lyman Young.
Influido por los ilustradores de magazines de principios del siglo XX como Matt Clark, John La Gatta y J.C. Leyendecker desarrolló rápidamente un estilo figurativo, elegante y eficaz que le convirtió en la gran esperanza de la distribuidora King Features Syndicate para contrarrestar la popularidad de las primeras series realistas de otras compañías como National Newspapers Service Syndicate o United Feature Syndicate que presentaban personajes como Buck Rogers, Tarzán y Dick Tracy.
A principios de 1934 Raymond estrenó tres series que estaban destinadas a competir con las anteriormente citadas. Las dos primeras Flash Gordon y Jungle Jim se estrenaron el 7 de enero y compartían espacio en una misma página dominical como serie principal y topper respectivamente y dos semanas más tarde empieza su andadura Secret Agent X-9 en formato de tira diaria, seis días a la semana de lunes a sábado. Los guiones de ésta última en un principio estaban firmados por el prestigioso novelista de serie negra, Dashiell Hammett siendo substituido poco después por el no menos conocido Leslie Charteris, creador de El Santo.
La increíble carga de trabajo obliga a Alex Raymond a dejar Secret Agent X-9 a finales de 1935 para centrarse en las dos series de su página dominical.
No es hasta 1944, tras 10 años de constante evolución que el artista de Nueva York deja su trabajo para participar en la Segunda Guerra Mundial.
Al regresar del conflicto bélico, decide volver a empezar de cero con una serie que refleje la actualidad de la sociedad norteamericana de postguerra. Junto al editor y guionista Ward Greene crea Rip Kirby, una daily strip de género negro con marcado tono realista que refleja las tensiones de la sociedad norteamericana de los 40 y 50. Raymond se consolidará como unos de los artistas más importantes del medio dibujando esta serie durante diez años hasta que en septiembre de 1956 sufre un accidente mortal conduciendo un deportivo junto al también dibujante Stan Drake que resultó gravemente herido.
Su legado artístico se extiende por todo el mundo y durante todo el siglo XX. Artistas como John Prentice, Al Williamson, John Buscema, Paul Gillon, Joe Kubert, Jesús Blasco, Mac Raboy, José Luis García-López, John Cullen Murphy, Emilio Freixas, Dan Barry, Eduardo Texeira Coelho, Russ Manning, Edgar Pierre Jacobs, Steve Rude, Dave Stevens, Manfred Sommer, Mark Buckingham… han reconocido su influencia. El propio director de cine George Lucas, creador de la saga Star-Wars, admite su deuda con la strip de Raymond.
El subgénero de la ciencia ficción llamado space-opera nació a principios del siglo XX en los pulps estadounidenses, especialmente de la mano del escritor Edgar Rice Burroughs y su obra sobre John Carter of Mars. Pero no es hasta que Raymond dibuja Flash Gordon que adquiere su forma definitiva. La mezcla entre vestuario y arquitectura de novela de caballerías con poderosas naves espaciales, de lanzas y espadas con pistolas de rayos láser y su temática de batallas casi medievales causaron furor hasta bien entrada la década de los cincuenta cuando empezó a imponerse en el género una corriente más realista.
Alex Raymond estableció un canon artístico basado en una arquitectura futurista de inspiración neogótica con notables referencias a la leyenda de Los caballeros de la tabla redonda y al art nouveau, un vestuario que combina las armaduras de los caballeros medievales, los vestidos de las bailarinas de danza del vientre y túnicas de los soldados musulmanes. El diseño de las naves espaciales está lleno de reminiscencias barrocas con un leve toque rococó y todo esto montado en decorados operísticos de vocación wagneriana y en exteriores exóticos llenos de referencias africanas y asiáticas.
La huella estética, artística e histórica de Flash Gordon – y también aunque en menor medida de Jungle Jim – es inmensa. De tal calado que no podría entenderse la evolución de los mass-media norteamericanos y mundiales del siglo XX sin el impacto que dejaron sus obras. Sólo Mickey Mouse de Floyd Gottfredson puede disputarle a las creaciones de Raymond el primer puesto en este imaginario pódium de referentes.
Como hemos comentado anteriormente la editorial Dolmen está recopilando las dos series en unos tomos espléndidos que reproducen fielmente las páginas dominicales de la época. Es una oportunidad única para leer y coleccionar una de las cumbres del cómic de prensa norteamericano que marcó a varias generaciones de artistas y lectores.
Guion - 7.5
Dibujo - 9.5
Interés - 10
9
Monumentales
Una excelente edición de dos clásicos del comic de prensa norteamericano
A ver si también se animan pronto con Mandrake
Gracias por la reseña. Raymond es mi artista clásico favorito. Cada viñeta suya es una auténtica joya.
Le edición de Dolmen es fantástica aunque su tamaño no la hace apta para todas las estanterías. Lo que me costó encajarla en las mías 🙂
¿Solo un 9,5 el dibujo? ¡¡Por el amor de Dios, que hablamos de Alex Raymond, uno de los dos o tres dibujantes más influyentes de todos los tiempos en su momento de máximo esplendor!! ¿Aquí que hay que hacer para sacar un diez? 🙂
Blackman, si no estoy mal informado no tardará mucho estaxedición de Mandrake.
Alejandro, gracias por tus palabras y respecto al tamaño, afortunadamente abulta algo menos que la edición americana.
Eduardo las puntuaciones son de cada redactor y es un aspecto muy subjetivo. El 9’5 es por la etapa inicial algo más floja. Un 10? Pues Mort Cinder de Breccia, Amargo de Victor de la Fuente, El tercer y cuarto tomo del integral de Blueberry y evidentemente el 3er. y 4° tomo de Flash Gordon de Raymond. Intento ser coherente , no siempre lo consigo. Graxias de verdad por comentar.
Ah, vale, si es por hacer la media con la etapa inicial vale. 🙂 Por que si hablamos de los ultimos tomos, es evidente que nada inferior a un 10 valdría.