A raiz de la entrevista que la semana pasada le realizaron en Newsarama a Judd Winick, a uno se le antoja que el salto hasta un año después de Flecha Verde será de los más coherentes del conjunto.
Primero, porque es de los pocos que mantienen al protagonista de la cabecera, cosa que no hacen en Catwoman, Aquaman, Blue Beetle, Hawkman y más que probablemente en Flash y WW.
Segundo, porque el planteamiento propuesto conecta a la perfección con los momentos más emblemáticos del pasado del personaje.
Oliver Queen habrá aprovechado el año después para convertirse en el alcalde de su actual ciudad de referencia, Star City, dejando de ejercer de justiciero nocturno durante todo ese tiempo. Ahora, para la llegada de los lectores, Oliver vuelve a ponerse de verde para repartir justicia por motivos que iremos descubriendo. Habiéndose convertido en figura pública en su identidad civil, lo escueto de su disfraz obligará a que Winick razone el porqué de que nadie sume dos y dos… o verde y reina.
Así pues, el arquero vuelve a sus origenes. Sosías de Bruce Wayne en muchos aspectos, no fue hasta que Neal Adams le dió un nuevo traje y O’neil necesitó dar rienda suelta a sus preocupaciones políticas en una cabecera que se hundía que Green Arrow encontró su verdadera esencia como personaje. Desde entonces dos etapas han hecho de la cuestión social su eje argumental, las dos más brillantes, la ya mencionada de O’neil y Adams y la de uno de los discipulos más aventajados del maestro dibujante, la de Mike Grell.
Grell ofreció en su etapa altos niveles de calidad, tratando al personaje con una seriedad y hondura no vistas, por más socialmente implicados que se hubieran puesto O’Neil y Adams.
Bien es cierto que ya en el primer arco de Winick para el arquero esmeralda, publicado en nuestro país por Norma Comics, había cierto trasfondo social. Pero demasiado fantástico y colateral como para poder ser considerado relevante. Era más un barníz social que una verdadera entraña. Ahora, con Oliver Queen como alcalde, Winick podrá explorar quizás más esta faceta social del personaje, en un transfondo parecido al de series como Ex-Machina (Vaughan, Harris) y El Diablo (Jones, Parobeck), que tanto partido supieron sacarle.
Posdata: Atención al detalle. En la primera portada de la nueva etapa, Oliver viste un traje mezcla del clásico diseño de Adams que lucía últimamente y del diseño “serio” de Grell de antes de su muerte.