Frontera entre Pakistán y la India, años 50 del siglo pasado. Dos occidentales, un hombre y una mujer, hacen autoestop por las polvorientas carreteras de la zona. Al principio solo les ayuda un campesino del lugar que les transporta en un carro lleno de heno, pero de repente un coche les adelanta a toda velocidad haciendo caso omiso a las súplicas de los dos norteamericanos para que se pare. Sin embargo el automóvil da marcha atrás y su ocupante, otro occidental, se ofrece a llevarlos. Sus intenciones no son altruistas. Necesita el pasaporte del joven y se lo apropiará a punta de pistola…
Así empieza Pasaporte a Paraíso una de las historias que
Hubo un tiempo en que los reyes de la historieta no eran los dibujantes y guionistas de manga, tampoco lo eran los dibujantes, guionistas, entintadores, coloristas y editores de los comic books de superhéroes. Hubo un tiempo en que la aristocracia del cómic eran unos autores que publicaban cada día en los periódicos estadounidenses y cuya labor – en palabras de uno de ellos llamado
Esta época la podríamos acotar desde el inicio del siglo XX hasta finales de la década de los 60 cuando los comic books de
Hoy se cumplen 100 años de su nacimiento y la mejor manera de recordar a un genio como Robbins es, sin duda, volver a leer su obra.
Johnny Hazard fue uno de los personajes más longevos de los comics realistas de prensa norteamericanos. La primera tira data del 05 de junio de 1944 y la primera página dominical es del 02 de julio del mismo año. Su cancelación se produciría durante el año 1977. A pesar de la gran cantidad de páginas la serie mantendría un nivel altísimo al menos hasta mediados de los sesenta donde se empezó a notar un lento pero inexorable desgaste tanto narrativo como artístico.
Su temática es heredera de innumerables series de aviación que por esta época estaban embarcadas en ambientes bélicos a raíz del inicio de la II Guerra Mundial, a diferencia de Terry and the Pirates, la serie de Robbins no se convirtió en un diario de las aventuras cotidianas de los soldados sino que potenció la faceta aventurera hecho que al finalizar la contienda hizo que tanto el autor como la serie se adaptaran mucho mejor al ambiente civil que la strip de
Otra diferencia con Terry and the Pirates es que mientras la obra de Caniff era una unidad tanto en las tiras como en las páginas dominicales, Johnny Hazard presentaba dos líneas argumentales claramente diferenciadas tanto en dailies como en sundays.
La excelencia gráfica de Robbins es más espectacular en las páginas dominicales donde predomina la aventura exótica. Hazard viaja por todos los países que uno pueda imaginar desde el Tíbet a las islas del Pacífico siempre sorteando a los más variopintos criminales. En las sunday pages a todo color, el dibujo se hace más más panorámico y la acción más trepidante. El coloreado adquirirá poco a poco peso narrativo ofreciendo a los lectores de finales de los cuarenta y de los cincuenta un festín visual cada domingo.
Las tiras están más ancladas a la aventura urbana, los escenarios son más europeos y la acción más cercana al thriller. Londres, Paris, Berlín serán el telón de fondo de historias de suspense llenas de falsos culpables, persecuciones espectaculares por vagones de metro o puentes de apertura mecánica. Es curioso comprobar que la limitación espacial de la tira diaria en blanco y negro supuso un acicate para que Robbins experimentara con la narración regalándonos momentos de suspense que pocos autores igualarán.
Finalmente la serie se canceló el año 1977; las sundays el 14 de agosto y las tiras el 20 del mismo mes. A sus espaldas Robbins había dejado durante más de 30 años una infinidad de momentos memorables, mágicos y apasionantes que permanecerán para siempre en la historia de los cómics. Johnny Hazard es un canto a la vida llena de emoción, una auténtica celebración de la aventura.
Un artista total
Con sencillez, con naturalidad y con emoción el arte narrativo de Robbins te envolvía y te obligaba a seguir leyendo; era interesante tanto en las escenas de acción como en las más reposadas y usaba como nadie las viñetas para comprimir o acelerar el tiempo. Fue un maestro en el arte de contar historias con los dibujos y su influencia ha sido enorme en generaciones de autores posteriores destacando especialmente los españoles. Si un maestro se mide por el nivel de sus alumnos Frank Robbins es uno de los más grandes autores de la historia de los cómics.
Basta mirar una página dominical de Johnny Hazard o mejor aún una simple tira diaria para ver que estamos ante un gran artista, un auténtico experto en el arte gráfico-narrativo que se atreve con secuencias de acción complicadísimas y momentos de pausa llenos de interés. Su dominio de la caracterización no tiene igual integrando en las historias a los tipos más pintorescos sin que resulten histriónicos y sus personajes femeninos fueron ejemplo durante décadas.
Uno de sus puntos fuertes fue la creación del suspense; página a página, tira a tira. Cada entrega de Johnny Hazard contenía sorpresas que eran perfectamente explicadas mediante arriesgados pero esclarecedores encuadres que potenciaban la emoción. Su influencia estilística y narrativa llegó incluso a una generación de cineastas formada entre otros por
Su principal atractivo es sin duda lo que en francés se llama decoupage, en inglés storytelling y aquí narrativa visual o también lenguaje gráfico-narrativo. En este aspecto Robbins fue un precursor. Su dominio del espacio, del tiempo narrativo y su innovadora fragmentación del movimiento proporcionó a los asombrados lectores de la época escenas de acción espectaculares potenciadas hasta límites insospechados. Su estilo de ralentización de la acción ha sido muy estudiado por los artistas japoneses del manga, por ejemplo.
Entre la incontable legión de seguidores de Robbins podemos encontrar gente tan influyente como
Una vida dedicada a narrar
Nació el 9 de septiembre de 1917 en Boston (EE UU). Destacó por sus dotes artísticas a temprana edad y con 15 años ganó el premio Rockefeller de pintura. Estudió en el
En 1939 recogió la tira de aviación Scorchy Smith sindicada por la
En 1940 empieza a preparar otra serie de aviación con personajes propios que iniciaría su publicación el 5 de junio de 1944 con el título de Johnny Hazard. Esta serie que se publicó tanto en tiras diarias como en páginas dominicales, aunque con tramas completamente diferenciadas, se prolongó hasta agosto de 1977.
Paralelamente a la realización de esta strip para
En los años 70 colaboró de manera intensa para la editorial
En la misma década colaboraría aunque con menos intensidad para
Murió el 29 de noviembre de 1994
La mancha como estilo
Frank Robbins fue uno de los primeros y principales integrantes de una de las más influyentes escuelas de comic realista de todos los tiempos. Es una corriente que combina lo mejor de la ilustración de inicios del siglo XX con dibujantes como
Además esta generación empezaría a asimilar con gran rapidez los milenarios conocimientos de los artistas japoneses en su uso de la tinta china con pincel y del grabado en madera.
El primero que exploró esta fecunda senda fue
Amigo de Sickles y socio en algunas de sus iniciativas,
Sin embargo Robbins tuvo la suficiente personalidad para desarrollar un estilo propio siempre dentro de unas características comunes con sus predecesores. Su dibujo destaca por el equilibrio entre las masas de negros y blancos, por su aparente naturalidad y por el excelente dominio del encuadre.
Antes incluso de dejar Johnny Hazard,
Robbins se prodigó en más series de
El aire retro tomado del más puro estilo pulp que tanto
Un lustro más tarde se incorporó a
Durante la década de los setenta y principios de los 80 alternó apariciones en series de segunda fila con historias auto conclusivas en otras revistas no tan superheróicas. Nunca realizó una página mala aunque la edad empezaba a pasarle factura y el gusto del público se movía por otros parámetros. Frank Robbins resistió hasta finales de los 80 cuando vendió su casa y junto a su esposa se fue a vivir a Mexico para dedicarse a la pintura tras casi 50 años dedicados al comic.
Conclusión
Sin ningún tipo de exageración podemos afirmar que el arte de los tebeos no sería el mismo sin la aportación de
Actualmente podemos disfrutar de una estupenda recopilación de las tiras diarias de Johnny Hazard a cargo de la editorial
Comento con retraso,pero hasta ahora no había leído el artículo.
Sólo puedo decir una cosa, GRANDE. Tanto el despliegue de conocimientos del artículo como el arte de Frank Robbins.
Muchas gracias por este repaso tan pormenorizado.