Edición nacional: Astiberri Ediciones
Guión: Santiago García
Dibujo: Pablo Ríos
Formato: Rústica con solapas. 160 páginas
Precio: 16,00€
En su ensayo El eclipse de Yukio Mishima (Gallo Nero, 2014),
Ishihara comenta algo realmente interesante al hablar de su obsesión por el culturismo y por exhibirse y hace una comparación un tanto irritante en cuanto a que se pone a sí mismo como estandarte de lo bueno y lo correcto, pero sin duda acierta cuando dice que su carrera como de jugador de fútbol, aunque no acabó por consumarse, se levantó con un propósito, y que su entrenamiento y formación estaban destinados a algo muy concreto: mejorar como jugador y hacer mejorar al equipo. Es muy interesante esta visión del deporte si la colocamos en una época como la nuestra en la que el culto al cuerpo, los gimnasios y los prejuicios están a la orden del día. Aquello que practicaba Mishima, las horas de gimnasio y la pose, eran un ejercicio vacuo cuya razón de ser se alejaba mucho de aquello predicaba y de lo que Ishihara considera la base de todo deporte: el ejercicio como medio y no como fin.
Podemos hablar de deporte en general o de fútbol en concreto. La sensación que me queda después de leer Futbol. La novela gráfica es ese amor por el fútbol que se muestra perfectamente cuando dice: «o el fútbol lo es todo, o no es nada». Es lo mismo que queda tras leer el ensayo de Ishihara: o lo damos todo, o no vale para nada, es pura pose; y el fútbol, al contrario, que el culturismo, nos marca un objetivo, y ahí radica su valor. Por supuesto, esto es la opinión de Ishihara. Pero
Y eso, a gran escala, es el fútbol. Con miles de espectadores, con grandes cantidades de dinero, con una inmensa repercusión social. El deporte, ese instinto primitivo de superación personal llevado al límite: a lo social, a lo político, a lo teórico. Lo mejor de Fútbol es su ambición. García y Ríos tratan todos esos temas con ironía y profundidad. Exploran las posibilidades y la repercusión del fútbol como fenómeno de masas, como fenómeno sociológico y político. La obra está estructurada a base de anécdotas, y se muestran especialmente hábiles a la hora de pasar de un tema a otro. No hay capítulos, y eso ayuda a cohesionarlo todo, a que el resultado final no sea un mero libro de relatos. Por lo tanto, la obra, con un ficticio Santiago García como narrador, empieza con una conversación entre este y un ex entrenador del Barça hablando de la Teoría de Juegos, y continúa con temas como la homosexualidad en el fútbol, el machismo o los fenómenos paranormales.
La línea entre la realidad y la ficción está muy poco clara. El guión que García y Ríos han elaborado nos muestra muy claramente el poder de la ficción como vehículo de historias, y la realidad de estas historias es la que nosotros queramos darle, ni más ni menos. ¿Acaso Hamlet no sufre tanto la traición de su tío como Jesse James podría haber sufrido la de Robert Ford? Y si hablamos de hechos históricos: los muertos del famoso tiroteo en el O.K. Corral, ¿eran víctimas o luchaban por sus derechos e ideas? El arte y en gran parte la literatura nos han mostrado cientos de veces las posibilidades de la ficción y su repercusión real, porque cuando no puedes confiar en la realidad, ¿en qué se queda? Nada menos que en ficción. Fútbol. La novela gráfica es un tebeo estupendo. Me he reído mucho con su humor ácido, me gusta el dibujo de Pablo Ríos, su soltura y originalidad y me encanta la ambición con la que está trazado el guión. Lean, ¡lean! Sin duda, merece la pena.
¡¡¡Coño!!!! ¿furbol aquí también!!????. Jopé, que siendo hoy Dia del Trabajador se podrían haber currado algún artículo sobre Comic dedicado a los «currelas», algo de Carlos Giménez , o «La Puta Fábrica» o aunque sea Pepe Gotera y Otilio…………
Que no digo yo que el comis ese está mal pero es que a mi el futbol………..ronchera me dá.
«la Puta Fábrica» de Efix y Jean Pierre Levaray, son relatos cortitos, curiosos, y es uno de los pocos comics donde se trata el tema de la vida de los trabajadores de la Industria de forma cercana y realista.
Normalmente suelo estar de acuerdo con la mayoria de reseñas de Zona negativa, pero ponerle un 8 a este dibujo es una barbaridad. Yo personalmente a ese dibujo no le daba ni un 5, aunque entiendo que a otros les guste mas. Pero, un 8???