Ganadores concurso Crisis en tierras infinitas

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Portada_crisis_tierras_infinitasCon motivo de la publicación de la excelente obra Ya tenemos el nombre de los ganadores del concurso Crisis en tierras infinitas que os ofrecimos hace unas semanas cortesía de ECC Ediciones. No ha sido fácil quedarse con sólo tres ganadores pues el nivel de las reseñas en términos generales ha sido más que notable.

Los nombres de los tres ganadores han sido:

Juan Gutierrez, con una reseña de The Sandman
José Martinez Ros, con una reseña de Batman: Nueve vidas
Leonardo Rubio, con una reseña del Fantasma Errante : Un extraño entre nosotros.

The Sandman, por Juan Gutierrez

Sandman01_v2Despertamos. Desayunamos. Nos vestimos. Vamos al trabajo. O lo buscamos. O estudiamos. Comemos. Bebemos. Reímos. Lloramos. «Todos los días igual«, pensamos. Y, en esos momentos, justo cuando caemos en la cuenta de que puede que nuestra existencia sea monótona y rutinaria, de que tal vez estemos hartos de una vida sin grandes aventuras, ignoramos que, cada noche, al llegar a casa y tumbarnos en la cama, damos rienda suelta a una actividad de la que muchas veces ni siquiera somos conscientes: dormimos y, sí, también, soñamos. Lo hacemos como si la necesidad de contar historias fuera tan fisiológica como la de respirar, como si imaginar fuera una función inapelable de los seres humanos. Recogemos las vivencias de cada jornada, las experiencias del pasado, las cosas que nos dan miedo, las que nos hacen felices o incluso las que deseamos, y fundimos todo nuestro ser en una historia imaginaria pero, al tiempo, profundamente personal. Podría decirse que es nuestra propia naturaleza la que nos obliga, diariamente, a ser un poco escritores. A esbozar ficciones. Podría decirse que los sueños son una adaptación de nuestra propia vida; y que en nuestra cabeza, cuando nadie mira, a veces ni nosotros mismos, habitan grandes gestas, cuentos terroríficos, hermosos amores perdidos, húmedas escenas eróticas y viejos amigos; y todos ellos, absolutamente todos, son indisociables de quiénes somos y qué sentimos.

Sin embargo, este don tiene una doble cara: como si de un castigo de tragedia griega se tratara, estamos permanentemente condenados a olvidar lo que soñamos; o a no prestarle atención, cuando lo recordamos. Cierto es que algunos grandes creadores se han basado en sus propios sueños para iluminar las fantasías de la humanidad, transformando la abstracta materia onírica en narraciones, pero la cantidad es ínfima comparada con la inmensa producción que se pierde para siempre con cada despertar. Podrían llenarse bibliotecas enteras con los sueños que los hombres gestan al dormir para luego, ay, olvidar. Pero, justo con eso en mente, a finales de la década de 1980, un joven escritor inglés construyó la mayor epopeya que el cómic haya visto jamás.

Suele decirse, no sin razón, que The Sandman es una «historia de historias». No en vano, en ella, Neil Gaiman despliega una narrativa no lineal que lo mismo desarrolla una gran historia-río que se enzarza con relatos cortos, distintos medios de expresión, infinidad de géneros, cambios de protagonista, hechos históricos, mitologías varias o préstamos de otros autores. Aquí cabe de todo, de William Shakespeare a Superman, de terror gótico a drama romántico, de literatura en prosa a narrativa gráfica. Y Gaiman gestiona todos sus referentes con delicadeza y cuidado, sin relegar a nadie a un segundo plano y proporcionando a todas sus criaturas, incluso a las que no son suyas o solo lo son por adopción, su momento y su lugar. El bardo de Portchester casi nunca se pierde y, cuando lo hace, da la sensación de ser alguien que sale a dar un tranquilo paseo con la sana intención de explorar lo que se encuentre, y no con la ansiedad propia de quien se extravía y no sabe a dónde ir. Gaiman siempre lo sabe. Y el modo en que nos lleva de la mano a lo largo del trayecto, incluso cuando dudamos del rumbo, denota no solo el aprecio que le tiene a sus personajes, sino el que le concede a sus lectores: como un guía que navegara a lo largo de un mapa sin territorio, no les miente ni les promete nada que no pueda cumplir, y siempre se mantiene fiel a sí mismo y a lo que quiere contar.

También resulta frecuente encontrarse con la idea de que, si The Sandman es una «historia de historias», lo es también por sus dibujantes. Son como una orquesta que ejecutara la pieza que compone y dirige el autor: necesaria para el acto creativo, pero con una sorprendente capacidad para modular y variar una partitura de base mucho más compacta que las tintas y colores que le dan forma. Esta metáfora, concedo que algo cursi, cuando no excesivamente eufemística, sirve para poner de relieve un hecho: a ratos, cuando leemos The Sandman, vemos el dibujo y torcemos el gesto. Otras, sin embargo podríamos quedarnos horas mirándolo. Algunos interpretan esto como una debilidad: la tragedia de Morfeo les maravilla… a pesar de su plasmación gráfica. Otros, sin embargo, arañan un poco la superficie y se dan cuenta del objetivo del asunto: los Eternos son personificaciones antropomórficas de conceptos y, por tanto, conviene que no tengan una imagen definida. Si la literatura estimula la idealización subjetiva de los hechos que cuenta al no otorgarles más forma que la de las palabras (es decir, ninguna), el cómic rompe con el corsé imaginativo de definir visualmente el aspecto de sus personajes y situaciones haciendo que tengan un aspecto cambiante y, por tanto, abierto.

A los collages surrealistas de McKean se les contrapone el estilo limpio y europeo de P. Craig Russell, el expresionismo de Sam Kieth, el clasicismo de Charles Vess, la plasticidad de Chris Bachalo, el cartoonismo de Marc Hempel o la línea abocetada de Mike Dringenberg. Gracias a ellos, y a muchos otros, los personajes de The Sandman adquieren una singular cualidad etérea muy en consonancia con la propuesta conceptual de la obra: podemos recordarlos, sí, pero de un modo mutable, como si hubieran cambiado de forma desde la última vez que nos sorprendimos pensando en ellos. A veces esa evocación es agradable, a veces no; pero los sueños pueden ser tan horrendos como hermosos, sin que eso merme su capacidad de atraparnos y fascinarnos por igual.

Por todo esto, decíamos, The Sandman funciona, efectivamente, como una «historia de historias». Pero, entroncando con la exposición inicial de esta reseña, también es un «sueño de sueños». Uno que homenajea a todos aquellos autores que se atrevieron a plasmar los suyos en una hoja para nutrir los de los demás y, también, uno que brinda por todas esas historias que se pierden al despertar y por todos aquellos escritores silenciosos que, sin haber gozado del tiempo o las ganas o el duende para crear, nos conformamos, noche tras noche, con soñar lo que jamás contaremos a nadie.

Batman: Nueve vida, por José Martínez Ros

batman_nueve_vidas_okBR2Gotham es la ciudad noir del universo DC por excelencia. Después de leer, a lo largo de los años, cientos de cómics de Batman, su oscuro protector, hemos aprendido mucho acerca de los siniestros trapicheos que tienen lugar en su puerto o sus callejones, de sus cloacas donde se agazapan seres innombrables, de su corrupto –a pesar de los incesantes esfuerzos de James Gordon- cuerpo policial, de la colección de monstruos del Asilo Arkham, siempre dispuestos a darse a la fuga, y de las enormes desigualdades sociales que hacen que miles de vidas sin esperanzas se vean confinadas a barrios decadentes y miserables mientras que la élite, formada por la viejas familias de la aristocracia de la ciudad, como los Kane o los Wayne, reside en enormes y lujosas mansiones. Un ambiente lleno de secretos, conspiraciones, hipocresía y temor ideal para un relato de género negro. Por eso, dentro de la línea Otros mundos (Elseworlds) dedicada a narrar historias independientes, fuera de cualquier continuidad, y que fue brillantemente inaugurada por Gotham a Luz de gas de Brian Augustyn y Mike Mignola, han sido varios los autores que han tenido la idea de situar en la urbe del murciélago una auténtica trama policíaca, transformándola en un equivalente de la Poisonville de las novelas de Hammett o Los Ángeles en las de Raymond Chandler. Así, hemos leído, entre otras, la excelente Thrillkiller –una obra que, por su calidad, merecería una recuperación- de Howard Chaykin y Daniel Berenton y la Gotham Noir de Ed Brubaker y Sean Philips. Pero, sin duda, la mejor de todas las aproximaciones noir a la ciudad de Batman, y la que se ha convertido en un clásico imprescindible para cualquier lector de comics, es este Batman: Nueve Vidas, editado originalmente en el 2002, nominado en su momento a varios premios Eisner y ahora recuperado por ECC.

Estamos en los años ¿cuarenta, cincuenta?, en plena era del pulp. Una de las mujeres más poderosas de Gotham, una Selina Kyle –Catwoman- muy distinta a la que conocemos, y cuyo aspecto físico parece inspirarse en Eartha Kitt, la efímera sustituta afroamericana de Julie Newman en la serie de Batman de los sesenta, ha aparecido muerta en las alcantarillas. Selina era la dueña del Kit Kat Club, un antro de exquisita mala reputación, donde acudían los hombres más poderosos de la ciudad, como el frío y enigmático millonario Bruce Wayne o el mafioso Oswald Cobblepot, junto a personajes del inframundo criminal como un jugador profesional apodado el Joker o Edward Nigma, un empleado de banca corrupto. Todos ellos eran o fueron, en algún momento, amantes de Selina, que, según se rumorea, poseía importantes información secreta acerca de sus actividades ilícitas con los que podía chantajearlos siempre que lo deseaba. Y tres hombres están decididos a descubrir, cueste lo que cueste, quién fue el asesino: el primero, el comisario Gordon; el segundo, un ex-policía que ahora trabaja como detective privado –sin demasiado éxito-, Dick Grayson, que en este cómic es un convincente reflejo de Sam Spade o Philip Marlowe; y por último un extraño justiciero enmascarado conocido como Batman que, supuestamente, es el guardaespaldas de Bruce Wayne y trata de limpiar el nombre de su señor. Pero, además de los citados, encontraremos a otros muchos viejos amigos y enemigos del murciélago, como Oliver Queen, Harvey Dent, Barbara Gordon o Clayface… reinventados, con nuevos, y a veces sorprendentes, roles.

La premisa, tendréis que reconocerlo, es curiosa, pero es el talento de sus autores el que convierte Batman: Nueve Vidas en un cómic superlativo. Dean Motter, diseñador, escritor, editor y autor de cómics tan notables como Terminal City, firma un guión modélico, fluido y coral, que sigue las pesquisas de los diversos investigadores a través de las ciénagas de la sociedad de Gotham, plagado de diálogos excelentes con dosis iguales de cinismo y glamour, trepidantes persecuciones y contadas, pero emocionantes, escenas de acción. Y en perfecta simbiosis con uno de los mejores dibujantes de la industria norteamericana, Michael Lark, que, como demostró en la magnífica Gotham Central, se siente a sus anchas en el universo de Batman. Esta vez su dibujo, tenebrista y, a la vez, elegante y clásico, se inspira claramente en la estética expresionista de los clásicos del cine negro rodados por Fritz Lang, Jacques Tourneur o Howard Hawks, un efecto reforzado por la cuidadísima ambientación, la también excepcional labor del colorista, Matt Hollingworth, y la acertada elección de un formato apaisado.

Batman: Nueve Vidas es el resultado de los esfuerzos combinados y armónicos de varios de los más destacados profesionales del medio: una pequeña obra maestra, una de las mejores historias de Batman –aunque en este cómic no sea más que un personaje más, y no el protagonista absoluto- de las últimas décadas. ¡No os la perdáis!

Fantasma Errante : Un extraño entre nosotros, por Leonardo Rubio

fantasma_errante_extrano_entre_nosotros_okBRDC Comics tiene la suerte de contar con un amplio abanico de héroes, muchos de los cuales se han convertido en auténticos iconos del mundo del tebeo. Personajes como Superman, Batman o Wonder Woman cuentan con una gran legión de seguidores y son fácilmente reconocibles incluso por aquellas personas que jamás han tenido contacto con los cómics.

Sin embargo, no podemos decir lo mismo de otros personajes que, incapaces de ganarse el favor del gran público, han quedado relegados al papel de eterno secundario. Esto es precisamente lo que le sucedía hasta hace poco a nuestro protagonista en cuestión. Se trata del Fantasma Errante (o Phantom Stranger, como se le conoce en el mercado anglosajón), un personaje nacido durante la década de los cincuenta del pasado siglo, en una época en la que los superhéroes habían comenzado a perder el interés de los lectores. Jonh Broom y Carmine Infantino aprovecharon la popularidad de la temática sobrenatural para crear al Fantasma Errante, a medio camino entre lo superheroico y lo paranormal.

Lamentablemente, el Fantasma nunca logró alcanzar la misma relevancia y aceptación que otros héroes del cómic. Pero las cosas cambiaron con la llegada de los Nuevos 52. La editorial aprovechó el reinicio de su universo superheroico para conceder una oportunidad a personajes acostumbrados a permanecer en segundo plano. Fue así como el Fantasma Errante obtuvo una nueva serie regular propia y se convirtió en pieza fundamental del universo DC.

Gracias a ECC podemos disfrutar en nuestro país de esta serie recopilada tomos. En esta reseña tan sólo nos centraremos en el primero de ellos, que incluye los números del cero al seis de la colección ublicada en Estados Unidos. En él podremos ser testigos del nuevo y sorprendente origen del Fantasma, y conocer cuáles son sus motivaciones y objetivos.

Si bien es cierto que no nos encontramos ante una obra maestra, esta serie muestra un nivel de calidad más que aceptable, y ofrece a los lectores aquello que no puede encontrar en otras colecciones de superhéroes. No cabe duda de que uno de los puntos fuertes de DC Comics es saber explotar su lado más mágico y sobrenatural.

Los guiones de la serie corren a cargo de Dan DiDio, el cuál, ayudado por J.M. DeMatteis, se ha ocupado de adaptar este longevo personaje a los nuevos. A pesar de que el controvertido editor de DC Comics cuenta numerosos detractores, su trabajo como escritor de la colección ha resultado ser bastante decente.

DiDio ha reimaginado al Fantasma, esclareciendo un origen que hasta ahora había permanecido difuso y otorgando al personaje una nueva identidad cargada de tintes bíblicos. En el actual universo DC, el Fantasma Errante no es otro que el mismísimo Judas, el discípulo que vendió a Jesús a cambio de un puñado de monedas de plata. Como castigo por su crimen, el traidor es condenado vagar por la Tierra durante siglos, cumpliendo la voluntad de una misteriosa voz con el fin de redimir su alma. Para mayor desgracia, el Fantasma se ve obligado a traicionar en a toda clase de personas, repitiendo una y otra vez el pecado por el que fue condenado y del que se arrepentirá eternamente. Esta nueva interpretación del personaje nos muestra un ser atormentado por sus crímenes que recorre un arduo camino hacia el perdón.

Pero el Fantasma Errante es mucho más que un alma en pena. Se trata de un ente de inmensos poderes sobrenaturales. Esto lo separa claramente de otros superhéroes de tipo más convencional. Al margen de su existencia sobrenatural, el Fantasma ha logrado construir una identidad civil y formar una familia, la cuál ignora por completo su doble naturaleza.

Por desgracia, tendremos que esperar al segundo tomo de la colección para poder conocer la verdad acerca de las muchas incógnitas alrededor de la vida familiar del Fantasma.

En el volumen que nos ocupa veremos desfilar a un gran elenco de personajes pertenecientes a la cara sobrenatural de DC, tales como la Liga de la Justicia Oscura, John Constantine, Pandora o Question. Además, DiDio se vale de esta serie para introducir a viejos conocidos dentro del nuevo universo DC. Ejemplo de ello Jim Corrigan y su alter ego, el Espectro o Raven, la hija del demonio Trigon. Lejos de tratarse de una maniobra forzada, la aparición de estos personajes se encuentra completamente justificada y ayuda a crear una interesante sensación de universo compartido.

Por otra parte, el dibujo de Brent Anderson, oscuro pero no demasiado sucio, resulta muy apropiado para acompañar estas historias tenebrosas, donde el misterio y la hechicería están siempre presentes.

En resumen, estamos ante una buena serie de superhéroes y magia, que dejará al lector un agradable sabor de boca y ganas de saber más acerca de este misterioso personaje que responde al nombre de Fantasma Errante.

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Reverend Dust
Lector
16 abril, 2014 15:28

¡Enhorabuena a los ganadores! Los perdedores nos ataremos la roca del Vergüenza y caminaremos desnudos ante el rascacielos de oficinas de ZN.

Mr. X
Mr. X
Lector
16 abril, 2014 15:42

Enhorabuena, hoygan.

idem
idem
Lector
16 abril, 2014 17:57

Felicitaciones a todos los ganadores. He leido las tres resenas y estan muy bien, sobre todo la de Sandman.

fantomas2099
fantomas2099
Lector
16 abril, 2014 19:02

Enhorabuena a los ganadores

Habrá que seguir intentándolo, algún día caera un premio.

fantomas2099
fantomas2099
Lector
16 abril, 2014 19:03

uy … caerá.
¿Ves?, por eso no gano con las reseñas

Arturo Porras
16 abril, 2014 19:22

Felicidades a los ganadores!!! Muy buena reseñas las tres. Como para pensar en ganar. Alguno de los habituales? Yo me apaño con pseudonimos ppero con nombres y apelllidos..

Mr. X
Mr. X
Lector
16 abril, 2014 20:18

A mí me han gustado las tres reseñas, sobre todo la primera que me parece una aproximación muy personal y sensible a una obra de la que se ha dicho todo o casi y la última, ya que, aparte de estar bien escrita, tiene más mérito porque reseña una obra co-escrita por Didio, y si eso no es un mérito, no sé qué demonios va a serlo 😉

Alejandro Ugartondo
Autor
17 abril, 2014 0:04

Enhorabuena a todos los ganadores.

Reverend, la tuya era una de mis favoritas pero se quedó a las puertas del podium

Mr. X
Mr. X
Lector
17 abril, 2014 0:08

Jope, pues ya tengo curiosidad, ¿qué has reseñado, Reverend?

Ocioso
Ocioso
Lector
17 abril, 2014 0:10

¿Qué es mas duro, quedar el segundo o el cuarto?

frankbanner71
frankbanner71
Lector
17 abril, 2014 0:17

¡demonios,si,¿de que iba?.

Antoine
Antoine
Lector
17 abril, 2014 0:27

Desde luego, las que han salido ganadoras, estupendas.

Aunque me quedo con la de Sandman.

Terrific Lines
Terrific Lines
Lector
17 abril, 2014 1:14

Muy buenas reseñas, sí señor. Felicidades!

Y saludos!

Reverend Dust
Lector
17 abril, 2014 1:49

Pues si los altos cargos de ZN me dejan llevármela a la «competencia» para que se vea publicada, ya os la enlazaré 😛

Reverend Dust
Lector
17 abril, 2014 1:49

Ah, y gracias por las buenas palabras, que valen más que 32 euros. Aprox. xD

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
17 abril, 2014 2:56

Enhorabuena a los ganadores. Yo también me pregunto si son asiduos de la zona baja de ZN. Si es así, que se identifiquen, hombre.

Me han gustado las reseñas. Sobre todo, la de Sandman por esa aproximación tan personal. Pero me ha hecho ilusión la de Batman: Nueve Vidas porque, a menos que me equivoque, no se había reseñado aún. Y a mí me pareció un tebeo cojonudo.

De hecho, podíamos aprovechar y hablar del tebeo, ¿no? ¿Quién se lo ha leído?¿Y qué os ha parecido?

Reverend Dust
Lector
17 abril, 2014 3:06

Me han gustado las reseñas. Sobre todo, la de Sandman por esa aproximación tan personal.
Es que, de hecho, a mí esa reseña me ha emocionado, ¡y sin haber leído la obra aún! Enhorabuenísima a Juan Gutiérrez y, si se deja, ¡fichadlo!

Mr. X
Mr. X
Lector
17 abril, 2014 15:18

«¿Quién se lo ha leído?¿Y qué os ha parecido?»

Cojonudísimo.
Una pena que el Sr Motter no se prodigue más.

Reverend Dust
Lector
19 abril, 2014 15:34

Mr. X (y los demás que preguntaron): que ya ha salido la reseña que presenté al concurso. Espero que la disfrutes aunque sea un poquito, siendo deceíta y tal y eso xD

frankbanner71
frankbanner71
Lector
19 abril, 2014 16:17

muy buena reseña,y un interesante enfoque para diseccionar la psique del heroe dentro de la historia que propone azzarello.coño¡ni alex cruz seria capaz de ponerle una pega ante algo tan bien escrito. aunque,en honor a la verdad,me esperaba algo sobre ales kot,o charles soule,dado lo que reverencias a estos dos autores.sin duda,una reseña digna de figurar entre las favoritas,reve.

eso si,de manera egoista,espero que no suponga un aliciente para que te pases definitivamente al «lado oscuro».que,al final,va a haber mas articulistas que comentaristas.y eso no mola nada.

Reverend Dust
Lector
20 abril, 2014 1:15

Frank, para el concurso tenía que ser obras publicadas por ECC, y de Ales Kot no sé si han llegado ya a publicar sus números del Escuadrón Suicida, pero si no, no hay nada suyo por ECC.

Eso sí, de Kot tienes dos reseñas mías también:
Wild Children (con Riley Rossmo)
Zero, Vol. 1: «An Emergency» (con VV.AA.)

Y gracias por las buenas palabras 😉

TheBaldRocker
TheBaldRocker
Lector
21 abril, 2014 23:09

Muy buenas las tres reseñas, la verdad. La que más me gustó la del Batman «Nueve Vidas», unque reconozco que tengo debilidad por ese comic y por la línea Otros Mundos en gral. Supongo que muy objetivo igual no soy 😉
Felicidades a los tres ganadores!
Y acabar comentando, aunque ya se ha dicho en su entrada correspondiente, que la edición de ECC de la «Crisis…»
está más que bien. Pelín subida de precio, quizás, pero ese es un tema del que ya se ha hablado, también, largamente. Es lo que hay.

marcus
marcus
Lector
21 abril, 2014 23:33

Felicidades a los ganadores. Me han gustado las 3 reseñas, pero muy especialmente la primera.

the drummer
the drummer
Lector
22 abril, 2014 0:08

entonces el ‘nueve vidas’ decís que bien? he estado a punto de traérmelo para casa varias veces y no he terminado de decidirme

TheBaldRocker
TheBaldRocker
Lector
22 abril, 2014 0:18

Drummer. no lo dudes más y a por él. No te arrepentirás.

Rockeros Saludos

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
22 abril, 2014 18:03

Drummer, ni te lo pienses. La historia, el dibujo, los guiños… Ya verás qué gozada.

the drummer
the drummer
Lector
22 abril, 2014 19:53

oído cocina; mañana mismo, si tengo ocasión, me lo regalo.
gracias a ambos.