Octubre es el mes del manga por excelencia en nuestro país, gracias a la celebración del Manga Barcelona, que este año tendrá una edición en formato digital exclusivamente, dadas las restricciones provocadas por la pandemia. A pesar de que no se vaya a producir el evento exactamente como todos los años, con grandes stands y un cuantioso volumen de ventas con las que llenar la hucha, y aunque la situación haya obligado a las editoriales a medir mucho más sus apuestas, ha sido un mes de interesantes novedades editoriales, entre las que se ha colado el maestro TANIGUCHI Jiro por partida triple. Por un lado, Planeta Cómicha reeditado la imprescindible El almanaque de mi padre, que en su cuarta edición por fin se publica en sentido de lectura oriental. Por otra parte, Ponent Mon, la editorial responsable de haber publicado la mayor parte de su producción, nos trae este mes dos nuevos títulos que estaban inéditos (al menos parcialmente) hasta ahora: Mascotas, una antología de cinco relatos cortos acerca de la convivencia, el significado y la importancia que para los seres humanos tienen sus perros y gatos, y Garoden, un atípico manga de lucha que reseñaremos en esta entrada.
Esta obra es el resultado de la adaptación a las viñetas de la novela de YUMEMAKURA Baku, un reputado y prolífico escritor japonés que ha trabajado en otros medios culturales, como el cine y la televisión. Esta primera colaboración entre estos dos grandes autores se produjo durante los años 1989 y 1990, pero no fue la última, ya que posteriormente trabajaron en la adaptación al manga de K (1995) y La cima de los dioses (2000-2003), ambas centradas en el mundo del alpinismo. En un primer momento se puede pensar que una obra de la temática de Garoden es radicalmente opuesta a los títulos que han dado fama a Taniguchi, y ciertamente así es, pero en el momento de su realización no era completamente desconocida para él, que ya había trabajado con anterioridad en dos mangas de boxeo, que hasta el momento permanecen inéditos en nuestro país: Blue Fighter (1982) y Knuckle Wars (1983).
En cualquier caso, el estilo gráfico de Taniguchi es fácilmente reconocible, gracias al impecable dibujo con el que traslada fielmente al papel la anatomía humana, plasmando a la perfección la musculatura de los luchadores y sus movimientos. Pero ante todo, es identificable por su seductora narrativa, con más de una década de experiencia como profesional, con la que anticipa algunos planteamientos posteriores que podemos encontrar en sus grandes obras maestras. No se debe esperar de Garoden un manga de peleas desenfrenadas, de aumentos de fuerza y recursos sacados de una plantillas, ya que se trata de una perspectiva realista, en la que el combate abarca mucho más que el mero enfrentamiento sobre el ring, en la que el bienestar y el equilibrio mental, las nociones de anatomía para atacar los puntos débiles, el autoconocimiento y la paz interior son tan importantes como el desarrollo de las habilidades físicas y el conocimiento de técnicas y llaves de combate cuerpo a cuerpo.
Garoden narra la historia de Bunshichi Tanba, un luchador callejero experimentado, hecho a sí mismo, un auténtico apasionado del combate cuerpo a cuerpo, en el que encuentra el sentido de su vida, que reflexiona constantemente y actúa en consecuencia, que busca los fundamentos esenciales de su forma de comprender el mundo, de superarse a sí mismo cada día y encontrar rivales a su altura. Al comienzo de la historia, vemos a un Tanba maduro, que se muestra sereno en cualquier circunstancia, a pesar de las adversidades, castigado por todas las ocasiones en las que ha puesto en peligro su integridad física, dando muestra de la disciplina que le permite tener un cuidado estado de forma, a pesar del paso de los años, y el dominio de un sinfín de técnicas de combate.
En estos primeros compases atrae la atención de un joven carterista, que comienza a seguirlo atraído por sus habilidades de lucha, y que el autor utiliza para poder ahondar en el pasado del protagonista y dar a conocer a los lectores los momentos clave de la vida de Tanba, a descubrir cómo ha llegado a ser el veterano luchador que conocemos al principio de la obra. Al retroceder en el tiempo, conoceremos dos hechos del pasado de Tanba que determinarían su trayectoria: la muerte de su maestro en una pelea callejera con un par de miembros de la yakuza y la única derrota de su carrera, a manos de un prometedor aspirante de la lucha libre.
Taniguchi se muestra como el autor perfecto para llevar a cabo esta adaptación, gracias a su estilo reflexivo, que ahonda en la psicología de su protagonista e invita a los lectores a experimentar junto a él sus deliberaciones internas, la búsqueda de una respuesta y la consecución de unas metas, adquiriendo la virtud de trazar y recorrer su propio camino. Es un autor muy capaz de manejar de forma natural conceptos opuestos, como la apacible serenidad de Tanba, fruto del análisis de las causas de su derrota durante años y las heridas en su orgullo, frente al irrefrenable deseo de superar el obstáculo que representa Kajiwara, la única persona que lo alejó de lo absoluto, y la violencia desatada del combate cuerpo a cuerpo.
Como colofón a la agradable lectura de esta obra, en el tomo encontramos una entrevista a ITAGAKI Keisuke, mangaka responsable de otra adaptación de esta misma historia de lucha y superación a las viñetas en el año 2004. En ella, explica qué han significado para él las figuras de Yumemakura y Taniguchi, así como un pequeño análisis del dibujo y la adaptación realizada por el autor de Barrio lejano o El caminante, y una valoración de la influencia que ejerció sobre él. En sus declaraciones destaca que los cuerpos del maestro Taniguchi son más realistas y auténticos, que admira su capacidad para dotar a las escenas de una atmósfera que trasciende el dibujo o el realismo de sus golpes.
El único volumen en el que se recoge Garoden ha sido publicado por Ponent Mon este mes de octubre, continuando su excelente y nunca suficientemente agradecida labor de publicación de la obra de este gran mangaka. Una vez más, se ha apostado por el tamaño A5 (150×210 mm), de 288 páginas, con encuadernación rústica con solapas y a un precio de 22,00 euros. Se trata de una edición correcta, con un papel de buena calidad, que no da lugar a molestas transparencias, y una buena reproducción de los materiales originales, que además incluye un índice de capítulos y la ya mencionada entrevista a Itagaki.
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 7.6
Dibujo - 8.5
Interés - 7.4
7.8
Hostias como panes
Garoden es un manga más propio de Taniguchi de lo que en un principio podría pensarse. Es una lectura interesante en la que se conjugan combates realistas muy bien secuenciados gráficamente con el gran dibujo y el tono reflexivo que caracterizan a este autor.
Cada obra que se publica de Taniguchi me resulta irresistible. Su amplio abanico temático y su humanismo presente en cada historia lo hizo un autor al que sigo invariablemente