Llegamos al final de una de las primeras series en grapa de Valiant Entertainment publicada por Medusa Cómics en España, Generation Zero termina en su noveno número (en el mismo mes en que termina Harbinger Renegades, de la que hablaremos en unos días) y es momento de analizar el tramo final, los últimos cuatro números, los primeros los podréis encontrar en este enlace y allí dábamos cuenta de que esta serie era algo especial, diferente a lo que los psiots nos suelen dar, más centrado en la juventud pero con muchas rarezas que se manifestaban no solo en la diversidad de sus miembros sino en el entorno y en los villanos, con un toque a película adolescente de terror en medio de una serie de acción superheróica.
Las series dedicadas a los Psiots están ahora mismo paralizadas en Estados Unidos debido al inicio de un nuevo evento, las Harbinger Wars 2, ya anunciada por Medusa y cuya magnitud está aun por determinar, aunque no creo que se salga mucho del tamaño que suelen tener los eventos de Valiant, y lo que aquí estamos viendo está algo distanciado en el tiempo, Generation Zero pertenece a la tanda de colecciones que empezaron tras finalizar la primera serie sobre estos personajes llamada Harbinger, y su continuación aquí inédita en Harbinger Omegas, de ahí salieron cosas brillantes como, por orden cronológico, Imperium, sobre Toyo Harada, y con unos pocos meses de diferencia Faith, por ello la comparación, aunque odiosa, es inevitable y aquí es donde Generation Zero pierde. No es que sea una serie mala, ni mucho menos, pero lo que en principio parecía un bonito experimento, era la serie más extraña de las que se presentaban, al final cae en una normalidad que la hace una serie notable pero por debajo del resto de las presentadas últimamente por estos lares.
Fred Van Lente es un guionista brillante y su trabajo en Valiant da buena fe de ello, con obras tremendas como Archer & Armstrong o Ivar, Timewalker. En cuanto al guión, lo que hace grande a Generation Zero es su enfoque y sus diálogos, para no apabullar a los lectores con tanto personaje centra la acción en unos pocos, especialmente en una humana, Keisha, que les pedía ayuda en los primeros números y, poco a poco, va dejando espacio a cada uno de los Zeros, el problema en este sentido es que para los primeros números eso estaba muy bien como presentación, pero si lo tomamos como aventura completa los miembros del grupo acaban por parecer unos secundarios con momentos de protagonismo aislados y siempre siguiendo a Keisha, siendo quizás Cronus el que más destaque pero siempre un paso por detrás de la humana. De hecho la mayor parte de la pelea final está enfocada entre Keisha y su gran rival en el instituto Adele, que representan polos opuestos de la clásica jerarquía de la adolescencia norteamericana.
A la resolución se llega por Keisha, es ella quien lo descubre todo y quien lo acaba solucionando todo, hasta lleva la voz cantante en la pelea final, los villanos están vinculados con ella, su compañera de clase enamorada del mismo chico, el padre de esta… hasta su propio padre está metido en el ajo, y el único momento estelar de los Zeros en el último número lo protagonizan de forma muy breve donde ni siquiera consiguen detener a la villana, solo a su padre. Si comparamos esto con lo hecho por Joshua Dysart en la serie limitada de Armor Hunters: Harbinger vemos una distancia abismal, allí los Zeros sí que tenían protagonismo de verdad. Solo las últimas páginas dejan clara la intención de Van Lente de crear un nuevo estatus para el grupo al hacer de Rook un refugio para los jóvenes con y sin poderes que se sientan fuera de lugar.
También en el argumento general encontramos otro problema, uno clásico en las series de este tipo, que una vez desvelado el misterio solo queda la acción y eso hace que el punto ese experimental mengüe, aunque por lo menos Van Lente se ha trabajado a una buena serie de antagonistas diferentes que se alejan de tópicos y da una explicación que, si bien no es muy original, cuadra bastante bien con el contexto. A pesar de todo la serie sigue destacando entre las grapas mensuales que podemos encontrar en la tienda logrando mantener algo de frescura y cierra de forma bastante digna. Los últimos números siguen ahondando en esa crítica social al poder y a la manipulación haciendo que los Zeros empaticen con una comunidad de jóvenes utilizados como ellos lo fueran por el Proyecto Espíritu Renacido y por la fundación Harbinger de Toyo Harada.
En el dibujo tenemos uno de esos cambios que suele hacer Valiant cada pocos números, si en los cinco primeros teníamos a Francis Portela ahora es el turno de Diego Bernard, el brasileño da la talla sin lugar a dudas aunque, por cuestiones de gusto, prefería al anterior, Bernard es buen narrador, ha trabajado bastante con los personajes de Valiant y tiene ciertas similitudes con el anterior lo que da un toque homogéneo al conjunto de la obra. Además hay algunas páginas hechas por otros dibujantes como Juan Castro o Javier Pulido que no desmejoran el producto.
Ahora vamos con el último problema de la serie, la sensación de que todo esto no valió para nada después de lo ocurrido en el número 5 de Harbinger Renegades, lo que construyó Van Lente y que podía dar algún juego es destruido en pocas páginas, con lo que nos podemos ir olvidando de que esta serie desemboque en algo más interesante para el grupo. Quien no siga la otra serie debería al menos hacerse con ese número porque es allí donde está el final real de Generation Zero. La publicación en España supuso un ligero problema en este aspecto al hacernos saber el final por otra serie cuando esta iba por la mitad, pero era algo que no se podía saber cuando esto se inició, ese número de Harbinger Renegades supuso una sorpresa para todos.
A pesar de que gran parte de esta reseña se haya centrado en los aspectos negativos quiero insistir en que se trata de una serie recomendable, entretenida, con una aventura fresca, rápida y con buenos personajes, independiente para quien le llame la atención solo esta y de lectura grata para quien siga las historias de los psiots.
Generation Zero
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 7
7
Notable
La primera serie limitada de Generation Zero cierra como una historia muy entretenida y fresca que, con sus fallos, resulta una buena lectura.