Ghost Rider / Wolverine / Punisher: Oscuro destino

 

Edición original: Marvel Comics – diciembre 1994
Edición España: Comics Forum – enero 1996
Guión: Howard Mackie
Dibujo: Ron Garney
Entintado: Al Milgrom
Color: Paul Mounts
Portada: Ron Garney
Precio: 650 pesetas (tomo en formato prestigio de cuarenta y ocho páginas)

 

El tercer volumen de la colección prestigio de comics Forum abarcó todo el año 1996 y se concretó en trece entregas con las que se puso fin a un lustro en el que este formato se prodigó a lo largo y ancho de las principales editoriales estadounidenses. En esta trecena encontraremos secuelas de tebeos exitosos, proyectos en la línea de la exitosa Marvels y antecedentes de iniciativas como El fin.

Un tebeo en formato prestigio tiene algo de película hecha cómic. Ahora que las series mensuales se han aproximado a las series televisivas (y que éstas han desarrollado el concepto de universo compartido) se podría considerar retrospectivamente que estos tomos eran algo así como un especial televisivo o un filme en tanto que las colecciones constituían la serie regular. Proyectos especiales que servían para promocionar a sus integrantes, atraer usuarios puntuales, aunar personajes con equipos creativos específicos y un largo etcétera definido por el denominador común del dinero.

La primera entrega de este tercer volumen presenta Oscuro destino, una secuela del recordado Corazón de tinieblas aquel entretenido experimento en el que Lobezno, el Motorista Fantasma y el Castigador unían fuerzas para hacer frente a Corazón oscuro, el hijo rebelde de Mefisto. En esta ocasión, el trío de duros noventeros marvelianos retorna a Corona de Cristo para enfrentarse al demoníaco ser, que sigue erre que erre intentando ser califa en lugar del califa.

La historia comienza metiendo a la afición en plena acción. El Motorista Fantasma lucha por proteger a Lucy Crumm (la niña que vivía en la casa de huéspedes donde nuestros anti-héroes se alojaron en la primera parte) del asalto de un puñado de secuaces de Corazón oscuro. La estética de estos últimos indica claramente que estamos ante un tebeo de los años noventa (que levante la mano el que sintió un cierto déjà vu al ver esos personajes de corte tan claramente “imaginero”). El primer asalto se salda con un tanteo favorable a un bando que, no obstante, está en minoría. Corona de Cristo está bajo el control del hijo de Mefisto, que ha empezado a moldear el lugar y sus gentes a su imagen y semejanza. El Motorista ha sido herido y sólo la oportuna aparición de sus antiguos aliados / oponentes, Lobezno y el Castigador, podría equilibrar la balanza.

Oscuro destino es una secuela de libro, en la que una vez más las pobres artes literarias del otrora ubicuo Howard Mackie se ven compensadas por unas ilustraciones espectaculares, que hacen que un cómic olvidable se convierta en una experiencia entretenida. En esta ocasión, el responsable y cuasi-único escritor de la difunta franquicia de los Hijos de la Medianoche se vio acompañado por un dibujante que estaba llamado a convertirse en uno de los más interesantes de esos años: Ron Garney. Este caballero había hecho sus pinitos demoníacos en una colección controlada por Mackie, Cazadores de vampiros (Nightstalkers) donde se convirtió en uno de los hallazgos de una iniciativa que no aguantó demasiado. Acompañado por un entintador notable y talentoso como Allen Milgrom (tan bueno al pincel como malo al lápiz) se encargó de demostrar que había vida más allá de JRJR, aunque sus estilos se parezcan como un huevo a una castaña.

Oscuro destino presentó un cambio de estatus de ésos que acaban revirtiendo al cabo de cierto tiempo. Poco después, la industria tebeística estadounidense implotaba y las franquicias sostenidas por el Motorista Fantasma y el Castigador se venían abajo, para no levantarse nunca más… hasta ahora. Por su parte, Ron Garney haría equipo con Mark Waid para ejecutar una de las más breves y memorables etapas en la historia del Capitán América.