El último gran crossover (hasta el siguiente) de la franquicia Green Lantern llega a su fin y todo parece indicar que nada volverá a ser lo mismo entre los linternas. Analizamos su primera parte y quedamos bastante contentos y con la segunda las opiniones fueron claramente encontradas. Con un cambio importante a la vista tras Convergence (todas las series serán canceladas a excepción de la cabecera principal y Sinestro) y a la espera de lo que ocurra en los próximos meses antes del mencionado evento, queda bastante patente que este evento ha sido un gamechanger que provocará seismos en la franquicia. La rumorología apunta a que el mundo Green Lantern cambiará para siempre a partir del més de junio e incluso se apunta a la posibilidad de una serie semanal sobre los Linternas Verdes (¿Alguien ha dicho Green Lanterns protagonizada por los 4 humanos?). En cualquier caso toca analizar con profundidad lo ocurrido en este megacruce con los autoproclamados Nuevos Dioses y ver si este largo recorrido (5 series continuamente durante 3 meses, casi nada) ha merecido o no la pena. ¡Adelante!
Green Lantern
Con John Stewart y sus linternas atrapados junto con Sinestro bajo las manos de los New Gods, la única posibilidad de hacer algo pasa por Hal Jordan, que se encuentra en la tierra intentando convencer a Mano Negra para que le preste su ayuda contra una de las amenzas más grandes que el universo ha visto en su historia. Así pues, tras conversar con un maníaco tan peligroso como él, Hal consigue convencerle y llevarle hacia el muro donde ambos se encontrarán con Orión, Tras una batalla prácticamente perdida contra el mismísimo hijo del Alto Padre, Black Hand descubrirá en el muro que tiene un tesoro tan grande para él como desconocido para el resto.
Green Lantern Corps
Un intento a la desesperada por salvar a los Green Lanterns capturados (traicionados anteriormente por la Tribu Indigo a cambio de su anillo perdido) y a Sinestro por parte de los verdes restantes quedará en vano. Así, John Stewart y Sinestro serán llamados ante el Highfather para ser ejecutados como algunos de sus compañeros lo han sido ya anteriormente. Sin embargo, justo en el momento en el que van a ser condenados a la vida eterna por el, uno de los Nuevos Dioses, Malhedron, traicionará la poco noble causa de su familia adoptiva (pues fue adaptado por ellos tras haber sido rescatado de las manos de Darkseid) para salvar a Sinestro y a John Stewart. John osará enfrentarse él solo al Alto Padre.
Green Lantern New Guardians
Kyle Rayner y Carol Ferris siguen atrapados bajo Nueva Genesis hasta que son atacados por Metron quien, por “equilibrar la balanza”, termina ayudándoles dejándoles una de las Motherbox que permite teletransportarse a cualquier lugar. Así, ambos acudirán al escondite donde se encuentran John Stewart y los suyos junto a Sinestro y Saint Walker. Conseguirán enfrentarse directamente ante el Highfather con un resultado sin duda desolador que hará que la ayuda externa sea más necesaria ahora que nunca.
Red Lanterns
Guy Gardner está enfadado. Y tiene muchos motivos para estarlo. Y cuando eres un Red Lantern, eso da mucho poder. El suficiente para suicidarse reventando una Miracle Cell, aunque tener a Simon Baz al lado te da la oportunidad de sobrevivir. Eso no quita que Malhedron los trate de estúpidos, pero tras explicarles lo que está ocurriendo con el resto de Lanterns, les muestra donde pueden encontrar el resto de anillos robados. El enfrentamiento con Hyalt al fin les da no sólo una victoria al dúo, sino también los preciados anillos. Guy mantiene el azul, el violeta se va en busca de reemplazo, y los Nuevos Guardianes se aparecen a Kyle, Saint Walker y compañía con una misteriosa resolución.
Sinestro
Thaal sigue con sus planes en solitario, haciéndose con una Mother Box tras acabar con Devil Dog reconvertido. Tras que Parallax pueda comer, y tras que Sinestro le deje claro quien manda en esta relación, observa las fuerzas de los Nuevos Dioses. Aliados en otra vida, se atrevieron a ir contra él. El anillo zafiro encuentra a Carol, y Sinestro se jacta con el resto que él es quien los salvará a todos, quien lo tiene todo planeado. Highfather ya lo tiene todo preparado, aunque Bekka discrepa. Sinestro se presenta sólo ante él, y su arrogancia es respondida con la furia del Highfather. Los Nuevos Dioses son inmunes a Despotellis, no así las Mother Boxes, aunque supone la muerte del asesino de mundos. Sinestro escapa, aunque no donde Highfather y el resto de Nuevos Dioses creen que huye.
Green Lantern Annual (Conclusión)
El muro es un cementerio. Nadie se había dado cuenta hasta la llegada de Mano Negra que, gracias a su poder de “resucitar” a los muertos, conseguirá levantar un ejército como ninguno antes donde incluso veremos a Relic como joya de la corona. Así, conseguirán zafarse de Orión y acudir a Nueva Genesis gracias a la ayuda de Sinestro y su plan elaborado con Hal Jordan, que no era otro que dejar pasar el ejército de Mano Negra a lo largo de uno de los tubos de transporte. En medio de la batalla Hal Jordan necesitará la ayuda de Saint Walker y su capacidad de recarga de anillos viendo así la vuelta de uno de los personajes ya míticos de la franquicia. Y Kyle Rayner descubrirá que su verdadero poder no reside en el anillo –robado por los Nuevos Dioses– sino en él mismo, volviendo a lucir el color blanco y dejando a Highfather y sus Nuevos Dioses en una posición perdedora. Con la ciudad de New Genesis salvada in extremis de su completa destrucción por Hal Jordan, el Alto Padre decidirá que igual todo lo que había hecho hasta el momento era excesivo y pondrá fin a la guerra, rindiéndose y firmando una tregua que pondrá punto y final al caudal de bajas que ambos bandos estaban padeciendo. Los nuevos guardianes, a pesar de todo, se pondrán al frente del cuerpo galáctico y Hal Jordan tendrá por fin unas merecidas vacaciones en su casa: la Tierra.
Es hora de opinar. ¿Qué nos ha parecido este tercer acto de GodHead? ¿Está a la altura de las expectativas?
Valoración:
Tras un primer acto prometedor, el segundo no estuvo, ni mucho menos, a la altura. Este tercero no es tan infame el último, pero se trata sin duda de un desenlace que podría haber sido mucho más. Es de profunda reflexión el hecho de que los lectores de cómics de superhéroes (un género en plena etapa de renovación) estamos acostumbrándonos a buscar las consecuencias frente a la diversión pura del evento o del argumento en cuestión, encontrando muchas veces con una última página donde todo cambia y donde lo anterior ha sido un pasaje vacuo, una serie de caminos marcados con el piloto automático que no han hecho más que robarnos el tiempo. Y cuando las consecuencias ya han sucedido cara al nuevo statu quo, ya estamos esperando unas consecuencias que releven el estado actual, entrando en un bucle al que uno no le encuentra demasiado sentido. GodHead no llega a ese lugar, estableciéndose en todo caso como un jugoso divertimento, pero es muy posible que, de no encontrarse bajo la promesa de un profundo cambio en el status de los linternas, no hubiéramos encontrado en este magno evento las cualidades necesarias como para seguir leyendo todas las series que lo han conformado con una cadencia semanal. Algo similar a lo que ocurre con series como Batman Eternal o Futures End, series a las que después de tanto tiempo uno ya no le encuentra el sentido (la de vueltas que ha dado Batman Eternal sin contar nada da vergüenza ajena a estas alturas) y su lectura solo es posible ya bajo esa promesa de cambio que ni siquiera sabemos si ocurrirá por mucho que nos lo repitan una y otra vez.
El acto 3 de GodHead es, ante todo, previsible. Da la impresión de que los autores tenían pensado algo más, pero la necesidad de finalizar los arcos –y muchas de las series– antes del esperado Convergence ha hecho que todo quede en un acto de muñecos siguiendo su destino sin bifurcarse en ningún momento. Todo ha ido sobre ruedas, ha ocurrido como tenía que ocurrir y nada ha cambiado para que el lector haya podido llevarse una sorpresa. Todo lo que nos pudimos sorprender en Uprising y en Lights Out queda aquí fuera en pos de unos acontecimientos previsibles y lineales que llevan a una conclusión lógica. Que el Alto Padre se rinda cuando ve que su ciudad cae bajo las llamas es algo previsible, pero se trata de un cambio de actitud demasiado repentino, sin haber sido cocinado. Ve las llamas, se da cuenta de lo que ha hecho, y da marcha atrás. Vale, lo pasaremos por alto. Y en un puzzle de tantas piezas –tanto que hasta parece un ensayo de serie semanal a la espera de saber lo que ocurre con la franquicia en el futuro a medio plazo– hay algunas que chirrían demasiado. La que más, sin lugar a dudas, la de Kyle Rayner. La fuerza gravitatoria que giraba sobre su serie New Guardians se ha visto frenada en seco ante la que es la peor parte del evento. Una parte sin sentido en la que Kyle Rayner se ha visto desterrado a Génesis (sin ningún motivo aparente pues podía haber sido ejecutado) y traído de vuelta (sin ningún motivo aparante) para finalmente convertirse de nuevo en White Lantern, descubriendo que los poderes eran suyos. Parece una especie de copy&paste en el que su entramado final es sin duda catastrófico. También chirrían en su conjunto los Nuevos Dioses, unos personajes creados por Jack Kirby con mucha más grandeza intrínseca que la que aquí se demuestra, dando la impresión de que si los villanos de la función hubieran sido una raza alienígena random con ganas de conquistar el universo el resultado hubiera sido completamente el mismo.
Pero no todo es malo. Si uno valora el evento en su conjunto estamos ante una obra espectacular en el sentido más J.J Abrams de la palabra. Hay grandes batallas, hay muchas bajas, hay encuentros de nuevos y viejos amigos, amor –a la trama de Rayner me remito– y además no provoca un cambio forzado en el status, sino que perfora distintos agujeros aquí y allá lo suficientemente grandes como para indagar en cambios en los meses venideros y establecer nuevas vías para una franquicia que ha vivido con este reparto de autores –Venditti, Van Jensen, Soule, Jordan y Bunn– una etapa que puede mirar con orgullo y sin despeinarse a la precedente. Es de recibo el esfuerzo por mantener la coherencia gráfica y a los dibujantes titulares lo más posible, a pesar de que en los momentos finales hemos visto más fill-ins de los que deberíamos. Una pena que el evento final se haya quedado en un pequeño coitus interruptus puesto que el listón estaba allá en las estrellas, de donde parece que la franquicia va a moverse un poquito en los próximos meses.
Valoración:
17 números. Un prólogo, 3 números por cada una de las 5 series involucradas, y un anual para finiquitarlo todo. Con Forever Evil: Blight fueron 18 números, siendo básicamente la misma cantidad de páginas que Godhead. Y les dio tiempo de contar 2 historias distintas, repitiéndose en exceso en la primera y no profundizando lo suficiente en la segunda. Aquí solo había una única trama central, y sin embargo, al final de todo, se las han ingeniado para que de la sensación que les ha faltado papel. Quizás el material del que disponían era tan bueno, que nos ha sabido a muy poco. Entendemos que han hecho este gran evento para presentar los Nuevos Dioses en el nUDC. Pero en la mayoría se han quedado en la superficie. Sólo del Highfather – faltaría más – y de Malhedron han profundizado. Del resto, poca evolución, siendo el caso más flagrante la arquera Lady Shadowfall – desaparecida tras revelar su rostro, al igual que el momento WTF de tener a John Stewart como Star Sapphire -. Y tampoco es que haya sido para tener una gran evolución de los Lanterns en su lugar. Salvo para arreglar los Blue Lanterns, y quizás salvando la relación Guy-Simon – irónicamente la parte menos involucrada directamente en la trama – la cosa termina como en la época de Geoff Johns: el resto hacen la mayor parte del trabajo, pero es Hal Jordan quien se marca un momento John Cena y salva nuevamente el día. Entre esto y que los Nuevos Guardianes finalmente ocupan su lugar y le quitan el mando a Hal, parece indicar que han arrojado de alguna forma la toalla, a intentar darnos algo distinto a los 8 años anteriores.
En el Acto 2 ya decía que no estaba muy satisfecho, con respecto al primer acto, pero tenía fe de una remontada. A veces, eso basta. A veces, como en este caso, no. No lo han echado todo por tierra, tampoco nos pongamos melodramáticos. Simplemente, esperábamos más, y apenas han cumplido para un aceptable aprobado. Ciertamente uno queda con ganas de ver más de los Nuevos Dioses, aunque sea más por falta de haber raspado apenas la superficie, que por haber mostrado unos personajes en todo su potencial. Los Green Lanterns se apuntan una victoria sin grandes bajas, además de recuperar un preciado aliado. Lo ocurrido en Apagón no se deshace del todo, aunque si la cosa queda bastante similar a antes de la llegada de los nuevos escritores. Los cuales muchos abandonarán el barco, con sus series canceladas en marzo – bueno, Charles Soule ya se despide con el crossover -. Imaginamos que Cullen Bunn continuará en Sinestro, quien su buen hacer en la misma serie como en el crossover, le ha valido seguir en activo. Justin Jordan y Van Jensen dejarán Green Lantern: New Guardians y Green Lantern Corps cuando estas se cancelen, aunque sin duda al menos la segunda regresará. Y apostaría por un equipo creativo de lujo, más que una serie semanal, que no descarto tampoco. La única duda es si Robert Venditti seguirá al frente de Green Lantern, aunque tras este tercer crossover, no las tengo todas conmigo, aunque me alegraría ver que continua al frente al menos de la serie principal. Creo que Godhead ganará con el tiempo, especialmente cuando se pueda vincular a otras historias de los Nuevos Dioses. Sin duda siempre recomendaría primero las Sinestro Corps War, pero a excepción quizás de La Noche Más Oscura, al menos a nivel de grandeza en las peleas, sin duda recomendaría Godhead. Aunque para crossover, me seguiré quedando con Alzamiento. Una pena que la miel haya durado tan poco, y que este sea su último crossover, puesto que no terminará de juzgar correctamente, el gran hacer de las series en si por separado. Esperemos que estos 3 últimos meses antes de Convergence, nos dejen un sabor más dulce que amargo.
Como colofón a la fiesta y bonita curiosidad, los editores de la franquicia han tenido al buena idea de homenajear en las portadas de todo este tercer acto a portadas históricas realizadas por Jack Kirby a lo largo de la historia. He aquí las portadas del evento y aquellas a quienes homenajea:
Opino parecido, sin ser la gran maravilla es entretenida… pero son 17 números, ECC la editará en 4 tomos…. en lo personal no gastaría tanto dinero para esta historia.