Adentrándonos en la obra de Tatsumi vemos a un autor que siempre ha ido a contracorriente; un dibujante que a pesar de su importancia y su peso como contribuyente a cambiar el rumbo de la historia del manga, se ha mantenido siempre al margen, y puede que sea esa condición de autor marginal lo que le ha llevado a un tardío reconocimiento. Al igual que
Goodbye es una recopilación de historias cortas publicada por Ediciones La Cúpula en 2004. Creo que Tatsumi es un maestro de la atmósfera y en este aspecto su estilo nunca es vago: el uso de sombras, que nos hablan directamente del estado anímico de nuestros personajes —la lluvia que cae, por ejemplo, carga de dramatismo una determinada escena—. Por las obras de Tatsumi pululan prostitutas, pobres, inadaptados, todo un espectro de personajes al margen, desposeídos, en cierto modo, de la cualidad que les hace aptos para su ambiente. En sus obras, el entorno se mezcla con los personajes en un todo. Creo que Tatsumi nos muestra siempre el lado oscuro del alma humana. Pero no me refiero con esto a la maldad de cada uno, sino a las bajezas de las que estamos repletos: de la tristeza del ser humano, de sus momentos más ridículos o sus deseos más bajos; nos ofrece ese lado que todos intentamos mantener oculto pero que acaba saliendo a la superficie de una manera u otra.
«Nana dentro de una jaula», uno de los últimos relatos, nos habla de un hombre atrapado entre su situación y sus sentimientos. Hace un paralelismo con un león que vive encerrado y al que este hombre tiene que cuidar. Al igual que el segundo, el primero vive forzado a una vida que no le interesa pero a la que no puede negarse, y más importante, ante la que ha perdido las ganas de negarse. La semejanza entre las dos historias, unido a la fuerza del dibujo de Tatsumi, con páginas mudas que nos recuerda a esa pasividad que muestran los personajes, nos ofrece esa visión pesimista tan típica del aturo, triste y muda. Y el registro del autor se amplía cuando leemos, por ejemplo, «Mujer de paso», la historia de una mujer que vuelve a casa junto a su marido y la madre de este después haberlos abandonado hace años para encontrarlo todo igual, incluido el calendario, que sigue en la misma fecha en la que ella se marchó. La historia nos muestra en otro tema recurrente en la obra de Tatsumi: la vida moderna en una ciudad grande. Nos habla de una mujer que vive bajo la mirada juiciosa de su marido y su suegra, del sentimiento de dependencia y su falta de libertad y las ganas de huir de la protagonista, otro motivo muy típico en su obra. Estas y más son una pequeña muestra del mundo y la esencia de la obra de Tatsumi, uno de los autores más importantes de su época y que poco a poco deberían reincorporarse al mercado español.