Gotham City: One Bad Day.
«Los Wayne construyeron esta ciudad. Son esta ciudad»
Slam Bradley es el primer detective de DC, el que estrenó la legendaria cabecera Detective Comics, la que le dio nombre a la editorial y vio nacer a la gallina de los huevos de oro, aunque en este caso es un murciélago. No podemos negar que se trata de un origen con pedigrí. Casi podríamos decir que Bradley es el abuelo de Batman.
Hace menos de un año reseñamos el primer número de esta miniserie que nos dejó gratamente sorprendidos con el enfoque de King y Hester sobre Bradley y Gotham. Ya en su momento realizamos un breve repaso a la biografía editorial de Slam y que podéis repasar en este enlace de la reseña anterior.
En resumen, se trata del Philip Marlowe o el Sam Spade de DC. Un detective solitario, duro y rocoso, cínico y desencantado. Un saco de tópicos que hace las delicias de los fans del género negro pero que cumple su misión en el universo editorial-
En este caso King lo deconstruye y reconstruye para explicarnos que pudrió a Gotham y qué extrañas conexiones hay con los ponzoñosos secretos de la familia Wayne.
¿De qué va la cosa?
Ojo que van Spoilers a saco.
Helena Wayne, hija de Richard y Connie, abuelos de Bruce (para situarnos) es un bebé y ha sido secuestrada. Bradley es reclamado como intermediario por parte de los supuestos secuestradores.
Como en toda buena historia noir. Pasan muchas cosas, muy rápido y con muchos giros. La trama se enreda de forma endiablada. El tomo lo componen seis números y en el tres ya sabemos que el bebé está muerto. Solo vamos por la mitad y la historia se complica con una línea argumental sobre un drama racial. Los secuestradores son negros y el resto de la ciudad culpará a todas las personas de su misma raza de la muerte de Helena. Tenemos también problemas familiares, violencia policial, infidelidades, maltratos, pobreza, miseria, vicio… el noir más puro suele frecuentar los aspectos más miserables de la condición humana.
La historia se complica. Bradley es de origen mulato por tanto lo sitúan en el centro de la trama racistas con conexiones a su pasado, marginalidad y abusos policiales. Pero lo fuerte es la sugerencia de que Thomas Wayne es el hijo bastardo de Slam, por tanto Bruce es su nieto. Un auténtico WTF que nos deja con la mandíbula por el suelo. No se dice de forma explícita pero las pistas están ahí y esto va de detectives.
Curiosamente Bradley tuvo unos orígenes que atufaban a racismo con un vocabulario hoy día inaceptable y una pasmosa facilidad para encontrar motivas con los que justificar sus palizas a personas de origen asiático.
El cómic está lleno de trucos, trampas, referencias, guiños y homenajes. Para empezar con la novela negra original, la inventada por Hammet y desarrollada por Chandler, posteriormente con la mitología de Batman, también con el consabido y topiquísimo callejero de Gotham con nombres de autores (en este caso King parece que hasta se burle del tema), Boris Vian, Chester Himes y la propia Watchmen.
King rinde un macro homenaje caleidoscópico con multitud de referencias que harán las delicias de entomólogos de DC, de los superhéroes y de la novela negra de los cuarenta.
El cómic también nos habla de Gotham. Digo también porque a pesar del título y de que una de las líneas principales del tebeo están claramente relacionadas con la ciudad, el carisma de Bradley absorbe una buena parte de la atención.
Sobre Gotham, y King lo quiere dejar muy claro, nos dice que era una ciudad pujante y abierta, acogedora y segura, mucho más segura que la peligrosa (en comparación) Metropolis. Aunque el hogar de Batman en los sesenta ya fuera una ciudad segregada racialmente. Podemos entender que se trata de un polvorín a punto de estallar, sin embargo King no lo acaba de dejar claro. Por otra parte, sorprende el ambiente paradisíaco de la joven Gotham, teniendo en cuenta la sordidez del ambiente en el que se mueve Bradley, la historia de su hermano asesinado en una comisaría, el racismo y la violencia policial. Temas de mucha actualidad en USA.
Sea como sea, uno de los objetivos del cómic es explicarnos qué pudrió a Gotham. El origen está en el secuestro y muerte de Helena Wayne. La ciudad perdió la inocencia, las miserias de los Wayne emergieron a la superficie en forma de crimen y abandonaron la ciudad emponzoñándola y contaminándola. Se agradece el esfuerzo del guionista para meter un poco de crítica social de tono ecológico, pero queda un poco forzado. Una metáfora, quizás. De alguna manera es su One Bad Day, el de la ciudad.
King ofrece un guion cerrado y normativo, no en vano alude a la estructura académica del noir más puro. Eso evita que ofrezca uno de sus elementos más característicos, la desestructuración de historias, los saltos temporales, las voces narrativas diferentes.
Aquí King no innova. Va a los elementos prototípicos del género. Tenemos monólogo interior. Una historia que se va calentando de forma rápida y descontrolada. Muchísima mierda bajo la superficie. Situaciones estándar de la novela negra clásica. Nada es lo que parece.
El guionista se gusta, se lo pasa bien remenando en la caja de juguetes, poniendo a los personajes en situaciones extremas y dejando que ellos mismos salgan como puedan. También es cierto que peca de cierta repetición. Bradley recibe prácticamente una paliza por número, le apuntan con una pistola casi las mismas veces… hasta el propio personaje se queja.
Los diálogos son cortantes y ajustados, diamantinos, irónicos e incluso divertidos con un humor soterrado y cruel. Lo dicho, King homenajeando a Chandler.
La trama tiene giros y sorpresas pero lo serán menos para un habitual de la novela policiaca. Sin embargo, en el contexto DC y en una editorial de superhéroes es algo fresco y simpático.
No nos olvidamos del dibujo de Phil Hester. Se trata de un trabajo en el que encaja como un guante. La rudeza de su cartoon acartonado (¿acartoonado?) plasma perfectamente la rudeza y la crudeza de una historia sórdida y sin piedad. No escatima detalles, fondos, texturas, luces y sombras, con ligeros cambios para mostrar flashbacks.
Narrativamente es funcional y encaja con la estructura convencional del cómic. No hay innovaciones ni vanguardismos. Hester adapta la estructura de página a la emoción del momento, a la necesidad de la historia. Siempre al servicio del guion y facilitando la lectura y las sensaciones que esta deba transmitir.
En definitiva se trata de un cómic muy interesante, jugoso, duro, sórdido y denso. Ideal para demostrar la riqueza de temas y personajes que ofrece DC y del buen momento en el que se encuentra la editorial, digan lo que digan por ahí.
Hará las delicias de los amantes del noir clásico con sus clichés y sus tópicos, su crudeza y su violencia.
Lo mejor
• Hará las delicias de los fans del género negro.
Lo peor
• No nos queda claro si es muy necesario los elementos de culebrón sobre el origen de Bruce Wayne.
God save the King
Guion - 9
Dibujo - 8
Interés - 9
8.7
Interesante aproximación a los cimientos de Gotham y por ende de Batman.
Gracias por la reseña! Esto da para mucho que discutir, lo que siempre es algo positivo.
La obra en sí misma. Un noir correcto, muy deudor de «Chinatown» y de las corrientes sociales actuales (esto último no es peyorativo, para mi es un plus. El guión de King gana en interés y decrece al caer en la reiteración, a costa de intentar compensarlo con hechos que van cambiando lo que hemos leído hasta el momento. No es brillante, tampoco es malo. Depende de cómo te entre, supongo.
Lo que sí que es rotundo es el trabajo de Hester, con composiciones visuales y soluciones muy hermosas y trabajadas potenciadas por el color de Bellaire. Sin duda su mejor trabajo en años. En contra: las caras y físicos de sus personajes son muy similares, pero eso es marca da la casa.
Y en un rato hablaré del elefante en la habitación, jaja (con spoilers). O dicho de otra manera: el Trouble de Tía May aplicado a la familia Wayne
Lo pongo aquí más recogido. Voy a comentar cosas sobre los SPOILERS. O sea, que van SPOILERS.
Esto es la obra en su contexto. Porque King no usa sus personajes, usa personajes de DC de la franquicia Batman. Esto hace que sus revelaciones surtan más impacto, porque partimos de un canon, de una historia que da un contexto y potencia personaje y situaciones. Pero esta influencia es bidireccional, y estas revelaciones también tiene su efecto en el relato, en la idea de unos personajes que se pretenden arquetípicos o ideales.
Así tenemos:
– el callejón del crimen se llama así no por el asesinato de Thomas y Martha Wayne, sino por la paliza al comisario. Es decir, es la agresión a una fuerza del orden represora lo que hace de catalizador a la Gotham que conocemos, no la perdida sin sentido de sus benefactores
– derivada de esto: Thomas y Martha llevan a su hijo a un cine de un barrio conflictivo y se meten de noche en el callejón del crimen. Eso es porque Bradley no quiso explicarle de niño que eso no está bien (chistaco de King). Thomas y Martha mueren por la falta de juicio del primero principalmente. Cosas de ricos que no están en el mundo real.
– Los abuelos de Bruce son el exponente deuna clase dirigente carente de moral y criminal (engaños, agresiones, fake news, infidelidades, asesinato, secuestro y homicidio imprudente por lo menos). Mal legado. El corazón de Gotham está podrido. Bruce desciende de un legado de delincuentes.
– aún peor. La mayor desgracia de Gotham, Joker, es un producto de la fábrica hipercontaminante de los Wayne salida del espaldarazo de la muerte de una niña endilgada a una minoría racial.
– ello hace no que Bruce sufra una injusticia aleatoria y por tanto son sentido de niño que quiera evitar a otros. Bruce es el descendiente de un linaje corrupto y criminal, actúa de forma patológica para expiar el mal de su familia que el mismo ha sufrido. Un relato cada vez más asentado en elseworlds y adaptaciones fuera del comic, por otra parte.
– pero hay ventana para la esperanza, porque puede que Bruce Wayne no sea un Wayne, si no descendiente de ese 99 por ciento que solo es criminal por necesidad, no por egoísmo y falta de empatía.
– lamentablemente el legado de Batman también está corrupto, porque el Batman inicial es el secuestrador de un bebé que acaba muerto, que corretea por la ciudad por la noche para dar rienda suelta a sus vicios y tiene una Batcueva donde guarda sus trofeos sexuales.
Si no es un ajuste de cuentas de King con Batman (su primer tropiezo crítico/comercial) se parece bastante.
Más tarde hablaré de por qué quizás esto no estaré en continuidad. O sí
No es de extrañar, el mismo Matt Reeves admitió que se inspiró en «Chinatown» para su Batman. Y aun más inconspicuamente en su olvidada secuela «The Two Jakes». Cosa que también hizo «Roger Rabbit», que poco adapta el libro en el cual se basa y tan solo tomó el concepto y tomaron prestada la infra esctructura de la película de Polansky. Si, lo dije «The Batman» comparte elementos con «Who Framed Roger Rabbit», y no lo voy a explicar.
Y tercero y último. Esta obra no lleva un sello black la el estampado, no pone que sea algo imaginario (más allá de que es una obra que narra Bradley en su lecho, depende de la credibilidad que se le otorgue al narrador).
La obra está encuadrada en un periodo de transición entre dos continuidades (antes o después de la Crisis Oscura).
No puede encuadrarse en el canon previo (el post Metal) porque Bradley es diferente en edad y el abuelo de Bruce también (ver Detective 1027).
Está por ver si forma parte de un nuevo canon formado por «El caballero» de Zdarsky o el «Tiempo muerto» de King, del cual el Servicio volverá en la serie de Pingüino del mismo autor.
Saludos!
¿Se acuerdan de World Of Smallvile de Byrne? 😀