Edición original: Batman núms. 525, 527 a 528, 530 a 532 y 535 SA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Doug Moench
Dibujo: Kelly Jones
Entintado: John Beatty
Color: Greg Wright
Formato: Cartoné, 192 págs. A color.
Precio: 19,50 euros
Todos los personajes de DC han gozado en un momento u otro del trabajo de grandes profesionales que han dejado su huella en el personaje. Partiendo de esa premisa, ECC, recupera por personaje y autor, dichos momentos y los reúne de manera que se puedan adquirir unificados en un formato tomo de tapa dura. Lo está haciendo con Superman y el caso que nos atañe: Batman.
Por Batman han pasado incontables guionistas y dibujantes. Tantos que en este momento la colección Grandes Autores a la que pertenece este tomo, han recopilado el trabajo de profesionales tan importantes como Brian Azzarello, Alan Davis, Frank Miller, Alan Moore, Paul Dini o Grant Morrison por citar a algunos. No es lugar para entrar a debatir la selección de dichos trabajos y si son o no son merecedores de dicha recopilación, por lo que nos centramos en los dos autores que firman este tomo: Doug Moench y Kelly Jones.
Moench, escritor forjado en múltiples medios como las tiras de prensa, los cuentos, artículos en prensa y guiones de cine, tiene en su haber una larga y prolífica carrera como guionista de cómics. Empezó a trabajar en Marvel en 1973 donde, entre otros trabajos, destaca su colaboración con Paul Gulacy en Master Of Kung Fu.
Ya en DC pasó a escribir Batman en varias ocasiones, siendo la primera de ellas entre el 1983 y 1986. La segunda empezó en 1992 y se prolongaría hasta 1998, estancia que lo involucraría directamente con la saga Knightfall, siendo responsable también de historias como Contagio, Cataclismo o Legado en las que contribuyó activamente. Con Gulacy de nuevo, pero ahora en DC, desarrollaron Slash Maraud.
El trabajo que se recopila en este tomo nos muestra a un Moench detallista, metódico y preocupado por no solo contar historias del hombre murciélago, sino también por aportar conocimientos que a los lectores puedan resultarles, sino útiles, si al menos interesantes. Un ejemplo de ello es el ejercicio de documentación del que hace gala cuando intenta unir la ciencia y lo sobrenatural, o cuando explica toda una teoría sobre los grafitti.
Dos Caras se ha escapado de Arkham con el objetivo de aplicar su particular forma de justicia al querer cerrar viejos casos abiertos de su etapa como fiscal del distrito. Mientras un simio y un grotesco ser asesinan a científicos y los espíritus hacen acto de presencia en Gotham, lo que llevará a Batman a aliarse con Deadman a fin de desentrañar el misterio que rodea a una viejas reliquias incas.
Historias oscuras, con trasfondo psicológico, profundizando en los villanos y sus motivaciones para humanizarlos al mismo tiempo que siguen siendo tan despiadados como siempre. Moench quiere sembrar la duda en el lector y que haya momentos en los que el villano se muestre más accesible que el propio Batman.
Si algo se le puede criticar a la interpretación de Batman que hace Moench es su casi nulo uso de Bruce Wayne. A lo largo de sus historias lo usa en contadas ocasiones y de manera meramente tangencial para poder seguir desarrollando su historia con libertad. Eliminar o reducir al mínimo la otra faceta del personaje resta posibilidades, pero al parecer Moench no está muy interesado en desarrollar sus historias a través del filántropo, sino en volcar sus esfuerzos en la figura del murciélago y en lo que representa.
Un ejemplo claro de ello en la saga relacionada con Deadman. En ella Batman viajará fuera de Gotham y sin su entorno urbano quedará patente su imponente imagen más cercana a un demonio que a un humano sin poderes aficionado a disfrazarse de roedor volador.
Moench demuestra su enorme habilidad como escritor en dicha saga ya que no solo saca a Batman de su ciudad y hace que funcione, sino que también consigue añadir el componente sobrenatural sin que la historia se resienta. Ya es arriesgado presentar a Batman en un entorno ajeno a Gotham como para un encima mezclar la historia con fantasmas y hacerlo interactuar con Deadman, cuando es una temática que pocas veces termina por estar bien resuelta al no funcionar adecuadamente con un personaje más cercano a las novelas de detectives que a las de terror sobrenatural. Pero es precisamente por ello por lo que Moench brilla con fuerza en este número.
Su trabajo con Kelly Jones no deja indiferente a nadie. O lo odias o te encanta. Jones es un dibujante de un estilo personalísimo. Nada se parece a lo que él hace. Su capacidad para crear volumen con el negro está a la altura de maestros como Mignola, pero su gusto por el exceso y sus anatomías imposibles hacen que el conjunto resulte cuanto menos chocante con la imagen clásica que podemos tener del personaje y su entorno.
Jones mueve con una frescura sin igual la historia de Moench. Su estilo se balancea entre la caricatura, la exageración y la perfecta caracterización de todo cuanto rodea a los personajes. Y es precisamente este vaivén de estilos lo que puede provocar, en un primer vistazo, el desánimo en el lector. Pero si bien es capaz de lo mejor, también es capaz de lo peor a la hora de plasmar algo tan importante en la mitología del personaje como es el Batmovil. Puede que sus diseños sean los más pobres y erráticos de cuantos se han realizado a los largo de los 75 años de historia del personaje.
Y por último, como muestra de sus excesos, quedan las enormes orejas que dibuja al uniforme de Batman, así como la kilométrica capa que se extiende alrededor del personaje como si tuviera vida propia. Si piensas que la capa de Spawn era absurdamente desproporcionada tal vez cuando leas este tomo descubras que Jones redefine el concepto de enorme con su capa murciélago.
Una obra interesante que marcó al personaje gráficamente en los 90 y que merece la pena descubrir. El paso de los años los ha aguantado bien, tanto por las historias en sí mismas, como por el dibujo ya que al ser Jones un artista tan alejado de las modas del momento su estilo difícilmente se ve como algo añejo. Un cómic peculiar, diferente, con un Batman distinto a lo que estamos acostumbrados que seguro no dejará indiferente y eso hoy en día ya es mucho decir.
Review Overview
Guion - 8
Dibujo - 7
Interés - 8
7.7
Valoración Global
Un cómic que se aleja de las modas de los años noventa y sigue su propio camino como demuestra que el paso de los años no le hacen sino ganar enteros.
A mi lo que me chocaba de Kelly Jones era que le ponia a la capa marcando una espina drosal enorme,era muy muy grotesco.
No pinta nada mal, pero ese precio… Ah, ¡qué ganas de tener un trabajo bien remunerado!
¿Qué tal es la reproducción de este volumen? Porque con estos de ECC uno nunca sabe con qué se va a encontrar
me gusta moench,y me gusta el batman de moench. pero me resulta muuuuy dificil abstraerme del dibujo de jones, al q no soportaba cuando salieron estos comics, y ahora aguanto incluso menos.
Pues a mí me gusta este Batman raruno. Es uno de los últimos diseños clásicos antes de convertirse en una especie de tanque con patas.
Soy un absoluto fanático de esta etapa y agradezco enormemente a ECC por recuperarla después de tantos años, pues muchos de los números que la componen quedaron inéditos en español.
Me acabo de releer el primer tomo de esta colección y me dejó una muy buena sensación. Tenía cierto temor que las historias me parecieran débiles o ingenuas, considerando los casi 20 años desde que las leí por primera vez, pero afortunadamente no es el caso, las historias aguantan muy bien el paso del tiempo. Lo único que pierde, es que en su época daba la sensación de estar ante el Batman más oscuro que se podía imaginar y con el tiempo llegaron versiones que lo superaron.
Este tomo en particular es muy recomendable porque recopila la historia con Deadman y unas cuantas más de muy gran nivel. La etapa de estos autores duró 3 años y la primera mitad (que abarca los tomos 1 y 2 de ECC) es de muy buen nivel, luego comienza a declinar siendo los últimos 5 o 6 números bastante malos.
Siempre me gustó el Batman de Kelley Jones, desde su magnífico Lluvia Roja y las increíbles portadas de KnightFall, y en estas historias estaba en su peak, se sale. Hoy veo ilustraciones de Batman que sube Kelley Jones a su facebook y son otra cosa, perdió la magia, la fuerza. Estas historias hay que leerlas sin ninguna pretensión realista, porque la capa que en una viñeta llega a los tobillos de batman en la siguiente mide 20 metros, pero el dinamismo y la expresividad de su dibujo, la forma en que juega con las sombras, la capucha y la capa de batman son geniales. Punto aparte merece el diseño de la ciudad, Batman circula por callejones que podrían ser de una ciudad medieval más que la urbe moderna de Nolan. A mi personalmente me encanta porque le vienen muy bien al tono gótico de las historias. El único pero, como bien indica la reseña, es el descuidado diseño del batmóvil.
Sobre la edición ECC, es correcta, se agradece que trae todas las portadas originales, pero eché en falta alguna columna introductoria en el primer tomo, no se si lo habrán remediado para este segundo.
Como sea, una obra muy recomendable, estas historias no van a entrar en ningún ranking como las 10 o 20 mejores de Batman, pero a mi me parecen muy entretenidas y bien dibujadas, presentando un batman muy diferente al que se acostumbra a ver.
«¿Qué tal es la reproducción de este volumen? Porque con estos de ECC uno nunca sabe con qué se va a encontrar»
Tienes razon Eduardo, nunca se sabe, yo ya me he bajado de alguna coleccion por eso, acabo de volver del Corte Ingles y me ha dado por echarle un vistazo al tomo 9 del Superman de Byrne y la reproduccion del numero de los Metal Men es directamente de juzgado de guardia. Acojonante que ha dia de hoy costando lo mismo hacerlo bien que mal, la sigan jodiendo, no me lo explico.
Sres. Feliz Año 2015!!!
Y muchos, muchos cómics para todos 😉
https://www.youtube.com/watch?v=SMzqkLGlhGw
Rockeros Saludos
Estoy releyendo esta epoca y es cierto el dibujo es amor u odio, pero permitanme destacar los dos numeros donde Crock escapa de Arkham «llamado» por la Cosa del Pantano, las paginas donde los tres se encuentran son memorables!
Y Moench se pasa las historias son cortas precisas y cautivantes, varias de ellas con un toque sobrenatural que se retroalimenta con el dibujo.
Recomendado!
Feliz año amigos!