Grandes Autores Superman: Mark Millar – Las Aventuras de Superman Vol. I

 

Edición original: Superman Adventures núms. 16, 19, 22 a 30 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Mark Millar
Dibujo: Aluir Amancio, Mike Manley
Entintado: Terry Austin
Color: Rick Taylor
Formato: Cartoné, 256 págs. A color.
Precio: 25,00 euros

 

DC siempre ha triunfado en el campo de la animación. Todo empezó con la serie de Batman cuyos creadores, Paul Dini y Bruce Timm, supieron trasladar a la pequeña pantalla toda la atmósfera que rodea al personaje, al tiempo que lograban dotarla de su propia identidad. El camino estaba marcado y tan solo había que continuar trabajando en esa línea. Nuevas series de Batman, Superman o los Titanes no tardarían en aparecer y seguir expandiendo el particular universo televisivo de DC. Series de animación que exploran la rica mitología de los personajes y que los acercan al público todas las semanas, con el firme propósito de lograr nuevos lectores.

No es de extrañar, por tanto, que desde DC se busque trasladar ese éxito televisivo a los comics. En una jugada inversa a la anterior aparecen series libres de continuidad, capaces de mostrar ese particular estilo que tiene la animación de DC, reconocible por ese espectador que se acerque hasta una tienda buscando leer algo de su personaje favorito.

¿Pero qué podemos encontrarnos en una serie que por su aspecto visual parece destinada a un público más juvenil del habitual?

Pues lo primero es una estructura narrativa que ahora se puede ver muy poco, pero de la que Mark Millar se sirve a la perfección. Cada historia ocupa un solo número de 24 páginas. Esa es la dinámica y tan solo se rompe en contadas ocasiones con un continuará que remata la historia en el siguiente número. Por tanto Millar demuestra contención y talento, porque es capaz de acercarse a toda la mitología del personaje y hacerlo de manera magistral aprovechando el espacio que le da un cómic mensual de 24 páginas. Un desencadenante, una solución. Así de simple y de eficaz. Así de refrescante y de placentero de leer. Cada número nos presenta a un villano y mediante la excusa del enfrentamiento, Millar desarrolla perfectamente todo el entorno de Superman/Clark Kent.

Lo segundo que podemos descubrir es que nos sorprendamos. Sorpresa por estar leyendo esa serie que parece que no está hecha para nosotros, pero que atrapa de una manera tan inocente que no se puede dejar de leer. Y es que el muro a superar a la hora de adquirir esta serie es grande. Ves el estilo de dibujo y el mensaje que recibe el subconsciente es que no es para ti, lector forjado en los fuegos de Apokolips, cuando hay otras obras, aparentemente, más serias en la tienda. Pues es necesario escalar el muro, saltarlo, derribarlo si hace falta con toneladas de dinamita, porque dejar de leer este Superman es dejar de leer una de las mejores interpretaciones del personaje.

Lo tercero son los villanos. Siempre que los villanos mejoran, el héroe también lo hace. Millar es consciente de ello y se molesta en hacerlos atractivos. Necesitan pocas páginas para mostrarnos la esencia de cada uno de ellos, hacerlos coherentes consigo mismos e incluso se permite el lujo de añadir nuevos conceptos a sus personalidades. Millar se monta un circo de tres pistas por número y empieza de forma tan abrupta las historias que no queda más remedio que meterse de cabeza en ellas. Mención especial tiene el uso que hace de Luthor, elevando al personaje a unas cotas de odio pocas veces vistas, siendo capaz de explicar las razones de esos sentimientos en una sola página… Sí, en tan solo una página Millar construye todo el fondo psicológico de Luthor. Concreción y económica eficiente es lo que demuestra el guionista que no precisa alargar las historias para lograr impactarnos.

Está claro que lo que Millar pretende es capturar la esencia de la serie de animación. Capítulos con un planteamiento, nudo y desenlace bien definido, pero que contienen la semilla para dejar al lector con ganas de más. Si la historia precisa de espacio para poder respirar es adecuado dárselo, pero alargarla con el fin tramposo de ocultar las deficiencias de los autores, llenado páginas de paja argumental, termina por crear hastío. Lograr lo que Millar consigue, número a número, historia a historia, demuestra que estamos frente a una gran colección que no merece ser ignorada.

En cuanto a la parte gráfica de la misma, estamos ante una serie donde el dibujo está al servicio del guion. Debe parecerse a la de animación y por tanto vamos a encontrarnos ese trazo tan particular, con ángulos rectos, formas imposibles, toros de enormes proporciones, dedos rectangulares y una Metrópolis moderna con aires a lo Fritz Lang. Y todo ello gracias al trabajo realizado por Aluir Amancio, Mike Manley, capaces de recrear el aspecto de la serie de televisión y plasmar los brillantes guiones de Millar al mismo tiempo.

Un tomo recopilatorio que no debe faltar en nuestra estantería, donde vamos a encontrar a un Millar en estado de gracia y a un Superman muy majestuoso. Hay que superar los posibles recelos iniciales y dejarse llevar. No solo vamos a leer un buen cómic, sino que además estaremos asistiendo a toda una clase magistral de cómo se debe escribir de forma elegante, concisa y muy eficaz un cómic.