El mundo del gaming se nutre de muy variadas referencias, eso no es ningún secreto. Algunos de los más pintados y mejores desarrolladores de videojuegos han expresado en multitud de ocasiones sus inspiraciones a la hora de crear esos mundos que nos calan tan hondo. Todos somos fans, y los creativos del mundo digital no son menos. La ciencia ficción ha resultado una gran influencia para multitud de videojuegos, y no hablamos solamente de aquellos que adaptan directamente películas o novelas. Algunas obras de referencia y otras no tan conocidas han hecho durante años las delicias de las mentes que más tarde habrían de transportarnos a sus propios mundos. Vamos a hacer aquí un pequeño repaso de algunas de esas obras que influyen en nuestros juegos favoritos.
La space opera
Para el más profano bastará decir que el space opera es un género dentro de la ciencia ficción; una suerte de narración de aventuras ubicada en el espacio que sigue más o menos las reglas de Campbell en lo que al «viaje del héroe se refiere». Las novelas de luchas espaciales y los seriales de los años cincuenta convirtieron este género en una verdadera referencia, aunque quizás la proto-space opera más cercana que tenemos es De la Tierra a la Luna de Julio Verne. Las aventuras espaciales tienen un peso hoy día en los MMO, pero no podemos evitar pensar en esa joya cuyo lanzamiento está cada vez más cerca. Exacto, No Man’s Sky, ese juego que promete un universo gigantesco de exploración multijugador, aunque podemos ver claramente que bebe de muchas fuentes. En lo que lenguaje visual y referencias oníricas se refiere, no podemos evitar pensar en Los cantos de Hyperion, de Dan Simmons, una obra muy recomendable. Simmons hace alarde de un lenguaje visual sublime para recrear un universo de color; de contrastes, de formas imposibles y cambiantes, de seres vivos que se confunden con máquinas y viceversa. ¿Os suena de algo? La obra de Simmons, que se puede catalogar como una space opera de altas cumbres ha influenciado en el aspecto visual en grandes clásicos del gaming, como Mass Effect (la lucha territorial del ser humano frente a las inteligencias alienígenas superiores, la constante lucha por el descubrimiento de civilizaciones cuyos secretos albergan tanto la vida como la muerte), y parece seguir haciéndolo en obras tan prometedoras como No Man’s Sky.
La space opera es un género que en la literatura viene de largo, pero los videojuegos se han dedicado a explotarla solo como recurso a películas de ciencia ficción. Es en este último lustro cuando el género ha cobrado fuerza, quizás impulsado por las mejoras gráficas y los avances técnicos. Quizás veamos ahora con el auge de las gafas de realidad virtual un repunte en este aspecto. No nos olvidamos de algunas grandes epopeyas de las estrellas como Star Fox 64 o Space Invaders, pero lejos del arcade, la space opera tardó tiempo en afianzarse. Esto tiene también mucho que ver con la evolución narrativa de los videojuegos. La buena ciencia ficción, necesita una historia. Por trillada o inverosímil que esta sea. En una máquina arcade era impensable que la historia fuera más allá de algunas líneas de diálogo para dar contexto a la acción, por lo que podríamos decir que la ciencia ficción, y más concretamente el género space opera está en lo alto ahora mismo.
La casta de los Metabarones y El Incal
Dentro del mundo del cómic, si hablamos de influencias en lo que a ciencia ficción se refiere, tendremos que hablar obligatoriamente de la figura de Alejandro Jodorowsky. El cineasta chileno ha firmado numerosos cómics, pero hay dos que han tenido un peso decisivo en muchas de las decisiones creativas de algunos de nuestros videojuegos favoritos. Y es que en la ciencia ficción, el contenido es esencial, pero un contenido en un recipiente fascinante y hermoso es primordial. Juegos como Destiny, Mass Effect, o EVE no pueden esconder sus grandes referencias a la obra de Jodorowsky. Lo icónico de
La casta de los Metabarones, dibujado por Juan Giménez, se ha convertido ya en una obra de referencia en el mundo del cómic y una de las obras más conseguidas del autor chileno; juega además con el universo onírico, influenciado por las costumbres medievales de la vieja Europa, estableciendo feudos y reinos que gobiernan la galaxia y narrando a grandes saltas la vida y obra de toda una generación de guerreros. En este sentido, Mass Effect es un gran influenciado por esta obra. El hecho de que la raza humana llega a un nuevo entendimiento con el universo y las razas que lo pueblan, así como los misterios y poderes que esconden las estrellas, que no son una constante en la obra de Bioware. Sin embargo, no solo en lo que ha desarrollo de la historia encontramos paralelismos: el personaje del comandante Shepard, pese a ser una amalgama de influencias y referencias en la ciencia ficción, tiene un carácter claramente poderoso y marcado como el del primer Metabarón, fundador de su casta y guardián de uno de los mayores secretos del universo: el elemento que anula la gravedad y por ende el peso de cualquier cuerpo con masa.
Las influencias de esta magna obra del cómic las vemos también muy marcadas en juegos como Destiny. La marcada estética tanto de las naves como de las armaduras, si bien beben de muchas fuentes, tienen un marcado estilo Jodorowsky, pero donde más vemos marcada esta influencia es en el carácter y aprovechamiento narrativo de los robots. En La casta de los Metabarones son dos pequeños robots los que se narran la historia de la casta y sus chistes, su personalidad y su inusitada humanidad no difieren de Ghost, el simpático robot que nos acompañará durante la aventura.
Killzone Shadow Fall es otro de los grande bañados por la luz de los Metabarones. Una humanidad futura y dividida, razas en guerra y una tecnología en auge que amenaza la propia existencia. Pero es en la variedad de armamento donde las referencias se vuelven cristalinas, pues los Metabarones desarrollan sus capacidades de combate tanto en cuerpo a cuerpo como en armas de fuego, láser y combates aéreos. Si bien en lo que a argumento se refiere, La casta de los Metabarones tiene sus propias influencias: Jodorowsky nunca ha escondido que Dune y todos los planes que tenía para ser llevada al cine por él mismo fueron grandes pilares para este cómic, aprovechando y estableciendo muchas de las bases de la actual ciencia ficción; bases que ahora los videojuegos más en boga aprovechan en sus desarrollos.
Son muchas más las influencias de esta y otras obras del mundo del cómic, por citar algunas, tales como Valerian o Akira, cuyos elementos diferenciadores y singulares universos han tenido un gran peso en los videojuegos.
El horror en el espacio
Aparte de los juegos que adaptaban directamente una película (como The Thing, Predator o la saga Alien), el horror en el espacio y en distopías de ciencia ficción se ha convertido en un poderoso aliado de desarrolladores y jugadores. Juegos como FEAR, Dead Space o Half Life no serían lo mismo si no existiera Alien. La película, que no la saga que surgió más tarde y que con mayor o menor acierto fueron alejándose las bases establecidas por Ridley Scott, establecía un universo descentralizado (al contrario de lo que suele verse en la ciencia ficción), con una tecnología sorprendente pero de aspecto descuidado, roído y oxidado, obra en gran medida del artista H.R. Giger, diseñador de decorados y criaturas, y establecía una atmósfera que ha sido reinterpretada por muchas grandes sagas del mundo bit.
La más clara de todas, Dead Space. El juego, desarrollado por Visceral Games nos colocaba en la situación de una nave abandonada, en un futuro distante, en un universo igualmente oscuro y amenazador donde un ejército de criaturas inspiradas a su vez en las pesadillescas páginas de Lovecraft. Es en el ambiente que rodea el juego, en la oscuridad de sus escenarios, en las composiciones casi orgánicas y en el terror, tanto psicológico como físico, donde vemos las influencias de la película de Ridley Scott.
En Half Life, esa joya de Valve que ha hecho de las delicias de las generaciones de jugadores de aquí a una década, vemos influencias de Alien en el diseño de criaturas. Si bien el juego de Valve no podría ser tildado realmente de terror, sí que tiene elementos suficientes como para hablar de un perturbador sentido de la acción y el suspense. Bebe de muchas fuentes, como 1984 de George Orwell, o incluso Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, pero sin duda hay algo de Giger en esas criaturas a las que tenemos que despachar en las aventuras de Gordon Freeman.
Estas son algunas de las influencias del mundo de la ciencia ficción que podemos encontrar en los videojuegos actuales, pero aún quedan muchas por desvelar. ¿Te ha faltado alguna esencial? ¿Has visto algo que nosotros no? ¡Pues no dudes en hacérnoslo saber en los comentarios!
Buen artículo, Francisco, me ha parecido muy interesante, esperaré a leer los próximos.
Estoy muy de acuerdo sobretodo en la influencia de Alien en Dead Space, que es la más clara de todas y de la que probablemente más personas se hayan dado cuenta; respecto al resto era más complicado verlo por ti mismo, pero una vez que te lo explican la verdad es que tiene toda la coherencia del mundo.
Por meter a uno más, aunque no sea ciencia ficción «pura», yo habría mencionado a BioShock, que bebe de forma bastante clara de la novela 1984 de Orwell o la película ya clásica Metrópolis de Lang.
Y aunque ya no tenga mucho que ver, a mí Mass Effect siempre me ha recordado lo suyo a Star Wars, más que nada en cuanto a contenido y extensión de lore propio, que siempre me ha parecido admirablemente elaborado y rico.
Gracias Mephistopheles! Totalmente de acuerdo con tus apuntes; Bioshock es ciencia ficción y como tal en otro artículo hablaré de sus influencias. Muy buenas tus aportaciones!