Grandville Bête Noire

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Edición nacional / España: Grandville: Bête Noire, Febrero 2015, Astiberri Ediciones. Colección Sillón Orejero.
Edición original: Grandville: Bête Noire. Diciembre 2012, Jonathan Cape.
Guión, dibujo y tinta: Bryan Talbot.
Color: Bryan Talbot, Alwyn Talbot, Jesse Kindzierski, Chrissie Harper.
Formato: 104 páginas a color editadas en cartoné.
Precio: 16 €.

 

Es una tremenda alegría observar cómo, aún habiendo pasado la frontera de las seis décadas de vida, el señor Bryan Talbot no solo sigue entregando una nueva obra cada dos años aproximadamente, sino que no parece haber perdido ni fuelle ni calidad. En un mundillo donde la capacidad de los dibujantes va mermando irremediablemente con la llegada de la decadencia y las dolencias físicas, sorprende ver cómo se sigue desenvolviendo un autor maduro, que demuestra que no solo sigue teniendo cosas que contar sino que alegra al fandom con una obra que se aleja de pedanterías de artista crepuscular y se zambulle en el entretenimiento con mayúsculas.

En esta casa hemos reseñado ya las dos aventuras anteriores del inspector LeBrock, el preclaro tejón de Scotland Yard, donde dejamos clara la naturaleza de la obra: steampunk, detectives y testosterona actioner. La fórmula, afortunadamente, continúa con la misma alegría, pero cargando aún más las tintas si cabe en la crítica política. Aquí ya no es velada. Talbot lo tiene claro: el capital es el mal. De tal modo, los empresarios industriales de la nación conspiran juntos, comandados por un grimoso sapo, para llevar a cabo un golpe de estado para impedir el auge del pensamiento socialista. Su visión del capitalista de turno es divertidísima por recrear con rabia el cliché del gusano chupóptero y egoísta, ese tipo de puro y cognac, soberbio y malvado hasta la médula, capaz de matar por mantener al alza sus beneficios. Talbot, aquí, lo lleva al extremo, para solaz de los conspiranóicos, demostrando que la banca y sus allegados son los causantes de toda la miseria del mundo, a través de un club que conspira contra la sociedad desde todos los ámbitos. Con dinero, todo se puede, desde el control de la opinión pública hasta el dominio de la ciencia. Así, bajo el secuestro encubierto de una serie de científicos, la inteligencia artificial da un salto de gigante, pero Talbot no tarda en señalar el peligro del control de cualquier tipo de tecnología por parte de las clases pudientes, que lograrán pervertir el uso pacífico de los autómatas con el fin de domeñar a las clases más bajas. Los medios de comunicación, la prensa y la incipiente publicidad, son otros de los puntos fuertes de la dominación de masas. Esto lo sabe bien el contubernio, de modo que el plan de dominio incluirá, por supuesto, a estas herramientas de creación de opinión pública.

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Pero la opinión pública, así como el gusto, se pueden modelar. Si se domina la prensa y la crítica, la percepción del arte puede dar un vuelco hacia nuevas teorías, defendidas por los supuestos expertos. Así, basándose en los estudios que demuestran que el arte abstracto fue una herramienta financiada y usada por la CIA para evitar mensajes subversivos en las obras figurativas, Talbot vertebra la trama de Bête Noire usando semejante premisa como punta de lanza de toda la conspiración que vendrá a continuación. Y esto da pie a regodearse en los reflejos de elementos históricos reales aderezados en la trama, otorgándole enjundia, chicha e interés al mostrarnos los sosias stempunk de autores como Toulouse Lautrec enfrentados con sus adversarios estéticos e ideológicos del tipo Jackson Pollock, aquí bajo la piel de un mono y un pollo. Adivina quién es quién. De todas formas, no hace falta ser un tipo versado en arte para disfrutar de todo esto, no temas, asustadizo lector, pero lo anterior demuestra cómo se prepara Talbot los guiones y su gusto exquisito para usar elementos reales inmersos en sus relatos.

Y como buen ejemplo del Fantástico, Grandville sigue demostrando una de sus principales virtudes: pone en la palestra problemas de la sociedad actual caracterizados bajo una apariencia de género. El fantastique, en su vertiente más sesuda, sirve para exorcisar el malestar de la sociedad a través de símbolos, explicando nuestra realidad a través de reflejos y metáforas. Talbot, más listo por viejo que por diablo, no sólo alecciona, sino que procura divertir. Y da en la diana en ambos aspectos. Su crítica a los problemas de la vida actual son evidentes. Su mirada subversiva es más necesaria que nunca, máxime cuando una buena cantidad de productos culturales actuales aparecen terriblemente edulcorados defendiendo formas de vida caducas adheridas a sistemas que no hacen sino sangrar al trabajador. Que Talbot, bajo la capucha del entretenimiento, logre hacernos ver los peligros del dominio de los mercados y de los bastiones del capital, es para aplaudir. Y todo ello, repito, bajo la mascarada de un pasatiempo steampunk de corte holmesiano.

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Y ya desde un punto de vista meramente visual, Talbot sigue en buena forma, como decía, cargando la pipa esta vez en los adelantos de ingeniería autómata. El autor se explaya en los diseños, se divierte más que antes en la recreación de ese mundo de vapor y aceite, donde la estética eduardiana y el art nouveau se dan la mano para imaginar, de nuevo, un mundo donde la revolución industrial dio pie prodigios tecnológicos impensables. Y como pez en el agua en un universo que ya domina, Talbot se atreve con perspectivas más expresivas y complejas, como si tratase de gritar que le apetece dibujar más que nunca, preñando las viñetas de detalles del mobiliario y la decoración, fomentando la idea de que el decorado tiene tanto protagonismo como su avezado protagonista.

En definitiva, entretenimiento y subversión en una saga que por méritos propios se está convirtiendo en una de las obras más importantes del autor.

  Edición nacional / España: Grandville: Bête Noire, Febrero 2015, Astiberri Ediciones. Colección Sillón Orejero. Edición original: Grandville: Bête Noire. Diciembre 2012, Jonathan Cape. Guión, dibujo y tinta: Bryan Talbot. Color: Bryan Talbot, Alwyn Talbot, Jesse Kindzierski, Chrissie Harper. Formato: 104 páginas a color editadas en cartoné. Precio: 16 €.…
Apartado Gráfico - 7
Guión - 7
Interés - 7

7

Divertida nueva entrega de las aventuras steampunk del Inspector LeBrock.

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