Green Lantern Lost Army

Este post se tiñe de verde para que en el día más brillante y en la noche más oscura, ninguna obra de Green Lantern escape de nuestras reseñas y artículos. Es por ello que hoy os presento: “Green Lantern Lost Army”, una miniserie recientemente publicada en nuestro país, que nos presenta una sencilla aventura de los linternas con una premisa interesante: John Stewart y sus compañeros aparecen en un lugar extraño que parece estar fuera de lo habitual, en el que se enfrentan a misteriosos enemigos capaz de borrar su existencia o absorberles la energía de sus anillos, entre otras lindezas. Antes que nada, para poneros en contexto, haré una sencilla y breve genealogía de la colección y los personajes principales.

Esta es sin duda una historia de los Green Lantern Corps, aunque este último término no aparezca en el título. Por ello, es interesante acercarnos a la historia de este grupo, concretamente en la colección que lleva su nombre, más que en la del grupo en sí, para que lo podamos situar en un contexto más actual. La primera colección denominada “Green Lantern Corps” apareció por primera vez en 1986, aunque antes se habían publicado historias cortas, y fue una serie guionizada por Steve Englehart durante aproximadamente veinte números finalizando en 1988. Casi veinte años después recuperaron la serie, ya lógicamente en su vol. 2, con Dave Gibbons, aunque es especialmente destacable la etapa de Peter Tomasi desde 2007 a 2013. Esta serie supone una especie de liga de la justicia de linternas verdes, que patrullan la galaxia resolviendo conflictos en diferentes planetas y dando mamporros a enemigos clásicos de la serie principal y algunos nuevos introducidos en ésta. Es una colección más distendida que la regular, y que no es del agrado de mucha gente pero que sin duda entretiene bastante y lo que es más importante, expande el universo cósmico de DC de manera espectacular, lo cual pone de manifiesto la importancia y necesidad de esta serie en la editorial.

Uno de los líderes de los Corps es John Stewart, protagonista de Lost Army y de la colección secundaria de la que os estaba hablando en los últimos años. Este marine estadounidense hizo su primera aparición en Green Lantern vol. 2 #87 (1971) de la mano de Neal Adams, su creador, para ayudar a Hal Jordan en su tarea de proteger la galaxia tras estar su predecesor Guy Gardner digamos indispuesto. Al principio Jordan no acepta demasiado al bueno de John, pero poco a poco, igual que los lectores, empieza a cogerle cariño y a considerarle un aliado y un compañero de gran importancia en la protección de la Tierra y de toda la galaxia, algo que demuestra con su presencia y sus acciones en los grandes eventos del universo linterna, véase “La noche más oscura”, “El día más brillante”, “La guerra de los Sinestro Corps”, etc.

No podemos olvidarnos de Guy Gardner, quien tiene un papel más secundario que Stewart en Lost Army, pero que sin duda eclipsa en carisma a éste último. Guy hizo su primera aparición en Green Lantern #59 (1968), y fue mostrado con los años como un arquetipo paródico de americano pelirrojo “machomen” que perdura en la actualidad. No tiene quizás una carrera tan dilatada como Stewart, ni unas capacidades de liderazgo tan potentes como sus compañeros lanterns de la Tierra, pero sí un gran carisma y personalidad suficiente para meterse en el bolsillo a los lectores. Ha dado tumbos por toda la colección, de aquí para allá, presente de alguna manera en los eventos y conflictos importantes de los linternas, con más o menos trascendencia en éstos, hasta que le llegó su momento en los “Red Lanterns” de Charles Soule, sustituyendo a Atrocitus como líder de los linternas rojas, en una serie demencial y brutalmente entretenida en la que Guy acapara el protagonismo y logra crear un cuerpo de linternas rojos interesante y útil para la protección de la galaxia.

Como curiosidad y aliciente para leer esta serie, puedo adelantaros que aparecen dos potentes villanos, uno clásico y otro mucho más reciente, en una faceta muy diferente de la que nos tienen acostumbrados, y cuyos nombres no os voy a revelar para no fastidiaros la sorpresa. Aunque también es cierto que su importancia en la trama es ínfima, quizás por su temprana cancelación que encorsetó bastante los planes de Bunn para estos personajes, que prometían dar mucho juego. Además, Mogo, el planeta viviente miembro de los Green Lantern Corps, vuelve a aparecer y tiene un papel importante en la historia y plantea consecuencias muy interesantes para él.

El guionista de esta serie es Cullen Bunn, quien tiene una reciente y prolífica carrera desarrollada especialmente en Marvel y DC en los últimos años, aunque comenzara su carrera en la editorial Oni Press. Este guionista estadounidense ha escrito historias para una buena parte de los superhéroes de Marvel, pasando por colecciones regulares como “Capitán América”, “Deadpool”, “Magneto”, “Wolverine” o en el evento “Miedo encarnado”. Su carrera en DC ha sido prácticamente igual de dilatada que en Marvel, haciéndose cargo de forma solvente de obras como “Tierra 2: El fin del mundo”, “Sinestro”, “Lobo” y algunos tie-ins de Convergencia. Actualmente, compagina su trabajo en ambas editoriales, puesto que se encarga de la serie “Drax” y de la próxima “Uncanny X-men” en Marvel y de “Aquaman” y “Sinestro” en DC. Es por ello sin duda alguna uno de los guionistas más solventes y trabajadores en la actualidad, y si bien Green Lantern Lost Army no es su mejor trabajo, su carrera como hemos visto está repleta de obras de gran calidad.

El apartado artístico tiene sabor patrio. Jesús Saiz está a cargo de los lápices durante toda la miniserie, además de las dos primeras portadas, excepto en el cuarto número, realizado por el también español Javier Piña, en donde francamente se nota un bajón importante. La carrera de Jesús Saiz es larga y variada. Comenzó su andadura en el mundo del cómic en publicaciones españolas con obras como Azoth y el fanzine 451º, además de ilustrar algunas ediciones de obras de Tezuka como Buda o Adolf. En 2001 cruza el charco para trabajar primeramente en Dark Horse, con obras como Iron Reich 3000 y una breve historia de Star Wars. Después aterrizaría en DC, en donde ha desarrollado el resto de su carrera profesional en bastantes obras, siendo las más destacadas: “Countdown to Infinite Crisis”, “Zatanna”, “Birds of Prey”, “Brave and the Bold” (nominada a un Eisner) “La cosa del pantano” y algunos números de la Liga de la Justicia de Johns. Actualmente, por lo que sabemos Jesús Saiz ha abandonado DC para cambiar de aires haciendo nuevos proyectos para el próximo año en Marvel, entre los que destaca especialmente el evento “Avengers: Standoff”. Una mala noticia para los seguidores de DC, porque sin duda era uno de los dibujantes más en forma de la editorial, con un estilo muy limpio que recuerda bastante al del gran Carlos Pacheco. Esperemos que tenga mucha suerte en su nueva aventura profesional y nos siga brindando su maravilloso arte en el cómic americano.

Por último, es interesante comentar que Guillerm March se encarga de ilustrar las portadas de los últimos números de la serie (y de la cabecera de este artículo, dicho sea de paso) con su peculiar estilo personal.

La serie fue cancelada por bajas ventas en su sexto número, publicado hace un mes en EEUU, y ya anunciado desde septiembre junto con otras tantas colecciones que no estaban funcionando, y que se quedan con el sobrenombre de miniserie.

El final es bastante abierto, además de abrupto y rápido, todo ocurre en un par de páginas de forma precipitada y no te enteras de nada, como suele ser habitual en las series repentinamente canceladas. Es por ello que la historia continuará en la colección “Green Lantern Corps: Edge of Oblivion”, que se publicará en EEUU el 13 de Enero con Tom Taylor de guionista y Ethan Van Sciver a los lápices, lo cual es un alivio puesto que planteaba un escenario y unas consecuencias para los personajes que tienen que ser resueltas de alguna forma.

Como todo material de DC, ECC ediciones se encarga de editar esta serie. El mes pasado se publicó el primer número de la colección junto a la serie regular de Green Lantern en una misma grapa a un precio de 4’50 y 48 páginas. Es por ello que para encontrar el primer número de esta serie debemos buscar “Green Lantern nº 44” en la tienda. Recientemente se ha publicado el segundo número exactamente en el mismo formato pero con un precio algo inferior: 3’50 euros.

Se trata de una edición bastante molesta para los coleccionistas o para los lectores que no les interese la serie regular, y por desgracia es algo a lo que últimamente las editoriales españolas se están acostumbrando. En este caso concreto, más allá de la trascendencia de la serie o de si está relacionada con la principal, esta edición es sin duda un aliciente más para no adquirir la colección. Además, la propia historia no es la más adecuada para iniciarnos en los linternas, puesto que es bastante fácil perderse con todo lo que se plantea. Por lo cual, no lo recomiendo para nuevos lectores.

Con todo, tenemos ante nosotros una historia sencillita de los GL Corps, una aventura con unos cuantos mamporros, villanos y personajes carismáticos, flashbacks filosóficos del pasado de Stewart y poco más francamente, no aporta demasiado. Tampoco ha dado mucho tiempo a desarrollar la historia y mostrarnos algo más, porque la premisa planteada es interesante, y el cierre bastante enigmático y abierto. Por ello, varios misterios se quedan sin resolver, así que esperemos que en Green Lantern Corps: Edge of Oblivion nuestro querido Tom Taylor nos muestre una continuación más consistente y duradera de lo planteado por Cullen Bunn en esta miniserie.