Rumbo esmeralda
Con la publicación este mismo mes de la sexta entrega de la serie regular dedicada a los Green Lantern, no se cierra arco argumental alguno, pero es adecuado, sin dejar pasar más tiempo, ver que ofrece este nuevo planteamiento por parte de su nuevo guionista, Geoff Thorne, que afronta el cambio de la franquicia tras el paso de Grant Morrison por la misma.
Con Morrison la serie mutó para centrar toda su atención en la figura de Hal Jordan, en su posición de policía espacial, enfrentándose a los más variopintos enemigos. Némesis concebidas en la mente de Morrison de tal forma que la serie llegó a alcanzar una cota de metanarrativa más que importante. A todo ello hay que añadir un acabado artístico de enorme impacto visual, en manos de Liam Sharp, que dejó 27 entregas para la historia, pero con las opiniones divididas en cuanto a su resultado.
¿Pero quién es Geoff Thorne? Su carrera empezó como actor, en la serie En el calor de la noche, entre 1988 y 1993, pero pronto comenzó a escribir de manera regular y profesionalmente lanzando varias antologías de relatos de ciencia ficción, siendo también responsable de la novela de Star Trek, La espada de Damocles. Ha escrito guiones para la serie de Ley y Orden, así como varios capítulos de la serie de animación Ben 10 y Ultimate Spiderman.
En los cómics ha trabajado tanto en DC como en Marvel, Dark Horse y otras pequeñas editoriales USA, escribiendo para la primera la miniserie Verdad y Justicia: Vixen, así como los dos números de Estado Futuro dedicados a los Green Lantern, lo que le abrió las puertas a hacerse con el control de la franquicia en la actualidad.
La propuesta de Thorne es diametralmente opuesta a lo leído hasta ahora, centrando su atención en todo el cuerpo de Green Lantern, lo que hace de sus intenciones algo realmente ambicioso y complejo a la hora de lidiar con semejante planten de personajes. La propuesta arranca con la votación por parte de las distintas partes de los Planetas Unidos de cara a que Oa pase a ser un miembro más de la organización. Con esto sobre la mesa, Thorne, mueve las piezas para poner en marcha una serie de acontecimientos de distinta índole, como la restructuración del cuerpo que ve reducido su número de activos, el sabotaje de la batería central de Oa, la puesta en macha de una misión de investigación a un sector espacial conflictivo, mientras los oanos son amenazados por un ente, de origen mágico, por su actitud frente al universo. Un circo de varias pistas en el que se aplica la máxima de seguir una narración sin pausa, que permite, incluso, dar una explicación a la proliferación de portadores del anillo verde de la Tierra.
La serie se adscribe al género de superhéroes y ciencia ficción de una forma mucho más estándar, pero buscando encontrar su propia voz y aportar un nuevo enfoque a la franquicia. Para ello Thorne se centra en la figura de John Stewart, Teen Lantern y la muy interesante Lantern Mullein, vista en Sector Lejano, a la hora de ir moviendo las distintas tramas con las que la serie juega. Es una interesante apuesta y resulta más que satisfactorio para el lector poder disfrutar de la caracterización de estos Lanterns que tanto tienen por aportar a la franquicia.
Sin embargo, la trama, que tiene siempre un ritmo envidiable, resulta algo confusa en algunos momentos por la propia estructura que Thorne impone a la serie y las dificultades, ya comentadas, de lidiar con una ingente cantidad de personajes distintos. Lograr tener todo controlado y en equilibrio es algo que precisa talento y Thorne, de momento, no acaba de estar del todo centrado. Su trabajo parece no dejar de expandirse y la sensación de vacío estructural se deja sentir en más de una ocasión.
Es de señalar que uno de los grandes alicientes de la serie es ver si Thorne es capaz de desgranar de manera adecuada el origen del guantelete que porta Teen Lantern (Keli) y explotar más las peculiaridades del anillo de Mullein, así como profundizar más en la caracterización de tan interesantes personajes. Solo el tiempo puede determinarlo.
En la serie regular publicada por ECC se incluye en su quinto número el anual de la serie con una historia en la que se puede ver a Jessica Cruz, la otra gran Green Lantern a seguir explorando, portando un anillo amarillo y manteniendo un más que intenso tira y afloja con Sinestro y Hal Jordan. Las razones para que en su dedo lleve un anillo amarillo esta motivado por la desconexión que sufrió de la batería cuando esta fue destruida. En esta situación, se enfrentó a tres Yellow Lantern, a los que venció, siendo elegida por los anillos como una portadora digna y queda por ver si está dispuesta a sumir este nuevo rol y apartar el anillo verde de su vida. Escrito por Ryan Cady y dibujado por Sami Basri y Tom Derenick, el anual se erige como un primer paso hacia un nuevo estatus del personaje que demuestra tener potencial para dejar a atrás sus complicados inicios y alcanzar una nueva cota de interés y poder dentro del universo DC.
En la parte gráfica la serie de Green Lantern conjuga el talento de varios dibujantes. Tom Raney, un viejo conocido de los lectores, que aporta la visión más convencional de estilo a la serie centrando su trabajo en el Lantern Stewart. Marco Santucci, con un estilo más espectacular y dramático se centra en la historia de Mullein, Keli y Simón, del que también se hace un uso más que peculiar en la serie.
Un apartado gráfico que cumple con lo que la serie precisa, que no deslumbra, pero que narrativamente es el adecuado y permite al lector situarse mejor cuando la acción salta de un grupo de Lanterns a otro.
La serie lleva seis entregas en nuestro país y ya ha dejado claro que estamos frente a un nuevo y muy distinto estilo a lo visto y leído anteriormente. Sus intenciones son ambiciosas y es de agradecer los cambios en el foco que hace Thorne en los distintos personajes con los que ha decidido trabajar. Queda por ver si termina por tomar mejor el pulso y el control de las múltiples tramas que tiene entre manos, pero su propuesta incita a seguir la serie que mantiene un nivel de interés alto en lo visto hasta ahora.
Lo mejor
• El foco que se hace en otros lanterns.
• Las multiles tramas y el sabor a ciencia ficción que se siente en la serie.
Lo peor
• La sensación de falta de control estructural.
Guion - 7
Dibujo - 7
Interés - 7.5
7.2
Prometedora.
Cambio de rumbo lleno de posibilidades al que solo le penaliza cierto caos estructural. Un agradecido esfuerzo por dar espacio a los Lantern que menos tiempo de pantalla han recibido y que aportan un nuevo y refrescante punto de vista.
La serie vuelve a centrarse en el conjunto de los Green Lanterns. Veo difícil que pueda llegar al nivel que tenía con Geoff Johns con la continuidad de Venditti. Con Johns cada saga era como un evento donde íbamos conociendo nuevas cosas acerca de los Lanterns y se iban añadiendo personajes de todos los colores, Atrocitus y los Red Lanterns, la tribu Índigo, Saint Walker y los blue Lanterns, Larfleeze, y por supuesto la gran participación de Sinestro y los Yellow Lanterns. También hay cabida para nuevos Green Lantern, Simon Baz o Jessica Cruz, y nuevos villanos como en el primer Lantern, o Relic. Así como la evolución de nuestros Lantern clásicos, Guy pasa a ser Red Lantern y vuelve al verde, Kyle domina todo el espectro emocional pasando a ser White Lantern, Stewart lidera a los Green Lantern, y Hal consigue dominar la fuerza de la voluntad sin ningún tipo de anillo. Fue una etapa que disfrute mucho y que veo difícilmente creo que se pueda repetir. Por eso me dio muchísimo bajón lo que hizo Morrison en la serie. No es mala serie, pero el cambio de rumbo que hizo es totalmente distinto a toda la etapa anterior y al final no la acabe.
Ahora parece que vuelve a intentar centrarse en el conjunto de Green Lantern.
Eso sí tiene algunos puntos con mayor acierto que otros. Me gusta más las partes de la serie centradas en Teen Lantern, Jo Mullein, y sobretodo Jessica Cruz. La historia de Stewart espero que la acaben pronto, además el dibujo de Raney tampoco es de mis favoritos. Es una pena que no siguiera Dexter Soy, el cual estuvo solo los 2 primeros números, y lo veo un dibujante top, me encanta su estilo. Lo único positivo es que sigue más o menos bien la continuidad, lo malo no tiene momentos muy destacados, al menos por el momento.
La serie de Morrison en definitiva fue un cambio de enfoque y en particular su segunda temporada terminó siendo muy experimental, incluyendo muchas referencias a la Edad de Plata y en cierta medida se transmite un comentario crítico sobre el rumbo reciente de DC desde su punto de vista.
Honestamente, en su momento me pareció muy interesante y vale la pena leerla con mucha calma. Como varias obras de Morrison, no es de fácil digestión. No ignora del todo lo trabajado por Johns, pero simplemente no se centra en esos aspectos. Por lo tanto, comprendo que no sea del gusto de todos los lectores.
Lo que está haciendo Thorne es conceptualmente más compatible con lo que ya venía haciendo Johns en su día y tiene en cuenta más elementos del panorama cósmico de DC, además de por supuesto incluir a muchos más Lanterns. Tal vez su principal debilidad es la inconsistencia artística y hasta las portadas no ayudaban, al menos en USA, dado que no representaban muy bien el contenido de la colección.