Green Lantern Núm. 28

 

Edición original: Green Lantern núm. 28 USA, Red Lanterns núm. 28 USA, Green Lantern: New Guardians núm. 28 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Charles Soule, Justin Jordan, Robert Venditti
Dibujo: Alessandro Vitti, Billy Tan, Brad Walker
Entintado: Rob Hunter, Andrew Hennessy, Ryan Winn
Color: Alex Sinclair, Gabe Eltaeb, Will Quintana
Formato: Grapa, 64 págs. A color.
Precio: 3,50 euros

 

Estamos ante la grapa del mes de agosto.

Antes de empezar hay que comentar dos peculiaridades de este número. La primera es que tenemos de manera íntegra las dos partes del cruce de la serie de Green Lantern y los Red Lantern denominado Alerta Roja. Y la segunda es que en este cómic hay una iniciativa por parte de ECC que aplaudo e invito a que vuelvan a implementar, sin esperar a que algo así se dé también en la edición USA, un número extra sin incrementar el precio. Más lectura por el mismo precio es algo simplemente genial si además le añadimos que estamos ante un número muy interesante.

Arrancamos con los Green Lantern Corps lidiando con las consecuencias del anuncio que Hal Jordan realizó en el número anterior, o deberíamos decir el falso Hal Jordan, que ha llevado a que se declare una revolución violenta contra el cuerpo. Pero lo peor está dentro del propio cuerpo, al minarse la confianza que hay entre ellos. Lok y Barreer reducen a una misteriosa Red Lantern que aparece de la nada, optando por trasladarla hasta Mogo con la intención de determinar qué hacer con ella.

En las series de los portadores de los anillos el trabajo desarrollado hasta ahora, si exceptuamos a los Red Lanterns, estaba siendo, por decirlo de manera suave, anodino. Pero en este número podemos ver un destello de algo que espero Venditti no pierda en sucesivos números: interés. Su trabajo correcto y continuista parece asentarse en un número donde planta una serie de conceptos, que de explotarlos adecuadamente, pueden volver a llevar a esta serie al pedestal del que nunca debió bajar.

Venditti escribe un número redondo. La acción abre el número para pasar a desarrollar una serie de conversaciones que definen claramente por donde vamos a ir en sucesivos números. No afecta que los lectores sepamos quien es el Durlan que ha suplantado a Hal, es algo que puede cambiar en cualquier momento, lo que importa es que hay un infiltrado y nadie sabe quién puede ser y además juega con ello de manera inteligente para que los lectores terminemos sintiéndonos tan perdidos como los propios Lanterns. Así que de mi anterior reseña a esta debo decir que me he sorprendido por el cambio tan grande que ha experimentado la serie. Esperemos que siga desarrollando adecuadamente todo lo planteado y no quede en solo una intención.

Por otro lado está Charles Soule que sigue construyendo su particular visión del cuerpo de los Red Lantern y en concreto la de Guy Gardner haciendo que el crossover le sirva de trampolín a nuevas maneras de seguir explorando a unos personajes que número a número nos cautivan más y del que se hablo en la reseña del tomo número 5 de los Red Lanterns.

Es cierto que reseñar este número exige reseñar tres cómics distintos por la manera en la que se publican las series es España, por lo que debo continuar con los Nuevos Guadianes que cierra el número 28 de la edición de ECC y que nada tiene que ver con Alerta Roja.

Justin Jordan va lo suyo. Sigue jugando con White Lantern para plantearnos una saga donde vamos a conocer a los Deicidas. Lo interesante del trabajo de Jordan es como va moviendo piezas alrededor de Kyle Rayner mostrándonos como el inmenso poder que porta en su mano parece empezar a sembrar la idea de que suya es la capacidad de emprender acciones bajo un único criterio: el suyo.

La serie es capaz de mantenernos interesados, pero adolece de algo y es que no se termina de definir hacia dónde vamos. Cierto es que estamos ante Los Nuevos Guardianes y como tal parecen comportarse, pero estaría bien poder ver más a Kyle sin el traje, sin la máscara, interactuando con Carol o los Guardianes no solo en medio del conflicto, sino en situaciones algo menos universales con las que los lectores puedan vincularse más con los personajes.

Gráficamente estamos ante un número con una calidad tan que aceptable como dispar. Por un lado Billy Tan que sigue dando muestras de una rigidez extrema, pero que se desenvuelve bien en un número donde la acción cede paso a los diálogos. Algo que resulta curioso es que Hal Jordan de un número a otro parece ser más joven y ahora su imagen dista mucho de un hombre maduro y está más cercana a la de un joven que hace poco dejo atrás la adolescencia. Toda una lástima ya que un dibujante con mejores cualidades a la hora de dibujar rostros hubiera cerrado el círculo de un cómic en el que Venditti se ha reconciliado con los lectores.

De Alessandro Vitti ya se ha dicho todo cuanto se puede decir. Un dibujante que en un primer vistazo resulta sucio e incluso feo pero que termina por gustar y aporta tanto a la serie que el día que la abandone se le añorará en extremo.

Y por último esta Brad Walter que tiene sobre sus hombros la presión de enfrentarse a un constante esfuerzo de diseñar mundos alienígenas prácticamente mes a mes. Por eso hay que ser magnánimo con este dibujante que sin destacar en espectacularidad o narrativa, tendiendo a ser algo confuso, consigue darlo todo y deleitar nuestras pupilas con todo un despliegue de imaginación que pocas veces puede verse en un cómic de cadencia mensual.

En resumen es un claro repunte en el interés por la serie que hace creer de nuevo en la franquicia que lo fue todo, que atravesaba un proceso de transición anodino y que nos hace recuperar la esperanza en la serie.