Green Lantern presenta: Omega Men

 

Edición original: The Omega Men núms. 1 a 12 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Tom King.
Dibujo: Barnaby Bagenda, Toby Cypress, Ig Guara.
Entintado: José Marzán Jr.
Color: Rómulo Fajardo Jr., Tomeu Morey, Hi-Fi.
Formato: Rústica 296 páginas.
Precio: 25,50 €

 

«Oh señor, puesto que volverás… arderemos… pues somos los indignos, los malditos, los pordioseros… y tú eres el fin, el telón, el omega»

Tras unos largos meses de espera, por fin nos llega la demandada Omega Men, por parte de ECC Ediciones, una obra aclamada por crítica y público, y que seguro que va a funcionar genial en ventas. Por Alfa y Omega, ¿quién sabe si incluso ECC se animaría a editar la serie clásica de los 80? Soñar es gratis. Hasta entonces, disfrutemos de obras como esta, que junto a Prez que por cierto aún sigue inédita en castellano, es de lo mejorcito que hemos visto en la injustamente denostada DC You que tan mal funcionó comercialmente.

Los Omega Men son un grupo de forajidos intergalácticos del sistema Vega de toda especie y condición creados en 1981 por Marv Wolfman y Joe Staton en el número 141 de la colección principal de Green Lantern, y que se mantuvieron con serie propia a cargo de Roger Slifer y Keith Giffen durante 38 números desde 1983 hasta 1986. Veinte años después, tras contadas apariciones de estos personajes, se intentó resucitar al equipo con una serie limitada, pero quedó simplemente en eso. En 2015, con la iniciativa DC You en pleno funcionamiento, a la editorial americana se le ocurrió la idea de resucitar a este equipo, con una maxiserie de doce números, dejándolo a cargo de uno de los guionistas más destacados de los últimos años: Tom King, que ya nos ha deslumbrado con Visión y El Sheriff de Babilonia. Y el resultado, dentro de esta iniciativa llamada DC You tan particular en la que se hicieron experimentos bastante diferentes y alternativos, fue un éxito. Aclamada por crítica y público, Omega Men consiguió deslumbrar a todos. La razón es muy simple: es una obra sencillamente espectacular.

Los Omega Men de King son también unos forajidos rebeldes que luchan contra el régimen opresor de La Ciudadela sobre todos los planetas del sistema Vega, y contra el cruel genocida Virrey, el antagonista de esta historia. Aquí podremos ver a buena parte de los miembros fundadores, véase el líder pacífico Primus, el implacable Tigorr, la princesa brahmir Kalista, el misterioso Broot y el divertido Doc, que es el protagonista de todos los momentos de humor junto a Scrapps, la nueva incorporación del grupo, amén de Kyle Rayner. Todos ellos con un carisma innato y con personalidad propia y bien diferenciada, a los que rápidamente se les coge cariño, aún sin conocer a los personajes con anterioridad. El trabajo de King en este aspecto es genial, puesto que confiere a cada miembro del grupo su papel en la historia, sin descuidar nunca a ninguno de ellos, de los cuáles además iremos conociendo su historia y su pasado de forma breve a lo largo de la maxiserie.

La obra empieza con el secuestro del White Lantern Kyle Rayner por parte del en principio peligroso grupo terrorista Omega Men, que lucha como comentaba anteriormente contra el gobierno de La Ciudadela y el Virrey para terminar con su dominio sobre el sistema Vega. Tras un fingido asesinato de Rayner cara al público, iremos conociendo poco a poco los planes del grupo para derrocar a La Ciudadela, y cómo encaja el conocido Lantern en todo esto, tanto él para ellos, como él mismo en ese grupo, que será además el tour de force del personaje durante la historia. No os voy a desvelar más, porque lo mejor es que vosotros mismos lo descubráis en su lectura, en la que vemos como King mezcla de forma muy acertada filosofía, religión, política y terrorismo, muy relacionado con la actualidad por cierto, en un contexto de space opera puro y duro.

Pero no nos equivoquemos, si alguien piensa que los Omega Men son el equivalente a los Guardianes de la Galaxia de Marvel en DC Comics, y busca una experiencia similar, es decir, una aventura espacial sin pretensiones y con constantes gags, que cambie por completo de idea. Omega Men tiene un tono mucho más serio y dramático, así como unas pretensiones e intenciones de contar algo muy distinto a lo que normalmente sucede en las colecciones de Starlord, Groot y compañía. Y eso no es mejor ni peor, simplemente diferente, pero es necesario comentarlo para evitar posibles confusiones, y aún con todo, es decir, aún pensando que te vas a encontrar algo distinto a lo que es finalmente, es muy complicado que Omega Men te decepcione.

El apartado artístico corre a cargo de Barnaby Bagenda, Toby Cypress e Ig Guara en el dibujo, José Marzán Jr. en el entintado y Rómulo Fajardo Jr., Tomeu Morey y Hi-Fi en el color. El protagonista en este aspecto es especialmente Barnaby Bagenda, un dibujante por aquel entonces desconocido entre el gran público, y al que apenas podíamos haber visto en cómics de la saga Evil Dead y en la serie A1 de Titan Comics. Bagenda se encarga de todos los números salvo de uno, del que se encarga Toby Cypress, así como en algunos de ellos recibe la ayuda de Ig Guara. Y lo cierto es que la elección de este dibujante fue todo un acierto, ya que su estilo, que es elegante a la par que difuso en algunas ocasiones, conjuga perfectamente con el entorno space opera de la historia. Buena parte de la culpa la tiene el genial Rómulo Fajardo Jr., que con su trabajo en el color hace que el dibujo de Bagenda luzca mucho más pictórico, resaltando la elegancia del trabajo, y de hecho se nota considerablemente cuando no es Fajardo Jr. quien aplica el color, haciendo que el dibujo o incluso el estilo de Bagenda parezca distinto. Además, gracias a los extras incluidos en la edición, podemos disfrutar de unas páginas que ilustran y explican el trabajo de Fajardo Jr. en el color de algunas de las páginas de esta obra, así como también bocetos de Bagenda y algunas portadas alternativas.

Sería injusto despedir esta reseña sin mencionar a Trevor Hutchison, que realiza las doce portadas de esta obra, y que sin duda es un trabajo a destacar, por la originalidad de las mismas, y la capacidad de impactar a pesar muchas veces de su aparente sobriedad. Sin duda, son una parte muy característica de Omega Men que nos demuestra una vez más que estamos ante una obra única y especial a todos los niveles.