No hay nada más sagrado en el cuerpo de los Green Lantern que este juramento. Un juramento que se ha de recitar cuada vez que es necesario recargar los anillos de poder y que no es sino la reafirmación de todo lo que son y de lo que significan para todo el universo. Un universo que está adecuadamente dividido en 3.600 sectores donde hay un Lantern asignado por sector que ejerce de protector bajo la atenta mirada y juicio de los Guardianes, orgullosos fundadores de los Green Lantern Corps.
Y así era cuando la serie estaba escrita por Len Wein y dibujada por Dave Gibbons, pues con el paso del tiempo se fueron incorporando variaciones a estas normas, como que ya no hay un solo Lantern por sector, ni el color amarillo anula los extraordinarios poderes del anillo o que todos los componentes del cuerpo vistan uniformes idénticos o que solo haya anillos verdes… entre otros muchos. Cambios que han ido haciendo evolucionar a la franquicia que empezó su andadura editorial con al Silver Age, cuando se publicó Showcase #22 (octubre de 1959) escrito por John Broome y dibujado por Gil Kane, donde se revitalizaba un concepto anterior acercándolo a la ciencia ficción tan de moda a finales de los años 50 y principios de los años 60.
Len Wein (1948-2017) fue un editor y escritor de comics que trabajó tanto para DC como para Marvel. Su contribución al noveno arte superheróico es innegable pues es el creador directo de personajes tan relevantes como La Cosa del Pantano (junto a Berni Wrightson), Blanco Humano (con Carmine Infantino) Lobezno, Tormenta, Rondador Nocturno, Coloso y Sendero de Guerra (cuando se encargó del renacimiento de la Patrulla X con Dave Crockrum). En DC no solo trabajó en la Cosa del Pantano, sino que se encargó del relanzamiento de Wonder Woman junto a George Perez, la Liga de la Justicia con Dick Dillin y Legend con John Ostrander… Sin embargo, Wein también destacó en su faceta como editor, siendo el responsable de sacar adelante Watchmen, Camelot 3000, New Teen Titans y Crisis en Tierras Infinitas, entre otras.
Con un currículo de este calibre la serie de Green Lantern estaba, sin duda, en buenas manos.
Y así es, y puede disfrutarse, en este tomo que recopila los números 172-176 y 178-183 de la serie original de Green Lantern en los que Hal Jordan regresa a la Tierra tras el exilio al que los Guardianes lo habían condenado debido a sus reiterados actos de rebeldía. Se trata, por tanto, de un nuevo comienzo, un cambio en el estatus del personaje que ve como los Guardianes ceden a su petición, pudiendo regresar a su planeta, su ciudad, a Aviones Ferris y a Carol Ferris. Un cambio que Wein aprovecha al máximo para ir construyendo una trama en la que no solo es relevante lo que Hal ha de vivir como portador del anillo, sino también teje una serie de subtramas en las que los secundarios juegan un papel fundamental en el devenir de la serie.
Wein no realiza un trabajo de escritura denso y complejo, sino que va añadiendo capas a la nueva situación de Hal que ha de lidiar entre su responsabilidad con el cuerpo de Green Lanterns y sus responsabilidades dentro de Aviones Ferris como piloto de pruebas. Todo es ligero y sencillo, pero fluye de forma muy orgánica. El tratamiento de los personajes es una de las facetas más interesantes de este tomo, entre las que destaca la aparición del Monitor antes de que la Crisis se desencadenara en el Universo DC y en la presencia de un nuevo héroe en la ciudad de los Ángeles.
El tratamiento global de la colección es extraordinariamente placentero para el lector de hoy que quiere acercarse a este momento de la historia del personaje en el que el drama que persigue a la vida de Hal resulta casi nimio en comparación con el que tendría que soportar a principios de los años 90. Un drama que se presenta en manos de Wein a capas, con una primera muy dura y áspera, pero que esconde en su interior una más que considerable cantidad de algodón de azúcar, a lo que ayuda el excelente trabajo artístico que realiza Gibbons a lo largo de todo el tomo. Un todo suave que se disfruta por lo sincera que es la caracterización de Wein de las situaciones en las que todo pasa por algo y conduce a algo, por lo que las consecuencias son siempre el motor de cada uno de los números del tomo.
Wein no solo realiza un buen trabajo cambiando el estatus de Hal, sino que además se atreve a dejar a la serie sin su protagonista y traer de vuelta a un personaje tan relevante como John Stewart, a fin de asumir la responsabilidad que Hal no está dispuesto a soportar. Stewart apareció por primera vez en la cabecera compartida entre Green lantern y Green Arrow, de la mano de Denny O´Neil y Neal Adams, en el que era reclutado como Lantern al no estar disponible Guy Gardner. (Green Lantern/Green Arrow #87 – 1972)
Esta vuelta de tuerca que orquesta Wein otorga a la serie un nuevo y refrescante aliciente para que el interés no decaiga y todo continúe resultado novedoso en cada página.
Ya se ha nombrado a Gibbons y su extraordinaria labor gráfica en la serie, pero merece la pena centrar nuestra atención un instante en su trabajo pulcro, limpio y fluido, que tan bien le sienta a la colección. El tratamiento que hace Gibbons de Hal y sus constructos es todo un despilfarro imaginativo que aporta una espectacularidad visual indispensable en una serie de estas características. Pero Gibbons se muestra igual de talentoso en las escenas dialogadas, aportando la carga emocional necesaria para que los textos y la historia de Wein se potencien enormemente.
Estamos frente a un tomo indispensable para todo aficionado al personaje y un inmejorable punto de entrada para aquellos que quieran comenzar su andadura dentro del Cuerpo de los Green Lanterns. Puede que estemos frente a comics de otra época, muy hijos de su tiempo (1984), pues al lector de hoy le resultará chocante leer lo condescendiente que se muestra Hal algunas veces con Carol Ferris, cuando se trata de una mujer independiente, dueña de una empresa con cientos de trabajadores bajo su mando, capaz de poner en su sitio a Hal cuando la situación lo requiere, pero son comics que brillan por sí mismos en una de las mejores etapas del personaje PreCrisis y cuya lectura es obligada.
Ahora solo queda esperar a que se publique el siguiente tomo donde la historia continúa y podamos ver cómo se desarrolla el cambio de portador del anillo en la serie en la que Hal siempre ha sido, de una forma u otra, el protagonista.
Pequeño clásico.
Guion - 7
Dibujo - 8
Interés - 9
8
Una etapa brillante, sencilla, llena aventuras y drama, que se disfruta de principio a fin. Una caracterización acertada y certera del microcosmos de Hal Jordan que invita a querer seguir leyendo más.
Esta edición de ECC está completa pese a falta del 2* tomo? Es que hay mucha gente que dice que está incompleta o faltan números…
Ah vale, estupendo entonces. Pues muchas gracias por tu respuesta y ayuda. Saludetes
Al principio mucha gente dijo que estaba incompleta porque los de ECC anunciarion muchos mas números USA de los que en realidad traía. Si utilizan la publicación de los tomos americanos son en total 3 tomos, hasta llegar al número 200, para mi una etapa más que aceptable de Green Lantern, la mejor hasta la llegada de Geoff Johns.