Edición original:Green Lantern Corps núms. 21 a 23 USA
Edición nacional/ España:ECC Ediciones
Guión:Robert Venditti, Van Jensen
Dibujo:Bernard Chang
Entintado:Dave Sharpe
Color:Marcelo Maiolo
Formato:Rústica, 72 págs. A color.
Precio:6,95 €
Llegamos al final del repaso que hemos estado haciendo a los últimos números publicados por ECC dedicados a los portadores de anillos, con la reseña final de la colección que se centra en mostrarnos la parte más organizada y universal de los Green Lanterns.
¿Qué vamos a encontrarnos en este número? Pues un tomo de paso. Un presenta tramas en toda regla que va a dejarnos vislumbrar lo que el futuro nos depara.
Los Corps están decapitados. Saalak es presa de la culpa por no haber visto la traición de los Guardianes y dimite de su puesto, siendo Kilowog el responsable de asumir el cargo abandonando, el de instructor de reclutas. Nuevos anillos surcan el universo buscando portadores que cubran las recientes bajas mientras parecen fallar de manera aleatoria, sin importar el espectro al que pertenezcan. Mientras John Stewart ha de enfrentarse a sí mismo y a lo que siente por la Zafiro Estelar, Fatalidad, plateándose la fatídica pregunta: ¿Qué es más importante los Corps o sus sentimientos?
Puede que tengamos entre las manos un número transicional pero Robert Venditti hace uso de la historia para reposicionar personajes, profundizar un poco más en el la relación amorosa de John con Fatalidad, presentar nuevos reclutas y avanzar en la trama Durlana, mientras asistimos, ahora sí que podemos decirlo bien fuerte, a un preludio de la saga Apagón.
Parece que los guionistas de la serie, Venditti y Jensen, la usan más para prepararse el terreno de lo que Venditti quiere contarnos en Green Lantern. Si bien es cierto que John Stewart pasa a ser amo y señor de la serie tras la salida de Guy Gardner a los Red Lanterns, se nota que la serie es esclava de la de Hal Jordan. ¿Por qué? Pues porque ahora Hal Jordan es el líder de los Corps que además tiene serie propia, por lo que la línea que separaba ambas series se ha roto completamente y cuesta saber dónde empieza una y donde termina la otra. La serie dedicada a los Corps ha perdido fuelle e identidad y se ha convertido solo en un campo donde se rellenan los huecos de la serie central.
Tomasi nunca dejó que la serie se diluyera o que quedara aplastada por la de Hal. Los Corps aportaban la visión de todo un universo complejo, rico en mundos, cargado de conflictos y un cuerpo policial espacial volcado con su propósito. Jugar con los conflictos internos, con todos esos conceptos relacionados con la policía o la disciplina militar permitía saber que estábamos leyendo algo muy distinto a lo que podíamos encontrarnos en Green Lantern.
Alguno puede pensar que la historia de los Durlan es patrimonio exclusivo de los Corps, pero la amenaza está poco definida y no se percibe como algo relevante a tener en cuenta. Tal vez sea por el horrible nuevo diseño de estas alienígenas que, a mí personalmente, siempre me han fascinado. Su aspecto tentacular oculto tras una túnica que rozaba el estado de harapo me parecía inquietante para una raza capaz de mostrar cualquier aspecto posible y que con el paso del tiempo había olvidado su forma real. Ahora parecen sacos de heces que distan mucho de resultar amenazadores salvo por las posibles arcadas que pueda producir estar a su lado.
Tal vez Venditti debería dejar volver libre a Van Jensen para que busque su propio estilo y ritmo sin la necesidad de una niñera que busca tener excesivo protagonismo.
Los Corps tienen como personaje principal al que siempre ha sido uno de los Green Lantern más complejos y con más posibilidades. Un exmilitar, arquitecto, con la carga de haber sido el causante del exterminio de todo un planeta y enamorado de su última superviviente es el sueño erótico de cualquier escritor. Y aun así el personaje está estancado y sin evolucionar desde que la pluma de Tomasi dejó de escribir la serie. Toda una lástima.
El tándem de los dos guionistas lejos de ser positivo hace que la serie haya perdido la chispa que la había convertido en una de mis colecciones favoritas. El tema militar mezclado con Canción Triste de Hill Street en esa gigantesca comisaria que es Oa y aderezado con la mejor ciencia ficción se ha perdido, quedando solo un poso diluido que poco parece estar aportando al género.
En cuanto al dibujo de Bernard Chang solo se puede decir que cumple. No vamos a despeinarnos al ver sus composiciones, planos, narrativa y diseños ya que sus dibujos parecen sacados de un manual de estilo de cómo se debe hacer un cómic. Eso no es malo, pero no hay frescura y al final su dibujo pasa desapercibido. Y eso si es malo, muy malo, ya que hace que percibamos más y mejor todas las carencias que tiene la serie en el guion provocando un desequilibrio que le hace un flaco favor a la serie.
Duele ver como una serie tan enorme por concepto, con tanto potencial, se haya muerto de manera tan rápida quedando descafeinada y necesitada de un cambio de rumbo contundente para volver a una senda que nunca debió abandonar.
Si tuviera a Venditti y Jensen delante mío les diría: Si algo funciona no lo cambies, hazlo más grande, hazlo mejor, hazlo evolucionar, pero mantente fiel al núcleo del cuerpo policial más grande del universo.
Lo siento, pero no puedo estar en más desacuerdo con el análisis Gustavo xD. En primer lugar no creo que la serie esté al servicio de Hal Jordan, sino todo lo contrario. Van Jensen ha ido comiendo el terreno a Venditti hasta el punto de que el último evento de la cabecera Uprising, cuyas primeras trazas se empiezan a ver en este tomo, es pura responsabilidad suya y la cabecera principal acaba sucumbiendo a las tramas que se desarrollan en GL Corps. Me atrevería a decir que Stewart casi tiene más peso en los Corps que Hal ya que de hecho la cantidad de Lanterns que salen en Green Lantern Corps es abismal, y todos están al servicio de Stewart.
En segundo lugar tampoco creo que Stewart esté estancado desde Tomasi. Diría que posiblemente haya tenido en todos estos números la evolución más clara de toda su trayectoria. Tomasi se centró mucho en otros personajes, como el propio Gardner o Sodam Yat dejando a Stewart como un personaje interesante y poco más. Ahora con Venditti y Jansen, sin tener que compartir el protagonismo con el bueno de Guy, se nota que el personaje tiene una responabilidad brutal dentro del cuerpo dando o quitando confianza, tomando decisiones o incluso desafiando al propio Hal Jordan respecto de la organización de los Corps. Tampoco creo que se haya perdido la Ciencia Ficción, es más, por todas las nuevas razas que aparecen, la cantidad de Green Lanterns y nuevas mitologías que vemos y todas las tramas secundarias y de misterio, todo lo visto en la serie tiene un gusto enorme a SciFi que aporta mucho al ya rico universo GL.
Por último, creo que tampoco Chang «cumpla» sin más. Yo personalmente creo que su trabajo es sobradamente ESPECTACULAR. Ni siquiera Pasarín, en su mejor nivel creo que ha conseguido que el universo Green Lantern sea tan rico y variado. No sólo ha dibujado una INGENTE cantidad de personajes con anillos, sino que les ha aportado un estilo Cartoon que hace que la serie reluzca con un estilo propio y personal. Sería injusto decir que cumple cuando está realizando un trabajo impresionante que le está colocando en el centro de todas las miras. Sólo hay que darse un garbeo por las críticas internacionales para ver como se les cae la baba a los críticos y a los aficionados. Mención a parte los colores de Marcelo Maiolo que le sientan como un guante.
Por supuesto que cada uno tiene su opinión, es evidente, pero creo que una serie tan buena como esta que ha subido el nivel de la franquicia muchísimo, sobre todo desde la llegada del NUDC, se merecía una contraopinión. Me atrevería a decir que para un servidor está entre las 5 mejores series de la editorial en la actualidad. Un gustazo el trabajo de estos autores a los que el trabajo en esta serie les ha valido un trabajo como el de Flash y muchos que les vendrán.
Un saludo!
Sin duda la serie ha ganado desde que Van Jensen está solo en los guiones. Y ha ganado mucho. Los dos últimos números son muy buenos. Así que no te preocupes, Gustavo, porque como tú mismo dices la calidad de esta serie va a mejor tras la marcha de Venditti.
Y aunque el dibujo de Chang no me desagrada del todo, coincido en que me parece cumplidor y poco más. Se marca algunos dibujos interesantes, pero no se puede decir que sus páginas sean espectaculares.
Pero vamos, que eso no impide que la serie esté siendo un pasote y cada vez mucho más interesante.
Sinceramente creo que de todos los que han tomado la antorcha dejada por Tomasi y Johns, Venditti es el que más carencias tiene por lo que, como bien apuntas, Terrific Lines, la serie va volver a encontrar su rumbo en las manos de Jensen.
En cuanto a la calidad de la serie no hay que olvidar que la reseña se refiere únicamente a los números que forman parte del tomo que ha publicado ECC, números que no son todo lo que podrían ser. De ahí mis comentarios.
Muchas gracias a los dos por vuestras opiniones.
Yo también estoy entre los que cada vez le molan más esa sensación, especialmente por esa sensación de «Corps» a lo grande que está sabiendo dar, como llevábamos sin ver desde los mejores tiempos de Tomasi.
Aun así, me debato entre dos aguas en los de Bernard Chang, que si bien al principio lo ponía en el cajón de los cumplidores que cita Gustavo, a cada número que pasa lo veo con un estilo más pulido y más prometedor