Cuaderno de Bitácora.
¡¡Por todos los flerken!! Nos encontramos a mitad del camino de nuestra narración; parece mentira, pero ya hemos superado la barrera de la primera Aniquilación y casi sin tiempo nos metemos en un segundo conflicto a gran escala. Viejos conocidos y nuevas piezas se añaden a un tablero de juego de origen cósmico. La complejidad va en aumento, en un constante subida de la apuestas para alcanzar nuevos nuevo techos.
Aniquilación: Conquista siguió recogiendo los buenos resultados, ideas y planteamientos que se habían depositado con la anterior saga. Igualmente se demostró que un buen trabajo, y un buen elenco de personajes podía suponer un nuevo éxito. Igualmente, Conquista supuso un giro muy importante del equipo de Guardianes de la Galaxia, en este caso ya aposentado en el siglo XXI.
El control de este evento recae en el equipo de Dan Abnett y Andy Lanning, quienes contribuyen sustancialmente con Nova. Su nueva serie se lanzó para coincidir con el lanzamiento de Aniquilación: Conquista, y la primera docena de números rara vez se alejan de la trama.
Donde la primera guerra de la Aniquilación encontramos grandes batallas, esta segunda crisis es más encubierta, en la que veremos pequeños grupos a modo de comandos rebeldes, encontrando personajes que serán fundamentales para ganar la guerra con los Phalanx.
El primer evento fue directo y al grano en Aniquilación: Conquista, la trama serpentea un poco más, y la mayoría de los personajes siguen sus propias historias paralelas hasta el final.
En definitiva, un evento que no defraudó, que continúa la estela marcada con Aniquilación. Además, se fortalecen los pilares de lo que va ser el futuro cósmico. Personajes como Nova, Peter Quill y El Fantasma (Wraith) serán fundamentales en este nuevo escenario.
Sin más dilación allá vamos otra vez. Cuatro entradas y un bonus……..
LA GUÍA
• Tecnarquía, ¿amigo o amenaza?
• Starlord, policía del espacio
• Adam Warlock, el elegido
• El kree sin nombre
• Bonus: Memorias de un superviviente de la Aniquilación
Tecnarquía, ¿amigo o amenaza?
Los Phalanx, la Falange, son una raza alienígena tecno orgánica que, capturada por el Imperio Kree, fue convertida en un arma contra imperios rivales.
Los Phalanx han asimilado la tecnología de 100.000 mundos y ha exterminado múltiples razas en su expansión. Además, dada su amplia existencia que se remonta a un pasado muy lejano, tiene el conocimiento colectivo de generaciones anteriores.
Cuando los Phalanx conquistan un mundo, infectan a la población y se alimentan del mundo hasta que se agotan todas las fuentes de alimentación y energía. Su objetivo es consumir todo el universo, esa es la justificación de su existencia. El propósito de estos seres tecno orgánicos es expandir su inteligencia y controlar los medios para hacerlo. Cuando se encuentran con una sociedad que vale la pena agregar a su inteligencia colectiva, estos son asimilados, y al contrario, si se considera que la sociedad no es digna, se infecta con su virus tecno orgánico, siendo eliminados y reutilizados.
Por todos es sabido que el referente de esta raza tecno orgánica es la entidad denominada Warlock. La aparición oficial de este personaje, tan peculiar lo fue dentro de “La Saga del Oso Místico”, aunque sin conectar con ella. Sin entrar en demasía con el personaje, puesto que mi compañero Arturo Porras ya hizo un extenso artículo del mismo, debo decir, eso sí que es en New Mutants vol.1 #21, donde volvemos a tener noticias del personaje.
En aquellos primeros números de los Nuevos Mutantes, el alienígena llamado Warlock provenía de un mundo no identificado en una ubicación no especificada en el espacio exterior. La raza de Warlock era una forma sensible de vida tecno orgánica. Un concepto que debíamos entender como una mezcla de circuitos, cables, maquinaria y vida propia.
Warlock era el hijo del Magus, el gobernante de su mundo natal y aparentemente su ser más poderoso. Warlock no es un mutante. Si bien dada la naturaleza de su raza, y al no tener el deseo de matar, Warlock es considerado como un mutante en su raza. Temeroso de ser asesinado en combate por Magus, nuestro amigo huyó de su planeta natal, siendo perseguido a través del espacio exterior por el propio Magus.
Lógicamente, el lugar de acogimiento tuvo que ser la Tierra, puesto que de lo contrario no estaríamos escribiendo estas líneas. Warlock se sintió muy atraído por fuentes de energía inusuales. En primer lugar, se estrelló contra el asteroide M, base del mutante Magneto, destruyéndolo con el impacto. Finalmente, aterrizó cerca de la mansión del profesor Charles Xavier, la cual tenía tecnología alienígena Shi’ar.
Por aquella época, la mansión del profesor Xavier era el hogar y la sede de dos equipos de mutantes sobrehumanos, los Nuevos Mutantes y la Patrulla-X. Desorientado por su nuevo entorno y terriblemente asustado, Warlock se enfrentó a los Nuevos Mutantes, quienes al principio lo consideraron una amenaza. Warlock se encontró en una situación desesperada en la cual sus energías estaban bajo mínimos, rozando incluso la muerte. Siendo que su dialecto era incomprensible para los jóvenes mutantes, Doug Ramsey se vio en el papel de interlocutor, situación que sin querer cambiaría su vida para siempre. Desde ese momento, Warlock y los Nuevos Mutantes se hicieron amigos y con el beneplácito del profesor Xavier, Warlock se unió al grupo. Ramsey también se convirtió también en miembro de los Nuevos Mutantes como Cifra allá por New Mutants vol.1 #21, con guiones de Chris Claremont y magníficamente ilustrado por Bill Sienkiewicz.
Desde el comienzo de su andadura, y así lo estableció el Patriarca Mutante, Warlock tenía una personalidad muy parecida en parte a la de un niño pequeño. Un personaje que bien podía ser el toque cómico, o distendido de la colección se tornó en un miembro valioso de los Nuevos Mutantes. Fue en la mítica Saga de Las Guerras Asgardianas cuando Warlock comenzó a formarse alrededor de Doug para convertirse en una armadura para proteger al muchacho, siendo el inicio de una asimilación que abocaría a una evolución y renacimiento en años posteriores. Son los números que confluyen esta saga, con lápices de un jovencísimo Arthur Adams, importantes en cuanto a que forman parte del desarrollo de Magneto hacia el claro oscuro, convirtiéndose desde ese momento en el sustituto de Xavier como tutor de estos jóvenes mutantes. Después de su aventura en Asgard, los Nuevos Mutantes se encontraron bajo la guía de un nuevo maestro, Magneto. El recuerdo de esos años, memorables, suenan con nostalgia en nuestro corazón.
Tal y como hemos dicho, Warlock encontró la vía para poder fusionarse física y mentalmente con Doug, para que pudieran operar como una suerte de simbionte tecno orgánico que otorgaba protección al portador. Warlock, por naturaleza, fue infectando poco a poco y de manera permanente a Ramsey con el virus tecno orgánico, de tal forma que se terminaron por fusionar.
Warlock y Cifra eran más que amigos. En un momento determinado acompañó a Macha Solar en su abandono del grupo (Fallen Angels) y tras su regreso, la vida de esta entidad dio un vuelco radical, siendo afectado incluso el destino de Doug Ramsey. Enfrentándose a El Ani-mador (un científico contratado por Hodge para erradicar el gen mutante) al intentar salvar a Loba Venenosa, Doug perdió la vida heroicamente.
Después de ver la película “La noche de los muertos vivientes” y siendo que se había ilustrado de la cultura humana, al escuchar que Doug sería enterrado bajo tierra, Warlock encontró el concepto de muerte y resurrección como algo confuso. Interpretando esa resurrección de carácter religioso, «animó» el cadáver de Doug con su cambio de forma y lo llevó a ver a su madre y luego a Loba Venenosa.
La situación dantesca abocó en que los Nuevos Mutantes tuvieron que explicar a Warlock que el cuerpo de Doug debía ser enterrado de nuevo, despidiéndose definitivamente de su amigo en New Mutants vol.1 #63.
La historia de ambos amigos no acabaría aquí. La amistad auténtica, la que dura toda la vida, y te acompaña incluso cuando uno de los amigos ha fallecido, es reflejada en ambos personajes. El dolor se puede transformar en un enriquecedor recuerdo y así lo fuimos viviendo hasta que Warlock pierde su vida en la saga Proyecto Exterminio. Sus cenizas acabarían depositadas en la tumba de Doug Ramsey (X-Factor vol.1 #62), lo cual supondría el siguiente paso de esta amistad infinita e imperecedera.
Si bien habíamos conocido a Warlock, así como a su padre Magus (no cuesta pensar que Donny Cates ha absorbido un poco esta idea para su versión de Veneno) no fue hasta la saga denominada la Alianza Falange cuando realmente descubrimos el alcance, poder y peligro que suponía esta raza. Buscando la creación de una nueva versión de los Centinelas, se optó por usar material tecnorgánico, obtenido de Warlock. Los seres resultantes, la entidad colectiva conocida como Falange, decidieron poner en marcha no solo el cometido de sus creadores, sino cumplir con la impronta genética del código del Warlock para asimilar toda vida en la Tierra y llamar a la Tecnarquía (me suena de algo señor Cates). Nace en este momento la entidad conocida como Douglock. Con la ayuda de un androide inteligente llamado Cero, Douglock se independizó de la Falange uniéndose a Excalibur.
Jugar con fuego supone una posibilidad más que probable de quemarse. La Falange asimiló a Cameron Hodge, mientras que Steven Lang reveló más tarde que la Falange sirvió de mejora para una versión actualizada y más potente de los Centinelas. Sin embargo, la Falange evolucionó de tal forma que su fin no solo fue absorber a los mutantes, sino también asimilar a los humanos. Debido a una incompatibilidad en la absorción del gen mutante secuestraron a la Patrulla-X en un intento de descifrar su ADN o erradicarlos. Esta saga denominada la Alianza Falange supuso a introducción de lo que a la postre sería la tercera generación de mutantes: Generación-X. En las páginas de la Patrulla-X encontramos un jovencito de trazo muy próximo a Masamune Shirow, un tal Joe Madureira (Joe!). La eclosión noventera del “amerimanga” había nacido. El Profesor X reclutó a X-Force, Excalibur y Factor-X para detenerlos, junto con Banshee, Emma Frost y Dientes de Sable. En esta saga apareció por primera vez Sincro, Pellejo y Monet St. Croix. La introducción de una mutante de tono rosáceo, próxima a una versión élfica de un videojuego, denominada Blink (Destello), o más bien la actualización del concepto de Rondador Nocturno, llegó a los corazones de los lectores, aumentado con su sacrificio en pro de la humanidad y de los mutantes. Cifra en una versión completamente desfigurada de lo que había sido, puesto que había fallecido, al igual que Warlock renaciendo como una entidad tecno orgánica, acabaría con su autodestrucción en aras de la victoria contra la Falange.
Más tarde, se reveló en las que la Falange que habíamos conocido en la Tierra no era realmente la versión digamos que “pura” (Uncanny X-Men vol. 1 #343). En una fantástica saga de la Patrulla-X, en términos relativos claro está, puesto que los guiones eran de Scott Lobdell (que luego se ha demostrado que no fue, ni será el peor guionista de los mutantes), la Falange estaba a punto de conquistar el Imperio Shi’ar. Con dibujos de un ya desatado Joe Madureira, encontraríamos un devastado imperio Shi’ar. Joseph, Pícara y Gambito, en ese triángulo amoroso que acabaría como el rosario de la aurora, cuyo fin desemboca en el mítico 350, con la revelación del famoso traidor de la Patrulla-X que había hecho llegar a Bishop a nuestra época.
Y quedamos, a las puertas de Aniquilación: Conquista.
Starlord, policía del espacio
El personaje de Star-Lord parece que existe desde que Chris Pratt asumiese su papel en Guardianes de la Galaxia. Pero nada más lejos de la verdad. El personaje se introdujo originalmente a mediados de los 70 fuera del Universo Marvel regular.
En la primera parte de su existencia, Steve Englehart nos presenta a un personaje que iría evolucionando hasta convertirse en Star-Lord, allá por Marvel Preview Presents vol.1 #4. Pero, como sucede tan a menudo en el mundo de los cómics, Englehart pasó a hacer otras cosas y dejó la historia de Star-Lord en un stand by.
Y así, cuando aparece Star-Lord, en Marvel Preview Presents vol.1 #11, el personaje y su destino han cambiado un poco. El equipo creativo es completamente diferente. Chris Claremont se ocupa ahora de escribir y John Byrne se hace cargo de los lápices. Los aspectos ligados al universo y astrología de este inicio desaparecen. Leídos artículos relacionados con lo que se menciona, el por entonces editor John Warner explica que «desafortunadamente, nadie más que Steve Englehart … podría haberlo mantenido«. Sabemos perfectamente que Claremont y Englehart son completamente distintos en su manera de escribir y conceptualmente. Por lo tanto, encontramos un cambio sustancial en esa segunda parte de su existencia.
A la vista del planteamiento dado por Steve Englehart, el propio John Warner comentaba la incomodidad de coger estos antecedentes y poder hacer algunos cambios en el personaje de Peter Quill. Sin embargo, al leer el primer número de Star-Lord con el nuevo equipo creativo, queda claro que Englehart estaba preparando una historia que fue abandonada por Claremont y Byrne.
A partir de este momento, lo que el nuevo equipo nos narra está en línea con Robert A. Heinlein (escritor de ciencia ficción muy dado al rigor científico en sus novelas). Esto queda claro con la propia portada y sucesivas del cómic que así lo manifiesta. Bueno, realmente hasta que el propio Heinlein obligó a que se retirase esa mención. Chris Claremont llegó a decir claramente que “Heinlein fue una de las inspiraciones fundamentales de su propia carrera.” El autor incluso reconoció que había leído sus obras desde pequeño. Posteriormente veríamos esta influencia en las maravillosas aportaciones que hizo a la mitología mutante. Claremont y Byrne tejieron un cambio radical lejos de la inquietante venganza que dominó la historia original de Steve Englehart. El buen Claremont cambia el concepto y lo torna más heroico: un joven de la Tierra que se convierte en un héroe en el espacio así de sencillo.
Ambos autores estaban a punto de comenzar su legendaria carrera en Uncanny X-Men (#108 – #143). Según palabras del propio Claremont, la historia de Star-Lord fue su precalentamiento. “Fue esencialmente una especie de prueba para Uncanny X-Men, para ver cómo
Cuando Byrne se fue a trabajar en Uncanny X-Men, Carmine Infantino se hizo con los lápices siendo un estilo diametralmente distinto a lo visto, aunque igual de fascinante. Estas primeras entregas del personaje en Marvel Preview Presents: Star-Lord, en blanco y negro, sentaron las bases para un personaje cósmico interesante y complejo.
Una reimpresión en color de la historia original apareció en Star-Lord Special Edition en 1982, y a finales de 1996, la historia se reimprimió en Star-Lord Magazine, junto con una vista previa de una nueva serie de Star-Lord que seguiría, en la cual el nuevo Star-Lord no era Peter Quill. Pero tranquilos, que esta cuestión se explica más adelante.
Cuando Star-Lord regresa a principios de 1979, aparece esta vez en color, en la edición de invierno de 1979 de Marvel Super Special Magazine vol.1 #10, escrita por Doug Moench y dibujada por el legendario Gene Colan, con color de Tom Palmer. Al igual que las publicaciones anteriores, Marvel Super Special tenía un formato más grande (formato revista), orientado a lectores adultos, lo que le permitía a Moench no estar tan atado en sus historias. El editor Rick Marschall elogió a su nuevo escritor como un autor que había enriquecido y profundizado a un personaje cada vez más complejo. La portada al estilo de Frank Frazetta, con toques de Buck Rogers, hasta de Earl Norem y Peter Ledger, es de lo más sugerente, aunque no tiene relación alguna con el interior del cómic.
La vuelta de Star-Lord al blanco y negro se produce en la primavera de 1979, en Marvel Preview vol. 1 #18. Un primerizo Bill Sienkiewicz y Bob McLeod se unen a Moench en el arte para contar la próxima historia de Peter Quill. El estilo de Sienkiewicz no es para nada el estilo impresionista que le dio fama, no por ello se trata de un trabajo pobre, muy al revés.
La próxima aparición de Star-Lord ya lo es en formato de cómic más tradicional, en Marvel Spotlight vol.1 #6 a finales de 1979. Moench escribe, Bill Sienkiewicz elabora la portada, y los interiores son obra del difunto Tom Sutton. Moench hizo un retcon del origen del Maestro del Sol, el personaje que le dio a Peter Quill sus poderes, su uniforme, e incluso su propósito. Aquí tenemos el momento en el cual el Maestro del Sol convierte a Peter Quill en Star-Lord. Pero en vez de ser ese dios que Steve Englehart concibió en el pasado, se trata de un científico llamado Ragnar.
Hubo que esperar hasta que apareció un nuevo título de Star-Lord. Se trató de una reimpresión (la primera historia de Claremont y Byrne se reimprimió con más color, a principios de la edición especial número 1 de Star-Lord de 1982) y se agregaron nuevas páginas de la historia, escritas por Claremont y dibujadas por Michael Golden.
Después de esa reimpresión, Star-Lord estuvo ausente durante los siguientes catorce años, hasta que llegó otra reimpresión de la historia de Claremont y Byrne: Star-Lord Magazine #1, ya en 1996. Ese número también contenía una vista previa de una nueva miniserie de Star-Lord. En este caso no era Peter Quill, sino Sinjin Quarrel. Timothy Zahn fue contratado para escribir la nueva miniserie.
Llegamos a la maravillosa miniserie Inhumanos del año 2000, a cargo de Carlos Pacheco, Rafael Marin, José Ladronn y Jorge Lucas (el de Star Wars no). En esta miniserie, Star-Lord juega un papel crucial, solo que esta vez no es Sinjin Quarrel ni Peter Quill, sino Jason of the Spartois, el padre de Peter Quill. Dios mío estoy escribiendo esto y me duele la cabeza con semejante caos.
Jason es joven en esta miniserie, por lo tanto deducimos que se produce antes de conocer a Meredith Quill. Su padre, el emperador de los Spartois, se debe casar simbólicamente con Lilandra Neramani de los Shi’ar, para unir ambos imperios. Pero a Jason no le gusta el trato, siente que los Spartois tienen mucho que perder y poco que ganar con el acuerdo con los Shi’ar, y no le gusta la forma en que los Shi’ar tratan al ahora derrotado Imperio Kree. El co-guionista, Rafael Marín, explicó que el equipo editorial decidió usar a Jason como Star-Lord y que la idea era hacer una ópera espacial con los Shi´ar, los Kree y los Inhumanos, usando esta vez al padre de Peter Quill como Star-Lord. Según Marín, usar a Jason permitió a los guionistas una mayor libertad a la hora de poder contar nuevas historias sin las trabas de la continuidad, y seamos sinceros, sin la complejidad del personaje de Peter Quill. Ronan y los Inhumanos maquinan de tal forma que utilizan a Star-Lord para atraer a Rayo Negro lo suficiente para matar a Liliandra en la boda, pero al fallar la participación de Jason queda al descubierto, debiendo vagar por el universo como Star-Lord.
Ahora, Peter Quill, como Star-Lord, es una pieza clave en el Universo Marvel actual. Keith Giffen presentó a Star-Lord de nuevo, trayendo a Peter Quill y colocándolo cara a cara con el Titan Loco en el segundo número de la serie de Thanos de 2004 (número 8 de 12). Peter Quill, como Star-Lord, se enfrentó al Caído, el primer heraldo de Galactus. Consiguió vencerle, pero a costa de daños colaterales importantes, entre los cuales 350.000 seres perdieron su vida. Dicha situación abocó a que Peter fuese condenado a cadena perpetua en Kyln. Allí Gladiator lo reclutó en la Guardia Imperial para ayudarle con el Caído y Thanos.
La Era Cósmica de la Marvel moderna había comenzado.
Adam Warlock, el elegido
Adam Warlock, originalmente conocido como “Him” o Adam, pareció en Marvel Comics allá en lo ya lejanos años sesenta. Las primeras apariciones del personaje fueron en Fantastic Four vol.1 #66-67 y Thor # 163-166 (abril-julio de 1969). Fue creado por Stan Lee y Jack Kirby, y posteriormente desarrollado por Roy Thomas y Jim Starlin.
Debutando en la Edad de Plata de los cómics, el personaje protagonizó los títulos Marvel Premiere y Strange Tales, así como cinco volúmenes y varias series limitadas relacionadas.
El origen del personaje se mostró en Fantastic Four vol.1 #66 (septiembre de 1967), en una historia escrita por Stan Lee y dibujada por Jack Kirby. Si nos damos cuenta, habiendo leído artículos anteriores a éste, no solo de la Guía de Aniquilación, sino de otros elaborados por mis compañeros, Jack Kirby está siempre en medio de la creación de la base de Marvel Comics.
Adam Warlock es un ser artificial, creado de la mano de varios científicos locos, el Enclave, formado por el físico nuclear Maris Moriak, el ingeniero electrónico Carlo Zota, el genetista Wladyslaw Shinsky y el médico Jerome Hamilton. Este ser nació y se formó a partir de un capullo. El objetivo de sus creadores era crear al ser humano perfecto para su propio beneficio. Después de que «Él» nació, inmediatamente sintió cuán corruptos eran sus creadores, los abandonó rápidamente y se fue al espacio para ordenar sus pensamientos. Sin embargo, no llegó muy lejos, ya que quedó atrapado en una lluvia de asteroides y fue salvado por el ser conocido como Uatu, el Vigilante, quien lo envió de regreso a la Tierra.
Existe un debate entre el fandom sobre si estos números de Fantastic Four son la primera aparición de este personaje. Todo viene a colación de que si bien también apareció en Fantastic Four vol. 1 #67 y Thor vol.1 #163-166, su papel en la historia de los Cuatro Fantásticos fue menor. Roy Thomas y Gil Kane lo renovaron significativamente como el Mesías alegórico Adam Warlock, en Marvel Premiere #1 en abril de 1972, así que la discusión está servida. Yo personalmente lo tengo claro, y se trata de una devoción imparable por Kirby y entiendo que lo importante, las bases, el caldo de cultivo del que se sirvió Roy Thomas estaba ya puesto por el Maestro.
En 2009 (Walker, Karen. «The Life and Death (and Life and Death) of Adam Warlock«), Roy Thomas explicó que era un fanático de la banda sonora del musical Jesucristo Superstar y trató de llevar la historia a los cómics en un contexto de superhéroes. Thomas eligió usar un personaje preexistente mientras mantenía la ubicación de la serie separada de la corriente principal creando para la Contra Tierra (no la Otra Tierra), un nuevo planeta generado a partir de un trozo de la Tierra y puesto en órbita en el lado opuesto del sol. Thomas y Kane diseñaron el traje, con una túnica roja y el rayo dorado como homenaje al personaje de Fawcett Comics, Capitán Marvel de los años 40 y 50.
Otro momento decisivo en la evolución de Adam Warlock vino de la mano del escritor y artista Jim Starlin, en Strange Tales vol.1 # 178–181 (febrero-agosto de 1975). Las aventuras de este personaje se lanzaron hacia la vertiente cósmica en la Saga de Magus. La aventuras de Adam se narraron en la colección The Power of Warlock y es en el número noveno cuando simplemente pasará a titularse Warlock. La serie fue escrita y dibujada inicialmente por Starlin, iniciándose su andadura en ese noveno número, dibujada y entintada por Steve Leialoha. Algunos hilos de la trama se concluyeron en Marvel Team-Up vol.1 #55 (marzo de 1977), Avengers Annual vol.1 #7 (noviembre de 1977) y Marvel Two-in-One Annual vol. 1 #2 (diciembre de 1977).
Starlin, en una entrevista de 2009 (Walker, Karen. «The Life and Death (and Life and Death) of Adam Warlock«), contó la historia de su bronca que dio pie a la marcha de la serie de Capitán Marvel. Entonces Roy Thomas le preguntó qué personaje quería hacer. Así las cosas, Jim cogió sus bártulos y se marchó a casa, donde empezó a elucubrar y pensar. Le gustó el personaje de “Him”, así que al día siguiente dijo que quería trabajar con ese personaje. Cuenta el guionista que se hizo una pregunta a sí mismo: “Tengo un mesías para empezar; ¿a dónde voy a partir de ahí?” Y entonces decidió el camino a seguir.
De todas sus grandes epopeyas espaciales, diría que ninguna es más importante que la de Magus. Sé que puede sonar a estupidez, pero no solo está el Guantelete del Infinito. Esta mencionada saga es importante por lo que significa para el héroe cósmico. Literalmente transformó a Adam Warlock en la tragedia que conocemos hoy.
Los números en cuestión comienzan con Warlock intentando salvar a una mujer de un grupo de radicales religiosos. Realmente dicha mujer estaba buscando a Adam para ayudarlo a resistir el poder de la Iglesia Universal de la Verdad. Después de un pequeño diálogo, el lector y Adam son conocedores de que el líder de dicha secta un ser conocido como Magus. Se revela rápidamente que Magus no es otro que Adam Warlock (morado y con un estilo afro).
Comienza para Adam una pesadilla que le acompañará el resto de su existencia, puesto que descubre que Magus es una versión futura y más poderosa suya. Magus cree que todos los seres están destinados a cumplir un propósito, y ese propósito es adorarlo o morir. Magus estaba convencido de que él era Dios. Pero no fue el único que pensó de esta manera. Como «Dios», un grupo de seres comenzó a seguirlo por el cosmos. Juntos purificaron el Universo de todos aquellos que consideraban impuros. Con millones de seguidores, Magus creó la Iglesia Universal de la Verdad y obligó a todos y cada uno de los seres a adorarlo o, como se mencionó, morir.
Adam Warlock será entonces consciente de que el poder corrompe las mentes más fuertes pudiendo corromper la suya. La situación es tan dramática que a un a sabiendas de ello será conocedor de que se corromperá convirtiéndose en Magus. ¿Tenemos entonces libre albedrío? Ahí queda la reflexión. Warlock se da cuenta de que debe evitar su propia transformación. ¿Y cómo hace esto? Viaja hacia adelante en el tiempo para enfrentarse a Magus. Sabe que si mata a Magus en el futuro, el Magus de su tiempo no existirá. Después de llegar al futuro, encuentra a un mago moribundo. Una vez muerto, usa la Piedra del Alma para absorber su alma, evitando así que Magus y la Iglesia Universal de la Verdad existan. Adam Warlock abraza completamente que debe sacrificarse para que Magus no exista y de esta forma se convierte en el Jesucristo de Marvel Comics.
Jim Starlin usa muy inteligentemente la dualidad Warlock / Magus como una metáfora para aquellos que siguen la fe ciegamente. Personas, seres y planetas enteros siguieron a Adam Warlock por su sacrificio. Con la creación ex proceso de Magus, Jim Starlin nos hace ver que esas mismas personas y seres lo siguen ciegamente después. Metafóricamente, crea un argumento sobre seguir a alguien o algo sin cuestionarlo. Se pregunta por qué la gente cree en Dios o en la Iglesia sin siquiera cuestionar lo que se predica.
De la lectura de artículos que acompañan a ediciones del trabajo de nuestro guionista cósmico, sabemos que se crió en una familia católica. Lógicamente hoy en día vivir la religión no es como hace cien años. La sociedad dentro del respeto ha evolucionado y reflexionado sobre lo que es ser cristiano, judío o musulmán, entre otras creencias. Siendo que Jim Starlin había crecido en ese entorno, tenía que dar salida a sus inquietudes y lo hizo de esta manera, hablando de todo lo que le molestaba acerca de la religión, mientras la atacaba con un ataque metafórico tras otro. Con esta saga, Starlin no disimuló el hecho de que Warlock y Magus eran su propia interpretación de la religión. Uno era una referencia directa a Jesucristo, mientras que el otro era lo que sucede cuando el poder corrompe, es decir, la iglesia ostentado demasiado poder.
En definitiva, Adam Warlock pasa su existencia en guerra consigo mismo. Por un lado teme en quién se convertirá si no tiene cuidado. Por otro lado lucha con la Gema del Alma. Warlock lucha por controlar el impulso de la gema pero, al mismo tiempo, la necesita para darle un poder inconmensurable. Por un lado, tiene un poder tan grande que lo convierte en uno de los seres más poderosos de Marvel; y por el otro ese mismo poder choca con su propia esencia mesiánica.
Starlin revivió al personaje y a dos miembros de su reparto de secundarios en la miniserie The Infinity Gauntlet # 1–6 (julio-diciembre de 1991). La trama fue una continuación de una historia más amplia que comenzó con la resurrección de Thanos en Silver Surfer vol. 3 # 34 (febrero de 1990). Jugará un papel central, junto con Gamora, Pip y Estela Plateada en la derrota de Thanos, durante el Guantelete del Infinito.
Tras los eventos de Infinity Gaunlet, Warlock y varios compatriotas protagonizaron la serie Warlock and the Infinity Watch. Inicialmente escrito por Starlin y dibujado por Angel Medina, publicó 42 números (febrero de 1992 – agosto de 1995). Sus tramas se relacionaron directamente con las series limitadas Infinity War (junio-noviembre de 1992) e Infinity Crusade (junio-diciembre de 1993).
Warlock protagonizó varias series limitadas, incluyendo Silver Surfer / Warlock: Resurrection # 1–4 (marzo-junio de 1993); The Warlock Chronicles # 1–8 (julio de 1993 – febrero de 1994); y Warlock vol. 4, # 1–4 (noviembre de 1998 – febrero de 1999). El personaje apareció en el one-shot Rune / Silver Surfer (abril de 1995 en indicios, junio de 1995 en portada); Rune vol. 2, # 1–7 (septiembre de 1995 – abril de 1996), y Ultraverse Unlimited (junio y septiembre de 1996).Ya entrados en el nuevo milenio, co-protagonizó con Thanos la serie limitada The Infinity Abyss # 1–6 (agosto-octubre de 2002); Marvel Universe: The End # 1–6 (mayo-agosto de 2003) y Thanos # 1–6 (diciembre de 2003 a abril de 2004). Finalmente a las puertas de Aniquilación, Warlock vol. 6 (noviembre de 2004 – febrero de 2005), por el escritor Greg Pak y el artista Charles Adlard.
Enfrascado en un cíclico enfrentamiento tanto con el conquistador Thanos como con su futuro yo, Magus, muere y nace de nuevo. La historia de Adam Warlock es cíclica, pero su ciclo de vida forma parte de las historias más importantes de Marvel Comics, siendo Aniquilación: Conquista una de ellas.
El kree sin nombre
DIARIO DE SIM DEL
Como científico Kree, siempre fue mi deseo obtener los avances e investigar en beneficio de nuestro Imperio. Tras descubrir una fuente de energía de tal poder que podía dar luz a todo el universo, me encontré de frente con todas las casas que suministraban energía a nuestro imperio.
Debes saber que me impidieron revelar el descubrimiento y nos obligaron a exiliarnos. El viaje fue muy duro, a sabiendas de que era un viaje sin retorno y sin un futuro para ti. El destino un lejano planetoide en la fisura de Bennazar.
El trabajo de mi vida, mis éxitos y mis fracasos son mi legado. Te quiero hijo mío.
Perdona hijo mío, pero tanto trabajo me ha llevado a olvidar la intención que tenía de dejar una especie de crónica de nuestra vida en este planeta.
Llevo varios días intentando canalizar la energía de uno de los conversores de energía cuántica y al final lo he conseguido.
Oigo a tu madre que me llama….., mañana prometo seguir.
Debo decirte que ahora vives en un verdadero paraíso, pero la llegada a nuestro destino fue desmoralizadora. Descubrí poco a poco que esta nueva vida era o podía ser una nueva oportunidad. Afortunadamente he convertido con el tiempo este desierto en un paraíso gracias a mi fuente de energía imperecedera.
Querido hijo, cuando leas estos archivos probablemente tus padres ya no estén entre los vivos. Nunca pensé que mi labor, estudios e investigación abocarían a nuestro exilio.
Tu madre y yo nos hemos visto en la necesidad de enviarte lejos de aquí. Tu raza, los Kree, no son los culpables, no lo olvides. Sin embargo, los poderes que rigen los designios de este ilustre imperio desean destruir mi trabajo y erradicarnos de los anales de la historia. Se que tengo las horas contadas, es más, hemos avistado una nave que se dirige hacia aquí.
Te quiero hijo mío, pero debo ponerte a salvo a costa de separarnos.
ARCHIVOS DE TANELEER TIVAN
Entrada: Exolon
Los orígenes de nuestro universo son un cúmulo de leyendas y de historias, si bien permanece en el recuerdo de aquellos que vivimos eones, el conocimiento de una entidad estremecedora que vivía en el Abismo.
Los llamados Celestiales, apartaron a dicho ser arrojándolo a la inmensidad del Abismo. Dichas acciones tendrían consecuencias funestas, que a fecha de hoy se siguen percibiendo.
Tengo noticias que informan de planetas devorados por una enorme oscuridad que impregna todo y arranca la vida de sus seres vivos. Dragones oscurecen el firmamento.
La entidad quiso desde el primer momento devolver la oscuridad a la luz que había dado origen a la vida. Forjando su espada se alzó llevando el terror a todos los confines de lo que conocemos. Sus experimentos fallidos acabaron en lo que llamamos la Latitud Exotérica, convirtiéndose dichos retazos de oscuridad en los Exolon.
Conservo entre mis objetos una muestra de dicho parásito que tiene similitudes con los Klyntar.
Estrechamente relacionado con dicho parásito, no solo está el ser conocido como El Fantasma, sino los Innominados. Esta subespecie o especie divergente fueron Kree, como exploradores una dotación alcanzó la Latitud Exotérica, siendo invadidos de inmediato por los Exolon. Como entidades parasitarias que son, se alimentaban de las almas de los seres vivos. La unión de los Exolon con los Kree dio lugar a los Innominados.
Zak Del se encontró con ellos cuando llegó a la Latitud Exotérica.
ARCHIVO PRIVADO DE RONAN
Mis investigaciones llevaron a la irrefutable conclusión de que el asesinato de Sim Del fue encargado a una sociedad secreta dentro del Imperio, formada por miembros de la aristocracia militar que se encargaban de castigar las amenazas contra el Imperio Kree.
Los descubrimientos de este ilustre científico despertaron el temor de las clases influyentes, que veían peligrar su monopolio en el mercado de la energía.
Sim Del ocultó a su hijo Zak Del en una nave la cual vagó sin rumbo, hasta caer en un agujero de gusano emergiendo en la llamada Latitud Exotérica. Esta extraña localización parece tener estrechos vínculos con una entidad ancestral que se enfrentó a los celestiales, sin que en la conciencia de la Inteligencia Suprema haya constancia ni en los viejos archivos de Hala. Debo proceder a buscar información en este sentido.
Tuve contacto con el ser denominado El Fantasma, antes conocido como Zak Del, durante los eventos posteriores a la Aniquilación. Su creación dista mucho de ser creíble, si bien manifestó que la raza conocida como los Innominados le inocularon de manera indirecta los parásitos conocidos como los Exolon. Zak Del obtuvo fuerza, poder de curación, velocidad, inmortalidad… además de la capacidad de hacer que los Exolon formarán enjambres. Si bien todo tiene un precio y fue separado de su alma perdiendo todo sentido del tiempo y de sensibilidad.
Zak Del creció obsesionado con la venganza, cuando lo conocí recientemente había abandonado la Latitud Exotérica para viajar por la galaxia en busca del portador del sello que identificaba al autor de la muerte de sus padres. El conocido como El Fantasma viajó hasta la Galaxia Kree en el momento que que el Imperio Kree había sido sometido bajo el yugo de la Falange al mando de Ultron.
Desde el primer momento, la Falange manifestó un gran miedo a Zak Del, lo cual supuso una ventaja táctica. A pesar de los esfuerzos de Ra-Venn de llevar a este ser a nuestra presencia, el antiguo Kree se mostró reacio a formar parte de los Kree o de la Falange. Solo ansiaba venganza.
La abrupta llegada de soldados de la Falange consiguió rodear y someterle. Dejaron el interrogatorio en mis manos. A pesar de las torturas a las que le sometí, no conseguí nada. En ese momento tuve conocimiento de su naturaleza e historia puesto que en un estado de semiconsciencia le asaltaban visiones de su padre.
Fantasma se despertó y se liberó fácilmente marchándose con mi odiado enemigo el Super Skrull. Junto a ellos Praxágora partieron encontrándose con Ra-venn.
Nunca pude llegar a pensar que Zak Del jugaría el papel relevante que jugó en este conflicto. Fantasma se unió a Phyla Vell en el combate definitivo contra Ultron, siendo el resto historia de nuestra raza. Para mayor información buscar en el subapartado relativo a la Falange.
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Autorización HALA0164
Todo buen estratega entiende lo que conlleva una victoria, especialmente si es una de las grandes. En ese momento tus recursos están mermados, tus fuerzas están debilitadas -cuando no directamente diezmadas- y tus soldados están confiados, ebrios de triunfo e ignorantes del peligro. Es el momento más delicado, pues el enemigo derrotado siempre puede reagruparse o, peor aún, un nuevo enemigo que estaba acechando desde las sombras puede aprovechar la ocasión para lanzarse hacia el cuello descubierto del vencedor. Una victoria gloriosa puede ser el preludio de la más vergonzosa de las derrotas y por eso hay que temer a las victorias. Cuanto mayores sean, más temor deben despertar.
La victoria del Frente Unido contra Annihilus al final de la Primera Guerra de la Aniquilación fue la mayor victoria de la historia de nuestro pueblo. Puede que fuese la mayor victoria de la historia del universo mismo. Nunca había sentido mayor miedo.
El antaño poderoso Imperio Kree pendía de un hilo. El Supremor había muerto y con él su incalculable legado. Una parte de nuestro territorio había sido arrasada y la otra había sido entregada en bandeja de plata a los generales supervivientes de la Oleada Aniquiladora. Nuestros mundos eran débiles y carecían de defensas. Había que levantar nuevas fortificaciones, mantener la seguridad de las rutas de aprovisionamiento, recuperar la comunicación con los puestos más alejados y, por encima de todo, reforzar al debilitado ejército. Nuestro nuevo gobernante, Ronan el Acusador, alabado sea mil veces, estuvo a la altura del reto, demostrando lo que muchos ya sabíamos: que era el mejor de entre todos los Kree.
Pero ni siquiera Ronan podía hacer milagros, pues los millones de soldados caídos en la guerra no podían ser sustituidos con facilidad. Por eso, durante ese tiempo de paranoia, penalidades y pesar, la única forma de mantener unido nuestro Imperio fragmentado pasaba por recurrir a una nueva y milagrosa tecnología. Peter Quill, el héroe de Sol-III que algunos conocen como Starlord, nos convenció para aliarnos con los Caballeros del Espacio de Galador. Estos seres, conocidos por sus célebres armaduras, habían puesto en marcha su Iniciativa Restitución para ayudar al maltrecho cosmos tras la derrota de Annihilus y nos ofrecieron su A-Ware, una forma de programación galadoriana vanguardista, para potenciar toda nuestra red bélica. Peter Quill, el héroe de Sol-III, el veterano de la guerra contra Annihilus, presionó a Ronan para que aceptase. De esta forma, usando el A-Ware todos nuestros recursos militares, desde nuestras comunicaciones hasta nuestros Centinelas, estarían conectados y listos en todo momento. El Imperio volvería a estar unido. Por eso les abrimos encantados las puertas de Hala a los galadorianos.
Quiero insistir una vez más en que fue Peter Quill, el mono de piel rosa de Sol-III, el insensato Starlord, el que nos convenció. Das’t terrano. De no ser porque recuerdo las veces que nos salvó durante la guerra con Annihilius yo mismo le habría dado caza por esto.
Le dimos acceso total a nuestra red bélica a los galadorianos y su cacareado A-Ware corrompió nuestros sistemas, fulminando todas nuestras defensas. ¡Empezando por la mismísima Hala! Resulta que los Caballeros del Espacio habían sido infectados por una insidiosa especie de criaturas tecno-orgánicas, la Falange. Por culpa de Peter Quill, todo lo que quedaba del Imperio fue aislado y controlado en un mero instante. Hala, nuestra capital, cayó. Todos nuestros mundos cayeron. El Imperio había pasado a estar dominado por la Falange. Nos habían conquistado.
Así empezó la Segunda Guerra de la Aniquilación.
Nuevos héroes surgieron. Viejos héroes regresaron. Unos vivieron, otros murieron. Una vez más, tuvimos que luchar por nuestro derecho a existir en este universo cruel. Una vez más, nos vimos obligados a luchar contra monstruos incomprensibles. Todo por culpa de un hombre.
Das’t terrano. Das’t mono rosa. Nunca confíes en alguien de piel rosa. ¡Nunca!
Y teme cada victoria. Teme lo que vendrá después.
MalditoMonoRosa.dde
AdamWarlock.dde
UnEspectroKree.dde