De todas las franquicias y universos de superhéroes creados por Stan Lee y Jack Kirby en la década de los sesenta, la de Los Inhumanos siempre ha tenido que cargar con el san benito de que se la considerase algo así como la hermana fea. Y no porque realmente lo fuera, ya que cualquiera que leyese sus primeras apariciones en páginas de los Cuatro Fantásticos, difícilmente podría haber imaginado una sociedad de superhéroes más impresionante que la que los fundadores de Marvel presentaron en esas páginas. Apartados del mundo en una suerte de utópica Shangri-La de metahumanos, cada uno de los cuales tenía el poder de arrasar ciudades enteras con un golpe de sus pezuñas de carnero -y cuyo soberano era poco menos que la bomba atómica hecha carne-, poco podían competir los superhéroes con poderes de andar por casa de aquel entonces contra semejante raza de dioses, a la que casi mejor no molestar demasiado. ¿Qué iba a hacer de lo contrario? ¿Qué Ojo de Halcón les lanzase un trozo de palo mientras el Ángel les sobrevolara por encima?
Pero disponer de poderes asombrosos y una fascinante mitología surgida de dos de los mejores talentos de la historia del cómic no lo es todo, y aunque hubo algún que otro intento de darles su propia serie, los Inhumanos siempre fueron unos extraños entre los dramas personales y el costumbrismo cotidiano de los superhéroes Marvel. Eternos secundarios en títulos ajenos, no fue hasta finales de los noventa hasta que los Inhumanos comenzaron a disponer de serie propia de forma más o menos regular. Primero con la etapa de Paul Jenkins y Jae Lee, así como la miniserie de Carlos Pacheco y la continuación de la primera a cargo de Sean McKeever, como las sagas de David Hine resultantes de Dinastía de M (con los títulos de Vástago de M y La Guerra Silenciosa). De hay, a entrar de lleno a las grandes tramas Marvel en curso. Primero con la Invasión Secreta y el papel de Rayo Negro dentro de los Illuminati, y después con la Guerra de Reyes de Abnett y Lanning.
Tras esta, Jonathan Hickman tomó las riendas de la familia real de Attilan, allanando el terreno para que -como consecuencia de Infinito– los Inhumanos dispusieran de su primera serie regular a largo plazo. Iniciada por Matt Fraction para que Charles Soule tomase el mando inmediatamente después, a lo largo de los últimos cuatro años hemos sido testigos de como los inhumanos se dispersaban, haciendo que la destrucción de Attilan diera paso a una escala de conflictos entre diversas facciones de esta cultura de metahumanos. A lo largo de los últimos cuatro años hemos visto a Rayo Negro, Medusa, Maximus, Crystal, Karnak, Gorgon, Triton, Ahura, Luna, Mandíbulas y otros personajes clásicos asumir diferentes roles, mientras que toda una nueva generación de inhumanos era introducida. Generación que ha incluido a personajes como la nueva Ms Marvel Kamala Khan, Moon Girl, Kid Kaiju, Mosaico, Inferno, Iso, Lector, Najam, Flint, la Capitana Swain o Ulysses, mientras que otros como Daisy Johnson, Anna Kraven o Ventisca quedaban ligados al entorno de los inhumanos.
Con tramas como las de los conflictos con Lash, El Innombrable, Linaje, la corporación Ennilux, Kang, Tony Stark, Utolan o La Patrulla-X -además de todo los relativo al Cuarto Silencioso y las Lanzas Celestes-, los Inhumanos ponen fin a un capitulo de su saga, para iniciar uno nuevo con el debut de nuevas colecciones, así como nuevos equipos creativos para hacerse cargo de la franquicia. Como en el caso de los mutantes, la nueva etapa de los hijos de Attilan comenzó este mismo julio, con la llegada a nuestro país del especial Inhumanos ResurrXion. Esta es el cómic que sirve de interludio entre el conflicto interespecies de Inhumanos vs Patrulla-X, y este nuevo capítulo en el que los metahumanos creados por los kree volverán a flirtear con sus raíces más cosmicas. Con Al Ewing a cargo de serie principal de la familia real inhumana, estos son los títulos que conforman esta nueva andadura de los superhéroes más extraños creados por Stan Lee y Jack Kirby:
Más allá de las citadas, seguimos teniendo las series en curso protagonizadas por personajes Inhumanos como Ms Marvel, Moon Girl y el Dinosaurio Diabólico o Monsters Unleashed, sin alteración del rumbo de las mismas, aunque también bastante apartadas del núcleo de la franquicia Inhumana. En general, y aunque se mantiene una actitud continuista respecto a la etapa anterior -retomando tramas inconclusas como la de las Lanzas Celestes-, la llegada de autores como Al Ewing y Priest a la franquicia ha servido para elevar -y con razón- el interés de la misma, mientras que las colecciones de Rayo Negro y los Guerreros Secretos tienen suficiente personalidad propia tanto para ofrecer un producto con una identidad única, como una fuente de diversión adrenalínica de superhéroes sin complejos.
Si os interesan estos personajes fruto de la imaginación única de Jack Kirby y Stan Lee, pero por la razón que fuera no terminabáis de congeniar con la etapa anterior, esta puede ser la oportunidad perfecta para aproximaros al cosmos de los Inhumanos, y ResurreXion la puerta perfecta para hacerlo.
Y ¿Es necesario leerse la propia grapa de Resurrexion antes de entrar en Royals?
Aunque puedes saltar directamente al primer número de Royals, es mejor leer ese número 0.