1. Cómo entender el cómic independiente en menos de cinco minutos
Supongamos por un momento que eres un lector que no ha tenido ningún contacto con las historietas independientes. Es más, imaginemos que eres una persona que sólo conoce lo básico del mundo del tebeo, es decir, que DC y Marvel publican historias de superhéroes y que la palabra manga es sinónimo de cómic japonés. (Si fuésemos fieles a esta premisa quizás no sabrías que DC existe y confundirías los términos manga y anime).
¿Cómo se puede hacer entender a una persona así qué es el cómic independiente? Muy sencillo, el mercado norteamericano está dominado por dos empresas que, en su mayoría, editan tebeos de superhéroes: DC y Marvel. Sin embargo, también existen centenares de editoriales que publican obras de cualquier otro tipo (léase la palabra “cualquier” con especial énfasis). Todas esas publicaciones son cómics independientes.
Y es que en el tebeo alternativo cabe de todo. Las pequeñas editoriales no se limitan a emular a las dos principales. La mayoría evita crear universos superheroicos – aunque algunas lo hagan – sino que prueban suerte con otros géneros: terror, romance, aventuras, histórico, biografías de famosos, autobiografías, reflexiones varias, adaptaciones, etc.
Desde ese punto de vista, podríamos llegar a afirmar que el mundo de la historieta independiente incluye una miríada de cómics tan diferentes que hay un tebeo, como mínimo, para cada persona. Es un caso similar al del manga. En Japón se publica todo tipo de series y siempre se puede encontrar una que nos guste. No importa si somos patinadores o ejecutivos, algún autor japonés ha creado algo que encaja a la perfección con nuestros gustos y aficiones. En Estados Unidos se hace algo similar (no en vano las novedades de las librerías especializadas de cada mes se cuentan en centenares, si no en miles), pero hay una gran diferencia con sus compañeros orientales: la clasificación. Los japoneses facilitan el trabajo a los lectores porque ordenan sus publicaciones mediante géneros de una manera perfectamente sistemática. Los norteamericanos, no. A veces es casi imposible encontrar aquella cabecera que nos abrirá los ojos y nos cambiará la vida, pero no por ello deja de existir. Esa colección está ahí fuera, escondida, esperando que la encuentres…
Resumiendo, sólo necesitamos quedarnos con estas dos ideas para entender el tebeo independiente norteamericano:
– Que está formado por los productos de cualquier editorial que no sea DC y Marvel.
– Y que publica toda clase de cómic.
Con eso tenéis suficiente, pero si queréis más, a continuación os explicaré unos datos básicos que necesitáis para entender este universo y, además, os facilitaré unas pistas para que encontréis la obra perfecta.
2. Los conceptos indispensables
Este apartado puede dar dolor de cabeza a más de uno, así que tomáoslo con calma. No es imprescindible que entendáis los conceptos al dedillo, aunque sí que os quedéis con lo más relevante de los mismos.
Editoriales/cómics independientes:
DC Comics es una filial de Warner Bros., Marvel Comics es propiedad de Disney (aunque se trata de una adquisición relativamente reciente, Marvel ha pertenecido a una u otra gran empresa desde hace décadas) y el resto de editoriales no responden ante multinacionales. ¿Hace falta decir más? Pues sí, mucha gente considera que el término independiente hace referencia a la libertad creativa de los autores, ya que no están sometidos a unas estrictas políticas editoriales. En realidad, ambos conceptos son válidos y compatibles porque existe una relación de causa y efecto entre la pertenencia a una multinacional y la libertad creativa. Cualquier aproximación es válida siempre que nos quedemos con lo básico: independiente será cualquier editorial norteamericana que no sea DC ni Marvel, incluso en el caso que aquella casa forme parte de un conglomerado empresarial. En ese supuesto no importa cumplir la norma al dedillo porque lo que realmente nos incumbe es la segregación entre dos gigantes que acaparan el 65-70% del mercado cada mes frente a sus decenas de competidoras, que se reparten el 35%-30% restante.
Editoriales/cómics alternativos:
Es un término muy similar al anterior pero desde otro punto de vista. DC y Marvel publican, principalmente, tebeos de superhéroes. Alternativa será cualquier historieta que se aleje de lo que venden las grandes editoriales.
Y aquí entramos en los matices. Cuanto más alejado esté de las dos grandes, más alternativa será una cabecera. Por lo tanto, a la hora de hacer una clasificación deberemos tener en cuenta el factor distancia. Por ejemplo, Image Comics es una de las empresas independientes más comerciales del momento. Sus productos se acercan tanto a los de Marvel que muchas veces incluso comparten guionistas y dibujantes con los de su competidora. Por lo tanto, cuando hablemos de Image diremos que es una editorial independiente. Sin embargo, Fantagraphics edita cómics de autor propiamente dichos, historietas eróticas e incluso material europeo. Su catálogo difiere tanto del de cualquiera de las dos grandes que nos encontramos ante una firma alternativa.
Editoriales/cómics underground:
El cómic independiente tal como ahora lo conocemos surgió en los años ochenta con la proliferación de las tiendas especializadas, un hecho que provocó profundos cambios en la manera de entender el mercado de la historieta. Eso no significa que anteriormente no existiese un movimiento similar. La simiente del mundo independiente la encontramos en la creación de un sello censor llamado Comics Code Authority en los años cincuenta. Este sello pretendía regular el contenido de las cabeceras infantiles y juveniles, sobre todo las que editaban las grandes empresas de aquellos años. Algunos autores se resistieron a la censura y empezaron a sacar títulos (ya fuese a través de pequeñas editoriales o autopublicándose) que jamás podrían ver la luz en las grandes casas, mucho más políticamente correctas. Muchas de estas obras estaban destinadas a un público adulto, de manera que podían escapar fácilmente del CCA. La cuestión es que este conjunto de autores y colecciones conformaron un movimiento que acabaría siendo conocido como cómic underground. En los años ochenta, el mercado cambió su comportamiento y las historietas underground acabaron formando parte de los tebeos alternativos.
Adaptaciones:
Este término es ampliamente conocido por todo el mundo. Una adaptación es una obra que se narra en un medio diferente al que fue originado. En el mundo del cómic suelen funcionar las adaptaciones literarias, pero no las cinematográficas… a no ser que sea el propio tebeo el que es adaptado en otro medio. En ese caso, las adaptaciones sí sirven para que una determinada obra llegue a más gente.
En realidad, la importancia de este concepto radica en su relación con el siguiente…
Licencias:
Para explicar mejor este término es imprescindible que expliquemos un ejemplo. La licencia por antonomasia es Star Wars. La guerra de las galaxias es una saga de seis películas que abarcan un amplio periodo temporal y que deja muchísimas cosas en el aire. Para sacarle un mayor rendimiento, George Lucas decidió crear el concepto de Universo Expandido, que comprende todas las series televisivas, juegos de ordenador, cómics y libros que complementan la historia original. No son adaptaciones porque no vuelven a narrar lo sucedido en las películas, sino que las amplían.
Cuando hablamos de licencias nos referimos a eso, tebeos publicados bajo licencia que aportan un valor añadido a determinada franquicia. El mundo del cómic se ha especializado tanto en el tema que actualmente se recuperan series de televisión canceladas años ha (Buffy, Angel, Smalville, etc.) para proseguir la historia en el punto en el que se quedó.
Por eso, muchas de las licencias son productos imprescindibles para los seguidores de determinada serie. Eso sí, aunque las licencias que tienen más relevancia en la actualidad están relacionadas con el mundo del cine y del cómic, tampoco debemos menospreciar las de los juegos de consola y ordenador, pues tienen su mercado fuera del circuito de librerías especializadas.
Franquicias:
Si atendemos a la RAE, una franquicia es una “concesión de derechos de explotación de un producto, actividad o nombre comercial, otorgada por una empresa a una o varias personas en una zona determinada”. Efectivamente, son franquicias todas las obras que se consiguen a través de la concesión de derechos. Por lo tanto, las licencias televisivas lo son y también lo serán las cabeceras cuyos derechos pasan de una editorial a otra. Sin embargo, coloquialmente se suele llamar de esta manera a cualquier conjunto de tebeos. Por ejemplo, para muchos los cómics de Green Lantern, Superman o Batman son franquicias (aunque en realidad el término correcto en ocasiones sería familia y en otras, línea).
La verdad es que franquicia es un término que nunca podremos utilizar de una manera correcta porque si atendemos a su definición, cualquier tebeo que no esté escrito y dibujado por sus creadores originales es una franquicia. Si somos puristas, solo los cómics de autor quedan excluidos de este concepto.
3. Cómo encontrar el cómic perfecto
Lo dije anteriormente y lo mantengo. Las editoriales independientes están publicando un cómic en estos momentos que te puede cambiar la vida o, como mínimo, con el que disfrutarás como jamás disfrutaste con un tebeo. Eso es casi seguro. El único problema está en encontrarlo…
Dado que el mundo independiente saca a la luz centenares – quizás más de mil – de series al mes, la búsqueda puede ser algo complicada… Así que aquí os doy unas pistas de cómo encontrar vuestro cómic perfecto.
4. La búsqueda a través de autores
Es algo lógico. Si sois lectores de tebeos y os gusta un autor determinado, buscad su trabajo en las editoriales independientes porque es allí donde realmente tienen una absoluta libertad creativa y donde pueden lucirse o explicar lo que les apetece. Eso sí, hay que ir con cuidado porque si venís de DC y Marvel os podéis llevar algún susto…
Por ejemplo, Jeff Lemire es un autor en alza en DC Comics pero proviene del mundo del cómic alternativo. Sus obras fuera de DC suelen ser unas novelas gráficas que tratan sobre lo humano y lo cotidiano. Sin duda alguna, son productos de alta calidad – no en vano la mayoría de su trabajo cosecha buenas críticas y premios – pero no tienen nada que ver con su Liga de la Justicia Oscura o sus episodios de Superboy. Igual en este caso debéis estar prevenidos antes de leeros su material alternativo.
Frank Miller, por el contrario, hizo el salto de las grandes a las pequeñas de tal manera que su paso al mundo independiente le ha servido para tener una mayor libertad creativa y para llevar sus obras al límite. Si os gusta su material clásico de DC y Marvel, es posible que os encante su obra posterior (o al menos gran parte de ella).
Por supuesto, el susto que os comentaba es a nivel de gustos. La obra de Lemire dentro y fuera de DC simplemente no es comparable. Es sublime en ambos sitios, pero está dirigida a públicos muy diferentes. Por eso es posible que una persona que lo busque se encuentre con algo que no es del todo de su agrado. Teniendo esto en cuenta, ¿vale la pena acercarse a las obras independientes de nuestros autores preferidos? Por supuesto. Si leerse una obra maestra multipremiada de Lemire que se aleja del estándar superheroico es un error, deberíamos equivocarnos varias veces al día.
5. La búsqueda por géneros
Si no conocemos nada de la historieta independiente pero nos apetece probar una lectura diferente a la habitual, siempre podemos optar por buscar los tebeos estrella de un determinado género. Esta es una apuesta segura, por supuesto, pero también tiene su riesgo.
El mundo del cómic funciona a modas. Hace bastantes años nos invadían las historias del lejano oeste y los romances, pero ahora poca gente se acuerda de ellas. Lo que realmente funciona en el universo independiente son las narraciones de terror, ciencia ficción, misterio y, en parte, superhéroes. En la vertiente alternativa sí hayamos historias amorosas porque la reina alternativa es la novela gráfica autobiográfica. El resto de géneros también tienen cabida en las editoriales independientes, aunque en menor medida.
El problema del lector alternativo o independiente es uno que ya comenté con anterioridad. En Estados Unidos no se clasifican los cómics de una manera sistemática. En muchas ocasiones esa es una tarea del lector. Hay algunas editoriales que se centran en uno o dos géneros exclusivamente, y otras que publican sin una política clara.
Para facilitaros las cosas, la semana que viene encontraréis en Zona Negativa un listado de las editoriales y géneros más importantes junto con una breve explicación de estas empresas. No faltéis a la cita.
6. Cómo iniciarse a través de las licencias
Para el lector más novato, esta es la forma más fácil de adentrarse en el mundo del cómic independiente. Las licencias han evolucionado tanto que ya no son un subproducto con el que conseguir un beneficio económico sino que tienen tanta o más importancia que el original. Nadie puede decir que es fan de Buffy Cazavampiros si sólo ha visto la serie de televisión porque sus verdaderos seguidores han tenido la posibilidad de discutir sobre el
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a raíz de los últimos tebeos publicados. Tampoco se puede fardar de ser trekkie si no se está siguiendo la actual cabecera de Star Trek. Esa colección tiene tanta importancia que la siguiente película está intrínsecamente relacionada con el cómic. Y lo mismo se puede decir de tantas otras franquicias…
Por este motivo, es muy importante que la gente pierda el prejuicio de que las historietas creadas bajo licencia son productos de baja calidad. Eso es algo falso y erróneo. Las licencias otorgan un valor añadido a productos que hemos disfrutado de otra manera. En el mundo independiente se ha llegado al punto de que algunas editoriales sólo publican tebeos de este tipo. Y lo hacen a lo grande…
7. Las reseñas, nuestras mejores aliadas
Sea como sea, la mejor manera para encontrar una gran obra es la lectura de las críticas que se hacen de la misma. Las reseñas siempre son nuestras mejores aliadas porque, independientemente de si estamos o no de acuerdo con el redactor (la valoración siempre es subjetiva, y ya se sabe lo de los gustos y los colores), sí nos dan algo a lo que agarrarnos. Si dudamos sobre si tal título merece o no la pena, no está mal mirarse unas cuantas reseñas para saber ante qué nos encontramos.
Para que os deis cuenta de la importancia del boca a boca en el mundo independiente, os comentaré que los cómics de este tipo tienen un comportamiento inverso en lo que a ventas se refiere, es decir, muchas veces las reseñas funcionan tan bien que algunas cabeceras empiezan vendiendo unos pocos ejemplares y acaban con unas cifras de ventas mucho más elevadas. Si la colección realmente merece la pena, esto sucede de manera regular, o sea que no dudéis en leeros las críticas a los tebeos que no conocéis. Igual os estáis perdiendo una perla o un diamante…
8. En definitiva…
Espero que este pequeño repaso os haya servido de algo. El mundo independiente es bastante complejo, pero conociendo estas cuatro cosas ya os podréis mover por él con cierta soltura. Aunque parezca complicado, no es tan difícil encontrar buenas obras. En los países hispanoparlantes tenemos una ventaja y es que las editoriales que editan material norteamericano hacen una primera selección, de manera que lo que nos llega aquí ya ha sido fruto de estudios de calidad y viabilidad. Eso sí, a veces un producto no es tan comercial y cuesta que se publique, pero eso se da más en la vertiente alternativa o con franquicias que en determinados países nunca han cuajado.
Sea como sea, no os olvidéis de leeros todas las reseñas que os llamen la atención. De ahí a encontrar una buena serie sólo hay un paso.
Enorme! Casi has hecho que parezca fácil explicarlo.
Genial artículo Enrique. Con las independientes lo que hay que hacer es perder el miedo a tirar el dinero, total, ya lo tiramos en algunos bodrios de DC y Marvel y no se acaba el mundo. Sección fija desde ya.
Quiero aprovechar este comentario para darle la bienvenida a Enrique Rios, a partir de ahora le tendreis en ZN dos días a la semana (habrá semana de tres entregas) compartiendo labores con Mariano Abrach para darle cobertura al cómic Independiente.
Enhorabuena por este primer artículo con el que te has estrenado, claro y muy educativo.
Genial artículo.
A ver si las editoriales españolas apuestan más por ciertos cómics que los no angloparlantes nos perdemos.
Fenomenal estreno, Enrique. ¡bienvenido!
Walking dead de Image es de lectura obligatoria,y quizás de las que menos publicidad necesite;de las demás de Boom Studios la que he seguido es Irremediable,con un principio explosivo,aunque a mi parecer pierde un poquito de fuerza en mitad de la serie,pero es igualmente recomendable;de Norma editorial,sin duda el más destacado es The Boys de Garth Ennis,mandando al garete todo los prejuicios sobre superhéroes.Siempre me ha costado leer cómics que no fueran de Marvel,incluso DC me da pereza,pero me he dispuesto a abrir mis fronteras y voy a leer mas comics independiente,con The Boys y con Irremediable me he llevado una muy grata sorpresa, ya que walking Dead no tiene discusion ninguna.Por cierto,no soy seguidor de Buffy pero despues de ese spoiler me ha picado la curiosidad !!
Bueno,de Image también he leido bastante de Invencible,pero no se por que motivo,a pesar de las buenas críticas,y corriendo el riesgo de morir apaleado,a mi no me termina de convencer….
Muy bueno, yo cada vez paso mas de Superheroes y me interesa todo lo demás, así que espero con ganas cualquier información o explicación al respecto.
Enhorabuena, ENRIQUE, por el artículo. Muchos de los aspectos que señalas son de sentido común, pero de un sentido tan común que a menudo lo pasamos por alto cuando está delante de nuestras narices. Muchísimas gracias por esta aportación y yo personalmente ya estoy deseando que nos llegue tu próxima entrada 😀
Bienvenido oficialmente y felicitaciones por el estreno. Será un placer llevar adelante este trabajo.
Y muy buen artículo por cierto!
¡Un gran artículo y un gran debut! Felicidades, Enrique. Hacía falta una sección así en Zona Negativa y estoy seguro de que voy a ser un fijo de tus artículos. Además, una de las cosas que más me gustan es que, como suele decirse, «has empezado por el principio», no dando nada por sentado y explicando las cosas claramente a cualquiera que venga de leer sólo DC/Marvel. ¡Y lo has hecho muy bien! Lo único que tal vez matizaría un poco es la diferencia entre independiente/alternativo… aunque las diferencias genéricas que has expuesto son ciertas, personalmente me adhiero a Hatfield cuando comenta que entre unas (independientes) y otras (alternativas) las principales diferencias son de carácter industrial.
Las independientes (Image, Dark Horse, Dynamite, Avatar Press, Boom!, Dark Horse, y sus imitaciones dentro de las grandes editoriales, como Vertigo e Icon) perpetúan esquemas de género –el real mainstream, como se vino a llamar para superar la clásica distinción entre superheroico y no superheroico, e incluir así una categoría que incluyese superhéroes para también fantasía, ciencia ficción y otras ficciones de género–, pero también se apoyan básicamente en el mercado de venta directa, tienen una dimensión industrial muy acusada, se basan esencialmente en el esquema de serialización/recopilación (primero grapa, después tomo) y, básicamente, lo que hacen es proporcionarle a los autores libertad económica y creativa. Su historia es la del creator owned.
Las editoriales alternativas (Aardvark-Vanaheim, Kitchen Sink Press, Fantagraphics Books o Drawn and Quarterly) escapan de ese real mainstream, se enfocan hacia el mercado generalista más que al de librerías especializadas, tienen una identidad arty más clara, se han desligado progresivamente de la serialización clásica a partir del underground (tienden por tanto al formato novela gráfica de primeras) y su reacción no es tanto a los condicionantes económicos impuestos por las grandes editoriales (no en vano, los autores alternativos no suelen participar de ese alegre transvase entre DC/Marvel e independientes al que asistimos ahora) como a su limitación temática. Su historia es la del undeground.
En fin… decía todo esto para ahondar en la diferenciación independiente/alternativo por si alguien estaba interesado, porque con la que has puesto en el artículo vale para empezar. Haber largado todo este rollo así de primeras, en un artículo de iniciación, habría sido contraproducente. Así que a lo que iba: ¡un artículo cojonudo, Enrique! Ya estoy deseando empezar a leer reseñas de obras concretas. ¡Un saludo!
Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios!!! Me alegra mucho ver que os ha agradado el artículo. 😉
Los que os habéis quedado con ganas de más, sabed que la cosa continúa el martes que viene y los siguientes. 😉
@luisfran79 Si te ha picado la curiosidad, que sepas que el spoiler es de Buffy Cazavampiros Temporada 9!!! En la 8 se explora todo el asunto de las cazavampiros y en la 9 se hace una pequeña vuelta a los orígenes. Estos nuevos tebeos están más centrados en Buffy y en su vida cotidiana, igual que en la serie de televisión. Tendréis más información dentro de unas semanas, hay una reseña en proceso.
Bienvenido Enrique y enhorabuena por tu debut. Un post tan certero, ingenioso, didactico y necesario que deberíamos tener un enlace perenne en el portal de la web. Me lo guardo en favoritos para releer cada vez que tenga alguna duda respecto al tema a la espera de nuevas entragas de su sección. Un saludo 😀
@José Torralba: Tienes toda la razón en lo que comentas pero, como tu mismo dices, un artículo introductorio no tiene que adentrarse tanto en el tema. No es cuestión de asustar a la gente el primer día (eso lo dejamos para el cuarto, jajaja).
@jorgenexo: Por las preguntas que haces me parece que sí te ha quedado claro. Solo que asumes que únicamente es independiente el cómic alternativo, y no es así. Te remito al post de José Torralba que seguramente te aclarará las cosas.
Un articulo espectacular Enrique, enhorabuena, ahora todos tenemos un poco mas claro segun que conceptos que conviene refrescar de vez en cuando.
Me hubiera gustado verte sacar el bisturí e hilar aun mas fino en la diferenciación por tipos de grafismos, composición de paginas y tal, pero como ya han apuntado, ha sido una primera toma de contacto inmejorable, te seguiremos la pista!!
Jejejeje… no hará falta que llegue el cuarto para engancharme a tus artículos, Enrique, porque acabo de hacerlo hoy mismo. Deseando que llegue el siguiente estoy ya. Esta sección se va a convertir en una de mis fijas. Enhorabuena y muchas gracias por todo.
¿Enrique Rios? ¿Te conocemos de escribir aquí abajo? Es que no veas lo que me jode que los redactores escondan su identidad detrás de un nombre real.
@Ocioso ¡Muy bueno tu comentario! No, no me conocéis de escribir aquí abajo…
¿Tirarás tambien por las novelas gráficas o europeo? Porque el independentismo que remarcais se acerca mucho, muchísimo al límite del mainstream USA y comentarios como el de TWD me chirrían. En el momento que una serie con éxito explota el filón en exceso ya pierde la esencia original del autor y ya comienza la esclavitud de cumplir con el ritmo mensual que comulgan las dos grandes empresas del mercado.
Si independiente significa intentar alcanzar el éxito de las susodichas empresas (asimilando el mismo ritmo de publicación pero con otras historias que se diferencian únicamente en el copyright que el autor de la obra imprime a sus personajes) yo lo llamo esclavitud para alcanzar el cheque mensual y cumplir con las facturas.
Diferenciemos por favor entre PYMES del mundillo editorial y lo que realmente es el cómic de autor independiente (eso si, bien puede ser editado en PYMES o Grandes Empresas). Obras usualmente de carácter auto-conclusivo o de periodo de publicación de corto-medio plazo pero sin ataduras editoriales en cuestión de plazos, yo tengo ese concepto de independiente vamos.
Dicho esto, como un matiz, el artículo está fenomenal y doy mi enhorabuena por la aproximación que ofrece a los más cautos en este tipo de materia, pero creo que también la sección debe distanciarse un poco de lo que hago mención anteriormente ya que la actualidad USA persé es un oceano inmenso y navegado continuamente en esta web.
Y desde aquí, apoyando mi tesitura, lanzo mi recomendación ya que hace poco, le regalé a mi padre una novela gráfica llamada «Los Ignorantes» de Étienne Davodeau y con la excusa me la leí en un finde y me quedé muy complacido. Consigue que te apetezca tomar un vino mientras te lees un comic. Saludos.
@4di4n Pues mucho me temo que la respuesta a tu pregunta te va a gustar y desagradar a la vez. 😉
En principio nos vamos a ocupar de todo el mundo independiente, lo cual incluye la vertiente más comercial y la más alternativa. Nosotros ni tenemos prejuicios ni le hacemos ascos a nada. O sea que habrá semanas que las reseñas os gustarán más a unos y otras semanas que os gustarán más a otros. Y en ocasiones os llevaréis más de una sorpresa porque quien se piense que franquicias como las Tortugas Ninja son cómic comerciales tipo Marvel o DC está muy pero que muy equivocado.
Lo que sí que no vamos a ocuparnos es del manga ni del cómic europeo. La sección corresponde al mundo independiente norteamericano y, aunque en él se publiquen obras de otros países, no tendría sentido que nosotros las reseñásemos. De la BD y del manga ya se encargan, y muy bien, otros redactores de Zona Negativa. Justo la obra que comentas quedaría fuera de nuestro radar.
Eso sí, de las novelas gráficas nos encargaremos, aunque tiempo al tiempo. El mundo independiente es muy grande y no podemos ocuparnos de todo el primer día.
Gracias por la aclaración aunque ciertamente no me alivia demasiado. De todas formas Donatello siempre fué mi favorita. 😉 Me voy a ver el Valencia C.F. ¡Amunt!
4d2i4n… es que el independiente americano está formado por las series que te chirrían. El independiente surgió al calor de autores y profesionales que buscaban hacer mainstream (superheroico o no superheroico, pero mainstream y basado en la ficción de género), dentro del mercado de venta directa y con una mentalidad totalmente industrial, pero que querían poseer los derechos de su material y controlarlo creativamente. Kirkman a lo mejor sigue con Los Muertos Vivientes para pagar facturas y tener dinero mes a mes (por cierto, que esto no se llama esclavitud, se llama trabajo), pero la serie es suya, puede cerrarla el mes que viene si lo desea, puede controlar las adaptaciones de su trabajo y puede negociar los derechos internacionales del mismo. Eso es el independiente de toda la vida; el de Atlas/Seaboard, Eclipse, Pacific, Comico, First, Tundra, Image… el que las dos grandes intentaría imitar con líneas separadas como Epic, Vertigo, Icon y demás sellos de sensibilidad creator owned. Recordemos por favor quién fundó Image y por qué. Lee, McFarlane, Liefeld… gente que esencialmente no buscaba reivindicar la condición artística de su trabajo sino que se dio cuenta de que el principal valor de producción de los cómics se había desplazado de los personajes a los autores, y todo sin que estos últimos estuvieran cobrando acorde. Las independientes surgen de una reivindicación laboral de los autores, y no tanto de una conciencia artística (que es secundaria aquí).
Lo que tú comentas es otra historia, la del underground y el alternativo, protagonizada por otro tipo de gente que no está de acuerdo con ciertas normas, con ciertos usos y maneras del cómic industrial. Y no me refiero tanto a las condiciones laborales y al reparto de royalties y dividendos como a detalles estructurales tales como un sistema de distribución basado en las librerías especializadas y sus clientes, un sistema de publicación eminentemente mensual (mantenido en parte por el underground, pero progresivamente minimizado por el alternativo a raíz del nacimiento de la novela gráfica como formato) y una base en la ficción de género mainstream (superheroico, fantasía, ciencia ficción, terror). Así que le doy la vuelta a la frase: las alternativas surgen de una conciencia artística, y no tanto de una reivindicación laboral (que es secundaria aquí).
Aquí otro fijo, si bien mi queja va un poco en la linea de jorgenexo y las definiciones tan… Simplistas.
Queen & Country de Rucka y publicada por Oni Press, por poner un ejemplo, para mi se acerca al esquema mainstream aunque este publicada por una de las más «alternativas», tanto por forma de publicación como por temática (espionaje, que junto con el noir también está bastante de moda en mi opinión).
En cambio, El corazón del imperio, publicada por Dark Horse (una de las independientes mas «comerciales»), para mi seria tan cómic de autor como cualquiera de Fantagraphics.
En cualquier caso, y tema de clasificación/definición aparte que es donde seria muy difícil ponernos de acuerdo, bien articulo de introducción para una de las secciones que mas me interesan ahora mismo.
PD: y no te pongas tremendista hombre, tampoco es un mundo tan complejo.
Aunque me queda mas o menos claro el terreno en el que te vas a mover, creo que el texto debería explicitarlo un poco mas.
Por ejemplo, parece que se está hablando todo el tiempo de comics seriados, pero se utiliza la Trilogía de Essex como ejemplo, cuando está mas cerca del concepto y el formato de (lo siento José, intento explicarme) la novela gráfica.
Otro ejemplo. Fuera de las dos grandes hay series, lineas e incluso editoriales que publican productos como Archie o los bichos de Disney. Parece que rasca un poco referirse a este material como independiente.
¿A «los bichos de Disney» no los publica actualmente Marvel? Lo de Archie, Sabrina y compañía supongo que es perfectamente clasificable dentro de las «licencias» que comenta Enrique
«es que el independiente americano está formado por las series que te chirrían»
No he dicho que me chirríe la serie sino los comentarios. Es más, la serie en cuestión me gusta, pero tengo criterio para discernir cuando la cosa se extiende paulatinamente por cuestiones económicas (y lo comprendo por ser un trabajo por supuesto) y no, lamentablemente, por una cuestión fehaciente y artística de la obra personal que el autor en sus inicios llevaba a cabo. Sonó la flauta y a exprimir el éxito, perfecto, no lo discuto pero aquí entiéndase el término de «esclavitud» empleado dentro del contexto citado sin transgiversar su sentido a lo literal del vocablo.
El fallo ha sido mío por interpretar mal el término «Independiente» en el título de la reseña. Pero sigo sin bajarme de la burra, querer separar vertientes USA muy similares por una mera cuestión de derechos y poderes sobre el «copyright» de la obra me parece absurdo, teniendo en cuenta que son más las series «independientes» que emulan a los superheroes pijameros que aquellas que se distancias de los mismos, menuda independencia joder (en mi cabeza no entra). Dentro de Image, no consideraría TWD ni Spawn independientes, en cambio si Pax Romana de Hickman (recientemente publicada por fín) o similares que se desmarcan del protocolo «ventas prolongadas continuas». ¿Hellblazer (primeros volumenes) es independiente por ser de Vértigo? ¿O por la temática/estilo que enfocaron Delano y otros autores desde sus comienzos? Tan independiente ha resultado que en DC absorbido ha acabado.
Es muy difícil poder discernir (incluso uno para sí mismo), pero yo creo que la «serie de autor» con éxito acaba siendo una «serie de editorial» (y por lo que a mi respecta pierde la categoría de independiente a partir de ahí). Sé que mi sentido pueda chocar y no es el apropiado ya que tiendo más a lo «alternativo» o «underground» como mencionas para referirme a lo independiente pero me cuesta verlo de la otra manera.
De todas formas gracias por tu explicación taxonómica de la vertiente libre del cómic ya que me ha despejado cierto nublo de mi jodida sesera. Mea culpa insisto.
@ Daniel Gavilán y Ocioso
Sobre el asunto Disney. Disney es un caso muy especial porque lleva licenciando sus cómics desde 1940. En los noventa cedió los derechos a Gladstone y Marvel Comics (ésta sólo se ocupaba de los personajes modernos). En esos momentos podría haber debate. Ahora no. Actualmente la licencia de los tebeos Disney recae en Slave Labor Graphics (para alguna serie suelta) y Boom! (para casi todo).
Boom! es una editorial independiente que publica licencias televisivas, literarias y hasta tebeo underground. Ha sido nominada a los Harvey y Eisner en multitud de veces y ha recibido elogios de la crítica en muchísimas ocasiones (sobre todo si tenemos en cuenta que no tiene ni una década de vida).
Por lo tanto, sí, los cómics de Disney son una licencia que se publican dentro de una editorial independiente y, además, muy bien valorada. ¿Son cómics independientes? Lo miremos como lo miremos, sí.
@Phantomas:
Estoy de acuerdo con tus observaciones pero entenderás que en un post introductorio dedicado a un target que no entiende del tema no voy a entrar en esas apreciaciones. Siguiendo el ejemplo que he puesto antes, Boom! publica cómic underground y licencias infantiles. ¿Eso la convierte en una editorial independiente o alternativa? Pues seguramente es una casa independiente que también edita cómics alternativos. Lo mismo se puede decir de Dark Horse. No hay una regla escrita que diga que las editoriales deban sacar a la luz un único tipo de tebeo, al contrario. Por eso, si os fijáis, en el post no hablo de editoriales alternativas si no de «Editoriales/cómics alternativos».
@4d2i4n No entro en la discusión que me parece que esto es cosa tuya y de José.
Ocioso, no me pidas perdón por usar el término «novela gráfica», coño, que yo también lo uso porque existe. Cosa distinta es que haya disensiones con respecto a lo que es pero, mira por donde, tú le pones lo de formato delante jejejejeje
4d2i4n… lo mismo, aquí nada es culpa de nada, sólo estamos charlando. De todas formas por tus comentarios me da que tienes un concepto artístico algo romántico: esa oposición entre cuestiones económicas y pulsión artística es de lo más decimonónica… pareciera como si para ser artista tuviera que importar un comino vender bien lo que haces e incluso, más aún, se tuviera más pedigrí si el autor en cuestión muriera harto de absenta, arruinado y con la oreja cortada (o así). Sin embargo a Rubens no creo que nadie le discuta su condición artística y ahí lo tenemos: con su taller, su negocio, sus aprendices y sus remates en manos, caras y nubes (el famoso «toque»), trabajando la mayor parte de las veces por encargo y tal. Y la vida no es así…
Cuando la explotación de una obra de autor se alarga demasiado por cuestiones pecuniarias no creo que deje de ser de autor para pasar a ser de editorial. Simplemente, es la obra de un autor que explota su propio trabajo y lo alarga demasiado. Los autores pueden cargarse una obra con la misma capacidad que una editorial, y una editorial puede producir una maravilla –véanse algunos cómics nacidos al amparo del método Marvel, por ejemplo– con la misma precisión que un autor. Y es que la voluntad con la que surge algo no tiene nada que ver con la obra en sí por varios motivos: primero, porque una intención artística y autoral puede generar un churro; pero segundo, porque la muerte del autor tal y como la enunció Barthes sigue vigente… al final la obra se desliga de su creador y adquiere autonomía. No tienes que saber cómo se hizo, bajo qué condiciones, con qué propósito o incluso quién la ejecutó para apreciarla y, de hecho, tampoco tienes que saberlo para darle un significado como receptor final.
Dicho esto, TWD y Spawn son, a mi juicio, tan independientes como Pax Romana. Las tres surgidas al amparo de Image (aunque en distintas fechas), las tres operando con el real mainstream y sus ficciones de género (terror con zombies, superhéroes oscuros noventeros, ciencia ficción), las tres controladas por sus autores y las tres enfocadas a una industria muy concreta con un sistema de distribución muy concreto. Luego, tenemos que Pax Romana es una miniserie, pero eso es un formato de publicación común –con mucha historia además– a DC/Marvel e independientes.
Respecto a Hellblazer… es una cuestión idónea, porque decir que quedado absorbido en DC es quedarse a medias, ya que ese personaje nación en el UDC. En concreto, en las páginas de La cosa del pantano durante la etapa –tremendamente personal, aunque dependiente de esas ventas prolongadas continuas, y desde luego dentro de una maquinaria editorial muy bien engrasada– de Alan Moore. Después Delano retomó el personaje en Hellblazer a partir de 1988, pero es que esa cabecera también empezó editándose en el UDC; tanto es así que al principio Constantine se veía regularmente con lo más granado del UDC mágico. Después, en 1993, DC se saca Vertigo de la manga para dar respuesta a las editoriales independientes que habían ido surgiendo como setas a los largo de finales de los setenta y durante todos los ochenta, así como para concentrar un material que se estaba alejando cada vez más del superheroico. Así que ya ves, los números que más te atraen de Hellblazer fueron concebidos en una editorial gigantesca, para un mercado determinado, empleando material de género. Más aún, formaban parte de una serialización de gran recorrido en manos de un autor –Delano– que había heredado al personaje titular de otro autor –Moore– que a su vez lo había introducido como secundario en otra serie de gran recorrido también a su vez heredada de otros autores. Lo que te decía: al final los pájaros que tenga cada autor en su cabeza y lo que lleven en el pico –dinero, fama, ego, tanto monta– dan igual. La historia de la producción de una serie da igual. Cada lector se enfrenta solo a la página, y decide si lo que ve le gusta y le dice algo… o no.
Enrique, si entiendo el propósito del post, la única pega es que los más de los que hemos entrado no somos los neófitos de tu target buscado.
Por lo demás, como ya he comentado, espero ansioso el siguiente artículo.
Puede que esto sirva para que La Cúpula o Fulgencio Pimentel vendan algún tebeo más.
Realmente espero que esta sección tire más para ese tipo de tebeo independiente que las licencias comerciales o los tebeos independientes de superhéroes tipo Invencible ya que son de sobras conocidos.
En cambio no creo que sean muy conocidos los tebeos en lo que un tio sale contando su vida y cómo se pajea una y otra vez.
«por tus comentarios me da que tienes un concepto artístico algo romántico: esa oposición entre cuestiones económicas y pulsión artística es de lo más decimonónica… pareciera como si para ser artista tuviera que importar un comino vender bien lo que haces e incluso, más aún, se tuviera más pedigrí si el autor en cuestión muriera harto de absenta, arruinado y con la oreja cortada (o así).»
Ummm,,, esto no, ¿ok? NO. Léeme normal porque el que relata historias fantasmagóricas ahora mismo estas siendo tú. Mi sentido artístico va desde el «cutre «refinado hasta el «exquisito» miserable dentro de mi escala de valores personal pero no considero que el mejor arte la tenga que realizar un «bohemio decadente».
«Cuando la explotación de una obra de autor se alarga demasiado por cuestiones pecuniarias no creo que deje de ser de autor para pasar a ser de editorial. Simplemente, es la obra de un autor que explota su propio trabajo y lo alarga demasiado»
…y por tanto con la filosofía llevada a cabo por una editorial -que sus beneficios imperan por encima de todo, y que és totalmente lícito- (reitero mi expresión «esclavitud») y no por la filosofía de un autor de carácter «independiente», el cuál busca satisfacer sus necesidades laborales -sobretodo- pero también sus inquietudes artísticas a través de su obra personal.
«Respecto a Hellblazer…ya que ese personaje nació en el UDC…»
Ya conozco la historia de Hellblazer y su origen en el arco de American gothic, era simplemente poner un ejemplo (igual que Spawn, etc). Indudablemente Moore, Delano, Ellis, Morrison, todos ellos artistas ingleses se desmarcaron en el estilo y planteamiento del molde americano existente hasta la fecha. Podríamos decir tal vez que sus obras más personales fueron la cuna de origen de lo que aquí llamáis comic independiente americano.
«una intención artística y autoral puede generar un churro; pero segundo, porque la muerte del autor tal y como la enunció Barthes sigue vigente… al final la obra se desliga de su creador y adquiere autonomía. No tienes que saber cómo se hizo, bajo qué condiciones, con qué propósito o incluso quién la ejecutó para apreciarla y, de hecho, tampoco tienes que saberlo para darle un significado como receptor final.»
…si, por supuesto. Yo creo tambien que hay que valorar la obra en si misma sin esas condiciones de contorno pero tampoco hablemos de obras perdidas, anónimas,…o estados sentimentales críticos del autor de la obra en el momento de su realización. Al final esos casos/ejemplos son una minoría que no entrarían en esta cuestión de debate.
¿Marvels de Busiek y Ross es independiente? (De alma y corazón lo és como obra, pero de copyright es de Marvel por el uso de su universo y según la reseña cualquier cosa DC/Marvelita no es independiente).
Estoy de acuerdo contigo en muchas cosas aunque no lo parezca, pero es un tema de grandes berenjenales si todos nos ponemos a hilar fino (hay muchos matizes por desglosar poco a poco)…y hablando de hilar…soy autor de mis heces y al final también se olvidan en el campo pero el olor las delata de que están ahí.
Me uno a las felicitaciones, un artículo interesante y necesario, que en mi caso me hacía falta leer xD No soy precisamente un neófito pero al no seguir las ediciones fuera de España al margen de novedades cheklists, etc, había detalles que se me escapaban.
La verdad es que la diferencia entre «mainstream» y el cómic independiente de franquicias daría para un artículo bastante interesante.
y por tanto con la filosofía llevada a cabo por una editorial -que sus beneficios imperan por encima de todo, y que és totalmente lícito- (reitero mi expresión “esclavitud”) y no por la filosofía de un autor de carácter “independiente”, el cuál busca satisfacer sus necesidades laborales
Justamente por esto comentaba tu visión romántica de lo que es un artista, aunque ahora veo también cierta lógica marxista detrás. Lo que va tras ese «y por tanto» es tremendamente arty además de falaz. Primero porque hay editoriales que respetan las voluntades autorales, bien porque sepan que eso es lo que les da dinero (mantener esa imagen y conservar a determinados autores), bien porque crean en ello. Y segundo porque estableces la falacia de que las empresas buscan dinero y los autores expresar su filosofía. Y no… un autor puede ser autor y buscar mucho dinero. No lo hace menos autor eso, ni lo convierte en «una editorial». A Dalí, por ejemplo, Breton le sacó el anagrama Avida Dollars para meterse con su pasión por la pasta… pero eso no hace a Dalí menos autor. Simplemente, lo convierte en un autor al que le encantaba el dinero. Es perfectamente compatible. Según la mayor parte de sus biógrafos, Miguel Ángel era una urraca huraña de muchísimo cuidado. Y las campañas publicitarias que organizó Saatchi alrededor de los YBAs (y al que me diga que no, que revise la profesión de Saatchi) fue mejor que las de la Coca Cola, y los YBAs se dejaron encantados y participaron del asunto con ganas y alegría (Hirst a la cabeza). En el mundo del cómic, un ejemplo paradigmático es Mark Millar, tan independiente que es independiente de las independientes y reparte su Millarworld entre cuatro editoriales (Top Cow, Image, Avatar y un sello de Marvel, Icon) y que siempre piensa en la adaptación cinematográfica posterior, que le reporta pingües beneficios. No es menos independiente por querer dinero.
Ya conozco la historia de Hellblazer y su origen en el arco de American gothic, era simplemente poner un ejemplo (igual que Spawn, etc). Indudablemente Moore, Delano, Ellis, Morrison, todos ellos artistas ingleses se desmarcaron en el estilo y planteamiento del molde americano existente hasta la fecha. Podríamos decir tal vez que sus obras más personales fueron la cuna de origen de lo que aquí llamáis comic independiente americano.
Sí, pero es que el ejemplo era malo porque en el fondo permite sostener justo lo contrario a lo que estabas comentando: que es posible encontrar libertad autoral y enfoque creativo en una editorial gorda de las que sólo quieren pasta y en una colección mensual de largo recorrido y muchos cambios de equipo creativo derivada de otra colección mensual de largo recorrido y muchos cambios de equipo creativo. Por otra parte, el origen del independiente americano hay que buscarlo en la época preCCA, concretamente en la EC Comics de Bill Gaines, que es el paradigma por antonomasia de sacar pasta con los cómics a partir de géneros mainstream (terror, ciencia ficción, noir, fantástico) no superheroico. Por tanto, años 40 y 50.
De hecho el terror de Moore y Delano, y también el de la Vertigo primigenia –que es un sello de sensibilidad independiente dentro de DC Comics– es muy deudor del de la EC. Es más, el auge de las independientes en los 80 –Eclipse (1977), Pacific (1981), Comico (1982), First Comics (1983), Dark Horse (1986)– dependió más de autores como Wagner, Chaykin, Sakai, Mignola, Ostrander o Eastman que de la Invasión Británica… de hecho, que alguien me corrija si me equivoco, pero Moore, Delano, Ellis y Morrison llegaron directamente del mercado británico a una de las dos grandes. Lo que sí hicieron, lo admito, es introducir una nueva variación de rumbo, pero sobre las que antes habían ejecutado otros, rescatando el espíritu de Gaines y añadiendo a la mezcla la filosofía de las publicaciones británicas; que a su vez estaban en manos de casas como IPC de las que Moore echó pestes.
¿Marvels de Busiek y Ross es independiente? (De alma y corazón lo és como obra, pero de copyright es de Marvel por el uso de su universo y según la reseña cualquier cosa DC/Marvelita no es independiente).
Volvemos a diferir: yo creo que Marvels no es nada independiente. Lo que tiene es un marcado sello de autor. Pero es que en las dos grandes podemos encontrar obras de autor porque, entre otras cosas, es un mercado que da dinero. El Daredevil o el TDKR de Miller, el Watchmen o La cosa del pantano de Moore, el All Star Superman de Morrison y Quitely… son obras de autor, pero no son independientes. Nacieron al amparo de una época en la que las grandes editoriales incorporaron progresivamente ciertos beneficios de las independientes, pero son obras corporativas dependientes de una franquicia. El problema ahora mismo es que DC tiene una pésima dirección editorial (Marvel la tiene un poco mejor, pero tampoco mucho) que ha impuesto unas condiciones contractuales que están alejando a la mayor parte de los autores con algo interesante que hacer o decir. He ahí de nuevo el quid de la cuestión: ser independiente o no depende de reclamaciones autorales, contratos, editoriales, distribución, propiedades y, en el fondo, de dinero y copyright.
Estoy de acuerdo contigo en muchas cosas aunque no lo parezca, pero es un tema de grandes berenjenales si todos nos ponemos a hilar fino (hay muchos matizes por desglosar poco a poco)
¡Y yo contigo! Y estoy de acuerdo: es un berenjenal del copón en el que ponerse a hilar fino es no acabar nunca. ¡Pero es tan entretenido marear la perdiz que no me resisto…! Muchas gracias por la charla tan amena y educada que estamos teniendo, por cierto.
Qué buen post y qué buen debate! Sin ningún ánimo de crear polémica y mucho menos de señalar a nadie (de verdad de la buena), creo que a veces con esto del conocer independiente pasa lo mismo que con el cine y la música: hay gente que considera que por ser independiente un producto es bueno y viceversa. Y eso no sólo no es verdad, sino que me parece una actitud tan criticable como la contraria, la que se cierra a todo lo que no sea mainstream.
Como ya han dicho por ahí, ni la libertad creativa es garantía de calidad (y mucho menos de genialidad), ni la pertenencia a una estructura industrial es sinónimo de mediocridad. Como tampoco la independencia (entendida como no afiliación a un gran conglomerado multinacional) implica ausencia de objetivos puramente comerciales.
Yo cuanto más mayor me hago más valoro la artesanía y más desmitifico el arte «puro». Ojo, no digo que no lo disfrute o lo valore, sólo que cada vez me parecen más insustanciales los mitos en torno al artista inspirado por las musas y la grandeza del arte por el arte.
Perdón, estoy en el móvil y mis dedos-morcilla han dado al botón de publicar antes de terminar. Una cosa más.
Se ha dicho por ahí que el ritmo mensual perjudica la creatividad. Pues bien, para mí no tiene menos mérito un guionista o dibujante que se obliga a cumplir esos ritmos y además trata de satisfacer a sus lectores, de ofrecer algo original y de calidad, que el creador que hace lo que le da la gana.
Por otro lado, no creo que ni DC ni Marcelo estén ahora mismo tan mal… No están en su mejor momento, pero tampoco en el peor.
En primer lugar José, gracias por tu lección de nuevo, no creo que ninguno me hubiese ilustrado mejor el pasado de la historia gráfica estadounidense y el salto de las vertientes «más» independientes. Ya lo de Dalí -estuve en Figueres en su museo hace años- y semblantes referencias que ejemplificas se va por otros derroteros que no entraré por desconocimiento de la materia y porque me da la sensación de que sea una lección de «grandes autores del expresionismo gráfico a través del marketing, publicidad y estudios de mercado». Algo en lo que pareces estar puesto en materia.
hay editoriales que respetan las voluntades autorales, bien porque sepan que eso es lo que les da dinero (mantener esa imagen y conservar a determinados autores), bien porque crean en ello. Y segundo porque estableces la falacia de que las empresas buscan dinero y los autores expresar su filosofía. Y no… un autor puede ser autor y buscar mucho dinero. No lo hace menos autor eso, ni lo convierte en “una editorial”
Cuando hablo en referencia al pensamiento editorial generalizo para una gran empresa en la que se sobreentiende que el afán económico predomina sobre el de la calidad. No obstante, es un error ceñirse exclusivamente a eso, puesto como haces mención, hay editoriales que cuidan la calidad y a sus autores sin cláusulas temporales de infarto o la imposición de ritmos mensuales de publicación. Al ir todo hilado, tales empresas ganarán teóricamente menos y pagarán proporcionalmente menos (supuestamente). Con los autores es similar, depende de la voluntad y las aspiraciones del autor la realización de un tipo de trabajo u otro – sin la necesidad que has señalado de que el criterio de calidad exima al criterio de ventas-, como en el ejemplo que propones de Millar, también hay autores muy trepas, pero al final el que mucho abarca poco aprieta y de una serie de calidad tres son un churro (con toda la libertad artística que queramos). Es cierto que el autor acaba ganando más dinero por saberse explotar más de un modo u otro, y en este caso, creo a ciencia ciega, que la búsqueda del millonario se establece -desgraciadamente- emulando en más de una ocasión los perfiles superheroicos que por ende promulgan las dos grandes empresas. De ahí mi acercamiento señalado al pensamiento editorial aún entendiendo que existen contrariedades (eso sí, en menor medida) como me has indicado dentro del mundo editorial.
«en las dos grandes podemos encontrar obras de autor porque, entre otras cosas, es un mercado que da dinero.»
Es cierto que dentro de Marvel o DC existen obras de autor muy personales, de carácter (bajo mi reflexión) independiente pese a tomar por derechos establecidos el uso de unos personajes marcados con el estigma de un sello editorial. El día de mañana se liberan esos derechos de cierto personaje o comprados por otra editorial y deja de tener dicho sentido de la «dependencia». Cosas de la burocracia establecida.
A grandes rasgos, doy fe y apoyo todas tus consignas, pero mi enfoque (que no me habré expresado bien del todo anteriormente o tal vez mi ambigüedad no facilite el asunto) va mas encaminado acerca de las series de calidad o aquellas con una marcada filosofía que las diferencia. En muchas de ellas, una vez se centran en la primigenia pretensión de ganar dinero, comienza a hacerse el fuego de las cenizas que les dieron origen y se va perdiendo la voluntad y esencia inicial que las caracterizaba (evidentemente, hay casos y casos e indudablemente, siguen siendo las mismas series de autor o de editoriales independientes). El matiz que hago hincapié es llevado a través de un axioma de nivel conceptual bajo mi punto de vista, el carácter independiente de una expresión artística no debería venir marcado por una legitimidad de derechos establecidos sino por el carácter personal que el autor le imprime a la obra, cuando dicha voluntad se pierde, la serie por méritos propios acaba inconexa a esa distinción. De ahí mi ejemplo TWD o Spawn, también aplicado a los productos televisivos que se expanden perpetuando la fórmula que les dio el éxito. De nuevo aquí, el mercado es el que manda, y lo comprendo aunque no lo comparta.
Sin ahondar mucho más en lo referente al vocablo «independiente» me gustaría profanar la tumba del pasado y reflexionar sobre los tecnicismos tratados. Existe una realidad y es que el género/vertiente USA (entiéndase de manera extendida) hace referencia directa al cómic superheroico por ser el mayoritariamente establecido durante décadas. Este hecho ha generado la distopia de querer aceptar así su referencia/usabilidad como tal por ser una temática redundante dentro del panorama estadounidense. Ello no debería implicar (bajo mi parecer) que cualquier cómic alejado del superheroismo con carácter altruista deba tratarse no tanto como independiente/de autor/underground -lo que sea- sino como minoritario dentro de la debacle invasora superheroica.
Recordemos que los «tales of suspense» o «challenge of unknown» o similares -donde comenzaron sus andaduras también algunos superheroes que hoy se encuentran en la cima- eran una muestra variada de terror, misterio, ciencia ficción, space opera y demás. El porqué no han seguido la trayectoria exponencial y establecida como han hecho los pijameros sería otra cuestión de análisis. Son modas periódicas que vienen establecidas por épocas, el western tuvo su filón para nuestros abuelos, los supuestos avistamientos de ovnis (UFOS) dieron lugar a esas pequeñas historietas de marcianetes, el mito del «bigfoot», etc dando lugar de manera gráfica y quedando plasmadas así en los distintos géneros que hoy podamos conocer (y que como digo están en constante evolución o repitiendo esquemas de manera cíclica a día de hoy) formando un amplio abanico de géneros aunque minoritarios.
Por último una reflexión y un paralelismo, ¿el mundo rosa del corazón inunda la programación por que lo demanda la audiencia? o simplemente ¿La audiencia es elevada por el hecho de que la parrilla televisiva este inundada por el mundo rosa?
Yo aplico lo mismo al género de los superheróes altruistas en el mundo de los cómics.
Empezando por tu última pregunta… la verdad es que no lo sé, porque no he visto ningún estudio sociológico al respecto. Lo único que puedo decirte es que yo no enciendo la televisión para ver lo que hay, sino que miro primero en la guía de programación si algo me interesa y, si es así, la enciendo; si no, o no lo hago o me pongo una película o una serie de las mías. De la misma forma, yo no compro género superheroico porque deba comprar algo… lo compro cuando un material concreto me interesa. Por último, estoy de acuerdo contigo tal y como lo has expresado ahora: cuando lo único que tienes en mente es la pasta, te suelen salir obras que van de lo malo a lo anodino. Con lo que no estoy de acuerdo es con establecer una dicotomía entre calidad/dinero o autor/editorial. Se puede tener la calidad de la obra en mente y pretender ganar dinero con ella («es buena, ergo se va a vender bien») y hay espacio para la creatividad y la personalidad en cualquier género y editorial. El pasado está lleno de ejemplos. Otra cosa muy distinta es que determinadas direcciones editoriales sean desastrosas. No es lo mismo un equipo Shooter/Goodwin o uno Kahn/Levitz/Berger que un Quesada o un Harras/Lee. Igual que hay autores mediocres, también hay editores mediocres.
Y aprovecho aquí para meter bueno de Lemmytico y sus reflexiones: un autor mediocre, independiente y por su cuenta, puede hacer una mierda tan grande como la que pueda gestar una dirección editorial mediocre. La independencia autoral o la creatividad desatada –risible, como bien apuntas, cuando se asocia a una visión romántica de lo que es un «autor»– no son garantes de nada… si acaso podrán despertar mayores simpatías filosóficas dependiendo de cada cual, pero poco más. Ah, y yo también tiendo a valorar cada vez más al artesano por encima del artista (más sobre este tema, aquí). Respecto al estado actual de DC y Marvel… el problema no es tanto lo que están haciendo con los tebeos como lo que están haciendo con los contratos. Gente como Morrison o Brubaker está saliendo disparada de las dos grandes, y no es precisamente casual. De tanto en cuanto Bleeding Cool publica noticias al respecto que nadie lee –quizás porque son aburridas– pero que te dan a entender que los departamentos legales y las órdenes «de arriba» (Warner, Disney) están pesando demasiado, incluso en sellos como Vertigo. De ahí la desbandada de todo autor que sepa que su nombre vende tebeos a pastos más verdes.
impresionante articulo, gracias!, y ya algo sabia al respecto, creo que al margen de las dos grandes editoriales de comics, hay mucha vida y mucha originalidad en el noveno arte. Gracias a las editoriales independientes nuestro gran mundo se expande y sobrevive a mucha basura que se publica todos los meses!