La cuenta de Penguin España anunció hace poco más de una hora el fallecimiento del autor barcelonés Francisco Ibáñez Talavera (1936-2023), progenitor artístico de personajes y series tan populares del tebeo patrio como Mortadelo y Filemón, Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio o El botones Sacarino, entre otros.
Ibáñez empezó su carrera haciendo sus pinitos no profesionales en la década de los cincuenta del siglo pasado, mientras compaginaba la afición al dibujo con sus trabajos en la banca. Será a finales de esa década cuando dé el salto a la profesionalización y, en 1958, verían la luz sus personajes más populares, los detectives Mortadelo y Filemón. Los integrantes de esta agencia de información, posteriormente convertidos al oficio de técnicos en investigación aero-terráquea, son los más destacados exponentes de una prolífica producción cuyos integrantes han pasado a formar parte de la cultura popular.
Con su muerte, se cierra un capítulo que abarca setenta años en la historia del cómic en España de la que fue tanto destacado protagonista como superviviente, y en la que hay tantas luces como sombras. De la hegemonía del tebeo en los quioscos a la desaparición de las revistas; de las inmisericordes prácticas editoriales a la lucha por la titularidad de los personajes; de la omnímoda presencia del gato negro de Bruguera a su estrepitosa caída; del trabajo a destajo al reconocimiento de los colaboradores; de la creación para consumo nacional al salto a otros países. La trayectoria de Ibáñez está marcada por diversos episodios que tocará analizar con calma, como corresponde a todas las historias que forman parte de la historia cultural de un país. Ésa es labor para otro momento, ya que ahora solamente queda despedir a quien con sus obras ha acompañado a varias generaciones de lectores, sacándoles, a veces una sonrisa, a veces una sonora carcajada.
D.E.P.
Más información aquí.
Qué pena!!! Me brindó momentos de mucha felicidad durante mi niñez. Gloria a los grandes creadores
Gracias por tanto y tanto que me has dado. Tuya es la gloria eterna.
Ibañez y su Mortadelo y Filemón me brindó, junto con el Superlópez de Jan, algunos de los mejores momentos comiqueros de mi infancia. «El sulfato atómico», «Valor y al toro!», «Safari callejero» o «El caso el bacalao» siguen siendo para mí hitos en su prolífica carrera. Descanse en paz
Tu nick bien lo atestigua
Adios y gracias por los buenos momentos dados a mi infacia con tus creaciones. Nada nos deja mas en soledad que la alegria si se va
Me da mucha pena. Empecé a leer cómics con Mortadelo y Filemón y en menor medida con Zipi y Zape. Pero si hoy estoy aquí posteando es por el.
DEP 🙁
Aprendi a leer con Mortadelo y Filemon.
Descansa en paz.
Grande entre los grandes, la pechá a reír que me pegué en su día con sus Mortadelo y Filemón no me las quita nadie.
Descansa en paz maestro y que nos esperes muchos años.
Una gran pérdida para el cómic español. Creo que una de las grande virtudes de Ibañez fue la capacidad de conectar con el público de muchas generaciones diferentes: mi padre me pasó Mortadelos y yo se los he pasado a mi hijo y a todos nos hizo reír. Y solo hacía falta ver las quilométricas colas de firmas en el Saló del Cómic donde podías encontrar gente de todas las edades.
DEP
DEP Ibáñez
Un placer haber crecido leyendo tus comics, gracias por haberme regalado tantos buenos momentos durante mi infancia a través de tu trabajo.
Recuerdo que me era imposible leerme un cómic de Mortadelo en un lugar público, porque la gente me miraba raro de lo que me descojonaba. Descanse en paz, maestro.
Qué pena más grande.
Cuánto me divertí con los tebeos de Mortadelo y Filemón. Y qué recuerdos más gratos tengo con la 13 rue del Percebe en el Pequeño País.
No creo que haya nadie en España que no haya leído algo de Ibáñez. Le debemos muchos buenos momentos.
Sin duda alguna, mi ÍDOLO. Descanse en paz, maestro